En algún momento de extrema reflexión personal todo mundo, sin acepción se pregunta – ¿Quién no es capaz de amar? – O simplemente – ¿Quién no ha amado en su vida? – Obteniendo inmediatamente la respuesta procedente de ellos mismos – nadie…, simplemente no podemos vivir sin entregar amor a alguna persona especial, el demostrar que nos importa y hacer todo lo posible para lograr su felicidad – la respuesta varia de persona a persona, su forma de pensar, carácter, religión, todo se engloba y se mezcla, todo se reduce al individualismo, cada quien tiene su propia forma de ver la vida, aunque carece de importancia, en realidad no importa, pero en verdad son tan idiotas como para creerse todas esas estupideces, las cuales ellos mismo inventan u otras personas implantan en su mente, confiando ciegamente que la persona a la que entregan su – diremos “amor” – lo tomara en serio, desgastando su vida para que fructifique y que juntos tomados de la mano corran feliz mente por un campo de rosas silvestres, sin ninguna posibilidad al sufrimiento, disfrutando por el resto de sus vidas ese amor desbordante… – que estupidez – a dónde va toda la lógica que rige nuestra vida, no comprenden que nadie daría su vida por algo tan efímero, el egoísmo es lo suficientemente grande como para segar a toda conciencia, no entienden que no existen rosas silvestres sin espinas, que no hay algo como un amor reciproco y eterno, todo en la vida se transforma en unilateral, donde solo una persona es la que se desmorona para lograr su propósito, donde nadie se preocupa por nadie…
En mi vida he conocido mundo y medio de personas tontamente enfrascadas en relaciones unilaterales que simplemente no llevan a nada, en algunos casos sí que lo hacen, te llevan de la mano a una destrucción consensual, un viaje que uno mismo ha decidido realizar, donde a lo largo del camino son ignoradas las advertencias – pero si para eso nacimos, es nuestra naturaleza, realizar todo aquello que se nos prohíbe, el “disminuya la velocidad” incita a querer romper la barrera del sonido, “no estacionarse” es para todos un lugar exclusivo que se nos tiene reservado – un viaje en el que poco a poco se acumula peso en volantes, multas ignoradas, y al final del camino se alcanza a divisar la destrucción en la que se ha sumido el destino utópico por que se recorrió una distancia incalculable y desoladoramente caes en la cuenta de que no hay retorno, el camino desde un principio era de un solo carril.
No es que sea pesimista o tenga un punto de vista completamente negativo para cualquier intento de felicidad, como dije cada persona tiene su forma de creer y yo simplemente he perdido la fe… tampoco es cuestión de una mala experiencia amorosa o una decepción, únicamente he comprendido y visto con claridad lo que en verdad me rodea, eso que era cubierto por una cortina de ilusiones fantasiosas, donde la incertidumbre era disfrazada con paz, la soledad con compañías vanas, reticencias con fe, odio con amor y mentiras con dulces palabras.
El que mi carácter sea difícil o mi punto de vista desconcertante, no depende directamente de mi, quiero pensar que es debido a las circunstancias. Así como el que crea todo esto simplemente puede deberse a que mi vida sea un intento frustrado de felicidad y prosperidad, desde siempre, casi desde que nací; mi resolución después de todo esto es que
NUNCA ME ENAMORARE…PUTA MADRE…PRIMERO ME MATO!!!…
- Tommy… Tommy…oye Tommy
- … -
- OYE!!...TOMMY!!…-
- Te escucho bien… no tienes que pasártela gritando…y no me digas Tommy, cuantas veces quieres que te lo repita – mi respuesta no es que destile ira ni irritación pero esta persona es de las pocas que logra matar mi paciencia.
Está bien, no soy la encarnación de la madre Teresa pero – dios porque el mundo se cree con el derecho de joderme la vida – bueno en verdad Matías, mi adorado amigo- es la única persona que logra sacarme completamente de mis casillas y salir bien librado de la ira que se apodera de mí.
- Está bien, está bien…es suficiente con que me lo estés repitiendo desde hace cuatro años – termina diciendo con una enorme sonrisa que muestra una bonita dentadura.
- ¡Entonces porque siempre me llamas así! – le reclamo, dios, mis cuerdas vocales debieron dañarse al alcanzar el tono con el que lo dije.
- Es que me canse de intentar que me prestaras atención, y al parecer decirte Tommy funciono…
- …
- Además estaba extrañado por tu actitud… entraste como en trance después de la clase de literatura, está bien que el Prof. Alfred duerma con sus discursos pero tu semblante no es la viva imagen de sueño que digamos…-
- Ya terminaste…vaya amigo sí que hablas… – en verdad me sorprende su fluidez al hablar sin parar –… ¿cómo es posible que una persona hable tanto sin hacer pausas o tomar aire? -
- ¡Qué cruel!…ya no me preocupare por ti… eso me saco por querer ayudar – me contesta indignado y con lagrimas queriendo brotar…, es sorprendente lo dramático que puede ser un adolescente últimamente.
Todo apunta a que soy un desalmado y cruel amigo, pero no es como si todo lo que digo y hago sea tomado seriamente por Matías. Después de todo es el único que me soporta tal y como soy, me asombra que siga a mi lado después de cuatro años, siendo que ni mis padres me soportaron. Tal vez eso explicaría por qué me abandonaron a los 14 años con mi tía política – pobre, viuda y teniendo que encargarse de un mocoso con el que no tiene lazo alguno, uno que no sea políticamente hablando claro está –.
En cierto modo le estoy muy agradecido a mi tía, aunque no me dio muestras de cariño alguno, pero aun así nunca se porto mal conmigo, y como muestra de apreciación decidí aligerar su carga, cuando cumplí los dieciséis me mude a un departamento cerca de la casa de Matías, quien me apoyo desde que mis padres me abandonaron, me adapte rápidamente a mi nueva vida, el vivir solo sin que nadie estuviera esperando en casa cuando volviera del instituto o del trabajo.
Ya de eso han sido ocho meses y creo que solo he podido hacerlo gracias a Matías con el que fue más fácil digerir esto, aun que tengo que cargar con el maldito paracito que si bien tiene una gran familia vive a expensas de mí, se la pasa metido en mi departamento comiendo y bebiendo lo que con esfuerzos consigo para alimentarme.
Son muchas las limitaciones que tengo al ganar solo unos cuantos dólares en mi trabajo a medio tiempo como mesero en un café concurrido, pero con dueños malditamente tacaños hasta los huesos, obtengo más ingresos con propinas que con el mísero salario por el que me explotan, y todavía tengo que aguantar a este pedazo de idiota en la escuela y parte de la tarde. Afortunadamente me deshago de él seis días a la semana para ir a trabajar.
Una de las cosas que no soporto es ver a las parejitas bobas tomadas de la mano y jurándose amor eterno – solo les falta el maldito cura para que les de la puta bendición – ¡bah! …la mayoría de estos son clientes recurrentes que cada semana o mes – para suerte de la chica – ingresa con diferente amante…fuera de eso puedo soportar mi infierno al recibir las gratas propinas de esos gigolós desmedidos.
Miro a Matt con cara de incredulidad.
- Ya, ya está bien…es solo que no es de mi agrado la literatura y menos cuando se trata de romanticismo y eso, y mira que el maldito Alfred me torturo leyendo Romeo y Julieta – arrastro una nota de enfado al pronuncias esa incoherente obra.
Matías no puede reprimir una carcajada y reímos juntos dándome la razón.
- …si, se notaba la desesperación en tu rostro, pensé que saltarías por la ventana en cualquier momento – dice sin poderse aguantar la risa.
- …ganas no me faltaron, pero la jodida ventana tiene pestillo…- bromeo dejándome llevar por la sensación de tranquilidad que siento cuanto estoy con Matías.
- Así está mejor…me gustas más cuando ríes. – me mira fijamente y sonríe
- Matt habías tardado en decir una de tus características estupideces - bromeo de nuevo.
Solo con el tengo la confianza de hablar así, después de todo es mi mejor amigo.
- ¡Aaahhh! – exclama divertido - … yo también te quiero mucho…- vuelve a sonreír y pasa un brazo por mi cuello agachándose un poco para estar a mi nivel.
El muy animal debe de medir casi los dos metros mientras que yo me acomplejo por mi metro sesenta y dos.
- … oye Tommy hay que salir, hace mucho que no salimos juntos…
- Serás animal, nos la pasamos todo el día juntos y si no salimos es porque te la estas metido en mi departamento toda la tarde jugando o viendo el televisor… – lo miro casi echando chispas – …mientras que yo me jodo trabajando para pagar todo lo que te embutes diariamente.
- Aaahhh… hoy tienes que ir a trabajar ¿cierto?... – me mira cándidamente mientras siento como se me derrama la bilis –…así que mejor dejémoslo para el fin de semana ¿Qué te parece?...
- Eres un idiota…a veces pienso que no tomas ni madre enserio nada de lo que digo – lo miro de soslayo mientras caminamos a la cafetería por que a este espécimen devorador ya le llego el hambre.
- Hay Tommy como crees…– afirma no muy convincentemente mientras se soba el estomago que comenzó a gruñirle desde que salimos del salón – ¿cual crees que sea el especial de hoy?...muero de hambre y creo que devorare toda la cafetería en un instante.
- Matt… tengas hambre o no terminas devorando todo, maldito paracito - me burlo y sonrió al terminar de exponer mi “punto de vista”.
- Ooohhh!...me conoces también – sus ojos comienzan a brillar mirándome como idiota –…creo que ya es momento de que me mude a vivir contigo.
- …y se puede saber qué demonios es lo que hiciste desde que me mude al departamento…– lo tomo del cuello de la camisa y lo jalo hacia mí para poder verlo a la cara - …te la pasas metido ahí, hasta casi diario duermes en mi sofá y dejas tu ropa interior tirada por todos lados…-
Matt ríe sin importarle que otros estén viendo nuestra pelea y aun más que este gritando todas aquellas cosas frente a una considerable audiencia.
- …es verdad creo que solo falta que instale a Tommy Junior y su casita en una esquina de tu cuarto…- bromea haciendo que dentro de todo encuentre esta situación graciosa, parecemos un matrimonio en una de sus peleas conyugales –...por cierto ya esta increíblemente grande.
- No quiero tocar el tema de porque tu hurón entro en esta discusión…- puntualizo tocándome la frente como muestra de irritación –…pero... se puede saber… POR QUE DEMONIOS LE PUSISTE MI NOMBRE A ESE MALDITO PARACITO...- ¡¡Aahh!!...nada más placentero que desahogarte gritando a un idiota frente tuyo.
Esos ataques no son muy comunes en mi pero como se imaginaria para cualquier persona esto está fuera de los limites de tolerancia y mas allá de MIS limites de tolerancia.
- Es que...es que…son tan parecidos…- y aquí es donde dejo caer mi mandíbula como muestra de incredulidad - no pongas esa cara… es verdad…mira, los dos tienen el cabello castaño claro, casi beige y lacio pero esponjoso, muy suave por cierto - puntualiza alzando el dedo índice – sus ojos son del mismo color entre verde y azul, también cuando tienen frio su nariz es roja - me mira con su clásica sonrisa como esperando que apruebe sus argumentos.
- Aaahhh!... Contigo no se puede…- desistí al fin ya que no sabía que decirle para reprenderlo, de todos modos no era tan malo después de todo.
- Wiii!! …GRACIAS…- me mira con ojos alegres y se lanza contra mí.
Esa es una de las cosas a las que no me he podido acostumbrar, siento que en cualquier momento me va a aplastar, y aun con el miedo siento algo cálido dentro que me hace sentir intranquilo…
- Te quiero mucho Tommy- …suelta sin más dándome un beso casi en la boca, rosando la comisura de mis labios.
En estos momentos es cuando odio ser extremadamente pálido, mi maldita piel deja entrever como toda la sangre se agolpa en mis mejillas y retrocedo con la cabeza dando vueltas.
- A…a…animal!! Qué demonios te pasa - logro mantener la compostura y cubro mi cara con las manos, haciéndome saltar de lo frías que están.
- Tommy…- me ve con cara de asombro-… te avergonzaste…-no sé porque a este idiota se le ilumina la cara - es gracioso que TU te avergüences y el que yo sea el responsable es gratificante…he aquí mi recompensa por aguantarte todos estos años…además te miras muy lindo…- sonríe por no sé cuantas veces en el día y juro por su maldito hurón que un día de estos le romperé la nariz.
Ese maldito dejándome sin saber que decir y en vergüenza frente a mí mismo, mostrando a mis sentidos, algo que nunca había experimentado, salgo corriendo como si me hubieran puesto un cohete en el culo, disparado a la parte trasera del colegio, con el pulso a todo lo que da me oculto en el cuarto de almacén donde guardan las cosas para la limpieza, esperanzado en que no me haya seguido, pero maldita sea todo el mundo gira al contrario que mis deseos…
- Tommy…Tommy…- me llama buscándome entre cajas de carton.
- ¿Porque me escondo si solo fue una de sus estúpidas bromas?- me repito para mis adentros queriendo acallar los sentimientos.
- Tommy…aahh! aquí estas, me asustaste…perdón por lo que dije hace un momento, aun después de conocerte tanto tiempo olvido que eres muy sensible – se disculpa volviendo a mostrar esa maldita sonrisa, que esta vez no pasa inadvertida por mis pupilas haciendo que mi corazón sienta algo realmente extraño.
- Aaahhh! No pasa nada…no te preocupes…- miento descaradamente
Una sensación muy rara nubla mi mente y no me deja pensar claramente, una que me impide golpearle hasta romperle la nariz por avergonzarme así.
- Que lastima - se lamenta un tanto decepcionado.
¿¡Ah!?... se preocupa por mí y luego se lamenta por que le diga que estoy bien, está loco…
- Ven tenemos que volver a clase, el receso termino – me dice extendiendo su mano.
Dudo unos segundos en tomar su mano. Al fin decido tomarla y me jala para levantarme. Me sorprende toda la fuerza que uso y sin poder hacer nada, el poco peso de mi cuerpo hace que me abalance sobre él.
El muy animal pisa una mota en el suelo haciendo que los dos caigamos, él sentado después de golpeándose la espada con la pared y yo sobre de él arriba de sus piernas, con las mías a cada lado de las suyas, y rematando mi cara pegada a su pecho…
- Aaahhh!…yo...perdón…- me disculpo sonrojándome.
Mi cara bien podría ganarle al tono de un tomate. Matt no dice nada…buen momento el que elige mi corazón para acelerarse…levanto la vista y me encuentro con la de él, la cual me mira con cierto brillo que no logro comprender, bajo la mirada aun mas apenado, una de sus manos que hasta recién caigo en cuenta están en mis hombros, toma mi barbilla y la eleva para así nuestras miradas se vuelvan a encontrar, comienza a acercarse peligrosamente a mis labios y se me antoja la idea de que un rayo caiga exactamente entre nosotros.
Cierro los ojos y en lo único que se me ocurre pensar es… >>me va a besar, me va a besar, me va a besar, me va a besar <<