Draco fue a coger otro bombón y se dio cuenta de que ya no le quedaban, se había comido todos sin darse cuenta. Hizo una mueca al pensar en todas las calorías que había tomado, ahora tendría que hacer ejercicio para compensar.
- Me vas a traer ya algo de beber o me tengo que morir de sed – increpó Draco.
- Pero, dijiste que luego – dijo Pansy.
- Si, eso dije hace un rato, por lo que luego es ahora - le contestó lentamente Draco, hablándole como si fuese una niña de dos años que no entendía sus palabras.
- Vale, pero en cuanto vuelva quiero que me ayudes a estudiar como me prometiste.
- ¿A caso crees que un Malfoy no cumpliría sus promesas? – le preguntó enfadado.
- No, no quería decir eso, solo te lo estaba recordan…. – al ver la mirada que le estaba lanzando Draco, decidió callarse. No quería arruinarlo todo antes de empezar – Será mejor que vaya a por la bebida, enseguida vuelvo.
Draco intentó volver a concentrarse en la lectura pero le resultó imposible, tenía mucho calor y estaba algo incómodo. Agobiado por la temperatura de la sala pensó en salir a fuera a tomar el aire justo cuando apareció Theo.
- Por fin te encuentro – murmuró Theo, mientras miraba complacido el vaso vacío de zumo – ven, necesito que me ayudes con una cosa.
- Como quieras – aceptó ansioso por salir de esa sala que parecía un horno y olvidándose por completo de Pansy.
***
Theo lo llevo a una especie de cabaña fuera del castillo que Draco no había visto nunca. La cabaña estaba formada por una habitación y un pequeño cuarto de baño.
Draco cada vez más acalorado se fue directo al baño para echarse agua fría. Abrió el grifo y se mojo la cara varias veces pero no le servía de nada, cada vez tenía más calor y empezaba a sentirse muy excitado, un rápido vistazo hacia abajo le sirvió para ver que el bulto en su entrepierna había crecido visiblemente. El pánico le invadió, no podía permitir que su amigo lo viese así, por lo que intento relajarse y pensar en cosas nada eróticas.
Casi había conseguido que su miembro volviera a la normalidad cuando escuchó una voz increíblemente sexy que lo hizo ponerse duro como una piedra.
- ¿Qué es eso tan importante que querías enseñarme, Neville?
***
Pansy iba tan contenta por los pasillos con el zumo que había conseguido para Draco, por fin, iba a conseguir lo que tanto tiempo llevaba esperando. Ese día su amado Draco sería suyo ya que era imposible que su plan fallase.
Sonrió pensando en la tarde tan perfecta que iba a pasar, su precioso rubio iba a acabar suplicándole que se acostara con él y, ella, muy amable y entregada le complacería.
La idea se la había dado, Blaise, sin darse cuenta y había resultado ser la solución perfecta para conseguir a su amor. Recordó entusiasmada la conversación más útil de su vida.
***
Pansy desesperada había acudido en busca de Blaise para que le diera un consejo para conquistar a un chico.
- Blaise, tu que harías si quisieras estar con la persona que te gusta aunque solo sea un día – preguntó la chica muy interesada.
Su amigo que estaba muy distraído mirando hacia otro sitio suspiró y la contestó sin prestar mucha atención.
- No hay mucho que hacer si la persona que te gusta no quiere estar contigo.
Vaya, esa respuesta no le valía para nada, pero claro que como iba a decir algo útil si la estaba ignorando.
- Ya, pero ¿y si esa persona es tan importante que no puedes estar sin ella y estarías dispuesto a hacer cualquier locura? –insistió pacientemente Pansy para ver si conseguía que la dijese algo que la ayudara en su drama amoroso.
- Pues entonces te buscas otro que te entretenga y así dejas de acosar a ese pobre chico – contestó deseando que lo dejara tranquilo y no se metiera en más líos - Además, espero que la persona de la que hablas no sea Draco, porque esta claro que no eres su tipo.
La verdad es que estaba siendo muy diplomático, ya que no había que ser muy listo para saber que a Draco le iban más los chicos y mucho menos después de que Pansy y él se lo hubiesen encontrado besándose con uno.
Pansy estaba de los nervios ¿cómo que ella no era su tipo? Pero si era guapísima, tenía dinero y conocía a Draco mejor que nadie. Serían la pareja perfecta. El problema es que Blaise no la quería dar buenas ideas porque estaba muy ocupado con sus asuntillos.
- Tienes razón, siento molestarte con mis pequeños problemas cuando salta a la vista que tú estas taan ocupado – le dijo con fingido arrepentimiento, pero su amigo siguió ignorándola como si no hubiese hablado. Se va a enterar pensó Pansy – lo mejor será que me vaya para que pueda seguir mirando al Weasley.
Eso llamó de inmediato la atención de su amigo.
- Yo no estoy mirando a nadie – contestó furioso, Blaise, pero el color que habían tomado sus mejillas lo delataba.
- ¿No? – peguntó pestañeando confundida – Entonces, ¿por qué le miras el culo como si fuese una tarta de fresa?
Eso pudo con Blaise que se levanto molesto y olvido toda su educación y diplomacia.
- Yo no estoy mirando nada – dijo conteniéndose para no gritar – y tu problema es que no te quieres dar cuenta de que es imposible que le gustes a Draco porque no tienes polla. Seguro que ni aunque lo drogaras conseguirías algo de él.
¡Qué carácter!- pensó Pansy mientras veía como se iba su amigo - hay gente muy sensible. Pero lo mejor de todo es que Blaise tenía razón si quería tener posibilidades con su rubio tendría que drogarlo, bueno no es que su amigo le hubiese dicho exactamente eso pero era la conclusión que ella había sacado.
***
Eso era exactamente lo que había hecho meditó Pansy volviendo al presente. Había comprado una caja de bombones afrodisiacos y había conseguido que su Draco se los comiera todos. Ahora su rubio tenía dos opciones: o acostarse con ella o ir a la enfermería porque si no lo iba a pasa fatal, ya que los efectos del afrodisiaco eran muy potentes y duraderos por lo que se iba a pasar horas o incluso días totalmente empalmado.
Una sonrisita malvada curvo sus labios, iba a ser un gran día.