LOS OBSTACULOS DEL AMOR: EL CASO DE YISU
CAPITULO 1
Yisú y Manami
Hola, mi nombre es Yisú… tengo 13 años y vivo en Sudamérica, se preguntarán ¿por qué Yisú si vivo en América?...Bueno les explicaré, mi madre es americana, y mi padre es Japonés, yo me parezco más a mi madre, con ojos azulados y medianos, blanca, delgada, algo alta, facciones finas, lo único de mi padre que llevo son su cabello, que es negro y su forma de pensar.
Aparentemente mi vida tiene todo lo que una persona podría soñar estoy sana, tengo una familia, soy guapa y millonaria, soy una de las mejores alumnas de mi grado, tengo amigos, la vida perfecta que muchos envidian; pero, la realidad es otra.
En realidad mis padres siguen casados; sin embargo, no somos una familia unida, mi mama debido a su trabajo llega a las 9 de la noche, ella detesta preparar mi desayuno, dicen que para eso están los criados, mi padre es más tradicional… el llega a las 8 de la noche y pasa conmigo, no tanto como cuando tenía cinco años, pero en la mañana desayuna conmigo y en los domingos y feriados vamos a recorrer la ciudad, cosa que con mi mama no hago, porque para ella es más importante el SPA y su apariencia.
Asisto a una escuela de clase media porque aunque les parezca increíble, no me gusta pasar con gente de mi condición social, porque son hipócritas, solo les importa mantener las apariencias (como mi madre) critican la vida de todo mundo y se creen más, sin saber que uno de clase baja puede tener más valores que ellos.
En la secundaria a la que asisto es solo de mujeres y nadie sabe mi condición social, aparentemente para todos soy una niña alegre, que no tiene sentimientos, (raro ¿no?) si, que solo le importa conseguir un millonario para salir de su “pobreza”, pero aún así trato de ser amistosa con todos, ellas saben que lo del millonario es broma, debido a que soy MUY bromista. Pero la realidad es otra… escondo mis sentimientos y mis emociones negativas bajo una capa de alegría, para que nadie se dé cuenta de que estoy mal y así no puedan lastimar. Siempre trato de animar a los demás y me comporto como una de ellas, ahí no aplico los modales de mamá, quiero ser una persona normal.
En la secundaria tengo una amiga y todo el mundo dice que ella es rara; pero según mi opinión no lo es, solo trata de no ser lastimada… igual que yo. Saben es curioso, cuando recién la conocí jamás pensé que me juntaría con ella porque también es de condición social alta al igual que y como no se juntaba con nadie, pensé que era creída, después me di cuenta de que la eran las demás la que la excluían; además ella vive en su mundo y por eso es MUY difícil conocerla…
Yisú estaba parada a la salida del plantel, jugaba con su celular y al alzar la mirada sonrió al ver la persona que tenía enfrente. Era una chica de su estatura, de ojos marrones y pelo largo y lacio de color castaño.
-¿nos vamos?-decía Yisú con una sonrisa y agarró sus cosas y la otra chica no respondió solo caminó. Yisú la siguió.
Esta niña es Manami, la niña que vive en su mundo, suele ser un poco gruñona, y también despistada; pero es una gran persona, nos vamos juntas a casa porque somos vecinas y no queremos que nadie descubra nuestra condición social, debido a que después todo el mundo se acercaría a nosotros por el dinero, sí se nos acercan que se por quién somos y no por el dinero. Estaban saliendo de la escuela cuando escucharon que una persona venía corriendo hacia ellas
-¡¡YISUUUUUUU!!-llamaba una chica de unos 14 años de edad, era algo baja, de pelo castaño y algo gordita
-hola, Hermelinda-dijo con una sonrisa-¿qué deseas?
Ella es Hermelinda, es una persona muy graciosa y simpática, a pesar de que le faltan unos tornillos en la cabeza, ella siempre que estoy mal, me ayuda a animarme, y es la más considerada, es por eso que cuando algo malo le pasa trato de ayudarla. Debo decir que su familia esconde muchos secretos que la derrumban pero siempre está en pie, por eso la admiro.
- no es que quería pedirte un favor-le dijo despacio y la aparto de un poco de Manami- es que quería pedirte que si me puedes conseguir el material que pidieron para el proyecto
- déjame pensarlo-se puso un dedo en el mentón y se puso dubitativa-si tengo tiempo te lo consigo esta tarde y te lo traigo mañana; si no, te lo traigo pasado mañana.
-de acuerdo, pero no te olvides-dijo y se fue
Claro que se lo puedo conseguir hoy, pero no lo haré, dejaré pasar el tiempo como una estudiante normal…
-Oye Manami-la llamó a la chica que caminaba a su lado-¿por qué siempre eres tan seria?... ¡sonríe!-le dijo alegre y esta solo le dirigió una mirada que denotaba enfado
-no soy payaso, para sonreír todo el tiempo
-Oye tranquila, si te fue mal no tengo la culpa, así que búscate otro con quién desquitarte…si sigues así nunca tendrás un novio
-¿quién dijo que quiero un novio?-dijo sin mirarla y apresuró el paso
-espera-la alcanzó-pues un novio te serviría para muchas cosas, no sé, podrían ir a pasear, tendrías alguien que te quiera y cuide…-dijo pensativa
-sé cuidarme sola-se subió al auto- y no necesito de alguien que me quiera-dijo para cerrar fuertemente la puerta del auto que la esperaba
-hay por tu culpa tendré que caminar hasta la otra puerta-fue y se subió
-Buenas tardes señoritas-saludó un hombre de edad madura
Este señor es el chofer de mi familia, se llama Sebastián, tiene un hijo guapísimo, con el cual estoy planeando hacer un Cupido para que quede con Manami
-Oye Manami-le susurro para que solo ella la oyera
-¿qué quieres?-decía algo desganada
-¿no te parece el hijo de Sebastián?-le dijo algo pícara-es guapísimo; además, dicen que gusta de ti… ¿no te gustaría intentarlo?
-¡¡YA TE HE DICHO QUE NO!!-dijo molesta-además mi papa no lo aceptaría, sabes lo pre juicioso que es
-si tienes razón-dijo algo desganada, porque otra vez su plan de conseguirle novio había fallado
Bueno, otro de mis secretos es que estoy enamorada de mi mejor amiga… Manami; pero sé que es algo imposible, así que trato de olvidarlo, y poco a poco lo estoy logrando, es por eso que trato en lo posible de esconder mis sentimientos para no dañar nuestra amistad; no sé cuando exactamente empezó esto… solo sé que fue hace mucho, 1 año aproximadamente
Cuando recién la conocí no me juntaba con ella, solo sabía que era la niña que no se juntaba con nadie, pero un día, a Sebastián se le daño el carro, por lo que no fue a verme, entonces decidí irme sola a casa ya que quedaba cerca. Recuerdo que estaba lloviendo muy duro, entonces se me acercaron dos hombres, tuve miedo, pero me mostré fuerte, luego ellos me rodearon y se empezaron a reír de mí
-¿qué quieren?-les dije altanera mientras intentaba alejarme del lugar, pero no lo conseguía
-¿no quieres pasar un rato divertido con nosotros pequeña?-decía el primer hombre que tenía una botella de licor en la mano
-sí, te enseñaremos a ser una hembra de verdad-decía su compañero
-¡¡no quiero!!-les dije furiosa y se rieron más-¡¡ahora déjenme pasar idiotas!!-traté de apartarlos del camino pero me agarraron de las muñecas
-hay pero que malcriada nos ha salido esta niñita-se burló de mi aquel hombre de la botella, su expresión me causaba miedo y asco, mucho asco
-pero tiene suerte de encontrarse de hombres tan buenos como nosotros que le enseñaremos a ser buena niña-dijo con malicia, solo recordar su rostro me dan nauseas
Entonces empecé a forcejear, sentía una angustia y desesperación como nunca la había sentido hasta entonces, sentía como esos hombres desabrochaban mi blusa y besaban mi cuello, al sentir su mano en mis partes íntimas empecé a derramar lágrimas, tenía una mezcla de emociones, rabia, impotencia, desesperación, tristeza… así que les día una aptada a cada uno y salí corriendo, pero como llovía me resbale y me lastimé
-¡así que te querías escapar!... ¡¡pues con esto no lo harás!!-dijo y se colocó encima de mí
-¡¡SUELTENME!!-en ese momento empecé a forcejear como nunca lo había hecho y gritaba auxilio, les rogaba que no lo hicieran, pero no me escuchaban, justo cuando pensé que nadie me podría salvar, apareció ella…
-¡¿QUÉ NO ESCUCHASTE?!-dijo furiosa, le quitó la botella y la partió en la cabeza de ese hombre dejándolo inconsciente. No por nada practicaba artes marciales desde los cinco años
-MA-MA-MANAMI!-exclamé llorando aún más fuertes, al fin alguien vino a ayudarme
Entonces, ella cogió un palo que había en la vereda y lo partió en la cabeza de ese hombre, después le dio un golpe en sus partes bajas y quedó inconsciente. No sé porque pero la abrasé y lloré por un momento
-Manami… gracias-dije débilmente y me desmayé después de eso todo fue obscuro….
Me desperté en su casa, después de eso nos hicimos muy amigas, así que agradezco a esos hombres porque si no nunca la hubiese conocido como amiga… Esto ocurrió como hace unos dos años, hace un año ella me empezó a atraer; pero no por su físico, no, lo que me atrae es su forma de ser, cuando te gusta alguien de esa manera es más difícil de olvidarla y más si la ves todo los días…
-Ya llegamos señoritas-nos anunció Sebastián y se bajo del auto, estaba tan sumida en mis recuerdos que no reaccione y empecé a derramar lágrimas
-Otra vez recordaste a esos desgraciados-dijo un poco molesta Manami y se bajó-ven, no llores como una cobardes
-ya voy-dije y me sequé las lágrimas y salí corriendo para mí casa
Eso es lo que me alegra, ella no tiene una forma de consolar como los demás con un abrazo un “todo estará bien” no, ella es fuerte, fría, pero estará siempre ahí aunque no diga nada, por lo general su forma de apoyarte es no hablar del tema y hacerte fuerte como un “de nada te servirá llorar”, ella deja el pasado atrás y sigue adelante… eso es lo que más me gusta de ella y daría todo lo que tengo para que sea feliz…
Cuando amas a una persona de esta manera es como un huracán que te arrastra y te lleva a una región desconocida de la cual no puedes salir…
CONTINUARÁ….