Te lo estoy diciendo,
Suavemente lo susurro
Esta noche, esta noche
Tú eres mi ángel.
Ambos cuerpos se encontraban tendidos en la enorme cama del apartamento del rubio, ninguno poseía ya ropa en su cuerpo y aunque el clima estuviese frio afuera, dentro todo era tibio y húmedo.
La desesperación que tenían por poseerse el uno al otro hacia que todo fuese casi desenfrenado y errático, pero poco les importaba... por fin estaban teniendo lo que tanto deseaban; un poco de amor por parte del otro, un sentimiento correspondido y no el cruel rechazo - además de una amistad perdida -.
No, todo lo contrario. Por fin se tenían mutuamente para decirse palabras que siempre fueron calladas por cobardes acciones y sentimientos ¿y qué importa el mañana? ¿Y qué importa lo que diga la prensa? Total se tenían el uno al otro para apoyarse, además a sus compañeros de banda y amigos.
Por fin había llegado la tan esperada noche que parecía mas una ilusión que nada, era extraño como habían llegado a ese punto sin ya importarles nada, definitivamente el alcohol tenía un papel importante en ésta historia, pero sólo fue para dar valor, no tanto para atontarlos y dejarlos mareados. No, ambos querían estar lucidos en ese momento tan especial.
- Ruki... - susurró el rubio al tiempo que besaba el cuerpo desnudo del chibi - Eres perfecto... como...
Besó cada centímetro de piel que se entrometió en su camino dejando leves marcas rojas en el cuerpo ajeno, además de unos cuantos tímidos gemidos en el viento que salían de los labios de su vocalista.
- Como un ángel...
Te amo tanto.
Ambos nos hemos vuelto uno
Esta noche, esta noche
Solamente diré que...
- aah... ¡Reita! - gritó el pequeño al sentir una intromisión en su parte baja.
Akira se encargaba de besar y succionar el cuello de su pequeño mientras que con su mano derecha acostumbraba la inexperta entrada del menor, y aunque él no tuviera experiencia con hombres, sabia de ante mano que si lo penetraba sin prepararlo rompería el interior de Ruki.
El vocal mientras tanto, sólo se aferraba a las sabanas blancas que eran espectadoras de aquella escena que estaban montando sacada vilmente de cualquiera película porno.
Ya no le daba pena que alguien escuchara sus gemidos, estaba con la persona que él amaba haciendo lo que siempre había esperado. ¡¿Qué mierda le importaba el mundo en esos momentos?! Ahora sólo quería estar con Akira Suzuki, el hombre de sus sueños y mejor amigo. Ahora sólo quería ser uno con él.
- Mhh... Reita ... hazlo ya - dijo entre jadeos
Reita obediente extrajo -los ahora 3 dedos- que se encontraban en el interior de Ruki y posicionó su miembro en el estrecho cuerpo de su amado.
- Ah... Ruki - dijo al llegar lo más profundo que pudo. Vaya que se sentía bien estar dentro de da aquel cuerpo, mejor de lo que había imaginado
El vaivén comenzó lento por seguridad de Ruki. Reita no quería hacerle daño, no ¡Eso jamás! Ruki se aferró a su espalda y atrapó el cuerpo del bajista entre sus piernas.
- Ah... Mhh... R-reita... - acercó su rostro al del rubio y lo miró directo a los ojos-
En la mirada de ambos había tantos mensajes que ambos entendían perfectamente. Deseo, lujuria, pasión, excitación... pero por sobre todo cariño, ilusión, comprensión...
- Te amo Ruki...
...Y amor.
Donde quiera que estés
Siempre te haré sonreír
Donde quiera que estés
Siempre estaré a tu lado
Y sin importar que digas
Al pensar en ti, surgen estos sentimientos
Te prometo un "por siempre", ahora.
Oh Yeah...
Ambos sabían que siempre se tendrían el uno al otro. Este era una promesa no escrita en papel, pero si en sus corazones. El comienzo de su historia juntos, de mañanas en las que amaneces con la persona a la que más amas, el principio de TODO lo que tienen por vivir, el inicio de sonrisas al lado de otro repletas de cariño y amor.
Sabían también que ahora tenían alguien en quien contar cuando uno fallase o cayese, nunca más estarían solos. Y no es que así no fueran antes, a pesar de todo eran amigos... pero ahora era un cariño totalmente diferente, esa confianza que se tenían había incrementado y ese amor que sentían a medias por llevar una tortuosa amistad, ahora estaba al cien por ciento...
"Por siempre" pensó el pequeño Ruki en algún momento de su mente nublada por el placer.
No necesito una razón
Cariño, solamente te quiero a ti
Está bien, está bien
Día tras día.
A partir de este momento
Y para siempre, por favor
Hasta la muerte, quédate conmigo
Llevémoslo a cabo
¿Cuándo? Era una pregunta sin respuesta. En definitiva
¿Por qué? Siempre se habían parecido atractivos uno al otro
¿No eran amigos? Tal vez de ahí nació el sentimiento
En realidad ninguno necesitaba alguna respuesta concreta o alguna razón o prueba que les demostrará el porqué de su amor. Sólo sabían que se querían y se amaban como vil colegiales; con sentimientos puros y esperanzas de nunca llegar al fin.
Tenían mucho por que luchar... pero sabían que con el apoyo del otro ambos podrían lograr que sus familias y amigos lo aceptaran. Sólo tenían que luchar y llevarlo a cabo.
Donde quiera que estés
Siempre te haré sonreír
Donde quiera que estés
Siempre estaré a tu lado
Y sin importar que digas
Al pensar en ti, surgen estos sentimientos
Te prometo un "por siempre ", ahora.
El fin para ambos estaba cerca. Ninguno quería terminar, y aunque sabían que no sería la última vez que estarían en esa situacion, ninguno se quería separar del cuerpo ajeno.
Ambos cuerpos se movían al compás. Reita lo embestía con mucha más fuerza que al principio, y eso a Ruki lo volvía loco, sentía que podía tocar el cielo, Reita estaba dando en un punto que lo hacía delirar hasta nublarle la vista y hacer que le temblaran las piernas.
Unas estocadas más y el cuerpo de Ruki se contrajo esparciendo la blanquecina sustancia sobre ambos cuerpos sudados y cansados. Reita por su parte siguió embistiendo en el mismo lugar haciendo que la entrada de Takanori se contrajera dejándola mas estrecha de lo normal.
- Mhh... Ruki
Un gemido ronco escapó de los labios del bajista dejando ahora él, su esencia dentro del cuerpo de Ruki.
Ambos permanecieron abrazados y en la misma posición - Reita sobre el delgado cuerpo de Ruki - intentando regular sus respiraciones y mirándose con una leve sonrisa.
- Te prometo un por siempre, ahora - musitó el pequeño sobre los labios del rubio dejando un beso corto en dicho lugar.
El día que nos conocimos
Es uno de los recuerdos que más atesoro con cariño
Y el día de hoy,
Será nuestro segundo recuerdo más preciado.
Suzuki se levantó del cuerpo del enano acostándose a su lado. Cubrió a ambos con una sabana limpia que había caído al piso - y que por suerte no se mancho - y acomodó a su ahora pequeño, en su pecho abrazándolo por la espalda apegándolo mas hacia él.
Miles de recuerdos pasaron por la mente de Akira, recordando los momentos vividos con el vocal, todos y cada uno de los sentimientos que experimento cuando sucedieron esos acontecimientos se sentían tan honestos e inocentes como cuando sucedieron.
Uno llamó más su atención; el día que se conocieron... en definitiva de ese recuerdo nunca se olvidaría, y del que acaba de vivir... menos.
Para poder amar sinceramente a una persona
Y para poder volverme una persona dulce y sincera
Mantendré por siempre el amor
Que existe en el fondo de mi corazón.
El mismo sentimiento que tuvo la primera vez que lo vio definitivamente no era el mismo, mentiría si dijera que lo ama como antes. Ya que... cada día que pasa lo ama y aprecia más, y así seguirá siendo, hasta el día que el chibi lo decida, que esperaba él que ese día - el del adiós - nunca llegara.
Se giró para ver el cuerpo inerte del menor que ya había caído en los brazos de Morfeo. Acomodó el cabello del pequeño y besó su frente. Al instante cerró sus ojos y espero que el sueño le llegara deprisa a él también.
Donde quiera que estés
Siempre te haré sonreír
Donde quiera que estés
Siempre estaré a tu lado
Y sin importar que digas
Al pensar en ti, surgen estos sentimientos
Te prometo un "por siempre ", ahora
En definitiva nunca querría separarse de su Takanori Matsumoto... ni aunque le clavaran espinas en los ojos para no verlo, ni en el corazón para no amarlo. Él siempre buscaría la manera de estar con él... el amor de su vida y la luz de sus días.
-Por siempre... - susurró antes de caer completamente dormido.
Donde quiera que estés...
Donde quiera que estés...
Donde quiera que estés...