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Crónicas de una Cafetería por kanei uchiha

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertencen, son propiedad de Masashi Kishimoto. 

Notas del capitulo:

¡Hola!, he me aquí de nuevo con una nueva historia que en lo personal me encanta, tengo mucho tiempo trabando en esta historia espero que les guste tendra una que otra pareja rara (ya me conocen xD) pero aun así es muy buena ewe. 

Bueno ustedes tienen la ultima palabra para que esta obra continue o no (espero que si :3) 

A leer >:3 

 

TEXTO

 

 

 

 

Capítulo 1 “Los buenos tiempos y mi nuevo hogar”

Las calles a esa hora ya estaban vacías las personas dormían tranquilamente preparándose para un día arduo y laborioso como siempre, sin embargo no para todos era descansar plácidamente, otros sufrían en silencio.

 En una  habitación bastante oscura de un viejo hotel de paso, era cometida una de las peores cosas que hay en este mundo, solo se oían las quejas y gritos confundidos con gemidos por parte del dominante que se apropiaba de un inocente cuerpo.

—Ya d-detente … — el dolor era inmenso; suplicaba tanto como podía, su cuerpo adormecido era cruelmente mancillado, sin piedad, sin ningún remordimiento al punto de estar casi inconsciente, no oía lo que su violador decía pero aun así lo prefería, no quería escuchar los sucios gemidos de este. 

—Eso nunca—susurro a su oído, casi podía imaginar la sucia sonrisa de aquel hombre disfrutaba de verlo sufrir, besaba con pasión el cuello suave y  aspiraba profundamente  el olor de este, acariciaba con brusquedad el largo cabello rubio observando detalladamente muecas de dolor que lo impulsaban cada vez más como siempre había deseado verlo: rendido ante él —Yo sé que-  hacía pausas entre gemidos lascivos— te gusta—Mientras susurraba obscenidades una de sus manos hurgaba entre sus ropas y consiguió sacar una navaja, con esta  despacio recorrió la espalda del rubio dejando finos aruños.

— ¡No! no hagas eso—replico—duele— No quería llorar pero el dolor  lo doblegaba

—Ahh ya no puedo-dio una última embestida y se corrió fuera de él después de admirar el cuerpo de Deidara lastimado.

 Era demasiado el dolor sobre el que no podía mover un musculo no esperaba que esa noche que se suponía iba a ser la mejor de todas le arrebataron su inocencia. El cuerpo de su atacante  se colocó a un costado de él acariciando de nuevo su cabello de una forma enfermiza tratando de según el darle un poco de consuelo.

—Ya no llores, sé que te gusto tanto como a mí, aunque debiste de haber actuado mejor y no hacerte del rogar—su voz sonaba tan amable como si en verdad creyera que aquel acto hubiera sido producto de una entrega mutua, pero el mayor no consiguió respuesta del menor que seguía sollozando— Yo sé que ahora eres feliz.

— Hablaremos después—ocultaba una sonrisa enferma en la oscuridad, le dio un beso en sus ahora revueltos cabellos, tomo sus ropas una vez vestido se fue de ahí sin decir nada más. 

“¿Por qué?  Itachi realmente llegue a creer que eras diferente”.-trataba de levantarse pero le era inútil sus extremidades no le respondían y su cabeza daba vueltas; una droga había sido inyectada en él, además de los golpes y una que otra herida que había sido hecha con la filosa navaja, todo había estado en su contra.

Deidara seguía con el rostro oculto entre las sabanas y almohadas con la poca fuerza que le quedaba rasgaba las sabanas de coraje hasta que el dolor lo hizo ceder y dormir. Su cabellera estaba toda revuelta, trato de cubrirse del frio y del asco, con las sabanas de aquel asqueroso hotel de paso.

 

 

 

Una semana después 

 

Había pasado una semana de aquel trágico día; sus padres lo habían sancionado por  haber llegado tan tarde  y cuando cuestionaron la razón este se quedo callado diciendo que había sido por tontería, ninguno vio a través de sus pupilas que expresaban una enorme tristeza.

 Era un tranquila mañana, su madre Kushina, le llamaba insistentemente, ese día era especial, ese día se irían de la cuidad. Tendrían que terminar de empacar y resolver uno que otros pendientes.  Deidara revolvió sus cabellos atándola en una corta coleta que apenas le intentaba llegar a los hombros.

— ¡Ya bajo! — grito para que no siguiera insistiendo

—Date prisa, Naruto quiere ir a jugar antes de irnos

— ¿Yo lo tengo que llevar? Que molestia

—Recuerda que sigues castigado~ — recordó con voz melodiosa, así era su madre. Minato bajaba las escaleras con Naruto sobre su espalda, ambos sonrientes, Deidara los seguía tratando de evitar algún accidente.

—Cuidado  harás que se caiga— Deidara era ignorado gloriosamente por su atolondrado padre

—Vamos a desayunar— fue lo único que atino a decir Minato

—Esperen quédense así— Kushina traía en sus manos una vieja cámara instantánea, se oyó un pequeño clic y después apareció un cegador flash, tomo el resultado entre sus manos— ¡se ven muy bien!, este será nuestro último recuerdo.

— ¿Puedo tomar una yo? — se mostraba ansioso el travieso rubio, se sentía atraído a ese tipo de aparatos

—Claro aquí tienes, pero ten cuidado tal vez se te haga un poco pesada—La poso en sus manos y después de una breve explicación se vio un segundo flash .

—Quedo mejor que la tuya Kushina—Dijo Minato sorprendido por el talento nato del niño, Minato no sabía mucho de fotografía pero sabía reconocer cuando alguien poseía ese talento.

Después de un divertido desayuno familiar, divertido por las ocurrencias de su joven padre Minato y las travesuras del más joven de la familia, Kushina era muy parecida a ellos pero guardaba un poco más la compostura; misma actitud era adaptada por Deidara.

—Recuerden que a las 12:00 tiene que tomar sus medicamentos—le dijo con insistencia  y los queremos de regreso a la 1, váyanse con cuidado— 

Salieron de su casa, como siempre tomaban un autobús que los llevaba cerca del centro lo que restaba lo harían caminando; querían tomar el camino largo después de todo quien sabe cuándo volverían andar tranquilamente por la ciudad. Llegaron al parque y Naruto  no perdió su tiempo se encamino rápido a los columpios después siguieron las resbaladillas, los sube y baja, no hubo un juego en que se hubiera paseado, para Deidara era difícil seguirle la corriente en un momento aparecía de un lado y luego aparecía en otro, pero así era su hermano hiperactivo como ninguno. Se pasearon una largo rato por las áreas del parque que eran bastante amplias, platicando de cosas sin sentido, el tiempo se les había ido volando ya pasaban de las 12 y tenían tomar sus respectivos medicamentos. Tomo la mano de su pequeño hermano y lo arrastro hasta que visualizo una cafetería que conocía de sobra, ahí trabajaban varios de sus amigos.

—Oye ¡no tan rápido!

Ignoro los regaños del pequeño, desde años atrás sabía que tomar ese medicamento era esencial y no podía esperar para después; un mal congénito en su corazón según lo que les habían explicado sus padres.

—Ya casi llegamos— su carrera fue detenida por un maldito semáforo en rojo, desesperado miraba a todos lados así fue que se topó con quien menor quería ver en ese instante; la imponente presencia de su ahora ex pareja

“Itachi” —Vio con horror como este se acercaba desde la otra calle una vez que noto su presencia; para Naruto ninguna de las reacciones del mayor pasaron desapercibidas, se veía tan más ansioso, para su suerte cambio el semáforo y llego a la otra calle; el moreno se detuvo.

—Oye, espera a Konohamaru, no puede ir tan rápido como nosotros— Le reclamaba su pequeño hermano Sasuke haciéndole ver la sonrosada carita del menor Konohamaru; estaba exhausto, sin pensarlo mucho se detuvo pero su vista seguía la silueta de Deidara que se fue perdió entre la multitud.

Después de ese pequeño susto se hallaron dentro de aquel local; tenía un tamaño considerable y poseía una buena imagen pues desde siempre se había sabido que nunca faltaban clientes ahí. Una vez situados en su respectiva mesa fueron atendidos por una joven mesera de apariencia amable y servicial su nombre era Konan, era una amiga más de Deidara y después de una pequeña plática llena de nostalgia se retiró para ordenar su pedido que consistía en dos simples jugos de naranja.

 —Yahiko, tengo muchas mesas que atender ¿Puedes llevarle esto a Deidara?  — Le cuestiono al verlo sin hacer nada y después le entrego una nota con el sencillo pedido— está por allá— El nombrado asintió y sonrió feliz al ver su amigo lo llamaba con insistencia; Yahiko le hizo una seña queriéndole decir que esperara un poco en lo que traían su pedido.

Yahiko siempre había sentido algo muy especial por Deidara, pero fue rechazado, ante Itachi siempre perdería y  no quería que su amistad se hubiera visto rota por algo como eso, así que ya no insistió.

—Aquí están— puso los vasos sobre una repisa y  rápido fueron tomados por Yahiko

—Deidara que bueno verte— bajo con cuidado los recipientes— creía que ya no vendrías a despedirte de mí —conocía tanto los gestos de su amigo que supo a la perfección que estaba exagerando.

—No es eso, es que me castigaron toda una semana y por más que suplique no me dejaban salir— dijo con pesadez, pero más que nada en su rostro había un gesto de incomodidad.

— ¿Y por qué fue, que tan malo hiciste? — Dijo curioso

—Nada en especial, — contesto con nerviosismo—  llegue tarde… — eso era todo  lo que se atrevía a decir. —Naruto aquí está tú… ¿ah? — Giro su cabeza de un lado hacia el otro buscando frenéticamente a su hermano— ¡Pero si estaba aquí!.. Yahiko ayúdame a buscarlo… — El chico se aceptó gustoso.

— ¿Qué te pasa hermano…? Estoy aquí abajo, limpiando el desastre que hiciste—  hablo desde debajo de la mesa y en su mano había un frasco con sal—  lo tiraste sin darte cuenta  

— ¿Yo?, seguro que lo tiraste tu

— ¿Me dices mentiroso?

—Cálmense— interrumpió Yahiko—  después de todo soy mesero así que yo me encargo—  el chico se agacho para recoger con sus manos los restos de sal que había en el suelo, para su suerte, el pequeño ya había limpiado la mayoría del desastre.

—Esto es vergonzoso, enserio siento la torpeza de mi hermano— sonrió de medio lado

—Que fuiste tú…—susurro el pequeño

— Naruto, guarda silencio, además ya sabes que hacer— coloco en las pequeñas manitas su debida porción del medicamento y Naruto procedió a tomarlo junto con su hermano.  Yahiko miraba curioso esto, Deidara nunca le menciono sobre una enfermedad pero decidió no preguntar.

—No hay problema, es mi trabajo. — contestó muy cortésmente — ¿Así que tú eres Naruto eh? — Muchas veces antes había oído hablar del famoso hermanito de Deidara pero nunca lo había visto bien realmente, era muy lindo, su rostro muy similar al de su hermano pero sus ojos eran mucho más expresivos y su piel era herencia pura de su padre Minato pero ese color de cabello idéntico. El pequeño asintió levemente algo apenado pero aun así le sonrió como lo hacía siempre; esa sonrisa era casi idéntica a la de Deidara.

—Al fin puedes conocerlo— Hablo el rubio mayor— Naruto él es mi mejor amigo Yahiko— esas palabras le dolieron tanto a Yahiko, pero cayó— Salúdalo.

—Hola— Naruto sacudió su mano desde su lugar.

La conversación siguió solo un poco más porque Deidara comenzó a despedirse.

—Despídeme de Kakuzu y Hidan, ya no pude verlos— sentía pena de no haberlos visto, después de todo ellos eran parte de Akatsuki; la banda más respetada entre los jóvenes.

—Yo les avisó— sonrió nostálgico, no quería que se fuera. —  Y no te preocupes por la cuenta, yo pagaré

— Eso no es necesario…

— Considéralo un regalo de despedida, fui el único que no te pudo dar nada 

—Eres un buen amigo— sonrió

Yahiko los acompaño hasta la salida.

 

—Te voy a extrañar y a tu hermanito también, ¿por qué no puedes ser tan tierno como él? — dijo con afán de molestar. Deidara solo hizo un gesto y se rio, realmente extrañaría esa parte de su amigo.

—Los extrañare a todos, tal vez pronto podamos regresar.

—Ojala y eso pase, si no, no tendré a quien molestar— Hizo una pausa y hurgo un poco en su bolsillo. —Puedo tomarme una foto con ustedes, ya sabes… para el recuerdo— dijo un tanto apenado.

—No hay problema— contesto

Le pidieron a Naruto que tomara una solamente con los dos mayores en ella y en la siguiente aparecieron los tres, le habían pidieron el favor a Konan de tomar la foto y claro que acepto gustosa y antes de entrar de nuevo al establecimiento se despidió.

—Salimos bien—Dijo Yahiko— Después te la pasare a tu correo

—Me parece perfecto, la estaré esperando, Bien creo que ya es hora— hizo una seña para que un taxi se detuviera.

Yahiko lo abrazo y Deidara correspondió sin dudarlo.  

Me hubiera gustado que las cosas fueran diferentes entre nosotros— susurro Deidara

A mí también—Contestó. De pronto a lo lejos vio como Itachi se acercaba y era claro a quien quería ver.

En el rostro del moreno había un gesto fastidio, estaba claramente molesto.

— ¿Qué pasa? — habló Yahiko al notar como se había tensado su amigo en cuanto rompieron el abrazo

—Itachi…— Se quedó pasmado unos momentos y una vez que lo vio más cerca su cuerpo reacciono. —Naruto entra al taxi— ordenó asunto un poco al menor.

Su mano fue jalada con fuerza en cuanto se disponía a entrar al auto

— ¿Se puede saber que pasa contigo? No contestas mis llamadas y ahora te vas sin despedirte, si no fuera por tu madre no hubiera sabido que hoy te vas…

—Suéltame…—se liberó del agarre— Es obvio que no quiero saber nada de ti, creí que lo entenderías ¿Que no te fue suficiente la última vez que nos vimos? — Dijo antes de entrar al auto y darle la orden al chofer que se pusiera en marcha

—Se supone que lo querías… ¿por que lo trataste así?

—Hay personas que a veces no merecen tu cariño Naruto…— se dispuso a darle la dirección al chofer y miro hacia atrás, ya no valía la pena sufrir por alguien así.

 

 

***

— ¿Que tan malo hiciste para que te trate así? — Dijo Yahiko en modo de burla

Itachi no contesto, solo se quedó mirando al horizonte hasta que el taxi se perdió en las lejanías.

—Bien no te enojes amigo, ¿hay que saber perder, no crees? — Esa última frase al fin llamo su atención

— ¿De qué hablas?

—Quedamos en seguir en contacto, es obvio que Deidara tomo una buena decisión ¿no crees?

—No tengo por qué quedarme y escuchar tus mentiras—

—No es ninguna mentira que lo quiero

—Así como no es verdad que él te corresponde— Yahiko se mantuvo serio, tenía razón, por más esfuerzos que hizo nunca pudo ganar el corazón del blondo. Como odiaba a Itachi

El moreno caminaba hacia donde sus hermanos lo esperaban, justo al otro lado de la calle. Su rostro mostraba confusión y una gran tristeza cosa que no pasó desapercibida por el pequeño Sasuke que a su edad era bastante astuto.

Dentro de si quería creer que todo lo que le dijo Yahiko era una vil mentira y que Deidara al único que amaba era a él y solo a él.

Todo pasó demasiado rápido, escucho unos cuantos gritos de advertencia pero no entendió hasta que fue demasiado tarde... Se escuchó un fuerte estruendo y después un silencio sepulcral y después el llanto de un niño. Es día la vida de Itachi cambio para siempre.

Fue el día más triste para la familia Uchiha.

 ***

—Hermano… todo aquel ruido parece que está cerca de donde estábamos, ¿Crees que paso algo malo?

Si algo malo hubiera pasado, me avisarían inmediatamente—pensó. Tenía el impulso de regresar de solo pensar que algo malo le pasara a Itachi, lo devastaba pero su miedo fue aún más grande y así el camino a casa le pareció más largo de lo que era.

 

 

 

 

Notas finales:

*w* ¿Que les parecio?, inicie así por que quiero que conforme avance la historia vayan teniendo más fuerza los principales que son Sasuke y Naruto :D 

Perdonen la calidad con el tiempo espero ir mejorando >w<

Ya saben dejen sus comentarios... son bienvenidos 

¡¡Saludos!! ^w^ 


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