OTRA BOTELLA, POR FAVOR por Ayume46

-Mmmm.... jodida resaca.....
La cabeza parecía que me fuera a explotar de un momento a otro. No recordaba prácticamente nada de lo que había ocurrido anoche, pero ese maldito sueño había vuelto para torturarme otra vez más. Lo recordaba claramente, aunque había sido ligeramente diferente a los anteriores. Como podía recordarlo tan bien y haberme olvidado de lo que pasó en realidad? Una punzada de dolor me recordó que mi cabeza no estaba en las mejores condiciones para ponerme a conjeturar. Me levanté, me vestí con lo primero que encontré en el armario y salí de la habitación. Debía ser muy tarde, el barco se movía y no teniamos previsto zarpar hasta después de comer. Era raro que el capitán no hubiera aparecido chillando como un loco reclamando su comida, habrían comido en el pueblo antes de venir. Llegué a cubierta y me los encontré como siempre, cada uno a lo suyo, enfrascados en sus tareas.
-Cocinero-san buenos días.... digo buenas tardes.
-Disculpen mis damas, no me encontraba demasiado bien...
-Tranquilo espadachin-san ya nos lo explicó.
A saber que demonios les había contado el marimo. Ahora que lo pensaba era él quien hacia guardia anoche, de seguro había presenciado todo el espectáculo en primera fila. Mierda, tenía que hablar con él y enterarme de que demonios había pasado y más importante... Como llegué a mi cama? Como de costumbre estaba entrenando, era un buen momento para hablar a solas de hombre a hombre sobre lo de anoche.
-Tenemos que hablar.
Nisiquiera le dí tiempo a reaccionar, la verdad parecía un poco asustado por mis palabras.
-Yo... supongo que viste mi estado de anoche no?
-Sí, me dí cuenta...
-Solo quería darte las gracias... No recuerdo nada más allá de llegar al barco, asi que supongo que fuiste tu quien me llevó a la cama no?
Sus ojos se abrieron como platos ante mi pregunta, aunque mi reacción fue parecida. Ese idiota estaba muy cerca, demasiado para mi gusto. Podía sentir su aliento cosquilleando mi cuello, me estaba poniendo nervioso.
-Entiendo... no tienes de que preocuparte. Además tus queridisimas damas no saben nada de tus hábitos, les dije que te sentó mal la cena.
-Muchas gracias!!! Te debo una marimo!!
Estaba raro, pero no me fijé demasiado. Todo había salido bien después de todo, mi reputación seguía intacta y encima resultaba que el peliverde no era tan mal chico. Me fuí a revolotear alrededor de mis damas como era costumbre, aunque evitando mostrar signos evidentes de mi agudo dolor de cabeza.

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Esto es lo que me faltaba. Después de todo lo que pasó anoche y resulta que el cabeza hueca no recordaba nada. Suerte que tiene, la verdad, por que a mi no se me olvidaría, lo tenía grabado en la mente a fuego. Apenas pude pegar ojo en lo que quedó de noche y mucho menos esta mañana. Los nervios esperando a ver con que me salía esta vez me tenían en tensión constante. Fuí un estúpido.... Por que me dejé llevar?

---------------FLASHBACK-------------------------------------------------------

El no tenía ninguna intención de hablar por el momento, pero no quería agobiarle con un interrogatorio y que se arrepintiera de confiar en mí. No debí dejarle beber más, pero las botellas pasaron de uno a otro, acabando rápidamente con su contenido. Me iba a dar por vencido cuando por fin se decidió.
-Oye Zoro.... puedo pedirte algo?
-Claro ya te lo dije... que quieres?
-Solo quiero comprobar algo...
Antes de poder reaccionar lo tenía sentado sobre mis piernas, mirandome fijamente a los ojos. Estaba atónito, aunque no fuera por sus actos sino por esa mirada suya que parecía atravesarme sin ningún esfuerzo, como si quisiera algo de mí.
-Sanji?
-Últimamente he tenido unos sueños extraños...
No sabía a que venía todo esto, pero estaba demasiado ocupado intentando no alucinar. Sus manos recorrían mi pecho sobre la ropa, acariciandome.
-Que... que pasa con eso?
-Pues... estoy en la cama con alguién, no se quién es.... no consigo ver su cara por mucho que lo intente...
Genial! Estaba así por un sueño erótico con alguna de sus damas! Típico del cocinero del amor, no se de que me extrañaba la verdad. Aunque la verdad seguía sin entender donde estaba el problema.
-Será que estas a falta de atenciones... aunque ahora que lo recuerdo, justamente vienes de recibirlas no?
-Precisamente ese es el problema.... La persona de mi sueño no es una mujer...
En ese momento si llegan a pincharme puedo asegurar que no habría salido de mí ni una misera gota de sangre. Acaso pretendía decirme que él, el autoproclamado conciero del amor y amante de las mujeres tenía ese tipo de gustos? Estaba a punto de echarme a reir a carcajadas, pero se acercó más a mí.
-Por eso... quiero pedirtelo Zoro..
-Que quieres que...
-Hazmelo Zoro...
Quisé mandarle a la mierda, pegarle un puñetazo y salir de allí corriendo como alma que lleva el diablo, pero no me dejó. Sus labios estaban unidos a los mios y su lengua se dedicaba a recorrerlos, pidiendo paso. Me negué por completo a cederselo, pero ese bastardo se volvió de lo más convincente. Sus manos recorrían mi cuerpo, mientras sus caderas se movían sinuosamente sobre mí. "Es un hombre.. es Sanji joder!!" Aún así se sentía tan condenadamente bien.... La tensión de mis brazos desapareció, moviendose inconscientemente hasta aferrarse con fuerza a sus rubios cabellos, profundizando más el beso. No pude evitar seguirle el juego, me estaba gustando demasiado, no podía negarlo. Su lengua y la mía jugaban, entrelazandose. Mi excitación crecía bajo mi ropa sin poder hacer nada para detenerla. Cada roce de su cuerpo contra el mío me hacía olvidarme de quien tenía entre mis brazos, dejandome llevar por completo por el placer que me producía. Se separó de mí, dejandome ver su precioso rostro sonrojado y su boca entreabierta, jadeante, deseando más. Aquella visión me hizo perder la poca cordura que me quedaba, llegados a este punto me daba igual todo, solo quería ponerlo frente a mí y hacerle gemir como nadie lo había hecho antes. Se tumbó sobre mi pecho, no sabía que esperar ahora. La verdad odiaba la espera, pero me encantaba esa tensión, realmente era frustrante. Pasaba el tiempo y seguía en el mismo sitio, me estaba impacientando. Lo aparté de mi para averiguar lo que sucedía. Me quedé helado.... se había quedado completamente dormido! No sabía si matarle o apiadarme del pobre borracho.
-Estúpido cejas de sushi! Que pretendes que haga ahora con esto?
Le llevé hasta la cama y le tumbé con cuidado. Estaba cabreado y mucho, pero ahora mismo había algo en mí que reclamaba mi urgente atención. Me fuí al baño, manteniendo aún en mente cada uno de los momentos recien vividos.

----------------FIN FLASHBACK-------------------------------------------------