Se encontraba un rubio, dos azabaches, un pelirrojo y un castaño, era su celebración y nada podía arruinar ese momento.
- ¡Hoy es nuestra noche de graduación! - Gritaron los cinco bien emocionados.
- ¡Por fin! - Dijo Gaara tomando de un sorbo su cerveza y después comiendo un bombón de chocolate.
- Pensé que nunca te ibas a graduar por todas las veces que te suspendieron del colegio por tantos pleitos que tenías - dijo Sai emocionado como rodeaba con sus brazos el cuello de Gaara.
- ¡Ay! Quítate - gritó el azabache empujando al azabache a un lado.
Sai suspiró en resignación como tomaba su cerveza: Gaara siempre era así. Cada vez que estaban a solas siempre le decía palabritas dulces al oído y le acariciaba de un lado a otro, en cambio si estaban en compañía como esa noche en ese bar, entonces se hacía el loco.
- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! - Gritó Kiba tomando su cerveza de un tirón, pero la escupió con los ojos como platos.
- Ja, ja, ja, ja, es bien chistoso ver al perro éste tratando de ser "malo", pero ni puede con una cervecita - rió Gaara haciendo que los otros se rieran también.
- ¿Malo? Yo soy malo!!!! - Gritó Kiba dando un golpe a la mesa.
Después se arrepintió porque le dolió un montón.
- No se alboroten tanto - dijo Naruto con todo el misterio posible. - ............ Aún.
- Vamos a Las Vegas - dijo Sai sacando un mapa y poniéndola en la mesa.
- ¿Qué mejor forma para celebrar el fin de una tortura? - Dijo Gaara sarcástico como por fin había terminado a puro chiripazo el colegio.
- Pero vienen otros cinco años de tortura en la universidad - dijo Sai con una gota de sudor.
- No iré - dijo Gaara decidido. - Me conseguiré una guitarra y viajaré por todo el país para formar una banda.
- ¡Y yo te seguiré! - Gritó Sai emocionado.
- Grrrrrrrr - el pelirrojo dio una mirada asesina al azabache.
¿Cuántas veces le había dicho que dejara de ser tan cariñosito con él en público ya que tenía una imagen que cuidar? O sea, Gaara era bien macho y no una mariposita.
- Entonces tomemos estas últimas cervezas y nos vamos para Las Vegas - dijo el rubio levantando su vaso como miraba a través de la espuma a Sasuke que estaba sentado en un rincón a pesar de que venía con ellos. - ¿Qué pasa, Sasuke?
- ¿Qué me pasa? ¿Por qué mierda tengo que estar aquí con ustedes NERDS en vez de en el baile de la graduación?
- Porque eres el que tiene el carro - dijo Naruto apoyando su codo en la mesa. - Y porque tu madre es amiga de mi madre, dijo que podías llevarnos a Las Vegas.
- ¿Puedo? Sí puedo!!! No quiero!!! - Gritó Sasuke exasperado.
- Si no quieres ok - dijo Gaara extendiendo su mano hacia el azabache. - Dame las llaves de tu carro y te puedes largar.
- ¿Para que ustedes los súper nerds me destruyan el carro? - Replicó Sasuke girando los ojos.
- Ya, Sasuke, no estamos en el colegio - dijo el rubio para tranquilizarlo y para que se uniera a la "fiesta".
- Igual sigo siendo el chico súper guapo y popular de este pueblucho - dijo Sasuke todo orgulloso. - Así que ni te me acerques Naruto y ninguno de tus amiguitos raritos.
Sasuke terminó su sermón y se levantó de la silla para ir por su carro. Naruto, Gaara, Sai y Kiba lo siguieron al estacionamiento. Ahí el rubio se subió al lado del conductor como los otros tres se quedaban en los asientos traseros.
El viaje a Las Vegas fue una eternidad para Sasuke que se limitaba a manejar con cara de pocos amigos, como los mocosos de atrás del asiento cantaban desentonados una canción de rock y el rubio permanecía como un psicópata mirando a Sasuke sin parpadear.
- ¿Qué me ves? - Gritó Sasuke deteniendo el carro como Naruto miraba a otro lado.
- ¿Desde cuándo usas gafas? - Preguntó el rubio curioso.
- No las necesito, si eso es lo que preguntas - dijo Sasuke señalando las gafas que llevaba. - Pero igual las uso para que no me reconozcan con ustedes, ja!! Por encima de mi cuerpecito hermoso. ¡Ya bajen!
Todos bajaron las ventanas del carro y miraron una gran mansión ante ellos que se llamaba Konoha. Alrededor había piscinas, edificios, hoteles, restaurantes, boutiques, payasos, leones, bailarinas, carritos de helado, acróbatas, escupe fuegos, motos, limusinas, magos, spas, gimnasios, actores, boxeadores, islas, bares, discos, etc.
- Voy a demostrar que soy el más malo de todos!!!! - Gritó Kiba siendo el primero en salirse del carro y corrió hacia el casino, pero tropezó con sus propios pies en el camino. - Aunque me cueste voy a demostrar que no soy tan inocentón y me voy a desquitar de todos los años que perdí en la biblioteca... ¡Apostaré, me emborracharé, robaré un carro de policía, dormiré con un tigre, haré striptease en un escenario, comeré cucarachas!!!!!!
Mientras tanto Sai bajaba del carro siguiendo a Gaara.
- ¿Qué vas a hacer? - Preguntó el azabache como el pelirrojo lo cogía de la cintura y le plantaba un beso.
Claro que lejos de la multitud y entre las sombras de unas palmeras.
- Esto - dijo el rubio divertido mientras metía una mano por debajo de la camiseta del otro.
- ¡No! - Gritó Sai enojado al momento que alejaba a Gaara. - ¿Para que mañana despertemos juntos en la cama como siempre y me digas: "Lo lamento, Sai, no sé qué pasó pero no soy gay, o sea debió ser las copas de más, pero no vuelve a pasar, te llamo mañana". - Gritó Sai con voz de Gaara. - Esta vez no voy a ser tu juguete y que tengamos sexo y que después me plantes.
- A mí nadie me rechaza!!! - Gritó Gaara eufórico. - ¿Sabes cuántas tipas quieren conmigo?
- ¡No! Porque soy el único que se fija en ti, de hecho cuando dormimos juntos, ahí perdiste la virginidad, pero esta noche van a ser tú y tu mano - dijo Sai aguantándose las ganas de tirarse al pelirrojo.
Ya que no podía seguir así.
- ¿Yo y mi mano? Más bien yo, mi mano y Las Vegas - masculló Gaara frustrado. - Buscaré una fulana, pero que meto mi polla en algún hoyo porqué sí!!!!
Mientras que Naruto seguía en el carro mirando a Sasuke.
- ¿Tengo algo en la cara? - Preguntó Sasuke sin siquiera mirar al rubio.
- ¿Por qué no vas a divertirte también? - Preguntó Naruto poniendo una mano sobre la de Sasuke.
Entonces una sonrisa de lo más degenerada apareció en la cara del azabache. Miró de arriba a abajo a Naruto, o sea, el rubio no estaba tan mal, de hecho se le podía encontrar algo de bueno. "Igual estoy en Las Vegas. Lo que pasa aquí se queda aquí en Las Vegas, así que me cojo a Naruto hasta el cansancio y después lo tiro. ¿Quién lo va a saber? Además no tendré que mantener a un hijo porque los chicos no se preñan, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!!!!".
- Vamos - gritó Sasuke agarrando la mano del rubio.
Lo sacó del carro de un tirón y entraron a uno de los casinos.
*AL DIA SIGUIENTE*
- Son las 9 a.m. - Dijo Sasuke sentándose en la cama como miraba el reloj.
- Son las 6 a.m – Dijo Naruto acostado a su lado como si nada.
Entonces entraron en shock y se miraron con caras de terror.
- ¿Qué haces aquí? - Gritó Sasuke saliéndose de la cama.
- Sasuke, estas desnudo!!! - Exclamó el rubio sonrojado.
- ¿Qué me hiciste? - Gritó Sasuke mirando a Naruto que también estaba desnudo.
- ¿Qué me hiciste tú? - Replicó el nombrado avergonzado al momento que se cubría con las sábanas.
- Bien, no me siento raro - dijo Sasuke examinándose de cabo a rabo (literalmente).
- A mí me duele un poco las piernas y el culo - dijo Naruto con el ceño fruncido.
- No sé qué ha pasado aquí, pero al parecer yo fui el seme y tú el uke - dijo Sasuke aliviado.
- ¿Lo hicimos?
- ¿Qué crees? - Preguntó Sasuke con una mirada lasciva.
- No solo eso Uchiha-bastardo, hip, hip, hip - dijo Sai apareciendo debajo de la cama. - Ustedes también están casados, hip, hip, hip.
- ¿Qué dices? - Gritó Sasuke agarrando a Sai del cuello de la camiseta.
- Pues mira la mano de Naru-chan
Sasuke cogió la mano del rubio y se encontró con que éste tenía su anillo de graduación en el dedo anular.
- Hip, hip, fui el testigo y Bratt Pitt los casó, hip, hip, hip - dijo Sai tomando de una botella.
- ¿Por qué mierda no nos detuviste? - Exclamó Sasuke casi como si estuviese teniendo un infarto.
- Hip, hip, me dijiste: "copia barata, ni te metas entre Naruto y yo porque nos vamos a casar y punto, porque lo amo y punto".
- ¿Que yo amo a éste? - Preguntó Sasuke señalando a Naru-chan con el ceño fruncido el cual con una mirada triste bajo la cabeza.
- Ja, pero si eres como Gaara que se hace el loco, Naruto deja al Uchiha-bastardo, te va a hacer infeliz- dijo Sai dando un golpe en el piso.
- Naruto - dijo Sasuke mirando al rubio.
- ¿Sí... Sasuke o debo llamarte esposo? - Preguntó éste sonrojado.
- No bromees - dijo el Uchiha buscando sus boxers en el piso. - Vístete que vamos por el tal Bratt y anularemos el supuesto matrimonio porque no recuerdo ni mierda.
- Yo tampoco recuerdo nada... - Murmuró Naruto, aunque sí recordaba lo mucho que le gustaba Sasuke desde kínder y ahora estaban casados!!! – “Mi primera vez y ni lo recuerdo... excepto el dolor” - pensó el rubio resignado como obedecía a su maridito.
Los dos se fueron al baño para darse una ducha y a cambiarse de ropas. Mientras tanto Sai tampoco recordaba mucho de lo que pasó. O sea, después de ser testigo del matrimonio de los ahora pareja Uchiha-Uzumaki. Naruto se fue despechado a la barra a tomar los tragos gratis en el buffet, después apareció Gaara llorando (algo raro) y diciendo algunas cosas que ni idea, y por alguna razón terminó despertándose debajo de una cama y algo le estaba lamiendo la pierna...
- Je, je, je - se rió Sai saliéndose debajo de la cama como se daba cuenta que estaba desnudo de cintura para abajo. - Qué mierda es aaaaaaaaaaah - asustado se alejó de un salto como veía un perro peludo saliendo de la cama. - ¿Es una oveja? - Preguntó mirando que esa cosa tenía colmillos.
Mientas tanto en la ducha, Sasuke arrojó a Naruto dentro del jacuzzi.
- ¿Vamos a bañarnos juntos? - Preguntó el Uzumaki sonrojado como Sasuke le daba un jabón.
- Friégame la espalda - dijo Sasuke dándole la espalda. - Claro que vamos a bañarnos juntos, ya qué!!! Hasta nos dormimos juntos, de todas formas, nunca recuerdo con quienes me acuesto - dijo Sasuke todo engreído. - Además tenemos que darnos prisas para ir a cancelar el matrimonio y regrésame mi anillo de graduación.
- No se me quita - dijo el rubio tratando de darle el anillo. - Debe estar dura, ya te lo regresaré después... cuando nos des esposemos - dijo Naruto en tono triste.
Tanto que había deseado estar con Sasuke y éste que lo despreciaba tal cual.
- Esto parece muy cosas de esposos - dijo Naruto fregando la espalda de Sasuke con un jabón.
- Somos "esposos" - dijo Sasuke sin darle importancia.
- Aaaaaaaaaaaaaaah!!! Aaaaaaaaaaaaaaah!!!
- Y tu amigo sigue gritando como loco afuera - dijo Sasuke dando vuelta y consiguiendo pegar su pecho contra la del rubio. - Te toca - dijo dándole la vuelta y limpiándole la espalda.
- Je, je, je, me haces cosquillas - dijo Naruto sonrojado.
- Son las burbujas.
- Sasuke…
- ¿Qué?
- ¿Si no podemos anular el matrimonio?
- Iremos a la notaria para divorciarnos - dijo Sasuke retirando los cabellos del cuello del rubio para limpiarle mejor ahí.
- Je, je, tus manos son suaves.
- Ajá.
- ¿Sasuke, porqué...?
- ¿Por qué qué?
- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, auxilio!!!! - Gritó Sai entrando al baño y lanzándose contra el jacuzzi. - Hay un tigre afuera!!!!
- Pues ya entró – dijeron Sasuke y Naruto al unísono con los ojos como platos.
- Es un león, imbécil - dijo Sasuke girando los ojos.
- Pero si ni tiene pelos - replicó Sai confundido.
- Es un león hembra, más bien leona - dijo Sasuke.
- ¿Qué hace eso aquí? - Preguntó el rubio asustado ante los filosos colmillos del animal.
- Está bien - dijo Sasuke poniéndose delante de su esposo en forma protectora. - Solo tiene hambre.
- No eres gracioso, Sasuke - dijo Naruto abrazándose a los brazos del Uchiha.
- Ya lo recuerdo - dijo Sai arrugando la frente. - Anoche después de pelearme con Gaara por milésima vez, fui al mini zoológico que tenía un parque al lado y me robé un león cachorrito.
- Con razón - dijo Sasuke dando un golpe a la cabeza roja. - Ella solo quiere su bebé.
- Eh... creo que el cachorrito estaba aquí, pero me asusté tanto que dejé la puerta abierta y se fue por un ascensor y después su madre leona apareció - dijo Sai nervioso como jugaba con sus dedos. - Ahora recuerdo porqué tampoco tengo pantalones - dijo Sai sonrojado. - Me escapaba de la leona enojada y alcanzó a morderme la pierna despedazándome los pantalones ¡eran nuevos!
- ¿Y? - Exclamó Sasuke empujando a Sai fuera del jacuzzi. - Resuelva solito tu problema con el león.
- Leona - corrigió Sai como caía fuera del agua y rodaba hacia la fiera. - ¿Por qué no me quedo con ustedes y hacemos un trío?
- Te mataré - dijo Sasuke yendo hacia el azabache.
- ¡Espera! Es mi amigo y debemos ayudarlo, además pobre cachorrito que anda perdido.
- ¿Por qué?
- Somos marido y marido, en las buenas y en las malas.
- Bien, pero después anulamos la boda y cada quien por su cuenta – le contestó indiferente tomando su ropa y vistiéndose.
- Naruto debe tener mucha suerte - dijo Sai babeando como veía el miembro del esposo de su amigo.
- Estúpido - dijo Sasuke dándole una patada como trataba de pensar qué hacer con la leona furiosa para salirse del cuarto.
- Alguien puede quedarse de carnada - dijo Sai con los ojos brillantes.
- Tú - dijo Sasuke como miraba a Naruto de reojo.
El rubio estaba más que bueno con el agua escurriéndole encima y se iba a vestir.
- ¿Dónde estás Kiba? - Gritó Gaara entrando, pero lo que se encontró fue a una leona dando vuelta y mirando con unos filosos colmillos. - Mejor me voy.
- ¡Gaara! - Gritó Sai emocionado.
- Ah, Sai, qué pelotas tienes de hablarme después de haberme rechazado dos veces anoche.
- ¿Recuerdas lo que pasó anoche? - Preguntó Naruto sorprendido.
- Hasta las 7 p.m. porque después fui al casino donde aposté con Kiba a la ruleta y después fui con una fulana, luego fui con Sai y después fui al buffet y me comí todos los bombones de chocolates que contenían alcohol y acabo de despertarme en la azotea del hotel.
- Eso explica por qué andas de dos colores - dijo Sai asintiendo. - Pareces un mapache, tienes toda la cara quemada por el sol y alrededor de los ojos esta pálido.
- Me eché el bronceador sin quitarme las gafas - dijo Gaara. - Ni recuerdo qué hacía en la cima del piso, pero lo importante es encontrar a Kiba!!!!!
- No - dijo Sasuke entre dientes.
- Amigos, Sasuke, amigos - dijo Naruto ya vestido como se juntaba con los otros.
- Grrrr, vamos para anular el matrimonio, por el cachorro y por el chico-perro.
- Primero tenemos que hacer algo con ella - dijo Naru-chan señalando a la leona.
- Gaara tiene una pistola, le puede disparar - dijo Sai pensativo.
- ¿Cuál es tu problema con los animales? - Gritó Naruto. - ¿Ahora los quieres matar?
- Perdón - replicó Sai avergonzado.
- ¿Y tú tienes armas? - Preguntó el rubio decepcionado.
- Me la encontré por ahí... también me encontré una patrulla de policía - dijo Gaara haciéndose el loco.
- ¿Le robaste a un policía? - Preguntó Sasuke sorprendido.
- Creo que fue a dos... una mujer y un hombre y tenían caras de pocos amigos, ja, ja, ja, ja
- Gaara!!!
- Ya - dijo Sasuke arrojando un albornoz a la leona.
- ¿Qué haces? - Preguntaron los otros.
- Es de lana y eso distraerá a esta felina - dijo Sasuke yendo hacia la puerta.
- Qué inteligente - dijo su esposo como seguía a Sasuke fuera.
- Mejor me voy antes de que termine con la bata - dijo Sai ante la leona distraída.
Los cuatro salieron del cuarto dejándolo cerrado para que la fiera no se fuera mientras que avisaban a los del zoologico.
- Primero tenemos que anular la boda
- Primero tenemos que encontrar al cachorro - dijo Sai tragando saliva con solo recordar la mordida en su pierna.
- Primero tenemos que hallar a Kiba - dijo Gaara exasperado.
- Vamos por Kiba, primero - reacciono Naruto. - Con cinco cabezas pensaremos mejor.
- ¡Sí! - Exclamó Gaara ganador.
- ¿Por qué quieres encontrar a Kiba si lo odias?
- No lo odio, Sai - dijo Gaara dando un golpe de cabeza al azabache. - Lo requeteodioooooooooooo!!!!
- ¿Entonces?
- ¿Celoso?
- No, ya dije que no voy a tener nada con alguien que se hace el machín y me ignora - dijo Sai cruzando los brazos con un dejo de celos y todo rojo.
- Ya te dije anoche que te amo.
- No recuerdo ni J
- En fin, necesito encontrar rapidito a Kiba porque le dejé una bolsa llena de bombones de chocolate antes de irme detrás de la patrulla de policía - dijo Gaara guiñando un ojo a Sai.
- No estoy celoso de Kiba - dijo Sai dándose por vencido. - Estoy celoso de los chocolates.