Era un día como cualquier otro, las chicas de la clase diurna se encontraban excitadas como siempre para poder ver a los chicos de la clase nocturna, como era de esperarse, Zero el prefecto de ojos violetas y cabello plateado estaba ausente, Yuuki la protegida del sangre pura Kuran era quien luchaba para poder controlar a las chicas, entre empujones y uno que otro golpe siempre lograba “controlarlas”, aunque claro, no era raro que la prefecta tropezara o callera, aunque siempre era salvada por Zero o por Kaname. Esta ves no fue distinto, la prefecta se encontraba del lado derecho tratando de calmar a las chicas pues las puertas del dormitorio de la luna se empezaban a abrir y una de las alumnas la empujo para así abrirse pazo y poder ver mas de cerca a su amor platónico que en este caso era Aidou Hanabusa antes de que la chica llegara a el y la prefecta callera al piso, Aidou se encontraba sosteniendo a la prefecta para evitar su caída y así provocando celos y envidias hacia ella de parte de las chicas de la clase diurna.
— ¡eso no es justo!—
— ¿Por qué siempre es Yuuki-chan?—
Decían las chicas mientras miraban de diferentes formas a la prefecta, algunas con enojo, otras con envidia, y muchas otras con celos.
— ¿Te encuentras bien?— preguntó Kaname acercándose donde Yuuki y Aidou se encontraban.
—si Kaname-sama— respondía la joven mientras se ponía de pie con ayuda del sangre pura.
—muchas gracias Aidou sempai—decía la prefecta mientras el noble se retiraba al ver a Kuran cerca.
—Gracias por tu trabajo— le decía Kaname a la prefecta con su tierna y amable sonrisa, mientras le sostenía sus manos entre las suyas.
—Aléjate maldito vampiro— decía Zero apuntándole con la bloode rose
—¡¡Zero!!— le regañaba Yuuki a su compañero
—vete si no quieres morir ahora mismo— decía de nuevo el prefecto al sangre pura, ignorando a la prefecta.
—nos vemos luego Yuuki— se despedía Kuran ignorando al prefecto pero antes de irse solo le sonrió sínicamente, claro sonrisa que para Yuuki fue amable.
“¿maldito cazador, como te atreves a faltarle al respeto de esa manera a Kaname?” pensaba Aidou mientras el y los demás seguían a su líder.
“pero que linda sonrisa, diablos!! Que estoy pensando el es mi líder, además de que es un hombre, no tengo por que pensar así, aaahh!!! Pero es que es tan hermoso” seguía pensando Aidou, hasta que una voz llamó su atención.
—Hanabusa, camina— le decía su primo akatsuki, pues sin darse cuenta había dejado de caminar y se había quedado atrás.
—oh, lo siento Akatsuki— se disculpaba el rubio mientras comenzaba a avanzar de nuevo.
el líder sangre pura y los demás nobles, ya se encontraban en el salón de clases, Kaname como siempre se encontraba en su lugar, “leyendo un libro” pues en realidad no lo hacia, el sangre pura Kuran en realidad pensaba en el prefecto que momentos antes le había apuntado con un arma amenazándolo de muerte.
“pero que se cree Kiryu, ¿amenazándome con matarme? Ja! Ni de broma lo haría, aunque, por que protege tanto a yuki?” pensaba Kuran, pues sin darse cuenta estaba sintiendo celos de su propia hermana.
Yuuki junto con Zero se encontraban haciendo sus rondas de vigilancia asegurándose de que no hubiera nada fuera de lugar, Zero se aparto de su compañera y caminó hacia el claro del bosque que se encontraba cerca de la academia Cross, la joven prefecta había terminado de dar su ronda por la academia, así que decidió ir a su habitación a descansar, aunque se preguntaba en donde se había metido Zero.
Kaname decidió salir del salón de clases, y al percibir el olor del cazador cerca, decidió ir tras el, algo hacia que quisiera estar con el, que necesitaba tenerlo cerca, después de varios minutos llego donde el cazador se encontraba, y ahí lo vio sentado bajo un gran árbol, aparentemente viendo la luna, le extraño que el cazador no se percatara de su presencia, pues siempre solía recibirlo de una forma, poco amable.
Se acerco poco a poco hasta que estuvo lo suficientemente cerca para darse cuenta que el prefecto se encontraba dormido.
El sangre pura lo miró por varios minutos, y se dio cuenta de algo que antes no se había puesto a pensar o que mas bien no quiso, vio lo atractivo que era, y lo hermoso que se veía dormido, pues era la única forma en que podía estar cerca de el sin tener un arma apuntando directamente a su cabeza. Lo miro, su piel blanca bajo la luz de la luna hacia que se viera aun mas atractivo y su piel se veía suave y tersa, el vampiro sangre pura sentía necesidad de sentir aquella piel y de tener aquel hermoso rostro cerca y poder sentir sus labios juntos a los de el cazador, además sentía una gran necesidad de hacerlo suyo.
Sin darse cuenta sus rostros se encontraban lo suficientemente cerca como para poder sentir el aliento del otro solo quedaba una pequeña y mínima distancia, la cual quiso romper y así poder darle un beso a aquel hermoso cazador.
Se postro sobre el y sin pensarlo mas pego sus labios a los del cazador, comenzando con un tierno beso, hasta que el cazador percibió que unos labios se encontraban junto a los suyos y respondió el beso aun medio dormido y sin darse cuenta de quien se trataba, poco a poco se fue despertando y oh sorpresa que se llevo al ver que Kuran el sangre pura que el más odiaba era quien estaba sobre el dándole un beso, al cual el había correspondido, Zero trataba de quitárselo de encima, pero aquel beso era cada vez mas delicioso y sin darse cuenta había dejado de forcejear y se encontraba besando al sangre pura y aun mas, se encontraba con sus brazos alrededor de Kaname, mientras este comenzaba a abrir el saco del cazador para poder sentir su piel.
El cazador mientras tanto se encontraba ocupado desabrochando el saco del uniforme y la camisa de Kaname, y de un solo jalón logro quitarle parte de su uniforme, y gracias a ello, podía sentir la piel de Kaname, la cual jamás había imaginado que fuera tan suave.
Kaname había terminado de quitarle la parte de arriba del uniforme al cazador, los dos se encontraban vestidos tan solo con la parte baja del uniforme y en unos segundos, ambos se encontraban completamente desnudos.
Tanto el cazador como el vampiro se encontraban confundidos, no sabían por que lo hacían pero había algo dentro que les hacia desear cada vez mas el cuerpo del otro,
Kaname y Zero estaban unidos en un profundo y apasionado beso.