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Confesando Nuestro Sentimientos por aiko uchiha

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Después de una larga búsqueda al fin lo pudo encontrar, nunca pensó que tardaría mucho en encontrar su paradero, y eso que había hablado con el presidente del dormitorio para que le diera una pista de donde encontrarlo.

Ahora sí, lo tenía frente a frente, mirando fijamente sus orbes amarillos, éstos dejaban que esa luna brillara con muchas intensidad, mostrando un tenso ambiente que costaba mucho romper; palabras no necesitaban para decir lo que sentían, para poder decirle lo preocupado que se encontraba, para decirle… Que secretamente sentía una emoción que la rubia de dos coletas pudiera producirla. Takuma lo miraba detenidamente, intentando decirle con la mirada que hablara, y le dijera eso que tanto le molestaba.

— ¿Por qué tienes esa mirada? —preguntó con serenidad.

Por primera vez estaba mostrando una personalidad que muy pocos conocen, Takuma Ichijou es un joven que tiene sentimientos muy puros, pero que carecía de hospitalidad, ya que siempre ayudaba a cualquiera que necesitase su ayuda así no la acepte; aunque a la vez ocultaba un sentimiento, que muy pocos conocían. Él era una persona que deseaba tener su propia libertad, una persona que deseaba tener poder de sus propias decisiones, nunca en la vida ha utilizado la palabra “no”, porque no aparecía en su vocabulario, como fiel servidor, Takuma siempre hacia las cosas para complacer a su mejor amigo Kaname Kuran.

Shiki Senri, era un joven de pocas palabras, con una personalidad tan serena y relajada, nunca tenía problemas para resolver cualquier problema que se le mandase, y eso que siempre estaba acompañado de Rima Tooya quien también sabía muy bien las actitudes que esté tomaba. Muchos dicen que éstos hacen una linda pareja, ya que se complementan entre sí como si fueran sido destinados a estar juntos, ahí es donde se descubre que el pelirrojo no piensa igual que los demás; desde siempre ha sentido una extraña atracción hacía la persona que tenía al frente.

Admirado de su bondadosa personalidad, nunca pensó que esa tal admiración cambiaria a un sentimiento de amor, en donde esté lo miraba como más que un amigo.

—Shiki… No has respondido la pregunta que te hice. —dijo el rubio un poco insistente.

—Es que no sé… Cómo reacciona usted con lo que diré. —murmuró en bajo, intentando no ser escuchando.

Con la mirada hacia abajo, no notó la sonrisa serena que se estaba formando en el rostro del Ichijou quien aún lo miraba con esa misma serenidad reflejada en su mirada. Subió delicadamente una de sus manos, para tomar su mentó, subiendo esa mirada, lo obligo a verlos a los ojos, esos hermosos y brillosos ojos que lo hacían ver como un dulce caballero… Qué extraño se sentía todo esto, para Shiki nada era sorprendente pero… Si extraño, porque no pensó o mejor dicho nunca se imagino que tendría tan peligrosa cercanía a esos labios… Esos que tanto ha deseado secretamente tocar. Sus alientos chocaban algunas que otras veces, provocando casi leves roces que sonrojaron ligeramente al chico que intentaba comprender todo lo que estaba ocurriendo.

Quería decirle algo para detenerlo, pero no podía porque su lengua había sido cortada por el deseo que hiciera aquello que ha anhelado, Takuma estaba seguro de lo que quería y no duraría mucho en dárselo, aunque esté no hubiera venido hasta aquí para tener un contacto con sus labios, era lo que iba a hacer, ya que… Ese deseo que sentía Shiki; su acercamiento comenzó lenta y cuidadosamente, mirando de reojo al joven que aún mantenía ese sonrojo, preguntándose una y otra vez si esto era una realidad, y no un sueño. Al principio fueron leves roces lo que se dieron, intentando conocer la estructura de sus labios, siendo acompañados por esa hermosa brisa nocturna, se podría decir que el ambiente se estaba tornando a uno romántico a medida que esos roces avanzaban.

Dándole comienzo a ese beso, para Shiki era muy extraño lo que hacía, porque no estaba familiarizado con lo que el rubio de ojos azules estaba haciendo. Dudoso pero a la vez con timidez coloco sus manos en su pecho, dejando que esté rodeada su cadera con ambos brazos, acortando la poca distancia que había entre ellos; ese sonrojo se volvía más notorio al paso en que se convertía ese beso se comenzaba a profundizar. Sus lenguas juagaban entre sí, por lo visto no quería hacerse notar tímido a esto, quería demostrarle que también podía juguetear un poco.

Nunca se imagino que el rubio tuviera tan bueno dominio de sus labios, porque besaba muy bien, tanto que disfrutaba por completo ese beso, deseando que nunca despertara de eso que para él era un sueño realidad.

Lamentablemente la falta de aire se hizo presente por lo que no le quedaron de otra que separarse lentamente del otro, a pesar de que el sonido del viento se hacía escuchar, éstos podían también escuchar el sonido de sus agitados alientos que chocaban entre sí consecutivamente; no hubo momento en que el sonrojo de Shiki desapareciera, más bien se volvía notoria al cabo en que se besaba por segunda vez con el rubio que al parecer había disfrutado de ese beso.

Al volverse a separar, esta vez decidieron descansar, ya que sus pulmones gritaban con locura que le dieran un poco de aire, concediéndole su deseo, se miraron fijamente a los ojos, intentando comprender todo lo que había ocurrido hasta ahora, todo eso que había pasado y ahí fue… Cuando Shiki se comenzó a preguntar el porqué había venido hasta aquí.

— ¿Por qué recorriste todo este camino sólo para encontrarme? —al parecer no era el único que tenía la misma duda en mente.

Se puso un poco nervioso al principio, pensando y pensando en las palabras que utilizaría para poder darle una respuesta; era evidente que ya no podía ocultarlo más, mucho fue mantenerlo en secreto desde el momento en que lo vio en la academia. Ahora era que podía entender sus emociones, durante tal acto romántico pudo entender perfectamente lo que sentía, y en este instante, estaba dispuesto a decirle a Takuma lo que realmente pensaba, sólo esperaba tener una respuesta afirmativa de su parte.

Respiró hondo, buscando volver a llenar sus pulmones de aire, luego los dejo ir en un hondo suspiro que se hizo escuchar en el lugar. Bajó la mirada por un par de segundos, y de forma directa, enfrentó los azulados ojos de su amado, quien se preguntaba si estaba dispuesto o no a responder su pregunta.

—Ichijou-san… No es fácil para mí poder decir esto, ya que ahorita es que comienzo a entender mis sentimientos pero… —se calló por unos minutos, dudando nuevamente en decirle o no eso… Que ha escondido por mucho tiempo.

El chico sin dejar de sonreírle, le alboroto sus cabellos para darle seguridad. ¿Cómo podía tomar eso? Como una señal de amistad o… Una señal para que hablase de una vez, y soltara todo lo que su corazón sentía.

—Shiki, háblame con confianza. Dime, ¿Qué es lo que pasa? —preguntó con esa suave tonalidad de voz que transmitía tranquilidad, pero que a la vez se sentía la insistencia que en dijera las cosas.

—Bueno… Yo… Quisiera que supera que… La razón por la que lo busque era para agradecerle el haberme ayudado aquella vez en que mi padre poseía mi cuerpo. —habló con algo de dificultad, porque esa respuesta no parecía ser convincente.

De nuevo miró esa sonrisa dibujarse en el rostro de Ichijou, a la final… Tendría que ser él quien diera el paso en todo esto.

—Sabes que siempre contaras conmigo, para cualquier cosa que necesites. —dijo de ante manos. —También quiero que sepas, que desde hace un tiempo deje de verte como una amigo. —confesó, extrañando por completo a un chico de ojos celeste que se preguntaba qué era lo que decía.

—No entiendo… Lo que me trata de decir. —fue lo único que pudo decirle.

Tomó con esa misma delicadeza su mejilla izquierda, para acariciársela con el pulgar, vio como está hacía notar un hermoso rojo carmesí, así como sus hermoso ojos brillaban con esa misma intensidad que parecían dos joyas, que mucho dinero.

—Lo que intento decir es que, tú me gustas… —aclaró la duda que tenía sonrojando aún más al muchacho.

Esto era increíble, no podía creer que Takuma Ichijou sintiese eso por él. No podía lograr procesar cada una de sus palabras era sorprendente que este sueño fuera demasiado perfecto, la buena noticia de todo esto es que no era un sueño, de verdad estaba pasando, de verdad estaba escuchando esas palabras que desde hace mucho esperaba escuchar. Ahora tendría que responder a ello, y si él pudo dar ese pasó… También podía hacerlo, sólo que… Le costaba de nuevo hablar con normalidad, era la primera vez que se ponía tímido ante la persona que le gustaba, y que esté lo mantuviera callado, y sin nada que decirle.

—Me sorprendió mucho con esto que me esta diciendo que… Yo también quiero confesarle a usted, que me gusta, desde hace un tiempo. —confesó con una voz suave parecida a la de un niño.

Ichijou sonrió ante eso, ya que hace mucho que no escuchaba esas palabras, hace mucho que… No veía esa inocente imagen de niño bueno en Shiki, pero tenía que admitir que le gustaba mucho, porque lo hacía ver como todo un adorable joven de dieciocho años, que acaba de confesarle lo que sentía a esa persona que era especial en su vida.


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