Iba caminando por un oscuro callejón le faltaban unas casa mas para poder llegar a su destino, la lluvia comenzó a caer poco a poco incrementando el frio de la noche, pero antes de poder doblar al salir del callejón, alguien lo sostuvo fuertemente de los brazos y lo empujo contra la pared, se dio de lleno en la mejilla, quedo un poco atolondrado por el golpe pero eso no le importó y trato de zafarse como pudo, soltó un brazo del agarre y dio un codazo hacia atrás a lo que creía era la cabeza del agresor.
El agresor como pudo se recupero rápido dándole un certero golpe en la nuca que dejo inconsciente al chico que lo último que vio fueron unos fieros ojos azules.
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Sus piernas y brazos se encontraban imposibilitados, sus ojos y su boca estaban amarrados, no podía moverse, no sabía dónde estaba, solo sabía que estaba tendido en el frio y húmedo suelo de algún lugar muy lejano, no se escuchaba sonido alguno, más que el que supuso era un ventilador de techo el que rechinaba al momento de girar.
A lo lejos se encontraba un joven casi de la misma edad del que se encontraba ahí maniatado, lo observaba ahí tirado, mientras tenía sus pies recargados en una mesa muriendo del aburrimiento, estaba esperando a los demás miembros de la banda.
Se dedicaban a secuestrar personas y cobrar un rescate mejor llamado como secuestro exprés.
Traía un cuchillo en las manos, con el cual estaba jugando, el sonido del tic tac del reloj le estaba taladrando los oídos, soltó un largo suspiro y cerro sus ojos, dormito un rato despertando por ratos para observar que la “presa” siguiera en su lugar, ya se le hacía agua la boca para poder abusar de ese chico, que si que le dio problemas al momento de amordazarlo, siempre era lo mismo con ellos, cada uno llevaba a uno diferente para después cobrar el rescate y en la espera abusar de sus víctimas.
Aventó el cuchillo contra la mesa clavándolo mientras se ponía de pie pesadamente y se acercaba al chico que tembló al escuchar los pasos acercarse.
-bien! Esto está demasiado aburrido, creo que tu y yo nos divertiremos mientras tanto- se escucho decir con sorna mientras tomaba los rubios cabellos del chico amordazado, el rubio se sacudió violentamente tratando de separarse del agarre pero todo estaba en su contra.
-shuuuu!, tranquilo pequeño amigo- decía el captor, -solo necesito de tu boca para algo- mientras jalaba rudamente el pedazo de cinta que cubría los carnoso labios del rubio.
Joey sintió como sus labios eran rudamente liberados, podría jurar que se le partieron, iba a objetar pero su captor le tapo la boca, -más vale que estés quieto, si no aquí mismo te corto la lengua-, eso dejo cayado al rubio, que solo se trago lo que iba a decir, sus cabellos seguían siento jalados fuertemente por su agresor, sus manos por más que trata de soltarlas de las cuerdas que se las estaban acalambrando, las tenia fuertemente agarradas a su espalda sus tobillos no se encontraban en mejores condiciones.
-ahora si pequeño, porque no me ayudas con esto- decía el ojiazul mientras le tallaba su miembro en la suave mejilla de su presa, el rubio sentía la punzante erección del chico que lo había acorralado esa noche en el callejón y le recorrió un escalofrió por toda la columna.
Dio un tirón mas fuerte a los rubios cabellos, -AH!- se quejo el rubio, - pobre de ti si utilizas los dientes!- siseo más valía prevenir que perder a su gran amigo en boca de lo que se veía era un perro bravo, Joey con todo el auto control de no arrancárselo con los dientes, lo engullo hasta la mitad, asombrosamente y de donde jamás se imagino saco la habilidad de un experto en felaciones con la boca, chupaba ,lamia, mordisqueaba de vez en cuando, saboreaba el liquido pre seminal que emanaba del gran miembro, lo gemidos del agresor eran entre cortados causando en el rubio una semi erección en sus pantalones.
El ojiazul desato los tobillos del rubio quien al sentirlos libres los abrió para mantener el equilibrio sin dejar su tarea, no sabía qué era lo que tenía ese miembro pero en vez de causarle repulsión lo calentaba, era tan suave y caliente, su sabor era embriagante, ahora sabía lo que sentía las mujeres al chupársela y era realmente placentero, siguió succionando y engullendo ese gran trozo de carne.
-espera!, agh! demonios!! Ya no puedo contenerme- escuchó decir sin comprender muy bien a lo que se refería, hasta que sitio un empujón que lo mando a dar de bruces contra el asbesto, su mejilla y sus hombros se estamparon con fuerza en el suelo, quedo adolorido tratando de incorporarse, pero una mano lo mantenía fijamente en el suelo con la cadera en alto, sintió como su ropa era bajada hasta la mitad de sus muslos dejando ver perfectamente su trasero.
-ah! Espera!- dijo cuando sintió una nalgada directa y como las manos separaban sus nalgas para ver su entrada, sintió un líquido caer en ellas y deslizarse hasta sus testículos, el agresor había escupido un poco de saliva para facilitar la penetración, con sus dedos comprobó que su entrada estaba muy estrecha.
-jajá esto va a ser demasiado divertido, no crees!? Niño lindo- decía con burla el moreno mientras se echaba encima del rubio al momento que lo iba penetrando lentamente.
-AHH! Sácalo, sácalo!!!- decía el rubio con desesperación, ahora si ya tenía más que seguro que se había convertido en una de esas cosas (maricas), -p.or favor s...aca…la- empezaba a hablar entrecortadamente, las embestidas habían comenzado, primero lentamente mientras el ojiazul se acostumbraba a la estreches del rubio, enterró sus dedos en la blanca cadera aferrándola con fuerza mientras hacia las embestidas cada vez más profundas, quería llenar al rubio con su miembro, se excitaba observando al chico que luchaba por contener sus gemidos.
-Oh! Vamos yo se que te gusta!- le decía el moreno aumentando la velocidad de sus embestidas, el rubio sintió que daban en un punto que lo hizo casi venirse en ese instante.
Seto salió sin cuidado del rubio observando su entrada como regresaba a su tamaño inicial, termino de quitarle completamente los pantalones a Joey, y lo puso bocarriba y le abrió las piernas lo mas que podía, el rubio solo sentía como era nueva mente penetrado por su agresor, esta vez sintió la escotada más profunda y placentera y soltó un gemido ahogado mientras arqueaba su espalda en extremo placer.
El moreno sonreía con las reaccione de el “muchachito” (son de la misma edad!!) comenzó a pasar sus manos por las piernas blancas llegando a su ingle donde agarro con fuerza para adentrarse más en su ser, su otra mano se poso sobre el miembro que ya se encontraba completamente erecto y húmedo por el liquido transparente que salía de él.
Acariciaba la cabeza del miembro del rubio con el dedo pulgar mientras movía el resto de su mano como si amasara esa carne.
-ah..ah p.or fa.v.or yaa para- se sentía venir en cualquier momento pero sus pedidos fueron cayados cuando unos labios se posaron sobre los suyo, jamás había besado a otro hombre pero el beso fue tan demandante, caliente y placentero que lo respondió con ansias, quería aferrarse a aquel sujeto que lo poseía pero sus mano no se podían mover, unas embestidas mas y terminaron casi al mismo tiempo, el orgasmo fue muy placentero, el cuerpo del rubio jamás había sentido un orgasmo tan intenso y menos por recibir a alguien dentro de él.
Seto se acomodo rápidamente sus ropas para después girar al rubio bocabajo y tomando el cuchillo le desató los brazos, el rubio soltó un quejido por el repentino cambio y sentir el acalambramiento, el moreno lo ayudo a sentarse en el suelo y sin delicadeza le quito el pañuelo que cubría lo ojos melados del cachorro.
Tardo un poco en recobrar la visibilidad y cuando lo logro hecho un vistazo al lugar, al parecer lo tenían en alguna bodega y lo vio ahí parado a un costado de él, a su agresor, un joven alto moreno y de cabellos castaños y eso fieros ojos color azules que miro esa noche.
Joey se levanto con trabajos del suelo y acomodo sus ropas, el moreno le lo llamo y le aventó su chamarra, Joey no entendía ese gesto hasta que miro que se dirigía el ojiazul a la puerta y la abría dejando ver que la lluvia caía un poco fuerte.
-Lárgate antes de que vengan los demás- dijo sin mirar al rubio mientras soltaba un largo suspiro de cansancio.
-Ah!?, tú no te irás también!?- preguntó como por acto de reflejo
-Lárgate! Antes de que cambien de parecer!- dijo irritado el moreno mirándolo por primera vez a los ojos melados del cachorro antes de irse el cachorro tomo en sus manos el rostro del moreno y le planto un último beso, uno de despedida y agradecimiento, Seto ni se inmuto por aquel gesto.
El rubio rápidamente salió corriendo sin mirar atrás mientras se cubría con la chamarra de aquel sujeto de profundos ojos azules.
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Los días habían pasado y el rubio no había podido sacarse de la mente a ese moreno de mirada penetrante, cada noche soñaba que era tomado una y otra vez por ese sujeto.
Aquella noche su cuerpo y su corazón fueron tomado por ese dragón, el sonido insistente del timbre lo trajo a la realidad, pesadamente se dirigió a abrir la puerta.
Sus ojos se abrieron desorbitadamente al ver esos ojos azules escudriñarle hasta el alma.
-ah?, pero.. tu… que haces aquí?- pregunto torpemente no cabía en su asombro, el tenia la seguridad que esa había sido la primera y última vez que lo vería.
-Vine por algo que me pertenece- decia mientras le sonreía seductoramente, el rubio rápidamente se acordó de la chamarra y corrió a la sala por ella para devolvérsela.
-TOMA!- dijo dándosela con brusquedad, estaba muy nervioso, su corazón latía a mil por hora, si ese tipo no se iba de ahí seria capaz de saltarle encima y decirle que lo había extrañado demasiado.
-UH, ya quieres que me vaya? Preguntaba tranquilamente mientras se divertía con las expresiones del rubio.
-Y.yo.. yy..o.oo- estaba muy nervioso –quieres pasar?- al final pregunto al darse cuenta de su falta de educación de tenerlo parado en la entrada de su casa.
El moreno paso hasta la sala donde Joey no sabía qué hacer, que tenía que decirle?, o preguntarle? , no podía salir de la nada con un “y eso de secuestrar gente si deja ganancias?, o acaso vienes a raptarme de nuevo?” esa le pareció la mejor pero no lo diría moriría de vergüenza.
-Cómo te llamas?- rompió el silencio el moreno, -Joey- dijo mientras sus mejillas se encendían pues noto la mirada insistente del sujeto sobre él.
-Que bonito nombre- mientras se ponía de pie para acercarse a acariciarle una mejilla al rubio, Joey cerro sus ojos y disfruto de la caricia eso no paso desapercibido para el castaño.
-y. t.tu- pregunto abriendo sus ojos y posarlos sobre los ojos del moreno, el castaño sonrió y contesto –Seto, me llamo Seto-, Joey repitió en voz baja el nombre como queriéndoselo guardar en la memoria, -y cuando dije que venía por algo que me pertenece me refería a ti!- para remata con un beso, un beso que el rubio estaba esperando desde que le abrió la puerta.
Cuando se separaron Joey hablo –Por qué?-, -Porque aquella noche me gustaste desde el primer momento en que e vi atravesar ese oscuro callejón y te quería para mi, por eso te deje libre, no quería que los demás te tomaran como lo hice yo-.
-Y ahora que harás?- pregunto deseoso por imaginarse la repuesta.
-Te hare el amor toda la maldita noche, y todos los días y no te dejare ir nunca!!- lanzándosele encima al cachorro, y esta vez el seria el que tuviera el control.
Y desde ese día Seto no salió de la casa del cachorro y el cachorro no podía estar más feliz y daba gracias que aquella noche lluviosa hubiera sufrido un “secuestro exprés”.