LA VENGANZA por Ayume46

Otro maravilloso día comenzaba, otro maravilloso día despertando a su lado. Hacía tanto tiempo que estabamos juntos que no podía imaginar una vida en la que no me encontrara con ese maravilloso regalo a mi lado cada mañana. Puede que nuestra vida hubiera entrado en una especie de rutina pero... siempre sabía como aderezarla un poco....
-Buenos días!
-Mmmmm...
Todas las mañanas lo mismo, parecía que no se despegaría nunca de las sabanas.... a menos que hiciera algo para remediarlo... La verdad dudaba ya de que no lo hiciera a proposito. Esta vez me acerqué a su oido y le susurré tiernamente, dejando a mi lengua perderse en su oido.
-Tengo algo para ti, marimo...
No me hizo falta ni una palabra más, sus brazos me tenían preso y su boca se perdía en mi cuello, deleitandome.
-Y de que se trata si puedo saberlo?
-Pero tu no estabas dormido?
-Tu voz me despertaría de cualquier sueño... ya lo sabes...
Sabía que no me gustaba que lo mencionara, que aún me dolía recordar lo sucedido en aquella maldita isla... lo que esa bruja nos hizo... Inmediatamente se dió cuenta de que había metido la pata e hizo lo posible por distraer mi atención.
-Oye cocinerucho... no es un poco tarde? Hace rato que tus damas esperaran su desayuno...
-Mierda!!! Por que no me avisaste antes cabeza de lechuga!!!!
Salí como alma que lleva el diablo en dirección a la cocina. Sí, estaba locamente enamorado de ese estúpido amante de las katanas, pero mis damas siempre serían mis damas. No las descuidaría por el peliverde.... bueno sí, pero era mejor que él no lo supiera.... No le dejaría verme tan entregado a él, me gustaba hacerle creer que no lo tenía facil conmigo, que tenía que ganarme cada día.... aunque con su sola presencia me derretía. Aún así... por que seguía haciendome tanto daño el pasado? Cada vez que salía el tema, aunque solo fuera indirectamente, todas mis alarmas saltaban. Nunca se lo dije a Zoro, pero aquel día noté algo extraño.... algo me decía que todo no acabo, que volvería... "Tonterias..." Me estaba volviendo paranoico, y que esa fecha se acercara no ayudaba ni mucho menos.

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Otra vez mi maldita bocaza casi me cuesta un disgusto con el rubio. Entendía perfectamente que no le hiciera gracia el tema, fue algo muy doloroso para ambos. Pero por que no hacía como yo? Decidí que era mejor recordar la parte buena, recordar que aquel día fue el principio de lo nuestro. Por eso estaba tan intranquilo.... apenas faltaban unos días para nuestro aniversario. Nuestro primer año juntos... y no sabía si celebrarlo! Para mi estaba claro, pero con él la cosa era diferente. No sabía si reaccionaría bien o me saldría con el cabreo de siempre al tratar el dichoso temita...
-Por que tienes que ser tan complicado.... Idiota!
Hacía rato que había desaparecido, siempre andaba tras sus damas, aunque eso incluyera dejarme a mi atras. Me molestaba y mucho, para que negarlo, pero tambien me encantaba verme retado, saber que con el nunca sería fácil. Me vestí mientras seguía con mis cavilaciones, hasta que algo se coló como un suspiro en mi mente.... Hacía mucho que no pensaba en ella, el rubio me tenía totalmente embelesado, ocupaba cada segundo mis pensamientos.
-Te hecho mucho de menos... ojala pudieras ver en lo que me he convertido...
Era hora de enfrentarse a un nuevo día en esta loca tripulación, aun no sabía como podía seguir con esa panda de chiflados.... bueno sí, eran mis chiflados. Aunque últimamente todo había estado muy tranquilo, no en vano llevabamos más de un mes sin tocar tierra, y no había previsiones de hacerlo hasta dentro de unos días. Por fin llegué a la cocina, encontrandome con el mismo panorama de todas las mañanas. Cada uno hacía lo posible por conservar su desayuno alejado de las manos largas de Luffy, que se estiraba y retorcía, intentando buscar algun ángulo ciego y no protegido. Me había perdido en aquella estampa matutina, cuando sentí su aliento en mi nuca, erizando mi piel.
-Ahora que estan servidas mis damas..... que puedo hacer por ti, marimo?
Sabía como hacerme morir de los celos, que dejara todo para pasar un minuto con él.... y me encantaba.

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En una pequeña isla, a la que nadie se atrevía a acercarse desde hace tiempo, un oscuro castillo se escondía en una de las grutas  la montaña. En él, la oscuridad y el silencio reinaban... salvo por unos pasos decididos. Era un hombre joven, bien vestido y de cabello corto. Caminaba por aquellos angostos pasillos en dirección a una gran sala, custodiada por unos seres que helarían la sangre a cualquiera que se dignara a mirarlos a los ojos, pero él no tembló ni un solo segundo. Tras las puertas, un trono negro cubierto por pieles blancas como la nieve, presidía la sala.
-Mi señora! Tengo noticias!
Ante aquel llamado, la sala se lleno de un extraño olor a flores, un olor que se entrometía en la nariz, sin poder evitar sentirse embriagado por él. Una hermosa joven ocupó el trono antes vacio.
-Que es eso tan importante que te distrae de nuestro acuerdo?
-De eso mismo se trata, el ritual esta apunto... solo falta que me diga quien es el último.
-Nunca pensé que un piratucho como tú fuera tan eficiente jajajaja Entonces... todos los invitados estan ya en sus puestos?
-Todo listo su majestad!
Ambos avanzaron en silencio y ante ellos apareció una puerta antes inexistente. Al abrirla, el poder de aquella joven aumento de sobremanera, haciendose hasta dificil respirar.
-Pero... tu dijiste que eran siete...aquí solo hay...
No pudo terminar de hablar, la mujer le miró de tal manera que consiguió marearlo.
-Teniamos.... un trato...
-Es cierto... te daré tu recompensa...
Notó como su cuerpo dejaba de reaccionar y, cuando se atrevió a mirar hacía abajo, se quedo horrorizado. Su mirada se dirigió a la mujer, reprochandole su traición.
-Tu mismo lo pediste, no lo recuerdas? "Cubreme de oro y riquezas..." Ahí lo tienes... jajajaja
Unos segundos más tarde su vida se apagó, dentro del sarcofago de su propio deseo, uno hecho de oro y piedras preciosas.
-Tu eras el último... la avaricia... Ahora solo falta el ritual y........ Por fin seré libre!
Con un simple gesto, colocó a los siete hombres en circulo, a su alrededor. Sus uñas se alargaron, arañando su muñeca. El hilo de sangre cayó al suelo, recorriendo los caminos esculpidos en la piedra, llegando uno por uno a cada uno de los cuerpos inertes.
-Gula, lujuría, ira, soberbia, pereza, envidia..y avaricia. Los pecados del mundo me liberan a mí, reina de todos los pecadores!
Una luz llenó toda la estancia, llegando al cuerpo de la joven como si de un rayo se tratara. Su mirada se volvió oscura, capaz de hacer temblar al mismisimo rey del inframundo.
-Parece que tus ataduras no eran tan fuertes como creías ... verdad esposo mío? Aunque aún no tengo suficiente fuerza para devolverte el favor... Tengo otra persona que me debe una... No creeríais que me olvidiaría tan fácil de vosotros, eh chico listo? JAJAJAJAJAJAJAJA! 
Aquella risa lo inundo todo, retumbando por los oceanos, hasta llegar a la cubierta de cierto barco pirata. En él, un joven sintió un escalofrió que le heló la sangre.
-Estas bien, Sanji?
-Si... solo es un mal presentimiento.....