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Día de los muertos, noche de reencuentros. por mara chan

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Notas del capitulo:

 

Este es el segundo fic que escribo asique no me pidan mucho porque soy novata u_u

Mara: es un regalo de halloween para todas las personas que lo lean ^^

Lara: el fic fue escrito un día de desvarío asique ya saben XD

 

Advertencias: contiene lemon y muerte de un personaje.

D-Gray. Man no me pertenece, es propiedad de Katsura Hoshino.

   Era una noche fría, justamente el tan llamado día de los muertos, según algunas leyendas los fallecidos regresan al mundo de los vivos en este día o eso había escuchado por ahí pero no hacia el mas mínimo caso a esas habladurías porque sabia perfectamente que eso no ocurriría.

   Entro en su departamento el cual estaba vació, recordandole a esa persona que le abandono hace ya unos meses. Se despojo de su ropa para dirigirse a la ducha y tomar un baño  caliente, tal vez así se despejara un poco.

   Cuando ya estuvo en el cuarto de baño se miro en el espejo, tenia unas ojeras algo marcadas, la piel algo más pálida de lo habitual y su cabello blanco había crecido un poco casi llegandole hasta los hombros.

   - Creo que me voy a tener que cortar el pelo. -se decía a si mismo mientras dejaba de mirarse en el espejo para meterse a la tina.

   Paso un tiempo y salió del baño con una toalla alrededor de la cintura y otra en el pelo y se dirigió a su cuarto para poenrse el pijama y dormir, pero se detuvo al escuchar un ruido.

   - Seguramente sera Timcampy en busca de comida. -se dijo a si mismo pensando que seria el gato que iba a su casa en busca de comida todos los días y siempre se colaba por la ventana.

   Le resto importancia a lo sucedidó y decidió ir a cambiarse pronto o cojería un resfriado.

   -Ssh. -sintió como alguien susurraba junto a su oído y le tapaban la boca.

   Forcejeo durante un rato contra la persona que lo había atacado de sorpresa pero esa persona era más fuerte y acabo sucunbiendo por culpa del cansansio acumulado de no haber descansado bien.

   - Eres un debilucho, moyashi. - al oír eso su corazón se detuvo una milésima de segundo para bombear toda la sangre que podía a toda velocidad, esa voz la reconocía, pero el dueño de aquella voz ya había fallecido hace unos meses en un accidente de trafico.

   - Ka... ¿Kanda? -pregunto como pudo cuando sintió que la mano que tapaba su boca se quitaba.

   - ¿Y quién mas te creías que era? Moyashi. -lo ultimo lo dijo con burla.

   - Pe... pero tu estabas.... -le costaba creerselo, si eso fuera un sueño o una pesadilla no le importaría quedarse ahí para siempre.

   - ¿Muerto? -completo el otro-  Si, pero e venido a hacerte una visita.

   Tal vez lo de que las almas volvían al mundo no eran del todo habladurías, y ahí, estaba la prueba de que su amado estaba ahí junto a el ese día.

   - Pero no vine a hablar. -dijo el japones para ponerse delante del albino y darle un beso apacionado que no tardo en ser correspondido.

   Cada vez los besos se hacían mas intensos y caricias comenzaban, las expertas manos del más alto recorrían el delgado pecho del albino, mientras este comenzaba a gemir tímidamente por los toques que tanto había echado demenos en esos meses.

   Poco a poco el peli azul fue llevando el cuerpo contrario hacía la cama para depositarlo ahí y seguir succionando parte de la piel que iba recorriendo con su boca, dejando marcas rojizas que decían de quien era propiedad esa blanca piel.

   - Ah. -un gemido algo mas alto salio de los labios del albino al sentir como el samurai metía en su boca uno de sus pezones dándole lamidas y moridiendo de vez en cuando mientras con la mano iba jugueteando con el otro pézon estimulándolo y consiguiendo que se pongan duros.

   Kanda siguió bajando mientras dejaba un camino de saliva por la piel contraria, hasta que llego donde empezaba la toalla y la quito de un tirón dejando a Allen completamente desnudo con su erección al descubierto y avergonzado por ser el único que estaba en semejante estado.

   - No es justo. -dijo rojo como un tomate el ingles.

   Enseguida Kanda entendió a lo que se refería su moyashi y se quito la camiseta negra que tenia puesta dejando ver su abdomen bien trabajado pero sin sobrepasarse, se quito los pantalones junto a la ropa interior dejando al aire su erección mas que notoria que izo que el que se encontraba debajo se pusiera mas rojo.

   - ¿Así mejor? -pregunto divertido al ver como el otro estaba muerto de la vergüenza y le dio un beso apasionado que fue correspondido.

   - Sí. -dijo casi inaudiblemente- Aah. -se quejo al sentir un dedo en su entrada, ya que Kanda no había sido muy delicado.

   - Ssh, tranquilo. -intento tranquilizarlo para volver a besarlo y empezar a masturbarlo para que así se olvidara del dolor.

   Una vez que el mas bajo se tranquilizo el de pelo largo metió otro dedo para seguir acostumbrandolo y movía los dedos en modo de tijeras.

   - Nnngh. -una mezcla entre dolor y placer se presentaba en su entrada mientras el placer crecía más a medida que pasaba el tiempo dejando de lado del dolor para pasar a disfrutar.

   Ahora eran tres dedos los que acostumbraban al de piel nívea y el samurai ya estaba que no podía controlarse y lo embestiría de una sola estocada pero no lo haría, porque sabia que si lo hacia dañaría a su moyashi.

   - Kanda. -se escucho como una suplica y con eso el llamado entendió que ya era hora de cambiar los dedos por su propio miembro.

   Quito los dedos y embistió de una rápida estocada a Allen, el cual no pudo contener un alto gemido de dolor y algunas lagrimas se empezaron a formar en sus ojos, el japones dejo que el otro se acostumbrara y se quedo quieto, disfrutando de esa estreches.

   Paso un rato y Allen ya se había acostumbrado a la intromisión, movió un poco las caderas en señal de que ya se había acostumbrado, al recibir la señal el de piel más osucra se movió empezando un vaivén lento que cada vez tenia mas fuerza al igual que los gemidos cada vez eran mas audibles.

   - Ahhhh Kanda ahh. -decía como podía entre gemidos- Mas ahhh rápido ahh.

   - Ohh. -un ronco gemido por parte del antes llamado fue la contestación y empezó a embestirlo con cada vez mas fuerza que antes.

   Allen sujeto las caderas del japones con sus propias piernas para que llegara cada vez mas dentro suyo y tocara ese punto que lo volvía loco de placer.

   Unas pocas embestidas mas y ambos se corrieron, el albino en el vientre de ambos y kanda dentro de su moyashi.

   - ¿A donde vas? -pregunto el menor al ver que el contrario salia de la cama.

   - No te preocpes, ahora mismo vuelvo. -dicho esto se puso los pantalones y salió de la habitacion dejando solo a un ingles algo preocupado.

   Allen pensaba en si eso había sido un sueño o no, si no lo fuera entonces Kanda se tendría que ir, eso le asusto bastante y no pudo evitar levantarse de pronto de la cama con algo de dolor para ir a la sala de estar y comprobar si realmente su amado estaba ahí.

   - ¿Se puede saber que haces? -pregunto una voz a sus espaldas cuando se estaba poniendo un pantalón para ir a donde se encontraba el otro.

   - Bueno yo, es que ahora te iras, me dejaras solo de nuevo, y yo no quiero eso. -dijo empezando a llorar de tan solo pensar que se volvería a quedar solo.

   - Tranquilo, -dijo el samurai acercándose al que lloraba y abrasandolo para que se tranquilizara- no me iré solo.

   - ¿Eh? -no entendía lo que quería decir, ¿acaso se iría con alguien mas?

   - Tu vendrás conmigo, -con una sonrisa sádica apuñalo al albino por la espalda- este es el precio que tienes que pagar por haber invocado un alma en pena. -fueron las ultimas palabras que pudo escuchar el que acababa de ser apuñalado.

   Al día siguiente Lavi, un amigo de Allen fue a visitarlo pero al ver que nadie contestaba pregunto al casero si sabia que si el albino salio, al recibir una negativa le pidió que le abriera la puerta del depatamento y cuando entro al cuarto del que habitaba ahí vio el cuerpo del muchacho apuñalado en el suelo.

   Llamaron a la policía pero no supieron que fue lo que ocurrió realmente, unos dicen que se suicido, otros que lo asesinaron, la verdad es que nunca lo supieron pero cuando se llevaron el cuerpo pudieron ver que aquel cuerpo inerte que una vez perteneció a Allen Walker estaba sonriendo de manera dulce y alegre, tenia un rostro angelical, como si un ángel hubiera descendido a este mundo.

   Esta es la istoria de como un ángel se pudo reunir con el amor de su vida, el cual era un demonio, y hoy por hoy están juntos compartiendo la eternidad.

 -Fin-

Notas finales:

 

Después de este fic creo que querrán matarme y lo entiendo.

Lara: si quieren matarla nadie se lo impedirá.

Mara: esperamos que por lo menos les aya gustado el fic ^^

Y si puede ser que no me intenten matar ñ_nU

 

 

Que pasen un feliz halloween, quien sabe si sera el ultimo que pasen con vida XD


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