La pareja ahora se encontraba dándose pequeñas caricias y besos inocentes como si fueran dos pequeños gatos en busca de amor que los reconfortara, había mucho amor para derramar ese día y para esos dos no existía nada mejor que estar con el otro.
-mi príncipe –dijo Kaya en un susurro al momento de pasar sus uñas de color rojo por el cabello de Juka, el otro se dejaba hacer, dejando que Kaya recorriera con su nariz su cuello, degustando su aroma que tantas veces le había dicho que le encantaba- me encanta estar contigo
Juka no le respondió, en vez de eso le miro y se acerco a sus labios para besarle a lo que el menor por supuesto correspondió sin dejar de acariciarle los cabellos.
-Juka…tus labios saben a frambuesa…no creo que sean por el pastel de hace rato- comentó al momento de separarse lentamente para quedar a escasos centímetros el uno del otro, la mirada traviesa de Kaya le provocaba al otro sensaciones que el mismo no podía describir con simples palabras.
Unos ojos nos pueden estar observando desde cualquier punto aunque creamos que estamos solos o en algún lugar cerrado y era lo que estaba pasando ahora, allí se encontraba un chico de cabellos plateados acompañado de un joven de cabellos largos que eran adornados con caireles, solo asomaban la mirada cuando lo creían conveniente.
-oye, ese chico es bastante lindo, los gustos del jefe no han cambiado ¿verdad? –comento el joven de cabellos cortos mientras reía y miraba a su acompañante
-no digas idioteces –respondió el otro al momento que cruzaba los brazos con un tono de molestia a lo que el menor prefirió no decir nada más y seguir escuchando a la pareja, no debía perderse ni un solo detalle.
-mi príncipe…esta mañana fue fabulosa –comentó el menor mientras continuaba dándole tiernos besos a Juka el cual se dejaba y respondía a momentos con cosas tan simples como un par de caricias y palabras tiernas- dime… ¿Cuándo podemos repetir esto? –y separándose un poco le miró para hacer esa inocente pregunta con un tono de emoción en su vos
-podríamos salir la próxima semana –le respondió casi al instante y en ese momento Kaya no fue el único que esbozó una sonrisa al escucharle, mientras la pareja hablaba sobre el día de la próxima semana en la que se verían los otros dos escuchaban en silencio memorizándose la fecha, la hora y el lugar cosa que no era muy difícil ya que eran exactamente los mismos de ese día.
-vaya y nosotros que creíamos que sería más complicado que eso –se rió el menor a lo que el otro le dirigió una fría mirada- siempre te pones de mal humor con esta clase de trabajos, ¿no es así? –se puso las manos detrás de la cabeza e infló las mejillas, no estaba acostumbrado a mantenerse callado, estaban a una distancia prudente como para que pudieran hablar pero el hombre de caireles no deseaba hacerlo.
Por ese día no hubo nada más que hacer, siguiendo la rutina Juka acompaño a Kaya a su casa como todo un caballero, no era demasiado tarde, en las calles todavía se asomaba el sol con un ligero tono naranja pero al mayor no le agradaba la idea de dejar ir solo a Kaya al igual que dejarlo ir solo cuando querían verse pero el menor insistía en lo segundo, le resultaba más cómodo.
-nos veremos entonces la próxima semana- dijo la princesa con una amplia sonrisa en su rostro mientras le dejaba una última caricia en la mejilla y un beso en los labios.
-te estaré esperando mi princesa –le dijo de la forma máseducada como acostumbraba, esta clase de comentarios hacían que Kaya se sonrojara y maldijera internamente el hecho de que aun faltaran varios días para verlo de nuevo.
Si todos supiéramos lo que nos ocurrirá el día de mañana tomaríamos nuestras precauciones o al menos le haríamos saber a las personas que queremos cual importante son para nosotros. Pero lamentablemente no podemos saber el futuro.
Tanto el príncipe como la princesa continuaron con sus actividades y ocupaciones que cada uno debía cumplir y a la vez; a cada momento ninguno de los dos dejaba de pensar en el día que se verían, sería una buena forma de liberar el estrés. Juka ordenaba y firmaba algunos papeles con la ayuda de su consejero más confiable que era Yui mientras Kaya hacía cosas similares, salía a comprar algunas cosas con compañía de un par de sus sirvientes aunque sabían que eso era algo que no le agradaba del todo pero estaba resignado y lo que está a punto de ser contado en el resto de la historia se podría haber evitad si cualquiera de los sirvientes de Kaya se hubieran dado cuenta de que un automóvil de color negro no dejaba de seguirlos pero si así hubiera sido no habría ninguna historia que contar…
El horario de entrada y salida, los movimientos e incluso los nombres de los sirvientes, cada detalle por más insignificante que fuera fue aprendido por los hombres que no dejaban de vigilar a la princesa; en toda esa semana eran más de dos personas las que contaban los días que quedaban. Y finalmente llegando al día acordado una noche anterior Kaya se durmió sintiendo ansias porque las horas de la noche pasaran rápidamente…
Todos deseamos que el día que hemos estado planeando durante tanto tiempo salga como lo esperamos pero en la mayoría de los casos hay algo que siempre sale mal…
-te veo algo apagado querido Ryoushin –le dijo Kaya a su sirviente mientras este le miraba desde la entrada de su habitación, el otro solo pudo soltar un suspiro al escucharle, no podía contradecir a Kaya cuando sabía que tenía razón.
-si…hoy saldrá de nuevo ¿verdad?
-oh Ryoushin, no de nuevo –Kaya solo se giro para mirarledespués de su comentario al mismo tiempo que terminaba de dar los últimos toques a su maquillaje
-yo sé lo que está pensando pero es solo que este día tengo un mal presentimiento, siempre tengo cierto pánico por que salga solo de aquí pero hoy es diferente Hime-sama…
-Ryoushin…mi querido Ryoushin nada malo me pasará –dijo con toda seguridad mientras se levantaba y tomaba con delicadeza el rostro del mayor y darle un beso en la frente como si estuviera intentando de calmar a un niño pequeño y el otro solo pudo bajar la mirada tratando de asimilar las palabras de la princesa.
Ryoushin salió de la habitación después de unos momentos para dejar que el menor terminara de arreglarse, no estaba convencido ni tampoco podía quitarse el mal presentimiento de la cabeza. Todo comenzó a dar marcha una vez que Kaya salió de su habitación con un encantador vestido de color blanco con holanes puesto, los sirvientes se encontraban en la entrada para desearle un buen día y como siempre se despidió con una encantadora sonrisa y fue cuando el automóvil se puso en marcha…
Juka salía de su casa sin romper su rutina de los diez minutos antes, ambos por caminos diferentes pero con el mismo destino.
El vehículo acelero pasando a Kaya y se estaciono a unas cuantas cuadras frente a él para no levantar sospechas, era algo que cualquiera no se hubiera esperado y él no era consciente de que ya conocían el camino que siempre tomaba para ir hasta donde siempre se veía con el príncipe. Poco a poco se fue acercando, el joven de cabellos plateados y el chico de caireles estaban listos para actuar, no había gente a los alrededores, solo un hermoso joven acercándose más y más a su indeseable destino.
-ahora –dijo el menor una vez que Kaya había pasado unos centímetros delante del vehículo, los dos hombres abrieron las puertas y bajaron a toda prisa y esto hizo que la princesa sintiera miedo pero al ver que esos dos le rodeaban sintió terror
-¡ahh!- intento pedir ayuda pero fue demasiado tarde ya que un pañuelo le cubría la nariz y en su desesperado intento de respirar inhaló el formol que este contenía y unos segundos después ya no supo nada más de lo que ocurría a su alrededor.
-que molesto –comentó con fastidio el mayor mientras tumbaba el cuerpo del inocente joven en el piso del automóvil y le ataba las manos por si recuperaba la conciencia
-¡eh! No fue tan difícil ¿verdad Hizaki? –le sonrío el menor, satisfecho por haber capturado a esa presa que tanto tiempo habían estado vigilando
-cállate y arranca, Teru –sin dejar a un lado su tono de molestia el mayor colocó como si nada un pie sobre Kaya como si de un cómodo mueble se tratara…
Ese día nadie había visto lo ocurrido pero más tarde todos sabrían que la pareja del príncipe Juka no había llegado a su destino como acordaban cada semana…
continuara...............