Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

el chico que se convirtió en chica por danizza

[Reviews - 78]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

lamento la demora, queria actualizar la semana pasada, pero por motivos personales no habia podido hasta hoy....

 

 

 

CAPITULO VII: MANSION MALFOY.

 

 

 

Ya en la mansión, se detuvo a mirar el lugar; era tan grande y espacioso como para él solo, a parte de ser el lugar tan formal, vacío de recuerdos felices y familiares y con el desagradable recuerdo de los prisioneros, las torturas y las muertes que se efectuaron ahí bajo el yugo de Voldemort, sin olvidar que este mismo la habitó.

Suspiró. Lo mejor sería venderla, por mucho que esa mansión haya estado por generaciones en su familia, definitivamente lo mejor era deshacerse de ella, no le apetecía ni un poquitito querer conservarla o habitarla.

 

Pasado un par de día de su llegada, estaba en su pieza vistiéndose, se puso un suéter color beige y unos jeans a la cadera, mientras se miraba en el espejo… “Mmm...… de verdad que como mujer soy muy guapa y sexy, con este trasero y estos senos… ya entiendo porque todos babean cuando me ven, si no fuera yo ya me habría…” estaba en esas cavilaciones cuando sintió las barreras de la casa temblar, definitivamente alguien había entrado.

 

-         Que extraño – tomó su varita y bajó – nadie más que yo puede entrar – se detuvo un instante antes de entrar al salón – no, hay otra persona, pero…

 

Entró con su varita en alto y se sorprendió al ver lo que vio tanto que la varita se le cayó de la mano; ahí delante de él había una figura demacrada y sucia, con las ropas rasgadas y el pelo totalmente revuelto, en sus hermosos ojos azules ya no había la chispa de antaño, lucía raquítica. Ahí delante de él se encontraba la figura de la que alguna vez fue una mujer de sociedad potente y hermosa, ahí delante de él se encontraba su madre, Narcisa Malfoy.

 

-         Ma… dre… - dijo entrecortadamente.

-         ¿Draco?, ¿Eres tú? – lo escrutó de arriba abajo - ¿Qué es lo que te pasó aquí?

-         Larga historia – se acercó lentamente a ella - ¿Qué haces aquí?

-         Hijo, he venido a verte… - lo abrazó con fuerza.

-         No puedes huir de por vida – le habló de manera suave.

-         ¿Y quieres que me entregue? – preguntó en un tono suave pero evidenciaba su molestia.

-         Potter te puede ayudar, tú lo salvaste, te lo debe.

-         No creo que él quiera…

-         Lo hará, de eso yo me encargo – le interrumpió - ¡Winnky! – una elfa apareció.

-         ¿Diga joven amo? – hizo una reverencia ridículamente exagerada.

-         Lleva a mi madre a su habitación, que se bañe y cambie, atiéndela en todo lo que necesite, yo voy a salir por un momento.

-         Si señor amo Draco.

 

Sabía que Harry estaría esas fiestas como la mayoría en la madriguera, así que iría en ese mismo instante a ese lugar, no le importaba que sui madre no haya sido la madre cariñosa que le hubiese gustado que hubiese sido, pero era su madre y la amaba y no la quería ver en la cárcel bajo ningún motivo. Se dirigió afuera de la mansión y tomó uno de los autos que ahí había para dirigirse a la casa de los Weasley.

Estaba nervioso, nunca había ido ahí y no le agradaba la idea de encontrarse con todo el enjambre rojo que era esa familia, pero con la persona que menos quería cruzarse era con la comadreja menor, en solo pensar en ella le hacía acelerar para amenguar su enojo por esa zorra.

Se elevó  por los cielos y se hizo invisible.

Al llegar se estacionó afuera y tocó la puerta, no tuvo que esperar mucho, ya que le abrieron la puerta casi de inmediato, le abrió la misma matriarca de la familia.

 

-         Hola jovencita – saludó con voz agradable - ¿A quién buscas?

-         Eh… soy Draco Malfoy señora Weasley…

-         Oh! Sí, los chicos me comentaron lo sucedido contigo, pasa, pasa – se hizo a un lado para dejarle entrar - ¿Qué te trae por aquí?

-         Necesito hablar con Potter, es urgente.

-         Claro, toma asiento, de inmediato lo llamo, ¿Té?

-         Sí, gracias.

 

Se sentó en uno de los sillones mientras esperaba que el susodicho bajara, se frotó las manos, símbolo de lo nervioso que estaba hasta que lo vio llegar hasta su lado, lo cual l hacía latir el corazón a mil.

 

-         Draco… - dijo sentándose frente a él - ¿Qué te trae por aquí?

-         Verás… no sé como decir esto… necesito un favor de tu parte.

-         ¿Un favor? – le miró extraño - ¿Y de qué se trataría?

-         Aquí está el té – interrumpió la señora Molly, que tan rápido como llegó  se fue.

-         Mi madre… - guardó silencio por unos segundos.

-         ¿Qué hay con ella?

-         Apareció hace unos instantes en la mansión – Harry lo miró sorprendido – la hubieras visto… no se parece a la mujer que era antes de que todo esto pasara – una lágrima rodó por su mejilla, pero se la limpió de inmediato – lo siento, esto de ser mujer es difícil – culpó a las hormonas de su senbilidad.

-         No te preocupes, pero ¿Qué tengo que ver en esto?

-         Aún la buscan para encerrar en Azkabán. Parece muy enferma. Harry quiero que se le haga el juicio y testifiques a su favor…

-         No hay problema… ella me salvó y se lo debo.

-         Gracias – sonrió sinceramente – quiero que vayas a la mansión para hablar mas a fondo de esto, dejaré la red abierta para ti…

-         Ahí iré entonces. Me alegra que haya regresado – Draco se puso de pie y  Harry también.

-         Y yo – le besó en la mejilla como despedida y salió de la casa.

 

Se subió al auto y despegó de inmediato: “¡Merlín!, me fue muy difícil aguantar mis emociones y no lanzarme en cima de él. Y no pude aguantarme las ganas de darle ese beso… después del que me lo dio antes de venirme, no he dejado de pensar que quisiera volver a estar así…

 


 

__________________________

 

 

Harry decidió ir al día siguiente, se lo debía a Narcisa, a demás no era solo por ella, había algo en Draco que le agradaba y lo hacía que lo haga también por él.

Como decía había algo en el ojigris que antes no se había dado cuenta; no era su cuerpo de chica, y obviamente no era su manera sarcástica y fría de ser, lo que lo atraía a él era su nueva manera de ser, la que le demostró el día anterior en la madriguera. Le atraía su pelo sedoso y brillante sin importar el color que tuviese (aunque lo prefería más rubio platino), sus ojos de plata líquida, su piel nívea. Fuera él o fuera ella era todo en sí hermoso, un ángel, un muñeco, una obra de arte, eso es lo que era Draco Malfoy para él.

 

 

Llegó a las doce de la tarde a Malfoy Manor, lucía diferente a cuando había estado ahí, claro que cuando él y sus amigos estuvieron ahí no fue como invitados. Le daba escalofríos estar en ese lugar, pero haber dado su palabra lo hacía mantenerse firme y no salir huyendo del lugar.

 

-         Potter, no te esperaba tan pronto – le decía “la” adolescente, haciéndole un ademán con la mano para que se sentara.

-         Creí que lo mejor era hacer esto rápido – “y también para verte a ti”, pensó.

-         Me alegro.

 

Un elfo doméstico le llevó unas tazas de té con galletas mientras hablaban de cómo abordar el tema de su madre para que la dejaran libre, a demás de traer un medimago para que la revisaran, al pelirosa le daba la sensación que algo malo le pasaba a su madre.

 

Luego de hablar toda la tarde del tema, se instaló de repente un silencio incómodo, eso era causa del beso que se dieron antes de vacaciones que no habían querido abordar, pero ambos sentían un cúmulo de sensaciones que los abrumaba de sobre manera por no saber que era lo que el otro sentía.

 

-         Harry…

-         Mira la hora – miró su reloj de pulsera, definitivamente estaba desviando el tema – se me hace tarde, es mejor que me vaya – se estaba por meter bajo la chimenea cuando el slystherin lo tomó del brazo.

-         Espera… quisiera saber porque me besaste el otro día, no quiero que juegues conmigo.

-         Entiendo, y no lo hago, en verdad me gustas.

-         Esto es ahora Potter – endureció la voz – pero soy hombre y algún día volveré a serlo.

-         No me importaría – le acariciaba algunos mechones de su cabello que tomó entre sus dedos – eres realmente linda, solo que no me di cuenta hasta que comencé a tratar contigo de manera civilizada.

-         Dime algo, ¿Eres gay?

-         Pues… - se quedó sin palabras.

-         Si no sabes, no digas que te gusto, es irresponsable de tu parte.

 

Hablaron un rato más de otras cosas, quedando a pasar otro día por ahí con los Weasley y Granger, la verdad es que no le hacía gracia, pero si quería ganarse a ese torpe Gryfindor de verdad, debía acercarse y ser amable con sus amigos, y lamentablemente esos eran.

 

Notas finales:

bueno, espero que les haya gustado (por ke a mi no me gusto)

 

comentarios, sugerencias y todo es bienvenido ^^ byeee


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).