Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El poder para destruirlo era él por draco_potter

[Reviews - 110]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenas! Pues aquí está el nuevo capítulo! Está vez voy más puntual. Muchas gracias a todos los que habéis comentado, sois lo que me ayuda a seguir escribiendo! 


La historia se situa en el sexto libro, por lo que habrá 
algunos spoilers.
Disclaimer: todos los personajes y lugares le pertenecen a J.K. Rowling, yo solo los uso porque tengo demasiado tiempo libre.
Parejas: la principal sera Harry/Draco. Lucius/Narcissa; Blaise/Pansy; Severus/Remus; Ron/Hermione
Aclaraciones: - diálogo; -"pársel"; -Hechizos ; -#pensamientos#.

Capítulo 16

-          Verás, Draco – dijo el hombre. – Creo que he encontrado lo que le pasa a Harry.

-          ¿En serio? ¿Tan rápido?- cuestionó el rubio, impresionado.

-          No te emociones, creemos saber qué es lo que le pasa, pero no podemos comprobarlo, y tampoco sabemos, en caso que acertemos, como curarlo. – Draco no dejó que eso lo desanimara y miró a Remus esperando la explicación.

-          Me puse a revisar los libros que me consiguió Severus de inmediato, y entre ellos encontré un hechizo manuscrito. Al principio  no le presté mucha atención, pero al no encontrar nada más lo estudié con detenimiento. Estos son los pergaminos en los que he ido copiando y analizando el hechizo. – le dijo, mientas se los tendía. – Es un hechizo nuevo, no aparece en ningún otro libro, y es una especie de fusión de otros hechizos: todos para modificar la memoria y conseguir que alguien haga lo que quieras, como un Imperius. Pero algo así necesita mucho poder, y una mente muy débil, porque alguien con una mente fuerte, pronto iría luchando contra el hechizo y se desharía de él.

-          Pero Harry no tiene una mente débil! En 4º curso resistió al Imperius de Crouch Jr. y al del mismísimo Lord!

-          Exacto, por eso crearon uno nuevo, más fuerte. Su fortaleza residía en que no era un único ataque, sino que se iba atacando a la mente del individuo sutil y constantemente, hasta que llegaba un punto en que se tenía control total sobre su mente. Y como se iba atacando poco a poco, la mente se iba adaptando al poder pero no lo rechazaba. Es algo complejo de entender.

-          Creo que lo tengo, pero ¿quién lo ha creado? Si estaba en los libros de la Mansión…

-          No ha sido tu padre, si es eso lo que estás pensando. – Le dijo Severus. – Crear hechizos no fue nunca precisamente su fuerte. En cambio, tu abuelo, era muy diestro en ello. Él fue quien me enseñó, aunque nunca conseguí llegar a su nivel. No me sorprendería que fuera obra suya.

-          ¿Para qué querría el Lord un hechizo como este cuando aún no había llegado ni a su auge?

-          Probablemente porque sabía que llegaría un momento en que aparecería algún rival que podría hacerle frente. Estoy seguro que nunca pensó que sería un mocoso de 15 años, más bien apuesto a que él creía que, si llegaba a usarlo, sería contra el director.

-          Pero, hay algo que no entiendo. Dices que la gracia de este hechizo es que actúa cada día, no? Es decir que alguien tendría que haber estado con él todo el verano, hechizándolo.

-          Bueno, nadie sabe donde ha estado durante el verano, ni con quien. Tal vez eso sea lo primero que debamos averiguar.

-          Estuvo solo, estudiando. Eso es lo que me dijo a mí. Preparándose para ser un buen mortífago. – explicó Draco, algo alicaído.

Si Harry había estado solo, entonces su teoría se caía a pedazos. Y eso les deprimió a los tres. A Remus, porque se suponía que era su cometido proteger a Harry, y no lo había sabido hacer. Lo había dejado solo todo el verano. Después de perder a su padrino, él debería haber estado allí para apoyarlo y consolarlo. Pero se encontraba tan deprimido que había aceptado la orden de Dumbledore de no verlo hasta su cumpleaños. Y eso hacía que sus remordimientos se hicieran aún más grandes. Él quería muchísimo a Harry, y lo único que quería era que estuviera bien. Por un momento había pensado que había conseguido enmendar su error, pero se había equivocada.

Draco se había ilusionado por un momento, pensando que tal vez conseguirían ayudar a Harry y volvería a ser el Potter de siempre. Eso en parte le asustaba, porque si Harry volvía a ser el Gryffindor de siempre, seguramente ya no querría nada con él, ni siquiera una amistad. Pero aún así, en ese tiempo había llegado a apreciarlo mucho, y le parecía muy injusto que alguien lo estuviese controlando o haciéndole daño. Por eso, aunque le doliera, se moría de ganas de poder ayudarle como lo había hecho él infinidad de veces. Estaban tan cerca…

Severus nunca había sentido un gran aprecio por Potter. Lily había sido su mejor amiga y su gran amor, pero ese chico no había sacado nada más que los ojos de ella. Cada vez que lo miraba, veía a ese arrogante que le había amargado el tiempo que había pasado en Hogwarts. Sin embargo, en las últimas semanas eso había cambiado. Le había salvado la vida, y no solo a él, sino, lo que era más importante, se la había salvado a Draco. Porque Draco habría sido incapaz de llevar a cabo todas las misiones que el Lord les mandaba, pero Potter siempre se encargaba de cubrirlo y hacerle creer al Lord que hacía su parte. Y eso había salvado la vida e integridad física, no solo de su ahijado, sino también de sus mejores amigos. Ellos tres eran la única familia que le quedaba, y Potter era quien la mantenía viva. En ese último tiempo, la impresión que el maestro tenía del joven Gryffindor había cambiado, y eso le hacía entristecer un poco al pensar que no podría ayudarle a salir de donde fuera que se había metido. Además, ver a esas dos personas que estaban frente a él tan deprimidas por el fiasco que se habían llevado no le animaba mucho.

-          Cuando fue que Potter te dijo eso?- preguntó el pocionista para romper el tenso silencio.

-          A principios de curso, cuando empezamos a hablarnos. Le pregunté que había hecho durante el verano y me dijo que había estado solo. Luego, cuando descubrimos que era mortífago, me confesó que había estado solo para entrenarse.

-          ¿ Y cómo se entrenó? Porque no pudo hacerlo solo, se necesita un mentor.

-          No sé, no quise indagar más de la cuenta. No es bueno intentar invadir demasiado su intimidad, se molesta.

-          Bien, pues tendrás que conseguir que te lo cuente. Necesitamos los detalles de ese verano, todos. Esta es la única pista que tenemos acerca de lo que ha podido pasarle. No la desechemos todavía. – les dijo Severus, intentando animarles. – Puedes llevarte los pergaminos para seguir estudiando el hechizo, pero ahora debes irte a la cama. Y recuerda, Potter debe estar despierto mañana a las 8 de la noche para ir a la reunión.

-          Ok. Intentaré hablar con él sobre el verano. Tal vez sacando las vacaciones de Navidad a colación pueda sonsacarle algo.

-          Bien.  Buenas noches, ve directo a la sala común.

-          Buenas noches Draco.


 

Harry despertó ese día con una sensación que hacía mucho no tenía. La sensación de haber descansado. Sin embargo, sentía que aún podía dormir mucho más. ¿Por qué e había despertado entonces? Los párpados volvían ya a cerrársele cuando oyó un ruido. Era un piqueteo contra la ventana. Se levantó de la cama, sorprendiéndose al no encontrar a nadie en la habitación. ¿Qué hora era? Se acercó hacia la ventana, desconcertado al ver que el sol ya se estaba poniendo en el cielo de frío de noviembre. No había nadie por los jardines, y tampoco se oía ruido abajo, en la Sala. Eso le indicó que debía ser la hora de la cena. Abrió la ventana para dejar pasar a la lechuza que portaba el mensaje, aparentemente, para él.

Era una nota de Draco donde le decía que esperaba que por fin hubiese podido descansar, que por él lo hubiese dejado dormir durante días pero, le recordaba, tenía una reunión a las 8 a la que no podía faltar. Suspiró, enojado por perder horas de sueño  por culpa de la estúpida Orden. Tomó su varita para invocar un hechizo de tiempo. Eran las 7, le daba tiempo a asearse, vestirse y poder bajar a comer algo antes de encerrarse en el despacho.

Ya más despejado, gracias a la ducha, se encaminó hacia el Gran Comedor. Le sorprendía que ni Ron ni Hermione le hubiese molestado e intentado despertar. Aunque, ahora que lo pensaba, desde el altercado que hubo en Halloween mantenían las distancias con él. Eso era bueno, por una vez no necesitaría escusa ya que eran ellos los que se habían alejado.

Notó perfectamente como ciertas miradas se posaban en él al cruzar la puerta del Gran Comedor. Observó sutilmente de quien se trataba. Uno era el mismísimo director, probablemente preguntándose donde había estado todo el día de ayer y de hoy. Los otros, mucho menos delicados, eran sus dos “mejores amigos”. Draco y Snape también lo miraban. El rubio probablemente para asegurarse que había descansado, y el mayor, seguro lo miraba por la rata que Draco le llevó ayer en pésimo estado.

Ignoró todas esas miradas y se sentó en la mesa de su casa. Estaba algo nervioso por la reunión, ya que volvería a ver a Lupin después de lo que hablaron. No sabía cómo lo trataría ahora. Cierto que había dicho que le quería y todo eso, pero realmente podría olvidar el odio y rencor que le tenía al Lord solo por él?

Se levantó al mismo tiempo que Ron y Hermione y juntos, aunque manteniendo las distancias, se dirigieron hacia el despacho. Dentro se encontraban ya todos, al parecer eran los últimos. Después de las breves salutaciones, Dumbledore se puso en pie para empezar la reunión.

-          Tengo algo que deciros algo bastante importante, he conseguido infiltrar un espía en las filas de Tom. No está aún en los puestos más alto, pero esperemos que con el tiempo pueda conseguir-nos información acerca del muchacho misterioso. – Harry palideció al oír eso.

¿Había un espía? Mierda, eso no era bueno. Aunque eran muy pocos los que sabían su identidad, solo los Malfoy y Snape, ahora debería ser aún más cuidadoso. No podía permitirse ningún desliz. Además, ¿qué pasaría si ese espía le contaba al Lord lo que hacía con los niños? Tenía que descubrir quién era y cerrarle la boca antes que lo metiera en problemas.

-          ¿Otro espía?- bien, al parecer Snape tampoco estaba contento con su existencia.

-          Severus tú estás en su círculo interno y por eso tienes acceso a información muy privilegiada – le explicó el anciano. – Sin embargo, él estará escondido entre los novatos, los de más baja posición, y podrá acceder a rumores e información diferente a la tuya.

-          ¿Y podemos saber quién es? – preguntó el pocionista, sonando aún molesto.

-          Preferiría no revelar esa información. Como ya sabéis, también hay un espía entre nosotros, y aunque no creo que sea ninguno de los que estáis aquí, contra menos gente sepa quién es más segura se mantendrá la información.

 Había tres personas inconformes en la sala. Una era el mismo Snape, que parecía molesto porque le hubiese encontrado un sustituto después de la de veces que se había jugado el pellejo. Otro era Harry, pues si Dumbledore no le decía quien era tendría que averiguarlo él,  y eso le llevaría tiempo, tiempo en que sus coartadas se verían en peligro. Y el otro era Remus, porque veía como eso había afectado a Severus, y porque entendía que ese espía era un peligro para Harry.

-          Sin embargo – continuó el director ajeno a los pensamientos de esos tres integrantes – no es solo eso lo que les quería hacer saber. Nuestro doble agente (N/A: a partir de ahora el espía de la Orden en las filas del Lord será “agente”, y cuando hablen de Harry será “espía” o “muchacho”) ya me ha pasado una información muy curiosa. – Harry y Remus se tensaron levemente en sus asientos. – Al parecer, el Lord obsequió ayer a nuestro espía, y lo hizo regalándole a uno de sus siervos. Cierto es que Tom nunca había sentido mucho aprecio por sus vasallos, pero entregar uno como premio, solo nos demuestra cuan importante es el muchacho.

-          ¿Quién fue, Señor? ¿Fue alguno de los importantes? – preguntó Hermione desde su lugar entre Tonks y Ron.

-          Si te refieres a si fue uno de los del círculo interno, no. Fue Peter Pettigrew. Al parecer el espía había estado bastante interesado en hacerse con él, y al final lo ha conseguido.

-          ¿Puede hacer eso? – preguntó indignado el pelirrojo - ¿puede comerciar con la vida de las personas como si fueran objetos?

-          Tristemente, la consideración que Tom tiene por la vida humana ha menguado mucho. Con esto quiero que entendáis, y va sobre todo por vosotros – dijo refiriéndose a los tres estudiantes-  lo poderoso e importante que es el muchacho para Voldemort, y , por tanto, lo importante que es que descubramos pronto su identidad. Sabemos, ahora con certeza, que es un estudiante del Colegio. Tenéis que averiguar quién es. Observar si hay alguien con un comportamiento sospechoso, lo que sea. Tenemos que encontrarlo y traerlo de vuelta al lado correcto. – finalizó, mirando seriamente a todos los ocupantes de la sala.

-          Nosotros hemos hablado con algunos miembros del ED, los de más confianza, para que nos ayuden. Hemos puesto al tanto a Neville, Seamus y Dean, de Gryffindor; a Terry y Luna de Ravenclaw; y a Justin y Hannah de Huffelpuff. Sin embargo- explicó Hermione-  no hemos visto a nadie con conducta sospechoso y todos estamos de acuerdo en que probablemente se trate de un Slytherin. – terminó, mirando a Harry de reojo.

-          ¿Harry? ¿Has conseguido algo del Señor Malfoy? ¿Sabes si se ha unido a las filas de Voldemort? – le preguntó el director.

-          No me lo ha dicho, pero realmente no lo creo. Paso mucho tiempo con ellos y nunca he visto a ninguno desaparecer repentinamente.

-          Es obvio que tienen que ser ellos! Los estás encubriendo!- le reprochó Ron

-          Claro que sí Weasley. – le contestó sarcásticamente. – Te lo repito: no tengo ningún interés en ayudar a ese loco y a ninguno de sus estúpidos seguidores.

-          Lo que pasa es que te has hecho su amiguito, y por eso ahora no quieres delatarlos.

-          Que disfrute de su compañía porque son capaces de llevar una conversación coherente y con la que no intentan demostrarte que se han tragado una biblioteca entera no me hace olvidar mis obligaciones. Pero, como ya te he dicho, ningún Slytherin de 6º o 7º muestra “conductas sospechosas”. – Ron lo fulminaba con la mirada, obviamente molesto por las puyas de Harry. Los demás simplemente observaban, ya acostumbrados a que en todas las reuniones esos dos acabaran discutiendo.

-          Está bien, Harry, si estás tan seguro no tenemos motivos para dudar de tu palabra. Observa a los cursos inferiores, tal vez se trate de algún chico de 4º. Vostros dos seguid con las otras dos casa y tener-los vigilados.

-          ¿Y a Gryffindor? – preguntó Harry

-          ¿Qué quieres decir? – le preguntó Bill Weasley.

-          Me refiero a que tenéis a seis Gryffindor’s vigilando a las otras casas, dando por sentado que no es nadie de nuestra casa. Cosa que, de hecho, sería lo más lógico ya que son los que más información reciben.

-          Los Gryffindor nunca harían eso!! – eso parecía haber molestado realmente a Ron.

-          Yo soy prueba de que sí lo harían, y aunque estoy seguro que ningún chico de nuestro curso es el espía, nadie se ha parado a observar a los más mayores.

-          Vaya Potter, que sensato. – dijo Snape, su tono era sarcástico pero al mismo tiempo Harry notó una leve advertencia.

-          De hecho, tiene razón. – lo apoyó Fred. – Tal vez la otra guerra la perdimos, en parte, por ser demasiado confiados. No deberíamos dejar ninguna casa sin vigilar.

-          Totalmente de acuerdo. – secundó su gemelo.

-          Bien, pues visto que hay consenso, chicos a partir de ahora vais a mantener un ojo también en vuestros compañeros de casa.

Después de eso, hablaron de otros temas: estrategias defensivas, cómo ganar más apoyo y aliados, …

Cuando ya salían del despacho, Ron detuvo a Harry.

-          Oye, el primer partido de la temporada es contra Slytherin, es una semana antes de empezar las vacaciones de Navidad. ¿Crees que para entonces volverás a ser un león o tendremos que preocuparnos porque le dejes a Malfoy robarte la Snitch?

-          Más bien de lo único que debes preocuparte es de ser un buen portero y no un colador. Solo me han quitado la Snitch una vez, ¿cuántos goles te han metido a ti?

Y dejando a los dos chicos allí pasmados, se fue por el pasillo hacia su torre. Sin embargo no llegó muy lejos.

-          Harry, espera. Ven, tenemos que hablar. – era Remus. Harry lo miró con la ceja alzada, intentando intimidarle para que le dejara irse, pero aparentemente no funcionó, porque el hombre lo tomó del brazo y lo arrastró hacia las mazmorras.

-          Si me dices a dónde vamos no hará falta que me arrastres- le dijo el chico en un siseo.

-          Vamos al despacho de Severus, y más bien impido que te me escapes. Mañana es luna llena y no tengo mucha fuerza como para perseguirte.

Ambos se quedaron en silencio el resto del camino. El licántropo ni siquiera se molestó en llamar. Eso le hizo pensar que tal vez el encuentro ya estuviese organizado. Su teoría le quedó confirmada al no ver sorpresa en el rostro de su profesor pal verlo entrar.

-          Potter, ¿en qué, por la gracia de Merlín, estabas pensando?

-          No sé de qué me habla.

-          Has pedido que observen a tu casa, ¿crees que no se darán cuenta de cuando desapareces? Ahora tú también estarás en el punto de mira. – le riñó Snape.

-          Tsk, claro que no. Diciendo eso acabo de cubrirme aún más. Nadie sospecharía de mi ya de por sí, pero ahora les he hecho ver que no quiero dejar ningún cabo suelto, pareciendo estar más a su favor. Además, ya saben que nunca estoy en Gryffindor. Ellos creen que estoy con Draco, y es verdad, lo único que no saben es donde.

-          Esperemos que tengas razón. Ahora, debes averiguar quién es el agente. Deberás ir con mucho más cuidado.

-          No? En serio? Fíjate que no lo había pensado! – le respondió el joven con sarcasmo.

-          Solo queremos asegurarnos que no te pasa nada, Harry. Sabemos que eres capaz de cuidarte solo, pero no puedes evitar que nos preocupemos.

-          Lo que digas. Pero tengo que irme. He perdido dos días de clase y voy a tener que hacer los deberes para no mosquear a los maestros. Nos vemos. – y sin más se fue dejando a los dos hombres solos.

-          Yo no me preocupo por él, Lupin. No le hagas creer que es alguien importante para mí.

-          Si no te preocuparas no te hubiera importado que se pusiera en peligro. – Severus solo rodó los ojos ante eso.

-          Toma la poción y vete. Yo también quiero descansar y no puedo hacerlo si estás por aquí.

-          Claro, perdona. Nos vemos en unos días para ver si Draco ha conseguido algo.

Harry iba por el pasillo oscuro y frío de las mazmorras. Iba a paso rápido, queriendo llegar cuanto antes a la sala común, cuando chocó alguien. Al levantar la vista vio a Blaise, Pansy y Draco. Draco. No pudo evitar sentirse un poco incómodo, aún no había podido pensar en lo que había pasado ayer. Sin embargo intentó no mostrarlo y actuar con normalidad.

-          Ey chicos. Qué tal?

-          Bien, aunque deberíamos preguntarlo nosotros. Hace dos días que no te apareces por clases.

-          Tampoco es como si me perdiera algo muy interesante. Aunque, podríais hacerme un gran favor diciéndome qué deberes he de hacer. Para quedar bien con los maestros, más que nada.

-          Hmf, no deberíamos. Sabes? Últimamente no nos haces mucho caso. Siempre estás con Draco. Vamos a acabar poniéndonos celosos. – le dijo Blaise, divertido.

-          Sé que os morís de ganas por estar conmigo, pero no doy abasto.

-          Estás demasiado solicitado, ¿verdad?- l e siguió la broma la chica.

-          Exacto. Veo que lo has entendido. Ahora, alguno me dice los deberes?

Una mano pálida le tendió un pergamino. Draco también parecía algo incómodo, ya que no le sostuvo la mirada mucho tiempo.

-          Ahí están apuntados. Puedes quedártelo.

-          Gracias. Bueno, pues me voy. Pronto será el toque de queda y aún debo subir siete pisos. Buenas noches.

-          Buenas noches Harry. – le respondió la pareja.

-          Ei. – oyó que Draco le llamaba. – Mañana por la tarde quedamos en el salón de los menesteres en cuanto acaben las clases.

-          Claro. Hasta mañana.

Notas finales:

Pues eso es todo! en el próximo cap Draco y Harry hablaran sobre su relación... ¿Qué pasaráa?

Espero que les haya gustado, y ya saben un review es solo un minuto de su vida pero a mi anima muchísimo!!

Nos leemos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).