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Between Angels & Insects por urumelii

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Notas del capitulo:

ok ya volví, como saben y para losque no saben, pase por una horrenda crisis que casi logra que no volviera a escribir, pero aqui estoy de regreso y no pienso abandonar nada, pero perdon por la tardanza.

espero les guste, traté de poner algo de acción pero no estoy muy segura si me salió XD

como siempre mas preguntas y nada de respuestas en este capi XD pero poco a poco no se desesperen

ukato espero te guste

waby gracias

y espero no terminen tan asqueadas como yo D: 

recuerden que tmb actualice fast and beautiful y casi no me han dejado rvws  Y_Y me lo merezco pero los necesito para sobrevivi ;O; si asi de dramatico, dejen uno por favor!! 

<<Nos iremos a casa, nos iremos a casa, será genial y nos divertiremos mucho>> canturreaban varias de las voces y si pudiera verlas, Reita estaba seguro que estarían saltando. A pesar de que no había recuperado el conocimiento, estaba consciente de todo lo que hacían las voces. <<Pero ya me cansé de esperar>> dijo una con voz de niño pequeño <<y Aoi no nos va llevar>> advirtió. Reita quiso decir algo pero su estado casi comatoso no se lo permitió << ¿y si le hablamos al transporte? No creo que el ángel pueda contra él y nosotros llegaríamos mas rápido>> dijo otra. <<¡¡SIII!!>> se emocionaron.

 

Aoi estaba recargado en el marco de la puerta del baño mirando con cierta ternura al sacerdote, mientras atendía al inconsciente Reita, no era mucha la atención pero lo procuraba y eso le agradaba. Llevaban dos noches en el dichoso motel de mala muerte, y realmente esperaba no tener que pasar una tercera. Durante ese tiempo, no se había sentido mejor, al contrario, la falta del demonio se hacía cada vez menos tolerable ¿Por qué si sólo lo había visto una vez? Se estaba volviendo loco, sus sueños que de por si eran pocos, estaban inundados por esa preciosidad castaña.

-¿de verdad lo vamos a llevar a la organización? – preguntó Kai sentado a un lado de Reita quien permanecía dormido.

-es el plan – contestó Aoi caminando hacia ellos – aunque espero que se pongan pesados por el retraso – chasqueó la lengua.

Kai le secó la frente al rubio, era claro que tenía fiebre, la habían logrado controlar pero sólo a ratos, el sacerdote temía que la salud de Reita se viera cada vez mas afectada debido a las temperaturas tan altas a las que su cuerpo se veía sometido. Sin embargo tampoco hallaba alguna forma de ayudarlo, mas que tratar de mantenerlo a una temperatura adecuada – espero que puedan ayudarlo, de verdad está muy mal – dijo con pesar.

-no he visto muchos casos de exorcismo, pero en realidad no creo que este sea peor que los demás – el ángel alzó una ceja. Tampoco era que Reita tuviera estigmas, arranques extraños de convulsiones, hablara raro, o tuviera heridas de la nada, como la mayoría de los casos de exorcismo que había visto

El sacerdote bufó – es porque es diferente a los demás que deberíamos preocuparnos – habló irónicamente.

El ángel se alzó de hombros – eso o el demonito es muy débil – se burló con superioridad.

-Aoi, no deberías menospreciar a los demonios, después de todo, todo ser maligno es peligroso y…..

Kai no terminó de decir la frase puesto que un impacto que incluso hizo temblar el suelo del cuarto los interrumpió. Los dos se quedaron estáticos, el sacerdote se giró de inmediato hacia Reita quien no mostraba señales de nada.

<<ohhhh, ya vinieron por nosotros>> se emocionó una voz al sentir el temblor <<emociónate Akira, pronto estaremos donde debemos de estar>> dijo satisfecho <<aun falta Uruha>> añadió otra voz <<ya mandé por él >> se rió una tercera. <<ustedes están locos>> dijo Reita asustado <<mejor no despiertes o te desmayaras de la impresión….>>

Aoi permaneció frente al sacerdote y Reita, había sacado una espada de quien sabe dónde. Por lo que podía darse cuenta, el ángel esperaba que el demonio, porque estaba seguro que eso era lo que había entrado al motel con el fuerte ruido, entrara a buscarlos. Ojala hubiera sido tan simple…

Se escuchó un segundo estruendo que provocó que Kai cubriera con su cuerpo a Reita y Aoi tuviera que agacharse para evitar que pedazos de pared cayeran sobre él, el fuerte estruendo fue provocado por la pared al estallar como si una bomba se hubiera estrellado directamente contra ella.

El pelinegro se levantó tosiendo, tratando de ver a través de la nube de polvo que se había formado por el estallido. Al final sus ojos pudieron ajustarse mucho mas rápido que cualquier persona regular, sin embargo lo que vio no le pareció en lo absoluto.

Para empezar no se parecía a ningún demonio que hubiera visto jamás, en realidad no estaba my seguro si lo que veía era un demonio, tenía que ser, pero……

La cosa comenzó a caminar directamente hacia Kai y Reita. Debía medir unos cinco metros de alto y tal vez tres de ancho, en cuanto a su longitud, bueno, no se veía donde acababa. Lo peor del asunto no eran sus medidas sino su aspecto, era una especie de ciempiés gigante, tenía unas grandes pinzas en la cabeza que se abrían y se cerraban continuamente. Emitía un extraño sonido cada vez que abrí la boca con grandes dientes. Era de color café transparentoso y brillaba de forma grotesca.

En dos pasos había llegado a la cama donde se encontraban el sacerdote y el portal, movió la cabeza y abrió las pinzas parecía que intentaba atrapar a alguno de los dos. Sin embargo Aoi se adelanto y le clavó sin ningún tipo de duda la espada en uno de sus costados. La criatura hizo un sonido chirriante que le lastimó los oídos, pero más allá de eso no se alejó de los otros dos, continuando su labor.

-¡está tratando de agarrar a Reita! – gritó Kai con horror retrocediendo lo mas que podía sobre la cama, jalando al rubio con él. Al parecer el ciempiés no era anda rápido.

-¡mata primero al ángel! – ordenó Reita, con una voz que no era la suya. Los dos presentes lo miraron sin poder creerlo, el rubio seguía dormido pero había hablado.

El enorme ciempiés abrió sus  pinzas y lentamente se giró hacia un sorprendido Aoi, quien miraba a Reita sin entender. Volvió en si justo en el momento en que el gusano iba a enterrarle una de sus pinzas, logró poner la espada en medio impidiendo cualquier contacto, la criatura quedó aproximadamente a diez centímetros de su cara, despedía una especie de baba.

-no dejes que la baba te toque, es venenosa – advirtió Kai.

Aoi volteó la vista hacia el sacerdote - ¿Cómo lo sabes? – preguntó impidiendo con la espada que el ciempiés cerrara sus pinzas alrededor de su cuerpo.

-todo el mundo lo sabe – respondió como si fuera obvio.

-yo no lo sabía ¿Qué los sacerdotes tienen una clase de enseñanza de insectos o cómo? – no alcanzo a escuchar la respuesta, puesto que en ese momento el animal hizo un movimiento violento, logrando lanzar al ángel contra la pared de manera brusca.

-¡¡Aoi!! – gritó el sacerdote incapaz de moverse por proteger al rubio inconsciente.

El pelinegro se levantó con esfuerzo y corrió directo al ciempiés, pero este se movió haciendo el hoyo en la pared aun mas grande y atrapando por fin a Aoi por la cintura con las enormes pinzas. Se apretaron lo suficiente para dejarlo sin aire durante unos instantes, sin embargo no las cerró completamente y estaba seguro que si lo hacía lo partiría a la mitad.

-¡saca al portal de aquí! – alcanzó a decir mientras se retorcía para tratar de zafarse.

Kai miró a todos lados, no era como que pudiera salir por la puerta puesto que la salida estaba bloqueada por el ciempiés y gran parte del pasillo lo ocupaba su enorme cuerpo, además eso de ir cargando a alguien que era mucho más pesado que él, no parecía buena idea. Tampoco era que se fuera a dar por vencido pero sabía que no sería nada fácil y más con Aoi tirando pedazos de techo al ser azotado contra este.

El ángel pelinegro cayó de golpe al piso al lograr cortar con su espada una de las enormes pinzas del ciempiés, se arrastró debajo de una de las patas y también la cortó, causando un enorme chirrido.

-¡la cosa esa me quiere comer! – gritó Aoi rodando por el piso cuando el ciempiés trató de agarrarlo con la enorme boca.

-deja de pelear Aoi – Reita se levantó de la nada con una mirada casi psicópata en sus ojos y una voz que de nuevo no era la suya – no tienen escapatoria, mi bebé los matará de todas formas, entonces mejor deja de intentarlo – se sentó apartando a Kai.

El ángel seguía esquivando las mordidas que el animal trataba de darle, rodaba por el piso sintiéndose completamente ridículo. Le clavó la espada varias veces pero no parecía funcionar pues la criatura no había mostrado ni la mas mínima señal de estarse debilitando y él sí se estaba cansando.

El poseído Reita parecía estar disfrutando el espectáculo, mientras Kai lo miraba sin poder creerlo, pensaba que iba a matarlo pero el rubio ni parecía notarlo.se estaba muriendo de miedo, pero mas allá de eso, era de impresión. Aquella bonita mirada del Reita que conocía había desaparecido, a leguas se notaba que no era él mismo y ni siquiera tenía que hablar para notarlo. No sabía que hacer, si tratar de atacarlo, si ayudar a Aoi, si tratar de exorcizar al rubio. No tenía ni una mínima idea de cómo hacer eso, nunca había practicado un exorcismo y menos en una circunstancia como esa. Sin mencionar que el ciempiés gigante no era algo que se viera con regularidad. El miedo comenzaba a arremolinarse en su estomago, al principio la adrenalina no había dejado que cayera en cuenta a lo que se estaba enfrentando, pero ahora al ver la mirada de Reita fue como si de pronto toda esta realidad lo hubiera atrapado de golpe.

-¿Qué pasa padre Kai, se acaba de dar cuenta que esto es mucho mas grande que usted? – se burló la voz del ser dentro del rubio, sonreía cínicamente mientras se iba acercando a Kai peligrosamente.

El padre se hizo hacia atrás por mero instinto, tropezando con la segunda cama de la habitación y cayendo sobre esta. Sin poder moverse por el pánico se quedó ahí, mirando como Reita se colocaba sobre él sonriendo. Aoi y el ciempiés habían pasado a segundo plano, su respiración se había vuelto agitada y su corazón latía desbocadamente en su pecho.

El chico rubio sonreía inmovilizando al padre con sus piernas, se inclinó hacia él, al principio Kai pensó que iba a besarlo, sin embargo Reita tenía otra cosa en mente. Mordió y succionó una parte de su cuello, haciéndole una enorme marca. Mas allá de gritar o tratar de alejarlo, Kai tragó saliva conteniendo un gemidito. Sintió la lengua de Reita recorrer su herida y cerró los ojos.

-me causa excitación padre Kai – le susurró al oído mordiendo ligeramente su lóbulo.

-sé que es un mal momento, pero ¿podrías  darte cuenta que no es Reita y ayudarme? – el grito de Aoi lo despertó del trance, por mero instinto empujó al rubio con todas sus fuerzas, logrando que ese cayera al piso estrepitosamente.

-pagarás por eso – dijo levantándose – bebé deja de jugar y mátalos de una vez – ordenó mirando al ciempiés y como si le hubieran dado una bebida energetizante, el ciempiés comenzó a caminar tanto como el espacio le permitía. Pisó sin ningún cuidado la pierna de Aoi, enrollando su pata en la extremidad del ángel.

Aoi trató de moverse pero se sintió terriblemente cansado, miró horrorizado como la baba del animal se había metido a una de sus heridas por la lucha previa. Era un simple raspón pero el lo suficientemente profundo para que la abab entrara por su torrente sanguíneo.

Kai por su parte no podía huir del mismo Reita, quien estaba dispuesto a matarlo en ese instante, sintió la mano del rubio cerrarse alrededor de su garganta y cerró los ojos, preparándose para lo inevitable.

-folia hoc corpus – dijo un voz detrás de Reita y de inmediato el rubio se desvaneció.

El ángel pelinegro logró enterrar por enésima vez la espada, esta vez en la garganta del animal, lo cual logró disminuir su avance. Sin embargo el ángel ni siquiera podía enfocar bien ya, el veneno de la baba estaba haciendo efecto demasiado rápido. Pensó en lo irónico de todo el asunto, ahí estaba él, el mejor guerrero entre los ángeles vencido en un dos por tres por un gusano gigante. Claro que nunca había peleado con una cosa de esas, no estaba preparado, aun así no debía ser una excusa. Había sobreestimado sus habilidades y ahora moriría sin ver aunque sea una vez mas a Uruha…

-ustedes los ángeles cazadores no saben hacer nada – dijo una voz a lo lejos. Aoi apenas logró ver una figura encima del ciempiés, que con suma destreza sacó una espada y como si se tratara de cualquier cosa le cortó la cabeza al gusano. Después de eso el pelinegro perdió el conocimiento.

-x-

Parpadeó muchas veces antes de abrir los ojos completamente, no tenía ni idea de donde estaba, sentía su cuerpo adolorido y un dolor punzante en la pierna donde el ciempiés lo había lastimado. Revisó con la mirada el lugar, no era muy grande, estaba oscuro sólo iluminado por la luz de unas cuantas velas. Las paredes eran grises, no porque estuvieran pintadas de ese color sino porque carecían de pintura, él mismo estaba recostado en una cama no muy cómoda, aparte de eso había una mesa de madera con una única silla del mismo material. Sobre de esta estaba sentado un hombre de cabello oscuro peinado hacia abajo, parecía estar tejiendo algo.

-¿Quién eres? – dijo a duras penas.

El hombre levantó la vista hacia él – trata de no moverte mucho, aun estas débil por el veneno de la chilopoda – dijo con voz calmada.

-¿la qué? – no trató de levantarse, se sentía mareado.

-el gusanote contra el que peleaste, era una chilopoda – explicó sin cambiar el semblante.

Aoi suspiró - ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? – poco a poco comenzó a recordar todo - ¿Dónde están Kai y Reita? – trató de levantarse pero un fuerte mareo se lo impidió.

-dije que aun estás débil – el hombre se levantó – tranquilo, estás en un lugar seguro. Mi casa para ser exactos. El padre y el portal están bien, sólo no pueden estar mucho timepo a mi alrededor – sonrió de lado.

Aoi alcanzó a subir una ceja - ¿por qué?  - preguntó sin entender.

El otro volvió a sonreír – soy un demonio de la gula, ángel Aoi, no pueden estar mucho tiempo conmigo sin que sientan ganas de comer o comprar cosas absurdas – negó con la cabeza.

-imposible, si fueras un demonio sentiría tu esencia – una cosa es que estuviera débil y otra cosa es que hubiera perdido sus sentidos.

-eso es porque no soy la clase de demonio a la que estás acostumbrado – se levantó de la silla y se aproximó al pelinegro, quien trataba con todas sus fuerzas por levantarse y hacer algo – no te preocupes, no te haré daño. Aunque supongo que no podrás confiar en mi simplemente por mi naturaleza de demonio – suspiró – al menos no ahora – negó con la cabeza.

En ese momento Kai entró por la pequeña puerta de lamina al fondo - ¡Aoi, despertaste! ¿Cómo te sientes? – preguntó de alguna forma contento.

-¿Qué carajo está pasando? – preguntó ya sin entender nada.

Kai suspiró – ayer nos atacaron ¿recuerdas? – Aoi asintió – Ryutaro y su hermano nos ayudaron – se sentó en los pies de la cama.

El pelinegro se giró a ver al otro hombre – asumo que tu eres Ryutaro – el otro asintió – un demonio que nos ayudó…..¿cuál es la trampa? – preguntó sin poder creer nada de lo que estaba escuchando.

Ryutaro bufó – bueno no podía esperar que confiaras de la noche a la mañana – se alzó de hombros, volviéndose  sentar en su silla – no hay trampa, los ayudamos porque los iban amatar y no nos podemos dar ese lujo – se talló un ojo – ese portal es demasiado importante – volvió a agarrar los hilos que estaba tejiendo – y tu estabas a punto de echarlo a perder – siguió tejiendo.

Aoi frunció el ceño - ¿de qué hablas? – con mucho esfuerzo logro sentarse.

-Reita no puede pisar la organización – dijo Kai torciendo la boca.

-lo que me faltaba, ya les dije que no me interesa que asuntos tengan todos. Yo tengo una misión y tengo que cumplirla. A mi me vale todo lo demás – dijo con exasperación.

Ryutaro siguió tejiendo sus hilos – lo que tu no entiendes es que te metiste en un asunto mucho mas grande que cualquier misión que pudieras tener. Si llevas al portal a la organización no estarás cumpliendo tu misión, estarás llevándonos a la perdición – dijo calmadamente.

-olvídalo, no lo va a entender – alguien mas entró a la habitación

-Ryo, deberías estar con Reita – dijo Kai con voz severa.

Aoi observó al recién llegado con atención – tu eres un ángel – pronunció sin poder creerlo - ¿Quién eres? ¿Por qué no te conozco? – su cabeza de pronto comenzó a dolerle un poco.

Ryutaro soltó un momento sus hilos – Ryo es mi hermano – dijo con una sonrisa.

El ángel pelinegro abrió y cerró la boca varias veces sin decir nada, no creía ni una sola palabra de lo que acababa de escuchar – hermanos pero no de sangre – trató de corregir.

Ryo sonrió – te dije que jamás lo entendería, los ángeles de la organización son unos cerrados – se cruzó de brazos  - somos hermanos de sangre, tenemos los mismos padres – dijo con aire de superioridad.

-imposible – Aoi tenía tan abiertos los ojos que pudieron salirse de su cuenca.

El demonio negó – nuestro padre era un demonio y nuestra madre un ángel. Tuvieron la mala suerte de conocerse y enamorarse, en un mundo lleno de intolerancia y odio a los de la raza contraria. Al principio trataron de negarlo, pero ya sabes cómo es eso de la única pareja, al final estar separados casi los estaba matando. Así que en contra de todo lo establecido huyeron para estar juntos –comenzó a hilar de nuevo – después de un tiempo mi madre se obsesionó con demostrar que los demonios no eran como la organización siempre los había planteado y en su camino por demostrar eso conoció a muchas personas, de muchas dimensiones distintas. Entre ellas a un ángel desterrado… -suspiró.

Aoi se revolvió en su lugar, con la cabeza a punto de estallarle, el dolor había incrementado de pronto – mira gracias por salvarnos y todo eso, pero si esperas que crea que los angeles desterrados existen, estás mal – trató de levantarse pero el dolor y el mareo no lo dejaban completamente.

-Reita está poseído por ángeles desterrados – dijo Ryo calmadamente.

-ustedes están locos – se levantó de golpe – y tu – dijo refiriéndose a Kai – eres muy ingenuo al creerles a estos dos – caminó dos pasos y sus rodillas flaquearon. Kai logró levantarse lo suficientemente rápido para sostenerlo.

Ryutaro siguió sin voltear a ver a nadie y Ryo miraba a Aoi de manera seria – nunca en nuestra vida hemos estado en contacto con la organización ni con la liga de defensa de los demonios. Siempre hemos estado rodeados de ángeles y demonios como nosotros, viviendo marginalmente, lejos de su guerra y cacería sin sentido – se recargó en la pared – pero esto va mas allá de todo lo que nos podamos imaginar. Hay manuscritos sobre esto, sobre el fin del mundo, sobre los ángeles desterrados, sobre los insectos como el que te atacó hace algunos días. Nosotros hemos estado rodeados de eso siempre, sabemos como combatirlos, sabemos como acabarlos, sobre todo sabemos como exorcizar a Reita; algo que la organización no sabe y ni siquiera lo intentara. Porque son ellos los que quieren que todo este apocalipsis comience ….-.

-¡¡BASTA!! Ustedes están mal, no me interesa lo que piensen o hagan de sus vidas pero yo no me voy a involucrar en esto – logró recuperarse y se zafó del agarre de Kai.

-si te vas a ir vete, pero a Reita lo dejas aquí – advirtió Ryutaro con voz calmada.

Aoi iba a protestar cuando un chiquillo entró interrumpiendo toda la tensión – señor… -dijo dirigiéndose a Ryo – un insecto atacó la mansión de Kamijo – dijo con voz agitada.

Fue entonces cuando el ángel pelinegro sintió un fuerte dolor en el pecho, como si a él mismo lo estuvieran lastimando. Sentía dolor y miedo, pero no era suyo, estaba sintiendo lo de alguien mas. Uruha…

-x-

Llevaba dos días sin dormir, dos días desde que había despertado sintiendo un terrible dolor en la pierna y una terrible preocupación, pues sabía que ese dolor no era suyo, pertenecía a alguien mas…

-Yuu – dijo mientras miraba por la ventana, era de noche y por fin había logrado calmarse, lo que significaba que su ángel estaba fuera de peligro ¿Cómo lo sabía? Ni él mismo podía explicarlo, simplemente lo sentía y ya.

-¿Quién es Yuu? – su hermana acababa de entrar a la habitación.

Uruha se alzó de hombros sin voltear a verla – no lo sé Sayu, aun no lo sé – dijo con voz un poco derrotada.

-estos últimos días has estado raro – le dijo acercándose.

El castaño sonrió irónicamente ¿Cómo decirle a su hermana que estaba completamente enamorado y desquiciado por un ángel que sólo había visto una vez? Incluso creía que si le decía lo matarían por tal atrevimiento, lo mandarían a una especie de psiquiatra de demonios o le harían rituales para sacarle esos pensamientos y sentimientos. Y la verdad el demonio ya no estaba muy seguro de querer olvidar o negar ese sentimiento en su ser.

-no sabría decirte – negó sonriendo ligeramente –¿alguna noticia del portal? – desvió el tema.

Sayuri negó con la cabeza – es obvio que no han llegado a la organización pero tampoco tenemos una idea de donde puede estar. Aoi es muy escurridizo cuando quiere – dijo un poco decepcionada.

Un fuerte golpe los alertó, algo malo estaba pasando en el piso de abajo. Los dos salieron de la habitación directo hacia el recibidor, donde permanecieron estáticos al pie de la escalera al darse cuenta de lo que había entrado a la casa.

Era un enorme escarabajo con dos cuernos, uno en la cabeza y otro en el tórax, eran incluso mas grandes que su propio cuerpo de casi ocho metros. Era de color amarillo y negro, se movía con gran facilidad, pues cualquier arma con la que trataran de atacarlo rebotaba en su gruesa coraza.

-Sayu – dijo Uruha con voz temblorosa - ¿Qué es eso? – preguntó al ver por fin a Kamijo acercarse al enorme insecto.

Sayuri negó con la cabeza – no tengo idea, pero…. – no alcanzó a decir algo mas pues la sorpresa la invadió al ver que el hechizo de fuego de su esposo tampoco surtía efecto sobre la criatura.

En menos de dos segundos el escarabajo mandó a Kamijo por los aires y caminó con paso muy rápido hacia Uruha, su objetivo era el demonio castaño y nada se interpondría en llevárselo.

Y el fin del mundo no se desatará sin el sacrificio de sangre del elegido. 

Notas finales:

que les parecio?

ame a ryutaro!!

adivinan porque estaba hilando?? 

que les parecio reita poseido?'

que pensaron de los insectos??

uruha!!!!!!!

okdejen rvw ;O;

proxima actu delirium!!! no me tardare ;D 


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