"Si tan solo tubiera un cigarro.... Aunque sea una caladita.... Maldito mono!!!!" Si ese gilipollas del marimo hubiera cerrado su gran bocaza estaría llenando mis pulmones de mi adorada nicotina... Pero no, tenía que tocarme las narices, aunque esta vez había sobrepasado el limite. De acuerdo que podía haber dicho que no.... Pero como negarme a lo que pedían mis damas? No podía!! No negaría que la idea de Robin no había sido del todo mala, mientras tenía mis manos y boca ocupadas con el chupa chups olvidaba por unos moemntos las ganas de fumar.... Por unos momentos. Luego todo volvía a la normalidad y mi mala leche llegaba a cotas que ni yo mismo conocía. Para rematar la jugada el idiota del musgo me ignorba por completo, incluso huía de mí, justo ahora que lo necesitaba. Sí, necesitaba a ese cabrón, necesitaba desahogarme con alguién y las peleas con él eran la perfecta forma de hacerlo. Algo tenía que haber hecho para semejante castigo. Sin tabaco, sin un buen polvo desde... buff, ni me acuerdo, y para encima sin poder patear a ese imbecil. Asi que lo único que me quedaba era volver a buscar en mi bolsillo y llevarme otro de esos caramelos a la boca.... "Jodida vida mía..."
-Otro más? Parece que al final te vas hacer adicto a ellos.
-Nami-swan!!! No te rias del sufrimiento ajeno....
-No exageres Sanji... Además desde que dejaste de fumar el barco esta más tranquilo, no crees?
Eso era cierto, sin las peleas entre el cabeza de alga y yo el barco se había vuelto tranquilo, más bien aburrido.
-No es cosa mía. Ese idiota no hace otra cosa más que ignorarme.
-Acaso te molesta, cocinero-san?
-Que coño!!! Simplemente me aburro sin tener a quién patear...
-Jajaja! Entiendo... Por cierto navegante-san, parece que cierto capitán anda haciendo de las suyas.
La pelirroja se asomó por la ventana, encontrandose con el capitán apunto de saltar por la borda huyendo de un narizotas bastante cabreado.
-LUFFFYYYYYY!!!!
La chica salió a toda prisa y segundos después se hizo el silencio en todo el barco, justo después de dos fuertes golpes.
-Asi que aburrido... Pues parece que algunos se entretienen bastante contigo, cocinero-san.
-EH?
-Nada, nada. Simplemente creo que no te ignora tanto como crees... Sobre todo con cierto elemento de por medio.
La morena miró un momento el chupa chups que tenía en la boca y salió de la cocina con una risita bastante sospechosa. Que pasa que también le molestaba que tubiera esto en la boca? No si el caso era joderme.... Bueno pensandolo bien quizás comería alguno más de lo habitual... Con suerte conseguiría sacar a ese idiota de equicio por fin.
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Llevaba toda la mañana tranquilo. El cocinero no había salido de la cocina en un buen rato, evitando verle con su nuevo vicio entre manos. Había pensado mil y un planes para que volviera a fumar, pero ninguno parecía ser lo suficientemente bueno. Vale, lo mío no era ser estratega, estaba claro, pero era eso o volver de nuevo al baño....
-Hombre si estas aquí alguita!
Mierda! Cuando coño había aparecido? Abrí mis ojos, encontrandomelo justo delante de mí, con ese maldito caramelo en la boca.
-No ves que estoy durmiendo imbecil?
-Ah, sí? Entonces hablas en sueños marimillo?
Juego, set y partido. Maldito cocinerucho de segunda...
-Que es lo que quieres?
-Nada, por?
Se sentó justo delante de mí, jugando con el motivo de mis subiditas de tono. No podía haberse dado cuenta... Entonces que cojones hacía? Cada sutil movimiento de ese dulce por sus labios comenzaba a probocar que mis bajos instintos afloraran.
-Tienes ganas de tocarme las narices o qué?
-La verdad es que sí... Jajaja!
-Tsk. Imbecil...
-No te hagas de rogar cabeza de alga, estoy seguro que tu te aburres tanto como yo, cierto?
La verdad es que se echaba de menos las peleas con él, hacían el día un poco más entretenido....
-Puede.
-Entonces... Jugamos?
Un escalofrío recorrió mi cuerpo. No solo fue esa frase, ver su lengua recorrer la pequeña bolita roja como si fuera.... Tenía que salir de ahí con cualquier excusa. Me levanté intentando rozarme lo menos posible con él... Desde cuando estaba tan jodidamente cerca? Iba a dar el primer paso hacía la cocina, en busca de algo de beber, cuando me encontré entre él y el mastil del barco. Maldije mil veces mi manía de apoyarme en él para descansar, pero volvío a atraer mi atención.
-Tienes envidia?
-Que estupideces dices?
-No paras de mirarlo.....
-No.. yo... no...
-Solo una chupadita, marimo.
Antes de poder decir nada lo sacó de su boca y lo rozó sobre mis labios. En ese mimsmo instante mi parte baja tomo el control de mi cuerpo y mi lengua se paseo lentamente por el caramelo, saboreandolo.
-No seas egoista, cabeza de alga... Es mío.
Lo apartó de mi boca y volvió a meterlo en la suya. No pude evitarlo, estaba de nuevo empalmado. Rogué por que no desviara su vista hacía abajo, aunque sentir sus ojos fijos en los mios tampoco ayudaba mucho. Y si me atrevía? Tan solo rozar esos labios....
-Cuidado!!!
Cuando quisé darme cuenta Luffy corría directo hacía mí, haciendo el choque inevitable.
-Que cojones haces Luffy!!!
El pequeño se levantó y me miró sonriente, mientras sujetaba un frisbee en su mano.
-Lo tengo! Jajaja!
Lo aparté de mí de un empujón y me puse en pie como pude. Busqué con la mirada a ese maldito calienta braguetas, viendo como se acercaba a la morena que se encontraba a unos metros de nosotros, perdida en uno de sus libros.... "De que se reíran esos dos?"
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