Se cruzaron Mokona y él; y notó que el pendiente de la pequeña estaba brillando... Tendría que despedirse otra vez de sus amigos y ...de su persona más preciada. Pero por algun motivo no quería estar para cuando llegara la hora de que se fueran, no podría soportarlo; el dolor era inmenso.
- ¿Y Fay-san? - preguntó el castaño al ver que el mago no aparecia y ya tenian que irse.
- ¡Tsk! - decia el moreno al ver que no llegaba el rubio.
Mientras la princesa buscaba a su padre por los salones hasta llegar a los invernaderos y encontrarle sentado en un rincón.
- ¿Padre?
- Por favor... no les digas que estoy aqui... -le sonrió. - Mokona-chan se pondrá muy triste si nos despedimos... prefiero dejar las cosas como un "nos vemos".
- Padre...
Al volver la princesa les dijo que no habia encontrado al ojiazul; pero que fuera lo que fuera que estuviera haciendo, debia ser importante como para no estar aqui.
El moreno mas que molesto salió corriendo, ignorando que Mokona pronto los iba a transportar. Buscó cuarto por cuarto, salón tras salón hasta que pensó en el mejor lugar donde el mago podria estar y ahi le encontró, rodeado de plantas y hermosas flores de cerezo que solo en aquel lugar el habia logrado hacer crecer y florecer.
- Idiota, me has hecho buscarte por todo el castillo.
- Gome Kuro-chan -rio. -Demo... no queria que me vieran así.
- ¿Nani?
- Tu sabes, es doloroso verlos partir otra vez...
- Pero siempre puedes transportarte a donde estemos.
- Pero no siempre adivinaré en que mundo estan... y el tiempo aqui trancurre mas rápido; tus dias serán meses para mi... - comenzaron a brotar aquellas lagrimas que no queria dejar escapar frente al moreno. - Tus meses para mi serán mas que años... ¡No quiero! ¡No quiero!
- Pues ven con nosotros... - le invitó. - Valeria ya es prospero gracias a ti.
- Pero solo la magia los mantiene... mi magia... Yo... -Se aferraba al moreno como un pequeño niño. - Yo... no quiero, no quiero perderte de nuevo... no quiero alejarme... sentirme solo... quiero volver a viajar con ustedes... y no puedo... Si me voy este mundo... este mundo...
- Oye, - Le habló ya mas empatico hacia su compañero. -Debo admitirlo... También me afecta el dejarte acá... pero... -miró fijamente a sus ojos. - Yo voy a esperar... esperaré volver a caer aqui... y tú debes esperarme.
- Kuro...
- Regresaré y no estarás solo... no si de mi dependiera.
Queria besarlo y no dejarle ir; amaba tanto a ese bruto; tanto que su corazon se partia en dos y una mitad se la llevaba el moreno. Prefería mil veces morir antes de pensar en estar sin él.
Ante la mirada de todos, Kurogane regresó justo cuando Mokona ya estaba comenzando la transportación. Dijo que no habia encontrado al Mago; pero que estaba seguro de que volverian a verse. Solo así calmó a la pequeña Mokona que lloraba mucho al no despedirse de Fay. Pero el rubio lloraba mas que todos ellos juntos... Ahi en aquel invernadero. Donde Kurogane le hiso una promesa.