El aro de Mokona demostraba que ya era hora; Syaoran abrazó a la pequeña bola blanca que lloraba desconsoladamente; a Fay le dolía también separarse de sus amigos.
- No llores, Moko-chan, recuerda que puedo viajar por las dimensiones también
- ¿O sea que nos veremos pronto Fay?
- Hai
- ¿Lo prometes?
- Sip, pero debes dejar de llorar ¿si?
Esa era una promesa que quizás no cumpliría; pero necesitaba que la pequeña dejara de llorar o el dolor de su pecho seguiría más intenso. Kurogane posó su enorme mano sobre su cabeza y le despeinó.
- Cuida bien de este lugar.
- Hai ^^
- Si tienes hambre, solo debes…
- Lo sé, Lo sé, demo… estaré bien un tiempo.
Mai hiso una reverencia, y agradeció las enseñanzas del vampiro.
- Arigato, Fay-san.
- Cuídate Mai-chan, y cuida de ellos por mi ¿ne?
- ¡Hai!
El castaño le entregó un pañuelo doblado que parecía guardar una hermosa flor de cerezo.
- La guardé aquel día que dejamos Nihón para ir por la princesa; me ha traído la mejor de las suertes y siento que trae un trozo de ella.
- Entonces deberías conservarla.
Negó con la cabeza. –de seguro Sakura habría querido que tu lo tuvieras.
- Arigato, Syaoran-kun.
- Será mejor movernos rápido, esa cosa no deja de brillar. –dijo el moreno acercándose a la bola blanca. Fay agachó la cabeza un instante mientras ellos eran transportados, quería despedirlos con una sonrisa pero las lágrimas comenzaron a caer. Finalmente cuando logró sonreír, las lágrimas no dejaban de brotar. Kurogane se percató de ello y quería detener la transportación y abrazarle; pero era algo que no podía.
Así fueron a dar a Tokio. Donde se encontraron en una extraña escuela.
- ¿qué lugar es este?
- No lo sé, no recuerdo haber visitado aquel sitio.
- Tal vez el otro Syaoran lo hizo. –dijo la pequeña.
- Recorramos el sitio en busca de gente.
Comenzaron a encontrarse con algunos estudiantes que les saludaban como si le conocieran de siempre.
- ¡Buenos días Kurogane-sensei! ¡Syaoran-Kun! ¡Soel-chan!
- ¡¿nani?!
- B… buenos días, dijo el castaño y siguieron caminando.
- Esto es extraño, parecen conocerlos.-Dijo Mai.
- Ellos llamaron a Mokona con su nombre, nadie suele saber el nombre de Mokona.
- Quizás porque en este mundo las cosas se dieron distintas. –Se escucha una voz muy familiar
- ¡¿Yuuko?! –dijeron al unísono
- ¡Yuuko! – gritó Mokona yendo a sus brazos. -¿por qué te fuiste? Watanuki está ahora en la tienda y…
- Gomene. – se disculpó. –Yo soy la Directora de esta escuela, y soy la Yuuko de esta dimensión, no de la suya, aquí solo soy una humana normal.
- Entonces como sabes de nosotros.
- Un sueño hace mucho tiempo
- ¿Un sueño?
- Con mi otra yo… Un mago, dos guerreros y una Mokona vendrían a esta dimensión. Pero veo que el mago no está con ustedes y a cambio han traído a esta joven.
- Es una larga historia.
- Síganme hasta mi despacho. –Comenzaron a caminar. –Aquí en este instituto están sus representantes de este mundo; no existe la magia y aquí todos tienen una vida tranquila. –Pasaron por una sala y echaron un vistazo viendo al mismísimo Fay dando clases de cocina.
- ¡fay!- dijo Mokona.
- No, el es Yuui, el maestro de cocina; originalmente se llamaba Fay pero él y su hermano cambiaron nombres; Fay es el maestro de ciencias.
- Ósea que aquí están ambos vivos. –dijo el moreno pegando un suspiro.
- ¡Sakura-san! –dijo Syaoran al ver a su princesa.
- Ella es nuestra Sakura, algo tímida, amable y cariñosa junto a un Syaoron; quizás conozcan a Watanuki
- Si, Watanuki es el dueño de la tienda ahora –dijo Mokona.
- Pero estoy también yo. –dijo el castaño viéndose tan amigo de la princesa.
- Ese es tu hermano Syaoron, Syaoran está en clase de deportes en este momento… Mokona esa eres tú, con Larg metiendo desorden. –dijo la directora. –Bueno continuemos, les llevaré a ver la clase de deportes.
Ante la mirada del grupo; Kurogane daba la clase de deportes donde estaba el otro syaoran
- Kurogane, aquí tu eres un maestro de deportes; Syaoran, ese eres tu junto a Doumeki…
- ¡Kuro-sensei! -dijo un alegre Fay corriendo hacia el
- ¡Tsk! ¿y ahora qué? –respondió el profesor de tez morena
- Necesito que vayas después de clases a la cocina, vamos a celebrar el cumpleaños de Seichiro-sensei
- Ya veo, ahora déjame dar mi clase.
- ¿te molesta si veo un poco?
- …Haz lo que quieras…
Nuestros visitantes veían la escena.
- Seichiro, es el médico de nuestro instituto. Hoy es su cumpleaños y se lo celebraremos… Como verán hay cosas que no cambian.
Kurogane miraba la situación y no pudo sentir un poco de nostalgia.
-Bien, vamos a la cocina, han de tener hambre… Yuui hizo una torta deliciosa para celebrar el cumpleaños de Seichiro. –Caminaron y sonó la campana. –ya ha terminado la clase. Pronto vendrán los estudiantes a comer, será mejor esperar un poco.
Cuando la campana volvió a tocar, Yuuko les llevó a la cocina donde se encontraron cara a cara con sus homólogos; ambas partes estaban impactadas, pero Fye-sensei terminó por esbozar una sonrisa e invitarles a pasar
-Soel, mira eres tu. –Dijo Larg acercándose a Mokona.
- ¡wow!, Yuui mira, dos Kurorines-sensei jajaja
-¡Tu pedazo de…. ¡ -dijeron al unísono ambos morenos para mirarse y conversar.
-No deja de sacarme de mis casillas. –dijo el Kurogane viajero
-Dímelo a mí, que anda todo el día sacándome bromas. –dijo Kurogane-sensei.
Watanuki ayudaba con las cosas y fay ayudaba también mientras conversaba y sonreía con su hermano Yuui, quien les servía una taza de chocolate, a los kuroganes les sirvieron café amargo.
-De seguro deben conocer a mi nii-san. –Dijo sonriendo.
-Teníamos a Fay con nosotros, demo… tuvimos que separarnos. –comentó Syaoran.
-Buu que mal. –respondió Fay. -¿y qué tal es Yuui?
-Bueno… no sé cómo decirlo, el Fay que era su hermano, murió y usted decidió tomar su nombre. –respondió algo incomodo. Fay sintió algo de pena y abrazó a su hermano.
-¡Yuui si algo te pasara aquí, me muero!
-¡nii-san! Contigo cuidándome es difícil que algo pase. –decía el cocinero tratando de calmarlo.
-Usted y kurogane-sensei… son muy cercanos, como lo eran nuestro Fay-san con Kurogane-san. –dijo la morena Mai quien no se separaba de Syaoran dado que no conocía a nadie.
-Llevamos mucho tiempo trabajando aquí, y me gusta molestarlo ^^
- Podemos ver que a quienes buscan, no están en este mundo. –dijo la directora. –Pero espero que los encuentren pronto.
-Gracias.
-Pueden tomar las provisiones que les sean necesarias para su viaje. Yuui-sensei por favor ayúdeles con eso.
-Hai Yuuko-sensei.
-Seichiro-sensei les dará medicinas por si las necesitan. Espero que tengan un buen viaje.
El aro de Mokona estaba iluminando y preparándose para la transportación. Nuestros amigos agradecieron la hospitalidad y les desearon mucha suerte. Fai, al lado del profe de portes hizo un comentario bajo para que solo el moreno escuchara.
-Aquel Kuropon parecía algo triste… parece que nos tuvimos que separar por algo serio.
-Espero se reencuentren.-dijo el moreno
-¿eh?
- Porque no es justo que solo yo tenga que soportarte. –rio y Fay le respondió con una sonrisa.