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Tic tac por Yuki Eiri

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Notas del fanfic:

¿Qué tal? Hace mucho tiempo que no subía nada, este fanfic había querido subirlo antes, pero por motivos de fuerza mayor no pude. Espero que lo disfruten y ya próximamente trataré de subir más.

Gracias.

El reloj estaba marcando las 20 hrs con 50 minutos, se sentía impaciente por oír esa voz que hacía vibrar hasta el último rincón de su cuerpo e incluso de su alma, ¿Por qué el reloj marcaba tal hora y su inquietud se hacía cada vez más profunda? El otro joven había saldo a las 4 de la tarde, dijo que solo sería un momento pues necesitaba meditar. ¿Por qué duraba tanto esa meditación? ¿O es que algo malo le hubiese pasado? Maldito reloj, comenzaba a hacer más ruido de lo normal "tic tac" "tic tac" "tic tac" no había ningún otro sonido "tic tac", el pobre desesperaba "tic tac" "tic tac"...

 

Así, el joven decidió salir en busca de su pareja. El nunca se retrasaba tanto oh no, al menos no hasta donde él podía recordar. Al salir del departamento se encontró con una calle bastante transitada, con mucha gente que lo miraba con admiración pero ¿Por qué? ¿A caso era el una persona tan importante? Solo sabía lo que hasta el momento le habían hecho saber. Por la acera de enfrente al fin vio lo que sus ojos deseaban, un chico alto y de cabellos rubios venía en su dirección, parecía algo distanciado de la realidad y llevaba una mano sobre su cabeza.

 

-¡Yuki! ¿Dónde estabas? Me dijiste que solo sería un momento... buaaaaaaaaaaaa -El joven comenzó a llorar.

 

-Yo... Perdí la noción del tiempo. -Contestó el joven rubio.

 

Ambos jóvenes reingresaron al departamento, el pelirosa había cesado de llorar y el más alto había regresado a la realidad.

 

-¿Yuki?

 

-... -Ese gesto frío.

 

-¿En verdad somos amantes?

 

-... ¬.¬

 

-¿Por qué nunca me has besado?

 

¿Cómo? ¿Que nunca lo había besado? Esa pregunta pareció un balde de agua fría sobre la cabeza del rubio. Trató de no enojarse así que decidió no tomar en cuenta el comentario.

 

-Yuki... ¿Alguna vez hemos hecho el amor?

 

-Basta, no sé que pretendes. Han pasado 72 hrs desde el accidente, se supone que ya deberías recordarlo todo. -No quería, pero no lo logró. Se molestó. Se levantó del sofá y casi se fue encima del cantante.

 

-¿Recordar qué? Por favor... Recuerdo que... me subiste a tu carro... y luego estaba en el hospital.

 

-¡Suficiente! ¡No pienso soportarte más! Me largo.

 

-No por favor... si te vas no creo sobrevivir en este lugar. No conozco a nadie, ni siquiera puedo recordar quién soy... por favor... si me me amas tanto como dices... quédate a mi lado...

 

-Shuichi, trata de recordar lo antes posible. -El de los ojos dorados caminó hacia la cocina, estando ahí se puso a preparar la cena, ¿Qué más le quedaba? -Esto no hubiera pasado si...

 

-¿Yuki? ¿Puedo ayudarte en algo? -Interrumpió la voz imitada de un niño.

 

-No, eres bastante malo cocinando, no quiero que destruyas mi cocina.

 

-De acuerdo, entonces pondré la mesa.

 

-Mira, tú solo siéntate a la mesa y yo haré el resto. -Que poca paciencia del rubio. Si existían los karmas seguramente este debía ser el peor de todos.

 

Quince minutos, en quince minutos la cena estaba lista sobre la mesa, un delicioso platillo de alta cocina realizado por esas manos tan suaves y delicadas. Todo listo, excepto Shuichi, quien se había quedado dormido sobre el mantel.

 

-¡Levántate imbécil! ¡Estoy cocinando para ti y tú te quedas dormido! ¡Maldito niñato! -Lo sacudió violentamente durante más de un minuto, afortunadamente funcionó y el pelirosa despertó.

 

Antes de la cena, el timbre de la puerta comenzó a sonar. "Ding dong" "Ding dong".

 

-Ya voy, ya voy. -Dijo Eiri molesto. ¿A quién se le ocurre llegar a la hora de la cena? Abrió la puerta. Un hombre barbón y de lentes estaba ahí.

 

-¿Aquí vive Shindou Shuichi? -Dijo el hombre barbón.

 

-Sí. Pero, ¿A qué se debe su visita doctor? ¿No dijo que Shuichi estaba bien?

 

-Perdón, los estudios que le hicimos hace algunos días, los revisamos hoy y me muestran un resultado poco agradable. Por favor permítanos al muchacho. Debemos asegurarnos del resultado.

 

-Si, pero... ¿Es grave? -Cierto temblor se escuchó en la voz del escritor.

 

El doctor junto con dos camilleros y una enfermera entraron a buscar a Shuichi, quien nuevamente se encontraba dormido a diferencia de que estaba sobre el plato de la comida. El doctor dio la orden de que lo pusieran sobre la camilla y lo llevaran a la ambulancia. Eiri se encaminó para irse también pero los enfermeros cerraron la puerta del transporte antes de que el rubio pudiera siquiera subir un pie.

 

El reloj marcaba las 23:00 hrs. cuando habían trasladado al cantante al Hospital General de Tokyo. Cinco médicos entraron a su cuarto a revisión en compañía de tres enfermeras y dos asistentes.

 

Eiri recién iba llegando a la recepción para preguntar por el pelirosa, pues a causa de que la ambulancia lo había dejado, tuvo que tomar un taxi hasta allá porque justo ese día su mercedes benz estaba en la agencia para recibir el mantenimiento adecuado después del daño que le causara el impacto de hacía tres días.

 

-Disculpe -Se apoyó en la barra de la recepción. -Necesito informes sobre Shindou Shuichi.

 

-Déjeme ver. -La joven enfermera que atendía se puso a buscar en los registros de la computadora y efectivamente aparecía el nombre pero no la ubicación. -Lo siento, deberá esperar a que algún doctor venga a darme informes pues por el momento no está en un lugar fijo. Quizás lo tengan haciéndole estudios.

 

-Señorita -interrumpió otra voz. -Anote, Shindou Shuichi estará en el cuarto número 103, estará en observación hasta las 7:00 a.m.

 

-Sí Doctor.

 

-Doctor... ¿Puedo?

 

-Ah eres el chico que estaba en casa de Shindou -Interrumpió el médico.

 

-Sí. ¿Puedo?

 

-¿Qué eres de él? -Volvió a interrumpir.

 

-¿Puedo pasar a verlo?

 

-¿Cuál es tu parentesco con él?

 

-¿Ah? Bueno pues... él es mi pareja.

 

-En ese caso, pues... pasa pero solo unos minutos. ¿Tú eres el responsable de él? ¿O debemos avisar a su familia?

 

-Yo soy el responsable. Con permiso. -El rubio pasó apresurado.

 

Ya el doctor había dicho que al cuarto número 103... El pasillo era largo y los minutos se estaban consumiendo, tenía que llegar lo más rápido posible.  ¿Por qué sentía que le temblaban las piernas? ¿Por qué su corazón latía a tal rapidez? ¿A caso era un... presentimiento? Se detuvo y frente a él encontró el cuarto. Era el momento de entrar.

 

Estaba ahí sobre la cama. Parecía un niño pequeño. Sus mejillas estaban pálidas y su respiración se veía y se escuchaba agitada. En la pared cerca de la cama había un reloj enorme y decía que ya eran las 00:30 hrs. Se inclinó sobre la cabecera para darle un beso a su koibito. "Tic tac" se escuchó sobre el rubio. "Tic tac" Estúpido reloj. "Tic tac" el doctor se aproximaba. "Tic tac" La hora de marchar.

 

-Shuichi, el tiempo es injusto ¿Cierto? Te veré más tarde.

 

-Yu... ki... -La voz débil del pelirosa se hizo escuchar un poco. -No te vayas. Tengo miedo.

 

-Debo irme baka, el doctor está afuera esperando a que salga.

 

-¿Me amas?

 

-Muérete idiota. -Salió con un solo pensamiento "Sí, te amo".

 

El rubio regresó a la sala de espera. Se sentó y observó el panorama. Enfermeras en todo el lugar iban y venían. Cerca de la puerta de entrada había suficientes policías, personas, un hombre daba vueltas de un lado a otro, una niña cantaba una canción nostálgica... el médico tenía cara de preocupación. "Tic tac" otro reloj en la pared de la recepción. "Tic tac" contando los latidos de su corazón. "Tic tac" "Tic tac" que crueldad. "Tic tac" "Tic tac".

 

Así fue, el escritor fue vencido por el cansancio y fue despertado por los casi gritos del doctor. Eran noticias sobre Shuichi. Un hematoma... un hematoma en el cerebro que debía ser operado rápidamente por que si tardaban 20 minutos más el joven moriría. Sólo querían la autorización del de los ojos dorados a quien le habían estado tratando de despertar hacía una hora. El reloj marcaba las 8:10 a.m. y el cantante estaba siendo ingresado al quirófano.

 

-Eiri. ¿Qué estás haciendo en el hospital?

 

-Acompaño a Shuichi... Mika... ¿Tú qué haces aquí?

 

-Ah bueno, es que Touma me pidió que recogiera un medicamento. Dime ¿Shindou está bien? ¿Por qué tienes una marca en la cabeza?

 

-... -Sus ojos destellaron, lágrimas que no dejó salir.

 

-¿Qué pasa? Ven, vamos a la cafetería estás muy pálido. -Mika tomó a Eiri de la mano hasta que llegaron a la cafetería.

 

"Tic tac" Otro reloj le esperaba...

 

-¿Hermano, que sucede?

 

-Es mi culpa que esté ahí. Está en el quirófano con un hematoma en la cabeza. -La manera más fría de decirlo.

 

-¿Qué? ¿Y ya le avisaste a su familia?

 

-Yo... me estoy haciendo responsable... Hace 4 días sufrimos un accidente, verás... Habíamos discutido por la tarde, así que para disculparme lo llevé a cenar fuera de la ciudad, pero estando en la cena me sacó de mis casillas, por eso lo obligué a subir al auto casi acabando de llegar. Deberíamos de haber llegado a casa, pero... otro auto nos sacó de la carretera, dimos vueltas, le dije que saltara pero el imbécil saltó sobre mi para proteger mi caída y el mayor impacto lo recibió él. Lo próximo que supe fue que estábamos en el hospital, el doctor dijo que Shuichi tenía una pérdida de memoria momentánea pero se suponía que dentro de 24 hrs podría volver a la normalidad... Anoche el doctor fue a la casa y lo trajo aquí... y dice que tiene un hematoma y por eso está en el quirófano... -Guardó silencio mientras tragaba saliva -Es mi culpa...

 

-Eiri, fue un accidente.

 

-Debo volver a la sala de espera. Quizás ya lo sacaron de la operación. -Se levantó lo más rápido que pudo y volvió a la sala.

 

"Tic tac" el reloj marcaba ya las 10:30 a.m.

 

El doctor se acercó.

 

Joven, lo siento. Hicimos lo que pudimos. Puede pasar a verlo unos momentos.

 

"Tic tac" Su corazón latía rápidamente. Entró en el cuarto y sobre la cama, estaba el cuerpecito de su uke. En la recepción estaba Mika, preguntando por Shindou.

 

-Lo siento, el joven Shindou falleció durante la operación. Fue pasado a un cuarto mientras se localiza a sus familiares, está en el número 103.

 

-Gracias. -Mika tomó carrera, su hermano seguramente estaba ahí y ya se habría dado cuenta.

 

Efectivamente Eiri estaba dentro.

 

-Shuichi, despierta. ¿Cómo te sientes? ¿Ya recuerdas todo? -No había respuestas. -Shuichi... no me hagas esto... ¿Tu también vas a dejarme solo? No quiero... todo esto es mi culpa... por favor baka despierta... -Lágrimas gruesas empezaron a descender por sus mejillas. -¡Idiota! ¡Despierta! ¡Despierta! -Golpeaba el pecho del pequeño. -¡Despierta! Despierta... te amo... -Un grito ahogado salió de sus labios, lágrimas caían sobre el rostro del pelirosa. Era una realidad triste, ¿Quién iba a consolarle ahora? ¿A quién molestaría? Nadie con quién compartir su almohada... Nadie con quien hacer el amor... Una mano se posó sobre su hombro.

 

-No llores. Ya no llores...

 

-... -No estaba escuchando.

 

-Ya no llores, por favor... Yuki...

 

¿Yuki? Solo él le llamaba Yuki. Dejó su llanto un momento y miró que el de los ojos violáceos había despertado. "Tic tac" "Tic tac" es nuestro tiempo juntos. "Tic tac" "Tic tac" volvamos a renacer.

 

-Shui...chi... ¿Cómo? ¡Qué importa! -Lo besó, lloraba libremente sobre el hombro de su amado.

 

Mika observaba desde la puerta, no quiso interrumpir y avisó al médico que Shuichi estaba despierto.

 

"Tic tac" El reloj marcaba las 12:00 p.m. "Tic tac" en el cielo brillaba radiante el sol.

 

Media hora más tarde, ya todo se encontraba estable.

 

-Shuichi... me alegro de que estés bien...

 

-Yuki... Ai Shiteru...

 

La mano derecha del escritor acariciaba las mejillas del cantante, mientras que la mano izquierda, acariciaba los muslos y la entrepierna.

 

"Tic tac" que ha llegado la hora de demostrar el amor... "Tic tac" "Tic tac"...

 

-Baka, olvidé mostrarte algo que escribí para hoy, el día que te enojaste conmigo.

 

"Amantes gracias a esa noche

mágica que te conocí

enredaste mi corazón con una mirada

mirada dulce que hasta ahora comprendí

 

"Tic tac" "Tic tac"

El reloj llamó mi atención.

"Tic tac" "Tic tac"

Has vuelto a brillar en mi interior

 

Es un día muy especial

es día de San Valentín

es un día de demostrar

lo que siento por ti...

 

El tiempo es sabio "tic tac"

ahora nos volvió a unir

que siga sonando por siempre

en un unísono latir."

 

-¡Ah! *_* ¡Kawaiii! -¿Lo escribiste para mi verdad?

 

-¿Eh? ¡Claro que no! ¡Idiota! ¿Por qué habría de escribir algo para ti?

 

-No lo sé... buuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaa ¡Yuki malo! ¡Creí que me amabas cuando te vi llorando por mi!

 

-¡Ya cállate! ¡Comienzas a molestarme! -"Claro que es para ti"  pensaba el rubio. -Ya, Shuichi, dejemos esto por la paz. No quiero pelear.

 

Y así terminó el día. A la mañana siguiente Shuichi estaba siendo dado de alta, Eiri había recogido su auto (que por supuesto pidió uno nuevo) y lo esperaba para llevarlo a casa. Hogar dulce hogar debería haber sido, pero en vez de eso, en el departamento los estaban esperando: Hiro, Mr. K, Suguru, Touma, Mika y Ryuichi. Al abrir la puerta todos salieron al encuentro de los jóvenes. Claro también era día de la amistad. Nadie quiso cocinar así que tuvieron que pedir comida a domicilio. Fue un convivio feliz para casi todos. Eiri se sentía enojado porque el pensaba que al llegar a casa iba a llevar a Shuichi a la cama y después a desvestirlo y luego a...

 

FIN

Notas finales:

Espero que les haya gustado.


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