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Madre, Te presento a mi NOVIO. por blackmoral_ruki

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Notas del fanfic:

Un oneshot de humor.



Espero les guste.


En estos momentos estas a punto de cruzar el umbral de la adolescencia y entrar a la etapa de madurez, en donde ya no eres un niño consentido y pasas a ser un hombre con responsabilidades.


Y una vez que cruzas ese umbral no hay vuelta a atrás, no hay vuelta atrás para que tu madre conozca a tu novio, así es, NOVIO.



-madre… te presento a mi novio...-silencio y empiezas a sudar, aprietas la mano que está adentro de la seguridad de tu bolsillo de género negro, en fin, te encuentras frente a la puerta, al lado tuyo el chico del cual has salido durante los últimos 11 meses y en frente a la mujer de la cual te cargo 9 meses y soporto tu olor a hombre durante los últimos 20 años.


-un gusto, mi nombre es Takashima Kyouyou – cuando no crees que podría irte peor, antes de contarle sobre tu decisión y porque aquello te llevo a elegir testosterona en vez de progesterona, él se presenta.

 
-amor, creo que debiste decir novia, un gusto señorita, pase – la señora hace una reverencia dejando a ambos hombres con el alma en un hilo.


 
-¿eh? – alcé cejas no entendiendo ¿señorita?


-¿m-me dijo señorita? – y tal como lo pensabas tu novio también luce desorientado.


-tranquilo, iré a hablar con ella – le di una palmadita en el hombro para entrar a casa y perseguir a mi madre hasta la cocina.


-... – el castaño se quedó observando desde afuera, aunque sin dejar mostrar una risita risueña.


-mamá… -le llame desde la puerta, tal como solía hacer cuando rompía algo.


-¿sí? ¿Y tu novia? ¡Eres un maleducado, la dejaste afuera de la casa! – tal como en aquellos tiempos me dio un zape en plena cabeza.


-¡auch! no madre, es que Takashima... –sobándome la zona afectada intente explicarle, pero ella me callo de inmediato.


-¿llamas a tu novia por su apellido? se nota que jamás dejaras de ser un burro de campo Yuu – me reprocho moviendo su dedo índice, al mismo tiempo en que mi pareja hacia su aparición.


-¡p-pero mamá! – sin más hablo como era típico en ella y me dejo como un burro frente a Uruha.


-ya, ya basta de gritar, que dirá Kyouyou-chan – suavizo su voz una vez observo a mi castaño compañero.


-he… Por mí no hay problema – sonrío este, dejando satisfecha a mi madre, ambos caminaron hacia el comedor, en donde la mesa estaba lista.


-¿eh? ¡oye! – le mire de mala manera.


-... – mi madre me mando una mirada furiosa a lo que solo pude suspirar y desquitarme con mi novio cara de pato.


-bien, siéntate..."AMOR" – aleje la silla de la mesa, el ladeo la cabeza divertido, captando mi sarcasmo.


-gracias "CARIÑO" – me respondió de la misma manera, por dentro nos debatíamos en una pelea interna de pareja.


-ha…el amor en el aire –suspiro mi madre tiernamente dejándome perplejo y a Kyouyou con una risa victoriosa.


-espero que les guste el estofado de pato, curiosamente ayer mientras regaba las plantas de lechuga uno me cayó muerto en la cabeza, y diré que me cayó una buena idea para la cena – una vez todos en la mesa, mi madre sonreía mientras nos servía bruscamente un pedazo de pato, que impactaba en el plato salpicando un poco.


-... – Uruha, en silencio, observo el plato con horror al notar que le había tocado la cabeza del animal, y era bastante gracioso, ya que el adoraba los patos y lejos había comido uno en su vida.


-¿qué pasa AMOR acaso no te gusto la historia o loel estofado de pato? – con una sonrisa maliciosa comente en alto, la mirada perpleja del castaño se posó en mí, sentí sus ganas de ahogarme en la olla del estofado.


-creo que la historia es ADORABLE y la comida luce DELICIOSA, CARIÑO – a duras penas vi como fingía ternura y cordialidad, yo estaba que estallaba en risa, y mi madre solo observaba serena no percatándose de nada.


-y dime Kyouyou-chan ¿te alimentan en tu casa? estas muy delgada – tras dar una probada de su comida, mi madre lanzo el comentario.


-... - vi cómo un poco de ensalada se caía del tenedor abruptamente, Uruha estaba temblando.


-hahahaha –ya no aguante más y estalle de risa en su cara.


-... –tan sereno como solo él puede llegar a ser me lanzó una patada por debajo de la mesa.


-¡auch! – me queje adolorido.


-eh… claro, claro, es solo que… -intentó dar su mejor respuesta, pero me le adelante una vez supe controlar el dolor de mi pierna derecha.


-mamá ya sabes cómo son las MUJERES siempre quieren verse DELGADAS – le mire de reojos mientras bebía un poco de zumo de naranja-


-eso no PASARIA si HOMBRES como tú no nos TILDARAN de GORDAS VACAS


-¿¡que!? – escupí todo el jugo al escuchar tal acusación.


-¡Yuu qué horror! ¡no puedo creer que le digas así a tu novia! – dio un golpe en la mesa asustándome.


-¡que no es mi "novia"! es…- intente aclarar este asunto de la mujer, pero la ira femenina de mi madre me atraganto de golpe.


-¡Yuu no grites en la mesa!


-¡¡mama!!


-¿ve? ¡Lo hace de nuevo! no comprende –se cruzó de brazos apoyando a mi madre, ¡estaba haciéndome ver como una bestia frente a mi madre… MI MADRE! - no entiendo como una mujer como yo esta con este animal – y la guinda de la torta, ahora se tomaba enserio lo del título de mujer para hacerse la ofendida… digo, ofendido.


-eso es porque soy el único ANIMAL que te lamería los huesos que tienes como piernas AMOR – sonreí amorosamente causando la ira del castaño.


-¡QUE DIJISTE! –alzó voz erizado completamente, sus mejillas estaban rojas y temía porque usara la vajilla que se encontraba frente de él.


-¡LO QUE OISTE! –infle mejillas causando aún más su indignación.


-¡ya, ya calma, calma! –mi madre terminó su plato y nos silenció abruptamente.


-... – ambos nos quedamos en silencio, con un leve puchero en nuestros labios.


-sé que a esta edad Yuu quiera sentar cabeza y se preocupa por ti Kyouyou-chan, tener hijos saludables es el deseo de todo padre –cerro sus ojos para beber un poco de te helado.


-¿hi-hijos dijo? – los ojos de Uruha se abrieron par en par, yo solo quería que me tragara la tierra, por lo que me deslicé en mi asiento hasta quedar completamente debajo de la mesa.


-aja, Yuu siempre ha querido ser padre.


-... – ahora es cuando me sumerjo más y más debajo de la mesa.


-n-no lo sabía… yo…- le escuche tartamudeando, mis mejillas ardían, jamás nunca le vuelvo a confesar algún sueño a mi madre.


-pero no te preocupes, se preparar una buena sopa de carne y en 3 meses estarás en tu peso normal, inclusiva hasta te crecerán más los pechos – aquello fue como una balsamina para mi mal estar, rápidamente recuperé la compostura y observé como la cara de Uruha era toda una sopa de sentimientos encontrados.


-te llamo PLANA – le pique la mejilla divertido.


-¡no soy plana! ¡Esta camiseta me hace ver plana! ¡mira! - estirándose la camiseta me intento mostrar que mi madre se equivocaba pero, ERROR, ella JAMAS se equivoca.


-sigo sin ver nada…- canturreé apoyando mi mejilla en mi mano.


-¡MALDITO! – infló mejillas rojito, pero la imagen de niñito tierno le duro menos que un dulce, ya que impacto su mano contra mi cabeza, dándome un zape al igual que lo hacia mi adorada madre.


-¡AH! – chille adolorido.



                                  ---



La comida quedo en el pasado cuando ya los 3 nos encontrábamos frente a la puerta.



-fue un gusto Oka-san – se despidió tiernamente y con una dulce sonrisa, del porque Uruha llamo a mi madre “Okasan” sospecho que le obligo llamarla así una vez que fueron ambos a la cocina por el postre, mi madre...


-el gusto fue mío –mamá se despidió de Uruha de igual manera.



Ya todo terminado, se dirigió a la cocina y nos quedamos ambos solos en la puerta.



-ah esto es genial, ni siquiera pude aclararle el hecho de que no eres mujer – me rasque la cabeza avergonzado.


-creo que si Oka-san quiere que yo lo sea, lo seré, no me molesta – sonrió divertido acomodándose su chaqueta negra.


-como si alguna vez a haya molestado – gire los ojos con claras intenciones de molestarlo, adoro molestarlo.


-adiós CARIÑO – colocando los labios como pato me dio un zape realmente fuerte en la cabeza.


-¡auch! – me queje escandalosamente y él se marchó, subiéndose a su moto y desapareciendo entre las luces de la calle.


Sonrei tiernamente mientras cerraba la puerta.


-¿Yuu? – escuche a mi madre llamarme desde el comedor.


-¿si mamá? – se acerque a ella, quien recogía los platos.


-ayúdame a recoger la mesa – me ordenó serenamente, acate su orden obedientemente.


-claro.


-sobre Kyouyou-chan…-se quedó pensativa, yo solo acomode los platos y le mire expectante.


-eh, sobre eso mismo, yo… - era ahora o nunca, ella debía saber que Uruha era un hombre como yo.


-creo que deberían casarse, ya sabes cómo es el tema de la adopción, dos hombres no casados no son bien vistos si crían un hijo.


-... – me quede con la mandíbula desencajada, ella me miro con reproche y me brindó un tierno y dulce zape en la cabeza.


-¡auch!



Las madres saben… realmente ellas lo saben TODO.



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