Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aquel chico por XwxIzUxOxMitzUxwX

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Regalo súper atrasado de aniversario para mi señora marida mía de mi persona (?) y para mí por lo mismo y por mi cumpleaños todavía más atrasado (?) XDU Amora mía~ !Feliz aniversario *otra vez(?)* atrasado~!!  (/*O*)/ <3

¿Y por qué no? :B Regalo de Navidad adelantado para el mundo mundialmente mundial! :DD

Espero les guste… a mí me gustó mucho como quedó y eso es raro en mí XD

faltas de ortografía y/o gramática favor de decirme... gracias(?)

 

 

De nuevo estaba en ese lugar…

En alguna parte de la ciudad, bajo una intensa lluvia que no llegaba a mojarle aun estando bajo ella, el pelinegro miraba a su alrededor intentando reconocer donde se encontraba, miraba con asombro sus manos, a las que llegaban las gotas de lluvia pero parecían fundirse con su piel, entonces alguien pasaba junto a él, rozando su hombro.

Un chico de piel pálida y rasgos finos, de cabello castaño y mechones de un castaño más claro en su fleco, pasaba de él a paso rápido, completamente empapado e intentando resguardar algo de calor abrazándose a sí mismo, pudo notar que por su rostro no corrían solo gotas de lluvia, si no también lágrimas.

Por una extraña razón lo observó en silencio, sin moverse de donde estaba…

- ¡Matte! – se sorprendió al verse a él mismo pasar corriendo frente a él

Aquella versión de él tenía dos o tres mechones rubios y el cabello más corto que su verdadero él, que era un poco largo de la parte de abajo y completamente negro, estaba completamente empapado al igual que el chico que había visto antes.

De un momento a otro se encontraba al ras de una acera, mirando hacia la esquina de ésta, reconoció al castaño de hacía unos momentos y éste, después de voltear tras de sí, poniendo cara de fastidio cruzó la calle, lo siguiente que se escuchó fue derrape de una moto que venía a toda velocidad, seguido del grito de algunas personas y sirenas de un auto de la policía que venía tras dicha motocicleta, mientras él veía horrorizado la escena.

Su otro yo se había quedado paralizado en la esquina de aquel cruce, cuando reaccionó corrió junto al castaño abriéndose paso entre las personas, comenzado a llorar desesperadamente mientras llamaba al chico sosteniéndolo entre sus brazos. Sentía que la opresión en su pecho se mezclaba con un sentimiento de miedo, sufrimiento, tristeza, y unas ganas terribles de ser él quien estuviera abrazando a aquel chico.

El pelinegro se acercó lentamente a la multitud, entonces todas las personas desaparecieron, y se vio en un lugar completamente negro, siendo visibles solo él y aquel chico…

- ¿Quién… es él? – preguntó al aire con apenas un hilo de voz, al verse a él abrazando con dolor aquel cuerpo, del que la vida escapaba a cada segundo que pasaba - ¿Quién…?

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

- Kanon… Kaanooon~… ¡KANON!

El aludido despertó asustado y con la respiración agitada, apretando fuertemente sus sábanas al estar completamente reincorporado.

- ¿Estás bien? – preguntó con un deje de preocupación su compañero de habitación

- Eso creo… - sacudió la cabeza y miró a su compañero – Creo que… era una pesadilla…

- Pues también creo eso, mira nada más como te pusiste

Kanon percibió que estaba sudando frío, además de que había comenzado a temblar un poco.

- ¿Seguro que irás a trabajar hoy? Si quieres digo que estás enfermo o algo

- No es necesario Miku, estoy bien – sonrió revolviendo su cabello con una mano, recibiendo una mirada dudosa del otro – en serio… ¡ya ni siquiera recuerdo que soñé! – ambos soltaron una risita

- Está bien, entonces ya prepárate ¡que se nos hace tarde!

Kanon y Miku trabajaban en una pequeña tienda de ropa en Harajuku. Se conocieron en el último año de preparatoria y se hicieron buenos amigos, al terminarla, decidieron rentar juntos una casa habitación en lo que salían a flote para poder entrar a la universidad.

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

Pasaron algunos meses y ya estaban a nada las fechas para el examen de admisión a la universidad, muchas noches de desvelo y estudio, más el tiempo que tenían que esperar para saber los resultados…

- ¡Te dije que lo lograríamos! – gritaba entusiasta Miku mientras Kanon seguía observando las listas de los aceptados con incredulidad - ¡Esto tenemos que celebrarlo! – anunció abrazando a su amigo por encima del hombro con una enorme sonrisa

Aquel día fueron a trabajar y le contaron su logro a su jefe, Teruki, y le invitaron a celebrar con ellos, después de cerrar la tienda claro.

En medio de su noche de diversión, un chico chocó con Kanon al ir ambos distraídos, haciendo que a aquel chico se le cayera la bolsa de regalo que sostenía contra su pecho.

- ¡Sumimasen! – se disculparon, agachándose por la bolsa y, al quererla tomar al mismo tiempo, rozaron sus manos, volteándose a ver el uno al otro

Kanon se perdió en los brillantes ojos frente a él, haciéndosele aquel pelirrojo de alguna manera familiar; mientras, dicho pelirrojo no pudo romper aquel contacto visual que había logrado con Kanon, sabía que traía lentillas al ver sus ojos de un color entre grisáseo y verde, pero no pudo evitar sonrojarse al recordar que su mano seguía sobre la de aquel extraño, retirándola rápidamente. Kanon apartó la vista hacia la bolsa y la tomó por las asas de cordón que tenía, ambos se pusieron de pié desviando la mirada del otro.

- Di-disculpa… Toma – dijo tímido Kanon, extendiéndole la bolsa al chico

- Discúlpame tú a mí – tomó la bolsa y de nuevo la abrazó contra su pecho – Gracias – fue lo último que dijo antes de retirarse a paso rápido

- Eso se vio tan~ mágico~ - canturreó Miku con un tono empalagoso, saliendo como de la nada pues Kanon no supo a que hora llegó a su lado

- ¡N-no sé de qué hablas! – reaccionó nervioso, pues sin querer había observado al chico irse hasta desaparecer entre la gente

- Son unos niños – rió su jefe ante su comportamiento

Durante las horas siguientes tanto Miku como Teruki se la pasaron molestando a Kanon por su encuentro con aquel chico pelirrojo…

- ¿No le preguntaste su nombre? ¿NADA? – se quejó Miku dejándose caer en el respaldo del asiento

- ¿Qué querías que le preguntara? Sólo tropezamos y ya – respondió Kanon ya cansado de los comentarios tontos de su amigo

- ¡Es que no pareció eso Kanon-kun! ¡Casi pareció escena de man-…!

- No metas tus manga shoujo en esto – Teruki y Kanon rieron por la cara de indignación de Miku

- ¡Es la verdad! – aseguró haciendo un mohín – ¡Dile Teruki-san!

- Lo siento Miku, pero la verdad yo no vi que pasó, cuando volteé el chico ya se iba – respondió entre risas

- Vaya apoyo que nos da el jefe~

Pasaron el resto de la noche celebrando entre sake y risas, pero Kanon no podía dejar de pensar en el tacto tan suave que había sentido cuando el pelirrojo posó su mano sobre la suya.

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

- ¡Te apuesto lo que quieras a que te vuelves a encontrar con él!

- ¿Sigues con eso? Ya pasó una semana Miku, supéralo – dijo divertido el pelinegro

- ¡Hablo en serio! Tengo un presentimiento, y sabes que tengo voz de profeta – terminó de acomodar algunos pantalones y lo miró desafiante – Vamos~ no tienes nada que perder

- De acuerdo – suspiró terminando de hacer algunas cuentas en su celular - ¿Qué y cómo quieres apostar?

- Si te lo encuentras antes de que termine el mes, me dejarás hacerte un cambio de look – respondió sintiéndose triunfante

- Sí que le traes ganas a mi cabello – rió – ok~ acepto PERO si no, tú te teñirás el cabello oscuro por lo menos un mes

- ¡Eso es una injusticia! ¡Sabes que no me gusta! – reclamó infantilmente

- Cabello contra cabello ¿Crees que arriesgaré el mío así como así? – se justificó, divertido

- Pff~ ya qué, entonces es un trato – se estrecharon las manos y sonrieron – prepárate para sufrir bajo mis tijeras

- Eso quisieras – ambos rieron y volvieron a sus labores en la tienda

Pasaron algunas horas y se empezaron a preguntar dónde se encontraría su jefe. Les había dejado encargada la tienda desde que llegaron porque tenía algo importante que hacer, estaban a punto de llamarle por teléfono cuando lo vieron entrar.

- Disculpen la tardanza chicos, pero tuve que ir a recoger a mi sobrino a la central de autobuses ¿recuerdan que les comenté algo?

- Oh cierto, nos dijo que se venía a vivir con usted para estudiar aquí… ¿algo así no? – dijo Miku

- Así es, déjenme presentárselo – salió y entró nuevamente con su sobrino tras él, al apartarse para que pasara Miku y Kanon se quedaron atónitos y basta decir que sorprendidos – su nombre es Takuya, vendrá a ayudar de vez en cuando a la tienda

- Mucho gusto – el mencionado hizo una pequeña reverencia y volteó a ver a su tío, pues aquellos chicos no dejaban de mirarlo de esa extraña manera

- ¿Sucede algo? – como respuesta obtuvo solo balbuceos indescifrables para él – bueno, iré a dejar tu equipaje a casa, se los encargo muchachos – Takuya lo miró sin procesar lo que acababa de decir… Lo dejaría sólo ¿con ellos? Pero era muy tarde para protestar, su tío ya se había ido y aquellos chicos seguían balbuceando incoherencias

Pasó junto a ellos, intentando no hacer caso de la mirada que le dirigían, para ir a la pequeña oficina de su tío, recordaba que hacía unos años que había estado de visita y lo había llevado a su local, aún podía recordarlo casi a la perfección.

Por otro lado, el par de amigos se quedaron mirándose el uno al otro, sin saber exactamente qué decir, hasta después de un rato lograron salir de su trance y tomaron asiento encima de donde se encontraban algunos pantalones doblados.

- No existen las coincidencias… - soltó Miku

- No pienso completar esa filosofía CLAMPezca – resopló Kanon

- Eres un aguado – dijo dándole un ligero golpe en el hombro – pero recuerda las sabias palabras de Yuuko: “No existen las coincidencias, sólo lo inevitable”… ¡Ah! Y por cierto, mañana te levantas antes, que te toca corte de cabello y tinte – sonrió triunfante y regresó a lo que estaba haciendo antes de ser interrumpido por su jefe y su sobrinito

Kanon lo miró de mala manera y se resignó a ser masacrado por su amigo, aunque le reconfortaba que tuviera buen gusto y experiencia en cuanto a cambio de look se refería.

Takuya ya se había aburrido de estar encerrado esperando a su tío, y salió a ver que tanto hacían sus empleados, se recargó en la puerta y solo miraba como atendían a un grupo de jóvenes. Fue entonces que observó con más atención al pelinegro, escéptico recordó el día en que había ido a ver los resultados de los aceptados en la universidad, había ido a comprarle un regalo a sus padres en agradecimiento de haberlo dejado ir a vivir con su tío en caso de ser aceptado y…

- Es aquel chico… - susurró sorprendido, pues no creyó volvérselo a encontrar en su vida

- Con que sí lo recuerdas – dio un pequeño salto del susto, no se dio cuenta a qué hora el chico rubio se había parado junto a él

- ¿Eh?

- A Non-chan – lo señaló y le volvió a mirar con una sonrisa – es un buen chico… ¡Lo siento! No me he presentado, mi nombre es Akiharu, pero mejor llámame Miku, mucho gusto~

- Este… ¿Y cómo sabes que…? – no supo cómo formular su pregunta, lo cual le extrañó pues siempre tenía buenos argumentos… Nerviosismo, eso era

- ¡Oh! Esa noche estábamos juntos – le respondió sonriente, más no se percató de que Takuya había bajado la mirada

- Y-Ya veo… - no sabía por qué se había sentido así al escuchar esas palabras, sin pensarlo miró de reojo a Kanon y dio un leve suspiro que, de nuevo, no fue notado por Miku, sacudió la cabeza para alejar esos bobos pensamientos

- ¿Ah? ¿Sucede algo Takuchii?

- ¡No es nada! – respondió muy a la defensiva, lo cual extrañó a Miku y llamó un poco la atención de los clientes… y la de Kanon

- Okey~ - Miku prefirió dejarlo y solo le hizo una seña con la mano en señal de despedida, llegando a un lado de Kanon – nee~ Kanon, yo me encargo de ellos ¿por qué no vas a entretener a Takunyan?

- ¿Y tú por qué le llamas con tanta confianza? – rió el pelinegro

- No lo sé, se ve abrazable – alzó los hombros restándole importancia, recibiendo una mirada nada agradable de su amigo – vamos~ sabes que lo digo de broma – rió nerviosamente

- Bien, entonces encárgate Mikusuke – dijo dándole una palmada en el hombro al pasar junto a él

- ¡Hey! ¡Soy mayor que tú! – dijo fingiendo molestia, que de nada había servido pues lo había ignorado por completo

Kanon se quedó parado frente a Takuya, quien estaba sentado en el escritorio, muy centrado en leer las notas sueltas que había junto a la caja, sonrió al ver que el chico no se percataba de su mirada, pensó que lo que había dicho Miku tenía algo de verdad, se veía… ¿Abrazable? No podía negar que en serio era muy lindo, no solo en su físico, sino que tenía una esencia de… tranquilidad.

- Takuchii – el mencionado dio un pequeño brinco dándose cuenta de la presencia (y mirada) de Kanon, pero también de que quien le había llamado había sido Miku - ¿Me das permiso? Voy a cobrar jeje~

- ¡Ah! Claro – salió del pequeño espacio donde estaba la caja y quedó justo a un lado de Kanon, ambos se miraron y Takuya fue quien le desvió la mirada, después de pensarlo un momento se decidió a hablar - Y… ¿Cómo te llamas?

- Shinya… - respondió en voz baja, el ambiente de pronto se había vuelto incómodo - pero me dicen Kanon

- Lindo nombre… - susurró por lo bajo el pelirrojo

Ambos estaban siendo observados por Miku, quien además de atender a las personas se daba su tiempo para sonreír por la escena que veía de reojo ¡Se veían tan bobos comportándose así! Y más Kanon, que solía ser algo tímido, pero en su vida se había quedado callado en medio de una “conversación”, si así se le podía llamar a eso. Terminó de cobrar a los 5 jóvenes que habían entrado minutos antes e hizo como que recontaba el dinero que le habían dado, comenzando a desesperarse de que los otros dos no habían dicho nada después de su nombre.

- Ya se tardó Teruki-san ¿no creen? – dijo intentando romper el hielo, pero tan solo habían asentido y Takuya se removió en su lugar, incómodo

- Creo que mejor le llamaré – y sin esperar respuesta, se volvió a encerrar en la oficina de su tío

- ¿Qué haces Non-chan? – le preguntó intentando no gritar

- ¿De qué? – lo miró volviendo en sí

- ¿Cómo que de qué? El chico que te gustó resulta que ahora lo puedes tener cerca y no le diriges la palabra – se pasó la mano por el cuello intentando tranquilizarse - ¿qué más quieres? ¿Que se te lance a los brazos así como así?

- Yo nunca dije que me gustara tonto – reclamó mientras se recargaba en la pared – solo empezaste a inventar tus cosas desde que me tropecé con él

- ¡Te digo que no son tonterías! A mí no me engañas, sé que te gusta – le revolvió el cabello con fuerza y Kanon se apartó de él

- Y si me gusta un poco ¿Qué? ¿La vas a hacer de cupido? – preguntó con un tono burlón

- Pues yo iba a ayudarte, pero con esa actitud no llegarás a ningún lado~

- ¿Qué actitud? – con miedo voltearon detrás de Kanon, encontrándose con su jefe mirándolos, expectante

- Este~ - con una fugaz mirada, acordaron que no dirían que su querido sobrino, era el chico del que habían estado hablando aquella noche

- ¡Con el estudio-…! Sí… ¡eso! – resolvió Miku sin saber realmente que había dicho

- Vamos chicos, se esforzaron mucho para entrar a la universidad ¿no? – ambos asintieron efusivamente, soltando un suspiro de alivio cuando Teruki fue hacia su oficina y les dio la espalda

- ¿Crees que nos haga algo si se entera? – preguntó con temor Kanon

- No lo creo… ¡es Teruki-san! Ni siquiera tiene porqué enterarse – respondió nervioso, pero no pudieron evitar sentir un escalofrío recorrerles el cuerpo al escuchar como su jefe gritaba sorprendido “!Con que ya lo conocías!”

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

Teruki no había tomado tan mal el que a Kanon le gustara su sobrino, incluso platicó de algunas cosas con él y Miku para que lo conocieran un poco más, pues Takuya no se mostraba muy dispuesto a socializar con ellos. Los tres se dieron cuenta que se la pasaba evadiendo a Miku, y mucho más a Kanon, lo cual hacía que sus esperanzas fueran desapareciendo, creyendo que tal vez no le caía bien y no tenía caso siquiera intentarlo.

Por otro lado, Miku se había dado cuenta de las miradas que le dirigía Takuchii a Kanon, pero ni éste ni Teruki se habían dado cuenta de ello, no eran las miradas que le dirigirías a cualquier persona, llegaba a perderse un rato observándolo, tan solo haciendo eso, y durante los días que iba a ayudarlos en el local lo había visto suspirar en diversas ocasiones, siempre después de encontrarse, accidentalmente, de frente con el pelinegro.

Pasaron los días y seguían sin ningún avance, y dado que veía a su amigo realmente decaído decidió tomar cartas en el asunto. Un día terminaron sus clases más temprano de lo habitual, y en lugar de ir a casa a dormir un poco más o cualquier otra cosa, prefirió probar suerte llegando temprano a su trabajo, al llegar lo primero que hizo fue buscar con la mirada a Takuya y, una vez lo vio, se dirigió a paso rápido hacia él.

- Hola Takuchii~ - le saludó abrazándolo con un brazo, tomándolo por sorpresa - ¿No deberías estar en clases?

-Ah… Me sentí un poco mal en la mañana, y mi tío avisó que hoy no iría – se sintió realmente incómodo por la acción del rubio y como pudo se escabulló para librarse de su agarre, tomando como excusa que estaba acomodando algunas cosas

- ¿Y ya te sientes mejor?

- Sip – no quería hablar con él, suficiente había estado evitándolo como para que ahora viniera como si nada

- ¿No eres de los que hablan mucho verdad? – bromeó

- Nop – por más cortante que quisiera ser, no podía, pues no era así

- Iré al grano – suspiró exasperado, por la falta de temas de plática gracias al pelirrojo - ¿Te gusta Kanon?

- … ¿Eh? – paró en seco cualquier cosa que fuera la que estaba haciendo para distraerse ¿Se había dado cuenta? Pero… eso debería molestarle, o tal vez por eso mismo le preguntaba

- Que si te gus-ta-Ka-non – reafirmó haciendo especial énfasis en las últimas dos palabras, aunque ya sabía la respuesta, era tan obvio ese chico

- No, no sé por qué piensas eso – finalmente le dio la cara y sonrió, intentando que no se notase lo que en realidad sentía

- ¡Vamos! He visto como lo miras, además te pones muy nervioso cuando está el, y ya comprobé que no era demencia mía - dijo con cierta picardía

A Takuya le desesperaba la naturalidad con que le estaba hablando.

- Si me lo estás preguntando para que no me le acerque no te preocupes, no lo haré – soltó algo enojado, cerrando después los ojos en señal de haberse arrepentido de lo que acababa de decir, no le quedó más que dar un suspiro.

Mientras Miku le miraba con la boca abierta casi hasta el piso, Takuya lo miró confuso, al igual que Miku a él, así estuvieron por unos segundos hasta que Miku se echó a reír sin vergüenza alguna, haciendo enfadar a Takuya, creyendo que se burlaba de él.

- ¿Por qué.. por qué te querría lejos de él? – logró decir entre risas

- Pues… ¿tú y él no… no son…? – Miku dejó de reír de repente para mirarlo de manera seria, incluso con el ceño fruncido

- ¿Somos qué?

- Pa-reja… ¿no?

- Aay~ Taku-chan – posó una mano en el hombro del pelirrojo agachando la cabeza – no sé quién está peor, si tú que creías que éramos novios, Kanonchii que está que ni él se soporta o – levantó la vista con una sonrisa forzada – o yo por no haberte preguntado esto antes ¿Por qué creías eso?

- Pu-pues siempre están juntos, se van juntos y viven en la misma casa y… y me dijiste que aquella noche habían salido y-…

- Esa noche… – se pasó su otra mano por la cara, dándose cuenta de lo que entendió el menor – esa noche salimos: Kanon, yo y tu tío, a celebrar que habíamos entrado a la universidad Takunyan – revolvió su cabello para que quitara esa cara de zombie que había puesto al escucharlo – y pues, el hecho de que vivimos en la misma casa es porque vamos y venimos juntos, y que aquí siempre estemos juntos, somos amigos, pero nada más… ¿Y sabes qué? Tú-… - le gustas – Creo que le gustas – prefirió no arruinarle el trabajo a su amigo, pensaba que eso debía hacerlo él mismo

Takuya no salía de su trance, había sido demasiada información en muy poco tiempo, entonces ¿Se la pasaba torturándose por algo que nunca fue? Se sintió un verdadero tonto, ya iba a cumplir 2 meses ahí y pudo haberse acercado a Kanon e hizo todo lo contrario.

Miku notó su mirada aflijida y le dio unas cuantas palmadas en la cabeza.

- Vamos Takuchii, aún tenemos mucho por hacer

- ¿Tenemos? – y por primera vez, entendió la sonrisa que el rubio le dedicó, regresándole otra en agradecimiento

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

Miku le recomendó que no se acercara inmediatamente a Kanon, pues sería muy raro después de que a ambos los estuvo evitando, lo mismo fue para él, al menos en presencia de su amigo. Así como Teruki les había hablado sobre Takuya, Miku hizo lo mismo con Kanon. Takuya no hacía nada sin antes decirle a Miku, le había tomado mucha confianza, y eso era mutuo.

Miku los invitó a salir un fin de semana que casualmente Teruki les había dado libre, diciendo que no pasaría nada por un día que no abrieran, en realidad él le había pedido, casi suplicado que les diera el día a los tres, le costó un par de horas extras, pero sabía que valdría la pena, al menos para el comienzo.

- Ya se tardó – resopló Kanon, volviendo a sentarse en la fuente del parque donde los había citado, después de estar dando vueltas como maniaco del aburrimiento.

Llevaban esperando casi media hora desde la hora que habían acordado.

- Sí – suspiró Takuya sin dejar de mirar su celular

En verdad necesitaban a Miku, los minutos se habían vuelto eternos sin decir nada, las únicas frases que intercambiaban eran sobre el retraso de Miku, y ya lo había hecho de al menos 10 formas diferentes…

- Pero que genio tienen – ambos chicos voltearon y se encontraron con el rubio frente a ellos muy despreocupado – no aceptan un pequeño retraso – en ese momento sonó su celular y lo revisó, leyendo dos mensajes que habían llegado al mismo tiempo

“Kanon:

Es el último mensaje que te mando, me dices donde estás o correrá sangre.”

“Takuya:

Esto no es gracioso, si no te apareces en 5 segundos me voy a casa.”

- ¡¿Pequeño?! – gritaron al unísono poniéndose de pié y mirando de mala manera a Miku

- Lo siento, se me terminó el crédito – dijo juntando sus palmas en señal de perdón – y no contestaba – continuó al ver las intenciones de ambos en preguntar eso – porque venía en el subterráneo y no había señal jeje~ este… ¿Qué me perdí?

- ¿De qué? – preguntó Takuya algo irritado

- ¿Qué hicieron mientras llegaba?

- Nada – respondieron secamente ambos, haciendo pensar a Miku que en serio no se hablaban porque no querían

Había salido sin prisas y todavía había pasado a comerse una paleta congelada pera dejar a sus amigos solos un rato, por su mente pasó el viejo truco de “Lo siento, me surgió algo y siempre no podré ir” pero ese método ya estaba muy usado para su gusto, intentó pensar en algo pero… se perdió en su paleta.

- Bien – suspiró - ¿Y qué quieren hacer?

- ¡Café!

- ¡Helado!

Miku sonrió, en serio que eran muy diferentes, solo se parecían en lo tímidos, de ahí en fuera, desde la forma de vestir hasta en lo que les gustaba. Ambos iban con jeans y una playera, pero los jeans de Kanon eran de un azul muy obscuro, su playera era negra y tenía un estampado como de manchas de pintura blanca, encima traía una sudadera igualmente negra con el cierre y botones color bronce, mientras que Takuya traía jeans azul claro, una playera de manga larga roja y encima otra playera gris claro. Miku iba con un pantalón entubado en negro y una playera de manga corta rosa muy llamativa.

- Umm… Takuchii quiere café y Non-chan helado~ ¿Hay algún lugar donde vendan ambos? – se preguntó Miku sin esperar realmente una respuesta

- De hecho sí – respondió Takuya después de pensar un poco – hay un lugar a donde me llevaban seguido cerca de aquí

- ¿En serio? ¡Pues vamos! – tomó a ambos chicos por las muñecas y empezó a casi arrastrarlos por el parque – espera – paró en seco haciendo que chocaran contra su espalda y casi cayeran – mejor que nos guíe Taku-chan, porque yo no tengo idea de a dónde vamos – los tres se echaron reír por el comentario de Miku y caminaron platicando de anécdotas que habían tenido con clientes en la tienda, y una que otra de la universidad, cuando se dieron cuenta ya estaban en el lugar que les había mencionado Takuya, tomaron asiento y siguieron platicando por un largo rato.

- ¿No vas a pedir nada Miku? – preguntó Kanon al ver que seguía releyendo la carta una y otra  vez

- No lo se~ - la verdad es que después de su paleta no le había quedado antojo de nada – espera, creo que ya sé que quiero – sonriente le hizo una seña a la mesera que los atendía y pidió un waffle con helado de fresa encima

- Luego no te quejes de que te duele algo si sigues combinando lo frío con lo caliente – bromeó Takuya dándole un sorbo a su cappuccino

- Me gusta hacer combinaciones extrañas – recargó sus codos sobre la mesa, sosteniendo su rostro entre sus manos, mirando alternadamente a sus dos amigos – a veces pueden salir mejor de lo que crees – lo miraron extrañados por su último comentario

La tarde trascurrió tranquila, Miku se veía satisfecho ya que los otros dos habían empezado a hablarse un poco más sin que tuviera que estar el de por medio, recorrieron algunas tiendas, bobearon en los parques y terminaron en un centro de videojuegos jugando a muerte hasta altas horas de la noche.

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

- Y… ¿Qué dices Taku? – preguntó ayudándole a cargar algunas blusas

- ¿Sobre qué? – soltó sin ponerle mucha atención, acomodando cada cosa en donde le correspondía

- Sobre lo que hablamos ayer – respondió asomándose un poco sobre la ropa para lograr ver al pelirrojo

- No lo creo – dijo seguido de una risilla – con trabajo nos dirigimos la palabra, aunque me dijera algo al respecto, la respuesta sería no

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

- ¡¿Pero por qué no?! – Miku hacía su berrinche dando de patadas recostado en su cama

- Sí me gusta, no lo niego – respondió sin dejar el manga que tenía entre sus manos, aún con el movimiento que hacía Miku al estar sentado junto a él – pero sabes que no andaría con alguien que apenas conozco

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

Miku se dejó caer en su asiento, aún no llegaba su profesor y estaba que moría de cansancio por seguir cumpliendo las horas extras que le había dado Teruki. No podía entender a sus dos amigos, les estaba dando en bandeja de plata que pudieran ser algo más que compañeros de trabajo ¡Y NO! los niñitos no querían, en serio que por más que lo pensara menos le entraba en la cabeza… El acostumbraba que si le gustaba alguien, iba, se lo decía, y si se prestaba para una relación bien, si no, ya sería luego.

Lo que no comprendía era que Kanon y Takuya en serio deseaban ser pareja el uno del otro, pero para que eso pasara, ambos pensaban igual, no querían una relación sin ninguna base, sin confianza, cariño, no se trataba de solo gustarse y ya.

Esto lo pudo comprender hasta meses después, los tres se habían vuelto muy buenos amigos y siempre salían juntos, pero ya no era el único que veía a ambos aparte, Kanon y Takuya también habían comenzado a salir por su cuenta sin tener que ser él quien los invitara, y eso le alegraba de sobre manera, decidió darles su espacio, pues no sabía si esas salidas eran de amigos o “citas”, y lo sobrellevó muy bien, pues había encontrado una linda chica en la universidad que se estaba llevando la mayoría de su tiempo.

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

- Sigo sin creer que ya pasó tanto – canturreó Miku mientras se recargaba en la silla detrás de la caja – ¡Y yo que creía que nunca se declararían!

- Deja de estar molestando Mikusuke – rió Teruki saliendo de su oficina

- Mouh~ - el aludido hizo un mohín – pero si solo estoy recordando viejos tiempos~ a todo esto ¿Dónde está su sobrino? – Takuya se ruborizó, a Miku y a Teruki les había dado por decirle “sobrino” a Kanon, y no le incomodaba en absoluto, pero no podía evitar sonrojarse, mejor los ignoró a ambos

-  Desde hace mucho les dije que hoy tendrían el día libre, no sé qué hace Takuya aquí

- ¡Eso se llama preferencia! – se quejó Miku

- Si estoy aquí es porque vine a trabajar, punto – dijo secamente Takuya dándoles la espalda

Los otros dos se miraron confundidos por la actitud del menor, observaron cómo casi aventaba las cosas a su paso con una expresión de molestia en el rostro. Se miraron y prefirieron esperar a que se le bajara el enojo o lo que fuera que tuviera. Llegó la tarde y no parecía haber cambiado mucho de ánimo.

- Taku… - lo llamó Miku al verlo con la mirada fija en su celular desde hacía un rato, pero no lo había escuchado - Takuya

- ¿Eh? – guardó el celular en su bolsa del pantalón desviándole la mirada - ¿Q-Qué pasa?

- Eso es lo que me gustaría saber ¿No se supone que hoy saldrían? Lo estuvieron diciendo toda la semana – silencio fue lo que obtuvo como respuesta, pero la mirada triste de Takuya no pudo pasar desapercibida para su amigo, y menos después del suspiro que acababa de soltar – Se pelearon…

- Algo así…

- ¿Quieres hablar de ello? – asintió como respuesta y comenzó a explicarle el por qué estaban enojados

Siendo el último año que estarían en la universidad, ésta los había consumido por completo, y sabía que no solo a ellos, sino también a Miku, pero la diferencia era que Miku veía más a Kanon que Takuya, pues seguían viviendo juntos y el, por su parte, ahora vivía solo. Hacía unos días habían salido para planear que harían en su aniversario, el problema empezó cuando, sin saber a qué hora, salió a tema la familia de Takuya. Él quería que conocieran a Kanon, pues a pesar de tener ya una relación tan duradera, solo Teruki sabía que ellos estaban juntos, y no había querido decir nada hasta llevarlo personalmente, pero Kanon se negó rotundamente a eso, diciendo que aún no era tiempo de hacer eso, y así comenzaron a pelear.

- Llevamos tres años de estar juntos… ¿Y me dice que aún no es tiempo? – terminó con apenas un hilo de voz

- Vamos Taku, alguna razón deba de tener ¿Por qué no arreglan las cosas? – lo alentó palmeando su hombro, en ese momento sonó el celular de Takuya, haciendo a ambos saltar y después soltar una risa

- Es él – susurró abriendo el celular, Miku le revolvió el cabello y se alejó buscando algo que hacer

Era un mensaje donde le decía que se vieran en el parque más tarde, pareciera que lo hubiera llamado con la mente, aun así, ignoró el mensaje y continuó con lo que estaba haciendo, unas horas después volvió a mirar el teléfono, otro mensaje, así pasaron otros 3 hasta que respondió  el último con un “Ok”, aún no muy convencido de ello. Habló con su tío, diciendo que al fin y al cabo si se tomaría libre lo que restaba del día. Se arrepintió de no haber cargado con una chaqueta o algo con que taparse, estaba muy nublado el día.

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

Seguía sentado bajo un árbol de aquel parque, ya había pasado casi una hora desde que comenzó a llover muy fuerte y no cedía ni un poco, pero nada le importaba, sabía que no debió haberle gritado a su novio, aunque intentara ocultarlo, con él ya no funcionaba, era muy sensible con las palabras, estaba consciente de que lo había lastimado. Ya le había llamado unas 5 veces, y mandado por lo menos 10 mensajes y no le respondía, estornudó.

- Salud… - Kanon volteó la vista a su costado, encontrándose a su novio a un metro de distancia, estaba completamente empapado, incluso más que él, sintió una punzada en su cabeza, pero no le hizo mucho caso

Se quedaron en silencio un momento, después de cruzar miradas un segundo inmediatamente se huyeron, no sabían que decir. Takuya se había puesto a pensar en algo desde el día que peleó con Kanon, y no sabía si decirlo de una vez o no. Dio un paso atrás cuando vio a Kanon ponerse de pié, y sin saber por qué, comenzó a hablar sin voltear a verlo.

- Creo que… si solo querías que esto fuera temporal… – su novio lo miró sin comprender lo que le había dicho – debiste decirlo desde hace mucho… ¿No crees? – solo se escuchaba la lluvia caer, probando el silencio que se había formado entre los dos

Kanon seguía mirándolo, esperando que le regresara la mirada pero, al contrario, se encontraba cabizbajo, con la mirada clavada en alguna parte del suelo. Le dolía que Takuya pensara que para él era solo algo temporal.

Takuya sentía unas ganas inmensas de llorar al no obtener respuesta del otro, tomándolo como que lo que había pensado era verdad. Harto del silencio, echó a correr sin más, a todo lo que sus piernas daban, no le importaba a donde ir, solo quería estar lejos de Kanon. Sí habían tenido sus peleas en los últimos años, incluso meses, pero el silencio de hacía un rato le había lastimado mucho más que todas aquellas peleas juntas, comenzó a llorar sin poderse contener más. Poco a poco bajó la velocidad, pero siguió a paso rápido su camino, abrazándose a sí mismo, sin saber bien si era por el frío que sentía al recodar que seguía bajo la lluvia, o al no encontrar un refugio, lo hizo el mismo para poder llorar.

Tardó un poco en ir tras él, pero finalmente había corrido al igual que Takuya, se sorprendió cuando lo perdió de vista, en serio que se había ido rápido, corrió aún más rápido, imaginando que se había seguido de largo todo el parque, y no se había equivocado, logró verlo a lo lejos, gritándole que se detuviera, pero poco caso le había hecho. En ese momento sintió un ligero mareo, imágenes de esa misma escena pasaron por su cabeza, recordando la pesadilla que había tenido en varias ocasiones, por un momento se quedó en donde estaba, sin hacer nada…

- Takuya… - susurró, volteó hacia donde lo había visto y aún podía verlo alejarse - ¡TAKUYA!

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

Aceleró el paso cuando distinguió la voz de Kanon gritándole que se detuviera, intentó orientarse para saber a dónde ir, pues había estado corriendo sin rumbo, ese parque sí que era grande, entonces siguió su camino, logró divisar entre algunos arbustos la calle principal, pero se detuvo al escuchar que Kanon lo llamaba ahora por su nombre, finalmente llegó a la acera esperando a que le dieran el paso, todas las personas traían un paraguas o alguna otra cosa para cubrirse, y por ello lo miraban extrañados.

- ¡Takuya! – resopló al escucharlo cerca, volteó un poco la cabeza para ver a Kanon, que iba corriendo hacia él

No quería hablar con él, al menos no en ese momento, desesperado por no poder pasar, aprovechó que no venía ningún automóvil y se disponía a cruzar  la calle, ni dos pasos había dado cuando sintió como lo jalaban bruscamente del brazo, para después ser abrazado con fuerza, escuchó un golpe metálico a sus espaldas así como las expresiones de sorpresa y miedo de las personas que estaban cerca, instintivamente se aferró a quien lo tenía entre sus brazos y cerró los ojos, cortándosele la respiración por un segundo, lo que siguió fueron las sirenas de la policía, y el bullicio de la gente. No quería voltear…

Tardó en darse cuenta que quien lo estaba abrazando era Kanon, pero ya no le importaba que fuera él. Lo tenía abrazado por la cintura y él apretaba fuertemente las mangas de la sudadera que traía, ambos con la cabeza apoyada en el hombro del otro.

- ¿Estás bien? – preguntó Kanon con la respiración aún agitada, apretando un poco más su abrazo

En respuesta, Takuya pasó sus brazos por encima de los hombros de Kanon para abrazarlo, estaba temblando.

- ¿En qué estabas pensando Taku? – susurró, sin esperar una respuesta realmente

- Cállate… - respondió después de unos momentos con apenas un hilo de voz, Kanon sonrió, con eso le decía que ya estaba mejor

- Mejor huyamos de aquí – intentó bromear, separándose un poco de Takuya, quien no quería dejarlo ir – Tranquilo – tomó los brazos del otro para apartarlo de él

- Shinya… gomenasai… – sintió un vuelco en el estómago cuando le llamó por su nombre, pues muy pocas veces le decía así, y fue aún más intenso cuando vio que parecía que iba a comenzar a llorar de nuevo, sin pensarlo le dio un suave beso mientras lo tomaba de la mano

- Vamos a tu casa y allá hablamos ¿está bien? – dijo intentando mantenerse tranquilo, pues la verdad era que el miedo de que algo le pasara a su novio en aquel momento lo había tenido al borde de la desesperación, y aún sentía algo de ese sentimiento

- Sí – Takuya entrelazó sus dedos con Kanon, apretándolo un poco

Caminaron en silencio hasta casa de Takuya, pues ningún taxi los iba a dejar subirse estando tan mojados. Además su casa quedaba mucho más cerca que la de Kanon, y podría ser que Miku estuviera allá y sería incómodo, para los tres… tal vez cuatro.

Cuando finalmente llegaron, fueron a la habitación de Takuya por algunas toallas y para poder cambiarse de ropa, así se sentaron al borde de la cama sin decir aún nada, Kanon tomó la toalla que traía en el cuello y la puso sobre la cabeza de Takuya, éste se quedó cabizbajo y sin mirarlo.

- ¿Seguro que estás bien?

- Sí… - de la nada abrazó fuertemente a Takuya, tomándolo por sorpresa

- No sé qué haría… - susurró muy cerca del oído del otro, provocándole un escalofrío – si te pasara algo Takuya, sé que tuviste miedo… pero no te imaginas como me sentí cuando vi que casi te arrollaban – con todo su esfuerzo logró que no se le entrecortara la voz, sabía que eso tensaría más el ambiente, y lo que más necesitaba era que le hablara, para creerse que en verdad estaba ahí con él, y que aquella estúpida pesadilla no se había vuelto realidad – Y… no tienes por qué disculparte, fui yo quien te dijo que no – lo tomó por la barbilla para que lo mirara, le pareció tierno con la mirada que le dirigió y la toalla sobre su cabeza, como si fuera un niño – pero sí te diré una cosa, y te lo diré las veces que sea necesario, tu nunca, nunca fuiste, eres, ni serás un pasatiempo para mí ¿entendido? – Takuya asintió levemente

- Miku… dijo que seguro tenías una razón… y no dice eso a menos que sepa algo – buscó su mirada, haciendo caer la toalla de su cabeza, esperando una respuesta

- Se suponía que te diría esa razón hoy, pero creo que últimamente todo lo hago mal – intentó sonreír, pero no hizo más que una mueca - pensaba que era muy pronto, porque creo que es mejor que pensemos en eso una vez hayamos salido de la universidad, muchas veces la familia piensa que por tener una pareja, se descuida el estudio, y por estas fechas pienso que sería menos conveniente…

- Mi familia no es de las que piensan así, siempre me han dicho que mientras esté feliz, por ellos no hay problema – insistió

- Lo que pasa es que… también hay otra razón – ambos se miraron por unos segundos, finalmente Kanon suspiró dejando de sostenerle la mirada

- ¿Y cuál es? – Takuya no estaba muy seguro de lo que había preguntado, puesto que Kanon había cambiado su expresión a una triste, por más que intentara formar una sonrisa en sus labios, se sintió culpable de ello – No… no debí haberte dicho eso – bajó la mirada hacia sus piernas, recordando sus palabras cunado estaban en el parque, y continuó – pero, no me explicaba por qué no querías que te presentara con mi familia, solo eso, es algo muy simple y…

- No quería que me presentaras como tu novio… – suspiró, interrumpiéndolo abruptamente, una ganando una mirada confundida por parte de Takuya, que no terminaba de entender sus razones – ven… - lo tomó suavemente de la mano ayudándole a levantarse del sofá en que se encontraban, al estar Takuya completamente de pié lo haló hacia él para depositar un casto beso sobre sus labios, sintiéndolos tan suaves y dulces como su primer beso.

A ninguno de los dos les importó retomar la causa de por qué estaban peleados, simplemente se dejaron llevar sintiendo un mar de sensaciones en sus estómagos, sin nada más que pensar en seguir embriagándose con el aroma del otro, intercambiando pequeños e inocentes besos ya muy raros en ellos, incluso apenas rozando los labios del contrario.

Kanon tenía colocada su mano en la mejilla de Takuya, mientras que éste tenía la suya sobre la de él, acariciándola de vez en cuando.

- ¿Aceptas? – susurró Kanon aún sobre los labios de Takuya

- ¿Nh? – se limitó a responder al no saber a qué se refería, aún con los ojos cerrados, buscando más contacto con el pelinegro

Kanon sonrió ante esa acción, retomó el beso, mientras que con su mano libre hurgó en la bolsa de su pantalón, encontrándose con ese objeto que hasta hacía unas horas había dudado en sacar, después la dirigió hacia donde se encontraba la mano igualmente libre de su amante.

Takuya sintió algo frío en su mano, y abrió sus ojos con sorpresa al darse cuenta de qué era lo que lo había provocado, prácticamente se había quedado sin aire y Kanon, al notarlo, sólo se separó unos centímetros de él mirándolo con una sonrisa nerviosa y un sonrojo que a cada segundo se hacía más notorio sobre sus mejillas.

- Sé que – dio un profundo respiro antes de continuar – no es la forma más romántica e increíble del mundo… así como el anillo más caro y lujoso… pero…

- ¿Cómo osas preguntarme?... – casi gritó el castaño, ahora cabizbajo, dejando perplejo a Kanon, y con un temblor casi imperceptible

- Taku… - simplemente se había quedado sin habla, se sentía con un nudo en la garganta y un miedo indescriptible por el tono en que le había preguntado aquello, no fueron más de 2 segundos de silencio… y para él habían sido eternos

 - Ya-… - se escuchó su voz ahogada – ya deberías saber perfectamente mi respuesta – sin pensarlo un segundo más se abrazó al cuello de Kanon, casi aventándosele y logrando que ambos perdieran el equilibrio por un momento - ¡CLARO QUE ACEPTO!

Kanon aún no reaccionaba a lo que le acababa de decir, el nudo que sentía en la garganta desapareció después de la cuarta vez que Takuya gritó emocionado diciéndole de una y mil maneras: . Por fin lo rodeó con sus brazos apretujándolo lo más que se permitía, diciéndole cuanto lo amaba una y otra vez, siendo correspondido con besos repartidos por toda su cara y uno que otro dado torpemente en su boca. No podía creer que por fin había decidido proponérselo a su Takuya…

*^*v*^*v*^*v*^*v*^*

- Wouh~ ¿Y qué tal les fue con los suegros? – Miku dejó su vaso con sake en la mesa del restaurante donde se encontraban y miró con ilusión a sus amigos, quienes se habían quedado callados ante la pregunta

Habían decidido invitar a ambas familias para darles la noticia, todo el fin de semana se la habían pasado en casa de Teruki…

- No me lo recuerdes~ - dramatizó Teruki, dando un profundo suspiro de agotamiento fingido

- ¿Tan mal les fue? – rió Miku al ver las expresiones de Takuya y Kanon por el acto de Teruki

- Mi hermana me interrogó toda la cena, nunca me perdonará el no haberle dicho sobre el apuesto prospecto de su querido Takuchii – siguió dramatizando, haciendo reír ahora a Takuya

- Vamos Non-chan~ anímate ¿todo salió bien, no? – le animó dándole de palmaditas en su espalda

- Lo que pasa es que, hubieras visto a su madre, su hermana y su abuela, ENCANTADAS con mi sobrinito – Takuya rió nerviosamente, cuando se juntaban Miku y su tío medio ebrios, prefería que se lo tragara la Tierra, y más cuando Teruki comenzaba a usar ese tono tan empalagoso cuando le decía “sobrino”

- ¿Ves? A ambos les fue bien con las suegras~ que es lo más difícil de ganar-… – Miku casi tira todo de la mesa para tomar la mano de Takuya, que estaba a punto de tomar su vaso – Éste anillo cuídalo con tu vida Taku – dijo serio, lo cual era raro por su estado… y por naturaleza también. Todos lo miraron, como esperando que dijera algo más, pero Kanon se dio cuenta demasiado tarde de ello – Shinya cambió su dije y cadena favoritos para hacerlo

- ¿Hounto? – preguntó Teruki mirando fijamente a Kanon, quien estaba completamente ruborizado ante la mirada sorprendida de Takuya

- ¿No se lo habías dicho? – Miku soltó la mano de Takuya para desordenar despreocupadamente su cabello en señal de disculpa a Kanon, pero ya que había hablado de más, prefirió terminar de hablar – Kanon-chan llevaba su collar favorito el día que salieron los resultados del exámen de admisión – sonrió y miró con ternura a Takuya – ese mismo día fue el día que te conoció Taku – hubo un pequeño silencio en el que Takuya se quedó mirando el anillo de plata que le había dado Kanon, se lo quitó un momento para verlo mejor, pues en realidad no lo había inspeccionado muy bien por las prisas con sus padres y que apenas esa tarde se habían ido.

Tenía detalles de una enredadera de rosas en la cara exterior, pero por dentro tenía grabada una fecha que, como había dicho Miku, era la del día en que se tropezaron en la calle. La miró son una sonrisa, volviendo a ponérsela, se había perdido de media plática de borrachos dado que se estaban riendo de quien sabe qué, a un lado de él estaba sentado Kanon, también riendo por el chiste que se había perdido, tomó su mano por debajo de la mesa, entrelazando sus dedos, logrando que su pareja volteara hacia él.

- ¿Nani? – le sonrió apretando un poco su mano, Takuya acercó su boca al oído de Kanon, depositando antes un beso sobre su mejilla…

- Te Amo, Shinya…

Notas finales:

Cuando me di cuenta Takuya ya tenía el anillo de compromiso en su dedo (?) XD y ya que no creo subir nada más para este año les adelanto:

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO~  <3

Hagan sus propósitos de Año Nuevo Yaoiezkos y que el próximo nos haga felices con más J-Rockers en nuestra querida Tierra Azteca (*O*)/ [comercial de Turismo para México(?????)*

Ok ya xD lo siento, son las 4 am y se suponía hacía tarea para entregar mañana a primera hora (?) ._.)9 en momentos como éste amo que mi primera hora sea en la tarde XD

Muchas gracias por leer~ and be NYAPPY !!!! (>w<)99

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).