Capitulo 5
Godric’s Hallow
Decepción, eso vi en los ojos violeta. No es para menos, había logrado que él se enamorara de mi, me compro esta casa, pago las deudas de mi familia, hizo que nuestro apellido dejara de ser tan repudiado en el mundo de los negocios (lo moral es algo diferente), me dio dos años magníficos, el sexo con el había sido completamente satisfactorio, inclusive permitía que yo lo penetrara las veces que quisiera a pesar que el siempre fue activo. Me enseño su mundo, conocí a sus padres y fui aceptado por ellos. Planeo un futuro para nosotros, un futuro donde si no lograba tener hijos los adoptaríamos, me dejo trabajar a pesar de su resistencia en un principio. ¿Y como le pago? Permitiendo que otro hombre se acostara conmigo, dejando que ese hombre entrara a su casa y se acostara con su pareja en su propia cama. Y no haciendo nada cuando este hombre me arrebatara de su vida.
Aparecimos en un lugar que no recuerdo haber visitado con anterioridad, se sentía la magia en el aire, me apretó el brazo y siguió caminando, el acceso a su mente me lo había restringido, sin embargo podía sentir la rabia y el coraje fluir por él. No entendía muy bien por que había reaccionado como lo hizo, Harry siempre supo que yo me encontraba comprometido, nunca tocábamos el tema al igual que yo trataba de hacerme a la idea que él no se encontraba casado con Granger. Si, eso fue lo que anuncio la semana pasada, recuerdo muy bien ese día, al llegar a mi casa me encerré en el sótano y me sucedió algo que no había experimentado antes, mi magia se hizo parte de mi rabieta haciendo explotar todo lo que se encontrara a mi alrededor. Esa misma noche, la noche del día en que había anunciado su compromiso consumado, llego a mi casa, en una mano tenia una canasta y en la otra una botella de champagne, cuando lo vi por la ventana me hizo el estomago arder, con lagrimas en los ojos abrí la puerta para enviarle el primer hechizo que se me ocurriera, ¿cómo carajos se atrevía?, no había sido lo suficientemente hombre como para avisarme pero venia para festejarlo.
-Vete de aquí si no quieres que te mate- el dolor era expresado en todo mi ser y me dolía aun más que él se encontrara tan tranquilo, como si nada extraño hubiese sucedido
-Esta nevando, déjame entrar- sus ojos tenían un brillo, algo especial, no se que era pero no me sentía con ganas de averiguarlo, cerré la puerta en sus narices y le dije que no quería volver a verlo en mi casa
Después de eso no volvimos a tener contacto, nos tratamos como compañeros y nada mas, en el fondo de mi corazón sentía dolor, mi alma se sentía despedazada, por alguna razón me sentía devastado. Mas de una vez me tuve que encerrar en el baño del nido para poder llorar,y todo era desencadenado por cosas estúpidas, una caricia de la rubia a Harry, un beso en la mejilla, un abrazo, un te quiero. No podía soportarlo, quería ser yo el rubio y no ella. Quería poder decirle al mundo que me estaba acostando con el “Salvador”. No…. Quería decirle al mundo que amo al Salvador. Pero eso no era posible,y me lo repetí mil y una vez, pero mis ánimos seguían por los suelos.
Inclusive Clive se percato de mi comportamiento errático, trate de explicarle que no era nada, pero relaciono bastante bien mi comportamiento con mi falta de “reuniones nocturnas”, en ese instante me di cuenta que el ya sospechaba de mi posible infidelidad, pero también me hizo darme cuenta de algo, Harry se volvió tan importante para mi que mi estado de animo dependía de sus visitas.
Mi prometido. No, después de lo que ha sucedido no puedo seguir llamándolo así. Clive se fue de viaje, me encontraba solo en mi casa, había sido día de descanso y a menos que recibiéramos una lechuza con carácter de urgente no tenia caso ir al Ministerio, me la pase todo el día tirado en mi cama, trate de comer pero solo logre que la comida me causara ganas de vomitar. Llore, me bañe y llore de nuevo. Era absurdo mi comportamiento, no llevaba mucho tiempo en esta relación destructiva, pero el solo pensar en Potter me causaba un crujir en mi interior. La tarde estaba cayendo y escuche golpes en la puerta trasera, tarde casi media hora en abrirla, mi depresión me había vuelto la persona mas lenta del mundo. Tomé el pomo plateado, lo gire y al dejar la entrada al descubierto lo vi como nunca creí verlo. Se encontraba sentado a la entrada de la puerta, su abrigo negro estaba cubierto de nieve, su alborotado y corto cabello se movía al compas de sus sollozos. Llorando, en la entrada de mi casa. No supe que hacer, tenia muchas ganas de gritarle, de golpearlo, de hacerle saber que lo odiaba por haberme engañado (aunque yo sabia que nunca me había engañado). En vez de eso me agache, le cruce mi brazo alrededor de su cuello y me acerque mucho a su oreja.
-Tienes que hacerme ver las estrellas mientras me penetres, solo así dejare que sigas viniendo a mi casa- estoy seguro que en vez de tener relaciones debimos haber establecido parámetros en nuestra relación, pero en el momento que sus labios me tocaron toda duda quedo desvanecida, sentirlo tan emocional me hizo quererlo aun más
Y esa noche sucedió algo que me dejo marcado, algo que hizo que lo quisiera para siempre a mi lado, mientras me penetraba, mientras su sudor se mezclaba con el mío, mientras yo gemía y el bufaba en mi cuello, su mente bajo sus defensas y pude ver.
Te amo. No tienes idea lo que siento por ti. No sabes lo que he tenido que hacer para poder disfrutar este tiempo a tu lado. Se que crees soy un idiota, que solo te he estado utilizando, que para mi no eres más que un orificio en cual depositar mi esperma, pero te equivocas, he tenido que sufrir más de lo que te imaginas para lograr este tiempo juntos.
Al mismo tiempo que esas palabras rebotaban en mi mente me vi. El primer día de escuela cuando le ofrecí ser mi amigo. Cuando me senté enfrente de todo Hogwarts y el sombrero dijo mi casa. Cuando caminamos juntos por el bosque prohibido en segundo año. Cuando Hermione me rompió la nariz en tercero. En las escobas en un partido de Quidditch. Me vi desangrándome en los baños, el Sectumsempra. Vi mi rostro temeroso en mi propia mansión, mi rostro cuando era cuestionado por la maniática de mi tía.
Y entonces lo vi a él, sujetando una fotografía con mi rostro, la guardo dentro de su gabardina y comenzó a bajar las escaleras de una casa que no se me hacia conocida, hasta que llego a la sala principal y las cabelleras de todas las personas me hicieron saber que era la casa de los Weasley.
-Quiero pedirles perdón- y nuevamente sus palabras causaron el efecto que solo alguien importante logra, que todo el mundo ponga atención a lo que el dice- les agradezco lo que han hecho por mi, Molly no sabes cuanto cariño te he guardado, eres la madre que nunca pude tener- los ojos de la mujer regordeta se encontraban llenos de lagrimas, por alguna razón esto parecía una despedida, ¿pero por que?- han sido la familia que siempre quise- el pelirrojo de su amigo nunca levanto su rostro, algo fuerte había sucedido para que su casi hermano no lo apoyara- pero como Ginevra dejo claro hace a penas una hora, no la amo, no siento nada por ella, lo siento por otra persona
-No se como si quiera puedes llamarle persona- el pelirrojo hablo, cuando levanto su mirada sus ojos demostraban ira, odio, repudio al que en algún momento fue su mejor amigo- no se como puedes…
-Ron déjalo en paz- Hermione, es raro verla con su antigua apariencia- tiene derecho a amar a quien él le plazca
-¡No lo protejas!- se levanto de su lugar en el sillón y acerco su dedo acusador al ojiverde- te enamoraste de ese
-No es algo que yo haya planeado, si me dejaras explicártelo…- el pelirrojo lo golpeo tan fuerte que el rostro de Harry se movió a un lado después del impacto, sin duda el moreno había permitido el golpe
-No quiero volver a verte, no quiero saber nada de ti, para mi estas muerto- subió las escaleras, Harry con lagrimas en los ojos tomo sus maletas y … la imagen desapareció, en ese instante sentí como los chorros de semen golpeaban en mis adentros, mi próstata grito auxilio ante tan extremo placer y me corrí en cuestión de un gemido
Después de nuestra ración de sexo, nos metimos a bañar juntos, esa noche fue distinta, había visto cosas que me mantenían desconcertado, no sabia si todo había sido real o producto de mi dolida y anhelante imaginación. Salimos de la ducha, vi su rostro y me pareció el ser mas bello en la tierra, se encontraba feliz, irradiaba alegría, me beso en los labios y sentí algo, sentí mas que el fogoso placer que siempre sentía, fue más parecido a un sentimiento que a una sensación. Me obligo a permanecer en la cama mientras el bajaba por algo de comida, cuando subio traía una bandeja en sus manos, vino, rebanadas de pavo y una hogaza de pan de queso (tan raro como suena), no lo cuestione, comimos en silencio, pero un silencio placentero, interactuamos como pareja, sonreímos, nos besamos, y dormimos abrazados, no podía sacar de mi mente las imágenes que había visto. Pero habría otra noche para preguntar, solo quería disfrutar de su estancia, porque aseguraba que como había sido una noche especial, por primera vez se quedaría hasta el desayuno.
No pude evitar llorar cuando desperté y me di cuenta que nuevamente se había ido, hice mi rutina pero cualquier cosa me recordaba su presencia, el colocarme la bata, el meterme a bañar, simplemente caminar por la habitación donde una noche antes compartimos mas que sexo, compartimos amor.
Cuando olí los extraños aromas combinados creí que era él, que se encontraba abajo preparando nuestro desayuno. Ver a Clive fue la desilusión más grande, que tratara de tener sexo conmigo cuando ya había experimentado el hacer el amor, me causaba repulsión. Pero ver a Harry frente de Clive me hizo sentir una cucaracha, ¿por qué?, tal vez sentí que traicionaba a ambos, pero no es justo que Harry este sintiendo esta rabia por mi, no es justo cuando el ha hecho lo mismo, inclusive él esta casado.
Mi brazo me dolía, Harry no lo había soltado en todo el trayecto, no quería hablar, los sentimientos que su mente emitía me causaban escalofríos, eso sumado a la nieve que comenzó a cubrir los faros de la calle. La casas se veían muy bonitas, la gran mayoría de madera, diseños muy antiguos, acabamos de cruzar un cementerio, se detuvo a la entrada y me jalo hacia adentro, para estos momentos no se si piensa matarme o ya lo esta haciendo al detener el flujo de sangre de mi brazo. Cruzamos tumbas, ninguna tiene flores, todas se ven muy tétricas recubiertas de nieve, escucho con atención y me doy cuenta que Harry esta llorando, pero su mente no deja de emitir este sentimiento de ira. Me suelta y cae de rodillas, coloca sus manos en el suelo, y me habla por primera vez desde que salimos.
-Perdón, prometo curarte el brazo- su voz se escucha cortada, no logro ver su rostro porque no me mira, sus ojos están clavados en las lapidas. Quiero decirle que mi brazo no me preocupa, el que me preocupa es él, pero como siempre, no logro sincronizar mi mente con mi boca.
-Bien- digo sonando casi altanero.
Estoy parado a su lado, temblando por el frio, logro ver como sus manos se cierran en un puño, atrapando nieve entre ellas.
-No quiero que nunca vuelvas a ver a Argent, te lo prohíbo- Clive Argent, mi prometido, o al menos el que lo era.
-No tienes derecho a prohibirme nada- esto no estaba saliendo nada bien, en vez de comenzar una discusión deberíamos tratar de solucionar nuestros problemas.
-Como tu futuro esposo, puedo tomar decisiones sobre tu vida- me tomo desprevenido y lo único que logro fue que la furia que había estado acumulando la ultima semana saliera de mi cuerpo.
-¡Eres un hijo de puta!- ya tenia su atención, levanto los ojos de las lapidas y me vio directamente- le dices a todo el mundo que te casaste con Granger, vienes a mi casa esa misma noche, ¿para que?, restregarme en la cara que solo soy tu juguete sexual- la nevada se volvió mas intensa- una semana después nos volvemos a ver, permito como el idiota vulnerable que soy que te revuelques conmigo, pero lo haces muy especial, como la alimaña que eres, me haces creer que tienes sentimientos reales por mi y cuando despierto me doy cuenta que no estas, que de nuevo satisficiste tus necesidades sexuales y me dejaste botado y usado en mi cama- para este momento estoy gritando, me encuentro rojo y muevo tanto mis manos que parezco marioneta- para después llegar y dejar mal herido al hombre con el que pienso casarme- esto lo tomo desprevenido, pude verlo en su rostro, no esperaba que hablara como si todavía pensara casarme con Clive, estoy bastante consciente que lo hice para molestarlo.
-¿Lo amas?- ¿amor?, no, nunca, solo por ti.
-Tal vez no, pero el puede asegurarme un futuro que tu jamás me has propuesto- le doy la espalda y comienzo a caminar, aunque no tengo ni puta idea de donde estoy.
-Anoche, te mostré lo que siempre he sentido por ti, como siempre has estado presente para mi- me detuve en seco, lo hizo a propósito, las imágenes no escaparon de su mente, me las mostro justo en el momento que llegábamos al climax- y después no hablaste, te limitaste a mirarme, me hiciste sentir miserable, trate que fuera lo mas especial, me mostré vulnerable ante ti y no obtuve respuesta- eso estaba haciendo, me estaba enseñando quien era realmente. Alguien que se permite llorar, que puede compartir su pasado y sus sentimientos, que esta dispuesto a servirme, que no se queda mas que una noche…
-¿Cómo esperabas que reaccione?, a penas una semana atrás me hiciste saber que estabas casado, después me haces creer que hay algo real entre nosotros y cuando trato de buscarte te has ido, me dejas solo por las mañanas como siempre lo haces- se levanto del suelo, algunas lagrimas seguían escurriendo por su rostro.
-¿Alguna vez me buscaste?- me miro, su mirada ahora no solo derretía témpanos de hielo, también a mi- siempre fui yo el que tenia que ir por ti, nunca supe si deseabas nuestros encuentros tanto como yo- tiene razón, siempre estuve a la espera de que él fuera, pero nuca fui yo por él- me iba todas las mañanas porque no quería causarte problemas, siempre supe que estas comprometido y nunca me decías si debia volver, nunca me ofreciste que permaneciera mas de una noche.
-Tienes razón- y la tenia, a pesar que siempre quise que el se quedara, yo nunca se lo hice saber- pero entonces, ¿por que casarte?- mis ojos se inundaron y las lagrimas comenzaron a derramarse.
-Te dije que era una mala idea- se escucho una voz detrás de nosotros- debiste explicarle el plan antes de soltar la bomba- camino hasta que la luz de los faros nos permitieron ver su rostro- lo siento Draco- la mirada de Hermione era sincera- deberíamos entrar a la casa, la nieve se va hacer mas espesa y estar en el cementerio de Godric’s Hollow no me trae buenos recuerdos- me tomo de la mano y se lo permití, comenzamos a salir del cementerio, Harry venia detrás de mi.
En el trayecto trate de recordar por que se me hacia conocido el nombre de Godric’s Hollow, cuando cruzamos las estatuas me fije bien en ellas y vi el rostro de Harry dos veces y el de una mujer, aparentemente todavía me encontraba aturdido por que tarde varios segundos en darme cuenta que eran James Potter, Harry y su madre. Nos encontramos en el lugar donde los Potter murieron, o mas bien fueron asesinados por Voldemort. ¿Por qué me llevo al cementerio?, un minuto, las lapidas que veía tan intensamente eran…¿Por qué?
Nos paramos frente de una casa, se podía sentir la fuerza tan potente que emitía, al parecer la rubia leyó mis pensamientos o los adivino.
-Fue reconstruida por métodos poco usuales, esa es la razón por la cual se siente una energía tan pesada- abrió la reja- la sensación termina en el momento que entras- con su cabeza me hizo señal de seguir adelante, lo dude pero mi cuerpo se movió por si solo, seguí caminando hasta tocar la puerta, por alguna razón la abrí y entre, la pareja estaba detrás de mi, no sabia porque lo había hecho.
Y tampoco tuve mucho tiempo para pensarlo ya que al entrar a la sala me desmalle.