TRAIDOR por Ayume46

Me desperté de nuevo en ese frio suelo... Cuanto tiempo habría pasado? "Sanji!" Es lo primero que pensé en cuanto volví a la realidad. Mi cuerpo estaba mucho mejor, el dolor había aminorado bastante.
-OYE!!!
Chillé con todas mis fuerzas intentando llamar la atención de ese chico. Tenía mucho que explicarme...
-ALGUIEN!!!! OYEEEE!!!!!
Nada solo silencio.... No era normal. Desde que desperté aquí siempre había alguien haciendo guardia tras esa enorme puerta.
-Que demonios esta pasando? Solo espero que estes bien...
Me recosté de nuevo sobre la pared, intentando ordenar todas las ideas en mi cerebro. Era definitivo, era él... Entonces por que se creía otra persona? Por que trabajaba para la marina?
-Mierda! Es demasiado necesito...
Mis palabras cesaron de golpe. Un tremendo olor comenzaba a colarse en la pequeña habitación...
-Fuego?

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Cuando descubrí la verdad apenas podía creerlo. No fuí capaz de decir una palabra, solamente miraba fijamente al chico, intentando comprenderlo.
-Se que es dificil de creer... Pero debe hacerme caso, por favor.
-Por que me lo cuentas? Tu eres parte de esto desde el principio!
Sentía ira, dolor, rabia, miedo... Por que me hicieron eso? Por que jugaron conmigo de esa manera?
-Yo... Eso ahora no importa, tenemos que impedir que terminene con sus planes.
-No puedo hacer nada, cierto? Solo puedo esperar...
Apretaba mis manos con fuerza, conteniendo todo lo que estaba deseando explotar. Mi destino estaba sellado y solo podía ver como...
-El marimo!!!
-Exacto, el todavía esta a tiempo de salir de esto...
-No tenemos tiempo, mañana estará aquí...
Ambos nos miramos, no hacía falta más. Teniamos que sacar a Zoro cuanto antes... Solo hubo un pequeño fallo en nuestro plan, el que se encontraba tras la puerta en esos instantes.
-Aiko, como pudiste?
Ambos nos giramos hacía al puerta, encontrandonos con Koji. Lo había escuchado todo, nos había descubierto...
-Koji, no es justo... Por que tienen que pasar por todo esto por ser piratas? Que sean juzgados y condenados pero no...
-Son ordenes y lo sabes.
Los dos se miraron friamente, desafiandose el uno al otro. Tenía que deshacerme de él e ir a por el marimo. No sabía por que pero algo me decía que fuera de inmediato.
-Ni lo intentes, Kuroashi...
Había descifrado mis intenciones, por suerte tenía a ese chico de mi lado.
-Aiko...
-Vete...
-Gracias yo...
-VETE MALDITA SEA!!!!!
La culpabilidad me hacía querer quedarme. Sabía perfectamente que no podría con él, los había visto entrenar juntos mil veces... No miré atras y salí directo hacía la puerta, aunque ese homrbe se cruzó en mi camino.
-Tengo que repetirlo? Tu no sales de aqui!!!
Iba a atacarle cuando ví una sombra corriendo tras de mí. Segundos después Koji estaba en el suelo, siendo sujetado por Aiko.
-Quitate!!! Maldición...
-Vete a por él, mi teniente...
Crucé el umbral de la puerta, pero las palabras de ese hombre me detuvieron de nuevo.
-Ya es tarde para ese espadachin!!!!
De que demonios me estaba hablando? Por que narices... En cuanto me acerqué a las escaleras me dí cuenta. Una nube de humo oscuro venía de la parte baja, justo debajo de nosotros...
-Zoro!!!

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El humo comenzaba a colarse por las rendijas de la puerta, llenando el pequeño espacio de humo. Sin nigun tipo de ventana o ventilación... Era solo cuestión de tiempo que me axfisiara allí dentro. Rasgué como pude parte de mi ropa, cubriendome la boca, intentando no respirar directamente esa nube. Me fuí reptando hasta la puerta, aprovechando el poco aire limpio que quedaba cerca del suelo. La golpé con todas mis fuerzas, intentando llamar la atención de alguién, buscando que él viniera por mí... "Ahora entiendo todo... Lo siento..." Recordaba las palabras del cocinero la última vez que nos vimos, el dolor que reflejaban sus ojos. Tubo que sentirse solo, desesperado... Esperando una ayuda que nunca llego... justo como yo ahora. Me senté contra la puerta, dandolo todo por perdido. Sin mis katanas y con tantas heridas no había opción de salir por mi mismo...
-Siempre te amaré... estupido cocinero...
Cerré mis ojos y recordé ese beso, el único que tubimos...
-Más te vale cabeza de cesped... Y ahora apartate!!!!

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Intenté abrir esa maldita puerta de mil maneras, pero no había manera. El calor era axfisiante y había deformado el metal. Solo quedaba una opción...
-Siempre te amaré... estupido cocinero...
-Más te vale cabeza de cesped... Y ahora apartate!!!!
Tiré la puerta abajo de una patada, encontrandomelo tirado en el suelo. Estaba malherido por mi culpa, y el humo no había hecho otra cosa que dejarlo en peores condiciones.
-San..ji..
-Siempre salvandote... estúpido marimo...
Pude ver una pequeña sonrisa mal dibujada en su rostro y ese brillo en sus ojos de nuevo. Lo recagré sobre mí hombro y salimos del sotano. El fuego se había extendido, la casa entera estaba en llamas. Podía oir los gritos de la gente en el exterior, pidiendo ayuda. Guiado por ellos fuí avanzando entre las llamas y los cascotes, buscando alguna salida. Mi desesperación aumentaba, no lograba encontrar la maldita puerta...

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Me sostenía sobre él a duras penas, intentando ser la menor carga posible, aunque en mi estado...
-Por fin!! Ya estamos cerca, aguanta un poco más...
Alcé mi vista un segundo, encontrandome con la salida a unos pocos metros de nosotros. Estabamos a salvo por fin, juntos.
-Marimo!!!!!!
Noté como me empujaba fuera de la casa. Por que había...
-Cocinero!!!!!
En cuanto volví mi vista buscandolo me encontré con él. Estaba aun en el interior. Una de las vigas de madera había caido, bloqueando el camino. Ese empujón...
-Estúpido!!! Voy a sacarte de ahí!!!
Ni siquiera podía levantarme! Golpé el suelo por pura rabia, intentando hacer que mi cuerpo me obedeciera.
-Te perdono, Zoro.
Volví de nuevo mi vista hacía él, mientras me sonreía. No podía salir, tenía que buscar la forma de que...
-Yo también te amaré siempre...
Solo pude ver como daba medía vuelta sobre sus pasos y se adentraba en la casa, perdiendose entre las llamas.
-SANJIIIII!!!!!!!!!!!
La casa se desmoraba ante mis ojos, mientras el fuego lo consumía todo. Mis ojos se llenaron de lagrímas, mientras los aldeanos intentaban alejarme del peligro.
-Soltadme joder!!! Maldito imbecil.... No vas a dejarme... NO PUEDES!!!!