Durante la batalla contra Cell, mientras los guerreros z observaban al ridículo Mr. Satán, un extraño individuo apareció, nadie lo había notado pues su presencia era tan discreta, claro, hasta que cierto papanatas lo notó. - Ahhhhhhh! ¿pero que haces aquí, muchacho? Esto no es un juego, es muy peligroso y puedes perder la vida.
El muchacho lo miró. Era muy pálido, de ojos verdes y cabellos como la noche. Su apariencia demostraba gran elegancia y portaba también un orgullo principesco. Todos lo notaron entonces. Aquel misterioso pelinegro miró al tonto que delató su presencia. Cell también lo observaba con cierto interés. Mr. Satán trataba de alejar al chico del “peligro” así que empezó a arrastrarlo (al menos hizo el intento).
- Suéltame. Ordenó el chico. Satán al ver que no parecía querer moverse lo cargo sobre su hombro, cosa que alteró al muchacho y comenzó a forcejear. - ¿Qué demonios? ¿Qué se ha creído? Suéltame en este instante o lo lamentarás.
Aquella escena era extraña y ridícula. Entonces, Cell habló, dirigiéndose al muchacho. - No pareces un humano común, puedo sentirlo… ¿Cuál es tu nombre?
Aquel muchacho sonrió con altanería y le dijo secamente. - Yo no tengo por que decirte mi nombre, no lo vales.
Cell enfureció por aquel comentario mientras que Krillin observaba aquello con miedo. - Ese chico, parece que quiere que lo maten. Vegeta observaba también con ligero disgusto. Goku, Picoro y hasta Trunks notaron que había algo raro en aquel sujeto de extraño aspecto cadavérico. Aquel chico dio una patada en los bajos a Satán y logró liberarse de su agarre. Miró a Cell. Aquel androide no paraba de verlo tampoco, lo miraba con furia. Cell analizaba la manera de hacer pagar a aquel insolente el insulto. Sonrió con malicia. Dejó salir de su “aguijón” a varios Cell Jr. Todos abrieron enormes los ojos al ver aquello. Las horribles criaturas comenzaron a atacar a los guerreros z (a Mr. Satán no lo tomaron en cuenta por que sería una pérdida de su valioso tiempo).
El extraño de ojos verdes acaba con aquellas criaturas engañándolas, logrando con ello que ellas mismas se destruyeran mutuamente. Cell al ver eso se sorprendió. Aquel chico tenía habilidades interesantes, y a juzgar por su modo de atacar, no poseía fuerza física alguna, por lo que seguramente, dependía más de sus habilidades de engaño, como lo había visto. - Sería interesante absorberte.
Sin que el pelinegro se diera cuenta, Cell ya lo tenía sujeto. Su horrible aguijón comenzó a “funcionar” de nuevo y lo abrió para poder “tragar” entero al chico. El muchacho al ver aquello se sorprendió y trató de quitarse de encima a Cell. Comenzó a decir unas palabras casi intangibles pero antes de terminar y antes de que Cell se “tragara” al chico, Vegeta había lanzado una esfera de energía y había impactado contra Cell y el chico que milagrosamente salio ileso, al menos a simple vista. Se tocó el hombro y dio u gesto de dolor. Mientras al parecer intentaba curarse ya que de su mano salía un resplandor verdoso, Cell miraba furioso a Vegeta.
- Maldito. No te metas. - Con gusto lo haría pero creo que la pelea es ahora conmigo. Cell parecía furioso. Vegeta sonrió.
El muchacho no sabía como reaccionar después de eso. De lo que si estaba seguro era que ese hombre de carácter altanero no le agradaba en lo más mínimo. Vegeta lo miró. - obviamente tu no sabes pelear y tus trucos solo harán un estorbo si Cell se los adueña. Mejor lárgate y no molestes.
En definitiva. Ese hombre iba a sufrir su ira incontenible. Cuando los Cell Jr. Fueron eliminados y Vegeta luchaba difícilmente contra Cell, el androide aprovechó para atacar por la espalda a Vegeta y lanzarlo, entonces se abalanzó sobre el ojiverde para absorberlo, pero entonces, el chico dijo algo en un idioma extraño y antes de que se dieran cuenta, Cell fue envolvió por una esfera enorme de luz color verde resplandeciente y cegadora que todos tuvieron que cubrir sus ojos. Cuando la luz volvió a ser tolerable, notaron que no había nada de Cell. Todos se sorprendieron por esto. Vegeta no podía creer aquello. Miró a aquel chico.
- ¿Qué demonios hiciste? ¿Quién rayos eres? ¡Maldita sea! Por supuesto. Al chico no le agradaba ese hombre. Vegeta, de tan molesto que se sentía le lanzó una esfera de energía pero aquel chico se evaporó dejando solo un rastro de humo verde para después aparecer detrás del saiyajin. - Ahh!
Aquel chico mencionó algo que hizo temblar a algunos. - Me voy a divertir con tu desgracia. Cualquiera que me haga enojar sufrirá más allá de lo que pueda imaginar. Sonrió malévolamente y diciendo unas palabras desapareció para no dejar rastro. Todos se quedaron muy sorprendidos.
Una vez que la amenaza de Cell desapareció, muchos lo festejaron. Los guerreros Z no tenían mucho que festejar, por que para empezar, estaban intrigados con ese sujeto tan extraño que apareció y que aparte desapareció a Cell como si nada. vegeta tomaba un baño en esos momentos, rememorando las extrañas palabras de ese sujeto. Por alguna razón, esas palabras le hicieron sentir escalofríos. O quizás…
Bulma y Milk platicaban amenamente mientras los hombres estaban en lo suyo. De pronto, un grito los alertó. Bulma se levantó de golpe. - Ese grito. Provino del cuarto de baño. Vegeta.
Quizás con menos alteración, hubieran notado un cierto cambio en aquel timbre de voz. Cuando los hombres llegaron al baño, lo que vieron no fue precisamente a un hombre desnudo, si no a una bella mujer que mostraba todo su esplendor. La chica miro a cada uno y lanzó un grito de indignación.
- ¡Malditos pervertidos! ¡¿Qué demonios creen que ven?! Bulma al entrar y en lugar de ver a un hombre si no a una mujer, lo que hizo primero fue cubrir el cuerpo de la chica y luego sacar a todos. - ¡Fuera! Largo de aquí, no tienen nada que ver.
Ahora si que nadie entendía nada. aquello fue demasiado sorpresivo. Vegeta… ¡ahora era una mujer!