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El fotógrafo por Naniimine

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Notas del capitulo:

Emmm... Bueno, este lo escribí hace bastante tiempo ya. Se lo había dado a mi Eruka para que lo corrigiera, pero le dio cosita al final así que decidí arrojarme yo solita a esta cuerda de pirañas jejeje.

Es algo que se me ocurrió mientras escuchaba "Look Alive" de Incubus: http://www.youtube.com/watch?v=4MX_CKyuuFc

Esta canción es demasiado genial, me encanta (L) escuchenla si quieren, igual les va a tocar leerla durante el desarrollo del shot jeje.

Bueno, Naruto ni ninguno de sus personajes me pertenecen, todos son creación exclusiva y única del grande, Masashi Kishimoto.

Advertencia: OoC de leve a moderado

 

El campus de la facultad de artes era sumamente gigantesco. Había amplias áreas verdes pobladas por conjuntos de arbustos medianamente grandes y cerezos. Los bancos de hierro forjado pintados de blanco se disponían estratégicamente cerca de los árboles, que en ese momento de invierno, exhibían sus ramas negras y desnudas. En el rincón más apartado de ese lugar se encontraba él con una de las últimas cámaras que había adquirido, fotografiando detalles que sólo él se jactaba de expresar a través de las imágenes que revelaba y de las cuales muchas paraban en pequeñas exhibiciones, llevándose halagos e incluso ganándose puestos en revistas de naturaleza renombradas. Como muchas de las cosas que hacía, sino eran todas, buscaba la perfección y la estética, manteniendo y alimentado el orgullo que llevar el apellido que tenía traía consigo. Mínimamente con eso lograba contener el humor de su padre, quien nunca había estado de acuerdo con el que tomase esa carrera haciendo a un lado la herencia de los negocios  que su familia llevaba desde muchísimos años atrás, incluso antes de que su bis abuelo naciera.

-Sasuke Uchiha –le llamó su padre por el nombre completo, como solía hacerlo cuando estaba verdaderamente enojado-, estas desperdiciando tu vida con ridículas fotos de cosas sin sentido. Lo que estudias ni si quiera es una carrera. Te morirás de hambre en un futuro, y yo no te voy a mantener toda la vida, no soy eterno.

Claramente su padre jamás entendería sus gustos. Nunca lo había hecho y jamás lo iba a hacer. Y por supuesto que era una carrera. Además no iba a morirse de hambre,  por sí mismo ya se estaba haciendo de un nombre y apenas llevaba la mitad de la carrera hecha. Claro, no percibía mucha ganancia siendo todavía un estudiante, pero con lo que le pagaban le bastaba. A pesar de que su padre aun le daba esas colosales mesadas, él no las malgastaba, como cuando su hermano en la adolescencia lo despilfarraba en parrandas. Más bien las ahorraba para comprarse con ello los utensilios de su carrera. Sasuke nunca se había acostumbrado a la vida lujosa que llevaba su familia, porque por muy extraño que sonase, él siempre esas cosas le habían parecido demasiado banales o complicadas a pesar de haber crecido en un medio como ese. Por eso siempre lo tachaban de asocial y retraído, porque prefería estar solo en el jardín o en su habitación. Y tampoco había sido de muchos amigos.

Además, de todas formas su hermano se podía encargar de los negocios, igual a él era quien siempre miraba su padre. No tenía por qué meterlo también en eso, Sasuke simplemente prefirió vivir la vida a su manera, y aun así buscó no decepcionar a su padre en ningún ámbito académico y social. Hasta el momento del ingreso de la universidad, cuando volteó los planes de su progenitor. El escándalo había llegado a niveles colosales de guerra entre él y su padre, pero su madre, mediadora y defensora incondicional de su persona, siempre estuvo conteniendo todo. Y gracias al cielo que lo hizo. Su hermano mayor simplemente le alentó a continuar con lo que él quería, diciéndole que entendía perfectamente que su capacidad para manejar el negocio familiar no le llegaba ni a los talones a él, y que mejor siguiera con sus caricaturas.

Había sentido impulsos por tirar todo a la basura y seguir los pasos de su padre, pero simplemente no le daría el gusto a su hermano de hacerlo enojar (a pesar de que ya lo había hecho), y simplemente pasó por alto el comentario haciendo oídos sordos del mismo. Que su hermano y su padre pensaran lo que se les viniese en gana, total él ya se había decidido a tener una vida más libre y tranquila y no una atiborrada de papeles y molestas reuniones en una oficina.

Él era un amante de la soledad y la tranquilidad que proveía el silencio.

Por como el sol se disponía en el cielo, lo más probable es que fueran las cuatro de la tarde o quizás un poco más. El último día de clases casi todo el mundo se lo saltaba, pero él simplemente no lo hacía, por costumbre a ser cumplido y responsable. Odiaba encarecidamente perderse una clase, y ese día la profesora que dictaba el curso de color, una de las materias que en realidad no le gustaba mucho, les enseñó a los pocos que habían ido varios trucos interesantes que a él lo dejaron fascinado. Aunque él era amante de las fotografías en blanco en negro, no negaba el hecho de que las de alta resolución y a todo color también merecían la pena. Algunas, claro.

La pequeña golondrina que se alisaba las plumas azuladas de los bordes de sus alas fue capturada en un ángulo que él había considerado perfecto, se posaba en el borde de la rama del cerezo y casi sin darse cuenta de su espectador se sacudió graciosamente su plumaje.

Pero entonces el momento tranquilo que disfrutaba Sasuke se vio perturbado por el repentino grito eufórico proveniente de algún lugar que no pudo identificar. La golondrina salió volando inmediatamente y él chasqueó  la lengua en señal de irritación por haber sido interrumpido de aquella forma.

¿No se suponía que ya no había nadie en el campus? Las clases habían finalizado al mediodía y nadie debería estar ahí, sino los vigilantes.

Buscó con la mirada el lugar de dónde había provenido tan repentino alarido y entonces se quedó impresionado. Se puso de pie rápidamente y entrecerró los ojos intentando ver mejor lo que estaba sucediendo en aquella pequeña colina que daba hacia el lago, que en verano y primavera se llenaba de patos, de la facultad. Un chico iba rodando por la misma y de no haber sido porque lo había escuchado soltando carcajadas mientras caía, hubiese ignorado el hecho de que alguien se encontraba lanzándose por la colina atentando contra su vida.

Claro que eso era una exageración, la colina no era demasiado empinada, pero aun así él lo había pensado de esa forma.

Le causó bastante curiosidad el muchacho de rubios cabellos, y es que aquella risa que soltaba se oía tan contagiosa que lo hacía sonreír a él, y eso era de por sí una gran hazaña. El muchacho al pie de la colina se quedó tirado sobre el césped con los brazos tendidos y con la vista hacia el cielo, y entonces él lo enfocó con su cámara y aumentó el zoom para verlo más de cerca.  Estaba tan fascinado por lo bien que se veía que no pudo evitar capturar esa imagen que le había removido algo en el pecho. El rubio de una belleza que tocaba lo angelical y se juntaba con la inocencia, sonreía tan despreocupado embelesado con el cielo que no se percataba de la presencia del otro que lo fotografiaba a escondidas.

 

The hardest thing is rendering a
Moment moving too fast to endure

 

Tal cual como hizo con la golondrina, y como hacía con tantas otras pequeñas criaturas y lugares que fotografiaba, con precaución sin que lo notasen capturaba en imágenes el momento.

Porque él adoraba las fotos así. Naturales, sin poses ni cosas elaboradas.

Porque eso era lo que adoraban de sus fotografías, frescura y simpleza encantadora.

Nunca había fotografiado personas, le parecían demasiado molestas y fingidas como para ser retratadas. Admiraba algunas fotografías de sus colegas que se dedicaban a retratar personas, lo admitía, pero por alguna razón siempre encontraba algo desagradable por más hermosas que fueran. Lo que realmente a él lo apasionaba eran los abstractos y la naturaleza, eran cosas que le proveía de tanta tranquilidad que le encantaba plasmarlo en imágenes.

Pero ese chico de enigmática belleza le había hecho caer en fascinación. Y el contraste que generaba su sola presencia en ese sencillo pero bonito paisaje creaba una imagen que él simplemente no podía dejar de fotografiar.

 

But you abide and smile wide cause
I want to remember this for sure

 

 

Sasuke observó como el muchacho rubio sacaba un pequeño cuaderno de su bolso y se quedaba viendo el lago desierto, retraído en sus pensamientos. Luego le vio sonreír nuevamente y otra captura de aquella tan pura sonrisa era atrapada por la cámara de Sasuke, para después quedársele viendo como se entretenía escribiendo quien sabe qué. Y así se mantuvo todo el tiempo que estuvo ahí, observando de vez en cuando el lago y escribiendo en la pequeña libreta hasta que el sol se puso y solo algunos rayos de luz iluminaban tenuemente esa colina donde aquél muchacho se encontraba. Sasuke no pudo evitar tomar otra fotografía, era una imagen tan sublime que le llenaba el pecho de una calidez que le entibiaba el corazón y le producía una sensación de paz que no se explicaba.

El rubio de hermosa sonrisa se puso de pie y guardó la libreta en su bolso, estiró los brazos y dio un pequeño salto para luego frotarse las manos. Sasuke supuso que eran las seis y un poco más, el frío que estaba pegando ya se le estaba colando hasta los huesos pero él no se movió del lugar en el que estaba hasta que aquel chico rubio hubiese desaparecido de su vista.

Regresó al apartamento tipo estudio en el que vivía desde el segundo semestre de su carrera, y tiró todas sus pertenencias sobre el sofá excepto la cámara. Vivía de esa forma debido a lo molesto que se había tornado quedarse en casa de sus padres, tanto había sido el acoso que no lo pudo soportar. Gran parte de la culpa era de su padre, no perdía oportunidad de reprocharle o hacer alboroto cuando le veía el bolsito de la cámara colgado de la espalda, o cuando lo veía utilizando aquella ropa tan cómodo que le gustaba usar y no camisa y pantalón como sí lo hacía Itachi, su hermano mayor.

 

 

You can give me guns and politics and
I'll just make a mess of it, you know

 

 

Tenía un pequeño cuarto oscuro que utilizaba para todo el proceso de revelar las fotografías, y estaba tan ansioso por ver las del rubio de hermosa sonrisa que no pudo esperar hasta el día siguiente para comenzar con el proceso.

Y maldijo a todos los cielos del universo por no tener el material suficiente para hacerlo.

Pero lo poco que le quedaba alcanzó para poder revelar dos de las fotografías que más quería ver, la que había tomado en primer lugar y la última. Ansioso veía como iban apareciendo las líneas y sombras en el trozo de papel que mantenía en el agua y cuando al fin la tuvo completamente plasmada, la tendió en la cuerdita que tenía al frente para dejarla secar.

Había decidido utilizar las técnicas que en color le habían enseñado.

Realmente había sido una estupenda idea.

Sonrió por quien sabe cuánta vez ese día sin darse cuenta, y es que la expresión tan feliz de esa persona que había retratado era tan contagiosa que simplemente no podía evitar sentirse arrastrado por ella.

Ese diciembre para Sasuke fue uno de los más lentos que le había tocado soportar, no entendía porque se encontraba tan ansioso y en un par de ocasiones se atrapó mirando impaciente al rostro a la gente apresurada de las calles del frío Tokyo.  Aquel sábado antes de empezar las clases se dispuso a revisar su portafolio y las fotos del chico rubio se cayeron de un pequeño bolsillo interior del objeto, él las recogió e inmediatamente sonrió. Esa mirada distraída hacia el lago con aquella entusiasta sonrisa junto a los rayos del sol acentuando sus rasgos y el brillo de su cabello, lo dejó fascinado, justo como cuando lo vio la primera vez. Muchas veces intentó explicarse como era que una persona le había causado tanto impacto a su percepción de la belleza, y más tratándose de un chico.

 

Give me all the sustinance and
The wiser wider part of me will show
Yeah yeah yeah

 

 

Porque ni las chicas más atractivas que había conocido lo habían impactado tanto como ese muchacho que se dejaba caer cual niño de siete años por la pequeña colina ese último día de clases de diciembre.

Sasuke agitó la cabeza moviendo ligeramente su cabellera negra azabache y guardó las fotografías en el fondo del bolsillo de su portafolio, donde había decidido dejarlas aun no sabiendo por qué.

Una de las cosas que más le fascinaba retratar al menor de los Uchiha era el florecimiento de los cerezos, y de hecho, sus fotografías impresionaban tanto a los expertos que nunca faltaba alguna que no ganase un reconocimiento o premio, e incluso una publicación. Esa tarde de principios de Abril, capturaba a una hermosa mariposa que se posaba sobre un pequeño retoño de ese árbol, que como había apreciado, todas sus flores se encontraban ya en su máximo esplendor. Sasuke se dio la vuelta una vez que obtuvo su fotografía y caminó hacia la salida de la facultad, pero entonces su atención se vio capturada por la figura que reposaba pacíficamente bajo la sombra de uno de los cerezos ya florecientes.

No podía creerlo.

Era él.

 

 

A picture says with sight
what we can't say with words
but you've been walking eyes to feet
in dark sunglasses

 

 

Contuvo su respiración al ver como de nuevo el muchacho se robaba la escena del ambiente con su implacable y enigmática belleza masculina, Sasuke se preguntaba si el chico era una especie de broma humana que Dios le había hecho para alterarle los sentidos. Y es que aquel indulgente humano se encontraba despreocupadamente dormido con un par de audífonos en los oídos.

Sasuke tomó la cámara con manos ansiosas y cuadró el lente. Acercó la toma y le hizo un close up. Luego capturó la escena entera completamente hipnotizado por la presencia del muchacho rubio en contraste con el tronco del cerezo donde se recostaba plácidamente.

Y entonces como si de magia se tratara, un suave viento sopló desprendiendo algunas de las hojas rosadas del cerezo cayendo suavemente sobre el rubio que dormitaba tranquilamente bajo su sombra.

Dios definitivamente era un ente demasiado bromista.

Los pétalos de los cerezos quedaron suspendidos adornando la belleza angelical del rubio en aquella fotografía en la que se dio el lujo de capturar eternamente.

Y así como llegó con cautela y precaución, así mismo se alejó procurando no perturbar el dormitar de ese chico que aun y en sueños se le había atrevido a aparecer.

Y eso que él no solía soñar.

 

 

A picture will survive
So smile and look alive
The camera lens is opening
The wider angle's yours

 

 

Estaba ya a finales de junio, terminando el séptimo semestre de la carrera y bastante cerca de las vacaciones de verano, caminaba completamente absorto en sus pensamientos cuando se tropezó con alguien que le hizo caer su portafolio, desparramando todas las fotografías que su carpeta contenía por el corredor.

-¡Disculpa! –exclamó ese que se había atrevido a cortar tan violentamente la corriente de sus pensamientos.

Sasuke levantó su mirada completamente molesto, pero cualquier insulto o improperio que hubiese estado a punto de soltar se fue directo a la Patagonia, pues la disposición y el color de aquel cabello revoltoso y de dorado color era inconfundible luego de admirarlo tantas veces en las fotografías que guardaba celosamente del vulgo. Ni porque usaba aquel tapabocas podía confundirse, sabía que se trataba de aquel muchacho que dormía plácidamente bajo los cerezos.

-Descuida –susurró más nervioso de lo que hubiese querido.

El muchacho amablemente le ayudó a recoger las fotografías, Sasuke por su parte echó una rápida ojeada a todas las imágenes que se encontraban esparcidas por el suelo por si no se encontraba ninguna de las del susodicho. Por suerte, aun seguían dentro del bolsillo del fondo. Era obvio que un error como ese no le podía suceder a él, las fotografías estaban muy bien guardadas.

-Son hermosas ¿Las has tomado tú?

-Si –respondió con simpleza tragándose el “¿Acaso no es obvio si tengo una cámara colgando del cuello?” que estuvo a punto de soltar.

 

 

Yeah every empty one of us have methods
To quell the madness of this pace

 

 

El muchacho sonrió nuevamente viendo una sola en específico. Y era precisamente la que había tomado aquel día en el que él se había atrevido a robarle un par de close up al muchacho. Aquella fotografía de la mariposa sobre el pequeño retoño de flor de cerezo.

-Apuesto a que cuando abrió sus pétalos era la más hermosa flor del árbol –dijo entregándole esa última fotografía.

-Puedes quedártela –dijo apresuradamente.

El muchacho le miró con aquellos ojos que por la lejanía no había nunca alcanzado a detallar. Un intenso azul cielo, cristalino y brillante en alegría le observó directamente a él.

-¿En serio? –preguntó emocionado el chico.

Sasuke dibujo una media sonrisa en el rostro al ver aquella expresión de alegría en los ojos claros del muchacho. Estaba completamente seguro que detrás de ese tapabocas sonreía abiertamente a él, y él sencillamente se lo estaba perdiendo. Aun así no dejaba de sentirse maravillado por apreciar de cerca ese tan hermoso color azulado que despedían sus deslumbrantes orbes.

-Por supuesto. Como recompensa por haberme ayudado a recoger el resto.

-Muchas gracias eh… -dijo buscando saber su nombre.

-Sasuke, Sasuke Uchiha  -dijo apresuradamente.

-Muchas gracias  Uchiha-san, es una bonita fotografía. Mi nombre es Naruto, Uzumaki Naruto.

-Puedes llamarme Sasuke, no tengo problema.

-Bien, Sasuke ¡Muchas gracias por la fotografía! –exclamó y luego de darle una breve reverencia se dio la vuelta y se marchó.

A Sasuke nunca su nombre le había sonado tan agradable dicho por alguien sino hasta después de escucharlo de los labios del rubio de hermosa sonrisa, que ahora sabía se llamaba Naruto.

Naruto.

El muchacho de la hermosa sonrisa.

 

 

But yours have bled and are running south
Like jealous Dior mascara down your face

 

 

Había sido una completa lástima el no haberla apreciado por aquel tapabocas que portaba. Sasuke se preguntó porqué el muchacho cargaba aquello, y se sintió bastante idiota al escuchar su propia voz mentalmente diciéndose que lo más probable es que anduviese resfriado.

Pero en ese momento no sabía que la realidad era otra.

Muchas fueron las ocasiones que se lo encontraba por los pasillos y él chico le saludaba amablemente, incluso se vio completamente privilegiado de recibir una de aquellas sonrisas que tanto le habían atrapado en una ocasión cuando se dirigía hacia el lago de los patos de la facultad. Y vaya que el cosquilleo en el estómago había sido intenso por aquello.

Pero entonces fue viendo como una especie de sombra nublaba el panorama del rostro  del rubio, y no entendía muy bien el porqué.  Aquella vez en el baño cuando se lo consiguió por casualidad tuvo que dejar caer todas sus pertenecías para atrapar al chico entre sus brazos, pues se había desmayado y si no fuese sido porque él estaba ahí probablemente se hubiese golpeado contra el suelo.

Cuando Naruto abrió los ojos en el hospital y le sonrió débilmente supo que algo no andaba bien.

Pero temía preguntarle.

A pesar de haber notado aquel decaimiento que se iba reflejando en su brillante presencia, él se negaba a preguntar o indagar al respecto.

 

 

You could take that wait and all that fuss so
Now just get the best of us, you know

 

 

 

-Gracias Sasuke.

-Descuida –fue lo único que pudo decir.

Salió del hospital dejando al chico en aquella habitación deseando fervientemente que saliera pronto de ahí, y que siguiera caminando por el campus repartiendo esas contagiosas sonrisas a todo el mundo.

Que le siguiera sonriendo a él.

Pero no lo hizo.

Luego se enteró del que muchacho padecía de leucemia, y que a pesar de todas las energías que tenía y todo el ánimo que poseía su alegre personalidad, lo estaba consumiendo. Y las quimioterapias no hacían más que causarle dolor, más aun del que ya estaba padeciendo y poco era la mejoría que reflejaba el tratamiento en su bastante debilitado cuerpo.

Y entonces Sasuke tenía miedo de verlo.

Temía que aquella luz que Naruto emitía se hubiese apagado y se hubiese sumido en la oscuridad que ese cáncer traía consigo, devorando cualquier ápice de alegría que este pudiese tener.

Sasuke iba al hospital todos los días, pero no se atrevía a verlo. Se paraba justo en la puerta de la habitación donde se encontraba el muchacho de hermosa sonrisa recluido, y luego de permanecer varios minutos estático en ese lugar, se daba la media vuelta y salía huyendo.

Porque prefería huir que ver a Naruto sumido en la depresión de la enfermedad terminal.

 

 

Give me love not suicide and
The wise wider part of me will show
Yeah yeah

 

 

 

Fue entonces cuando uno de los amigos del rubio se atrevió a hablarle. Ese muchacho pelirrojo que a pesar de su tosquedad para hablar y su cara de malos amigos, justo como la de él, le dijo que era un completo imbécil y un vil cobarde por no entrar a ver al rubio. Y es que Naruto lo mencionaba cada vez que hablaba con él, y peroraba sobre las maravillosas y vívidas imágenes de cierto fotógrafo que capturaba la verdadera esencia de la naturaleza, y tan arrebatadoras  eran los retratos que casi podías oler las flores y tocar los pequeños seres vivos que en estas se encontraban.

-No te hagas una idea equivocada. Esto lo hago por él, no por ti –le aseguró aquella vez.

Y entonces Sasuke comprendió que no solamente él pensaba en el chico que reía sin tapujos en aquella colina de ese diciembre, sino que ese mismo muchacho pensaba en él y en lo que verdaderamente quería transmitir en sus fotografías.

Vida.                          

 

 

A picture says with sight
What we can't say with words
But you've been walking eyes to feet
In dark sunglasses
A picture will survive
So smile and look alive
The camera lens is opening
The wider angle's yours!

 

 

 

Fue entonces cuando decidió visitarlo, llevó consigo su cámara y se obligó a pensar que no vería a alguien que padecía esa terrible enfermedad, sino a aquella criatura que Dios le había puesto en el camino para admirar y que le daba a entender que no todo en la raza humana estaba perdido.

Y entonces pudo ser espectador en primera fila de aquella hermosa sonrisa que siempre lo había cautivado, que lo había enamorado a primera vista. A pesar de que los rubios cabellos ya no estaban por efectos de las sesiones intensas de las quimioterapias, esa expresión un poco cansada demostraba que la alegría natural del muchacho era imposible de ser opacada, ni por esa terrible enfermedad ni por el encierro del hospital.

Sasuke no pudo frenar sus impulsos. No pudo controlar sus acciones.

Se abalanzó sobre el muchacho y le robó el más casto y puro beso que en la vida hubiese dado a algún otro ser viviente en el planeta.

Y Naruto correspondió.

-¿A qué se debe tan eufórico saludo?

-Lo siento, no debí… tu estado…

Naruto colocó su delgado dedo sobre sus labios.

-Descuida, esta bien. No me molesta en lo absoluto. Gracias por venir a verme, ahora me siento mucho mejor.

Sasuke permaneció en silencio, solamente limitándose a sonreír a aquel ser que le había robado el corazón de una manera tan inverosímil que él mismo aun no concebía la idea de estar enamorado. Sacó varías fotografías, unas de las últimas que había tomado y se las regaló al rubio.

Y entonces casi se desmaya cuando vio la imagen que estaba en la mesita al lado de la camilla. Era aquella fotografía que le había regalado hacía ya un año, cuando era mucho más novato. Casi pudo ver los defectos que esta tenía. Y a pesar de eso, Naruto la conservaba en ese lugar.

Sasuke no se creía como una persona era capaz de mantener aquella alegría en ese estado,  a sabiendas de no tener más familiares que su viejo abuelo con alzheimer y su mejor amigo, Gaara, aquel pelirrojo que lo había hecho entrar en razón. Y es que los padres del chico habían muerto hacía mucho tiempo ya, como Gaara le había contado, y  sus demás familiares simplemente se olvidaron del chico dejándolo a la deriva.

Sasuke le prometió entonces que lo sacaría de ahí, y que pagaría los tratamientos que fuesen necesarios para que se curara. Y cada día que lo visitaba le prometía que cuando estuviese afuera lo llevaría a conocer el mundo, el resto de Asia, Oceanía, Europa, África y América…

Naruto simplemente le sonreía como solamente él sabía hacerlo, y asentía ligeramente con la cabeza.

Sasuke le tomó una fotografía, porque le aseguró que luego de que se curase, ella sería la prueba de haber superado todo aquello.

 

 

Look alive... smile
Smile and look alive
Smile, smile and look alive
Yeah woah oh

 

 

Pero todo quedó en la eternidad de una fotografía.

Aquel diciembre fue el más triste que hubiese tenido Sasuke desde que tenía uso de razón. La muerte de Naruto había sido tan profundamente dolorosa que no fue capaz de fotografiar nada más por todo ese tiempo. Se había deprimido tanto que no quería continuar con esa carrera. Se había deprimido tanto que lo único que quería era irse a donde Naruto había ido.

Ese enero, mientras tiraba todas las fotografías que había sacado se topó con las que se encontraban al fondo del portafolio. Una lágrima solitaria que mojaba la sonrisa triste que se le había formado en el rostro era la prueba fehaciente de lo mucho que había amado a ese rubio que no había tenido tiempo de conocer más profundamente. Y dejó entonces que todas aquellas lágrimas que no había derramado por el chico de la hermosa sonrisa durante todo ese tiempo, corriesen a rienda suelta por sus pálidas mejillas.

El sonido del timbre le había sobresaltado entonces. Se limpió lo mejor que pudo el rostro y a pesar de no querer abrir la puerta, por fuerzas que aun desconocía recibió al intrépido visitante que osaba perturbar su triste soledad.

Y fue cuando Gaara le entregó una pequeña libreta. El pelirrojo hizo una mueca que parecía una especie de retorcida pero sincera sonrisa y le explicó que Naruto quería que él tuviese ese cuaderno. El pelirrojo se despidió cortésmente y se fue un poco cabizbajo.

Sasuke se internó nuevamente en su pequeño y frío apartamento y se echó en el sofá, junto a donde las fotografías de Naruto se encontraban, con el cuaderno que Gaara acababa de entregarle.

Y se maravilló.

Si Naruto hablaba de que sus fotografías proyectaban vida, lo que el rubio había escrito en aquel cuaderno era el mismo cantar de los ángeles. Gaara le había explicado aquella vez que el rubio era bastante torpe, pero que algo que se ganaba su admiración era el estilo tan fantástico que tenía para escribir historias, a pesar de que a lo que se dedicaba a estudiar era el diseño gráfico.

 

 

A picture says with sight
What we can't say with words
But you've been walking eyes to feet
In dark sunglasses
A picture will survive
So smile and look alive

 

 

 

Lo que había escrito en ese cuaderno era tanta mágica fantasía que parecía como si Naruto saliese proyectado de las letras que formaban las palabras de esas pequeñas historias en su pequeño cuaderno, y cobrase nuevamente vida. Y riese como siempre lo hacía.

Y sonrió sinceramente cuando supo la identidad de aquel caballero de negra cabellera que aparecía constantemente en sus historias luego de la mitad del cuaderno.

Ese cuaderno se convertiría en el tesoro más valioso de Sasuke en la posteridad.

A finales de marzo, decidió finalmente visitar la tumba de su primer y único amor. Llevaba flores de cerezo en un brazo y su portafolio de fotografías en el otro. Depositó entonces el pequeño pero hermoso ramo de retoños y flores de cerezo en el florero que se encontraba a un lado de la tumba y sacó luego de su portafolio una fotografía. La colocó en la lápida con un poco de adhesivo y sonrió al verlo nuevamente.

Esa había sido la mejor fotografía que en la vida hubiese tomado. La enigmática y sublime sonrisa del rubio cuando se encontraba tendido de brazos abiertos en la colina del lago de los patos aquel diciembre en la facultad.

-Ilumina el mismísimo cielo con tu sonrisa, Naruto –susurró cerrando los ojos-. Siempre te recordaré. Te amo.

Y entonces Sasuke juró haber escuchado la risa del rubio y aquel cálido murmullo de un “te amo” contra sus oídos. Fue cuando por fin sonrió abiertamente, mostrando en su rostro una de las más hermosas y sinceras sonrisas que jamás hubiese enseñado.

Una sonrisa dedicada a su Naruto.

 

 

A picture says with sight
What we can't say with words
But you've been walking eyes to feet
In dark sunglasses
A picture will survive
So smile and look alive
The camera lens is opening
The wider angle's yours

Look alive
Smile, smile and look alive
Yeah, smile and look alive
Yeah woah!

Notas finales:

Muchísimas gracias por leer, pueden dejar comentarios si gustan, yo soy feliz recibiéndolos n_n


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