Otra vez el día empezaba igual para el menor de los Uchihas, ya estaba harto de que cada mañana interrumpiera su sueño el ensordecedor tono de su reloj. Sentado en su cama observo con detenimiento sus manos y como agarraba las sabanas con enojo y tristeza... por no escuchar aquellas palabras de amor que su subconsciente quería escuchar, aquello que solo era un sueño, una fantasía del chico.
- ¡Tsk! Tonterías de adolecentes - dijo con algo de desprecio aunque sin sentirlo, no sentía que fueran tonterías ya que lo deseaba más que nada. Paso una mano por sus cabellos y dejo salir un respiro mirando por la ventana, el sol se escabullía por sus cortinas y tocaba suavemente sus sabanas. Se quedó un momento mirando esta suave luz, tranquilizándose, repitiéndose una y otra vez que solo había sido un sueño, un muy hermoso sueño y que esa era la única forma en la que tal cosa podría pasarle.
La mañana ya había llegado para todos, y eso incluía la casa de los Uzumaki. El único hijo de la familia de tres aun no dejaba su cama como era la costumbre todos los días y sin excepciones.
- Naruto, hijo, ya es hora - apenas y el rubio podía escuchar la suave voz de su madre que le hablaba por décima vez.
- Un rato más mamá... - susurro en un suspiro el chico mientras su madre salía del cuarto, solo había pasado a hablarle en su camino a la cocina.
El rubio dio un par de vueltas en su cama y se volvió a dormir. Sabía que su madre estaba lejos, en la cocina y no se daba cuenta de que él se volvería a dormir, esa era la rutina del diario y ya se la tenía bien aprendida. Y era verdad, Kushina ya estaba en la cocina preparando el desayuno como cada mañana, esperando que el olor de la comida parara a su holgazán hijo y de paso a su marido antes de que ella lo hiciera de la peor forma. Aunque tal vez ese día ella no sería la que despertaría a su pequeño.
Toc toc. A esas horas Kushina no podía imaginar a otra persona que no fuera una peli rosa amiga de su hijo la que tocara la puerta. Dejo un momento lo que hacía para atender a la puerta comprobando sus sospechas al ver a la chica antes mencionada.
- Buenos días señora, vengo por Naruto. Vamos un poco tarde al colegio - la chica giro un poco el rostro algo enojada mientras en su cabeza sonaba ``como de costumbre´´.
- Buenos días Sakura - contesto la mujer con una suave sonrisa. - ¿me crees que mi hijo aun no despierta?
- le creo todo lo que me diga de ese niño
Kushina soltó una pequeña risita por lo bajo al escuchar el comentario de la chica. Esos dos estaban juntos desde siempre, eran muy unidos y tanto Kushina como el resto del mundo creyeron que ``puede ser que allá algo más allí´´ pero la gente se equivoca.
- Pasa, ya lo despierto. - Dijo la madre del rubio moviéndose un poco para dejarla pasar.
- Gracias, pero lo haré yo, si me lo permite - contesto la peli rosa entrando a la casa.
- adelante.
La peli rosa subió los escalones corriendo procurando no hacer mucho ruido y cuidando sus pasos. Unos cuantos pasos más y quedo enfrente de la puerta del rubio. Aquella puerta que seguía igual desde que eran unos críos con el letrero en naranja anunciando quien habitaba aquella cueva, que bien le quedo el adjetivo al cuarto del muchacho ya que no era la persona más limpia del lugar. La peli rosa entro azotando y casi tirando la puerta. Estaba enoja y la puerta había recibido toda la furia sin tener culpas de nada.
- UZUMAKI NARUTO - se escuchó decir a la peli rosa con un tono que asustaría hasta al más valiente, y era porque cuando esta mujer se enojaba no había fuerza humana que la detuviera.
- Sa... Sakura-chan - tartamudeo un rubio muy asustado que por la impresión del todo había salido volando de su cama dándose contra el piso. - ho... hola - volvió a tartamudear apoyándose en la cama para levantarse y con el corazón al mil por el susto.
- ¡Muévete holgazán, tenemos que ir al colegio! - fue la respuesta de la peli rosa.
- ¿¡eh?!
- ¿Cómo que eh? Es el primer día de clases, iremos a preparatoria, ¿o acaso lo has olvidado?
- ¡ha! ¿Olvidarlo? Que va, si soy el que está más ansioso - contesto el rubio ante su total fracaso, había olvidado por completo cuando terminaban las vacaciones y que ese día era justo el que estaba viviendo en el instante en que despertó.
- Que te crea otra persona, anda vístete, o se nos hará más tarde. - Dijo la chica antes de salir del cuarto cerrando la puerta que con el golpe regreso a como estaba antes del primero dejando a un aturdido muchacho.
Ahora la escena cambia a un par de chicos corriendo hacia la escuela, valla típica escena en la que es el primer día y llegas tarde.
- ¿Es tu culpa, te despiertas tarde y luego aun desayunas! - Grito la peli rosa al rubio saliendo del sobre poblado tren.
- Tenía hambre - sollozo el regañado siguiéndola de cerca.
Corrieron hasta llegar a la salida, la peli rosa se detuvo un poco para cruzar como es debido mientras el rubio, haciendo alarde de sus habilidades y destrezas brinco las entradas.
- presumido - jadeo la chica algo enfadada.
- he he, lo siento, lo siento.
Los dos caminaron hasta salir de la estación, ya faltaba menos para llegar a la escuela.
- ¿por qué despertaste tan tarde Naruto?
- Supongo que estaba soñando algo bueno y no quería despertar.
- ¿Y qué era?
- No lo recuerdo.
- mmm...
- ¿Por qué? Sakura-chan
- Estoy leyendo un libro sobre los sueños y quería ver que había en tu cabeza aparte de ramen.
- wow, yo quiero, tal vez el sueño de... eem, no lo recuerdo, o el de ayer, pero... no recuerdo ninguno.
- Cuando recuerdes uno me lo dices.
- aagh, es frustrante.
- juju
- ¡no te rías Sakura!
- Ya ya. - Dijo la chica moviendo la mano para darle poca importancia al asunto. - Mira, llegamos.
- ¡woow!
- Ahora nos tocara ser los menores.
- Eso ya no es tan woow.
- No te quejes, siempre hay un tiempo para cada cosa. Ahora vamos, ya vamos retasados.
- Y dale con eso...
- Dale con eso nada, ¡fue tu culpa!
- Tranquila - tembló el rubio
- ¿Entramos juntos?
- Vamos juntos Sakura.
- Ósea entrar al mismo tiempo.
- mmm... - el rubio no entendía lo que su amiga le trataba de decir ni el cómo le hacía para estar en un estado de humor y mágicamente cambiar a otro, era algo de las mujeres que no entendía, por eso había renunciado a ellas. No entendió hasta que Sakura lo tomo por la mano.
- a la de tres.
- Ya entendí - susurro y se preparó
- Una...
- Dos
- ¡Tres! - gritaron al unísono mientras corriendo a donde todos los estudiantes, tanto nuevos como viejos miraban en que clase quedaron, algunas se abrazaban de la emoción por quedar en el mismo grupo, otros renegaban porque no les toco en la clase de la más sexy de la escuela o porque les toco con ese que los molesta o es su peor enemigo, y otros pocos le prestaban poca atención a con que otros quedaron. Los dos amigos se acercaron a las pizarras mientras buscaban los nombres Haruno Sakura y Uzumaki Naruto en las listas kilométricas de millones de nombres. Un rato de forzar la vista a la diminuta letra y de empujones y apachurrones por parte de los demás toparon la vista con sus nombres en la misma lista.
- ¡Quedamos juntos! - Grito emocionada la chica mientras ambos se abrazaban.
- Eso es un alivio, luego no tendría quien me pasara los deberes. - bromeo el rubio mientras le daba vueltas en el aire a su amiga.
- Eres un holgazán.
Los dos chicos estaban en su propio mundo y otra persona lo miraba desde lo lejos, con celos, feliz, sin sentimientos, solo él lo sabía.
- Al parecer tendremos que estar juntos - susurro aquel chico que solo los miraba a la distancia.
- Sasuke... - susurro la chica. Ambos estaban tan sorprendidos que pararon con su festejo. - Nadie nos dijo que llegabas hoy. Le pregunte varias veces a tu hermano y jamás me dio razón de ti, Naruto también pregunto y entre ambos íbamos a tu casa a preguntarle a tu madre...
- ¡Sakura! - grito el rubio, en sus mejillas se asomaba un leve rubor. - no quiero que se entere que me interesa... interesaba, eso. - gruño el rubio por lo bajo.
- hm... - se burló el chico de cabello negro. - Quería que mi regreso fuera ``sorpresa´´. - dijo mirando al rubio con una media sonrisa burlándose de con la mirada de su sonrojo. - Aparte, si decía algo de mi llegada, todas estarían acosando a mi familia o algo por el estilo, aunque creo que igual lo hacían.
- Ya veo. Y estarás estudiando aquí y por lo que dijiste en nuestro salón. ¡Eso es genial! Estaremos los tres juntos como antes. ¿No crees Naruto!
- hm... si, si es genial - repitió el rubio haciendo notar que no le importaba, aunque por dentro todo lo que había deseado era volver a ver a su moreno amigo.
- Tu sí que sabes herir a le gente dobe, regreso solo por ti y ahora me tratas de esta forma. - el sonrojo en el rubio no paro de crecer a la vez que un dejo de enojo.
- ¡Tú eres el que lastima gente! Te largas y regresas como te vas, ¡a la próxima que vayas a hacer una de estas te agradecería que por lo menos hicieras ruido! - Dicho esto, el rubio se giró para ir al interior del edificio. Mientras ambos chicos lo miraban, Sakura algo preocupada y Sasuke igual, aunque sin dejarlo ver.
- Ese niño... - susurro la peli rosa.
- Hm... Es un idiota
- Si, pero... bueno, en el fondo se preocupaba por ti, pero como dijiste, es un idiota y no quiere que te des cuenta.
- Igual lo hago...
- Y tú te preocupas por el - susurro con algo de burla en su tono.
- Sakura... sabes que eso...
- Es verdad. - breve pausa - Soy una chica y nosotras sabemos de todo esto.
- Es diferente...
- Es igual, porque tú seas un chico y el igual no lo hace diferente a cualquier otro enamoramiento de amigos.
- Si lo pones así me da miedo Sakura.
-Sabes de que hablo. ¡Ya se!
El moreno volteo la vista interesado en lo que la chica le diría.
- ¡Yo puedo ayudarlos a quedar juntos!
- ha, tendrías que ser cupido para lograrlo o muy buena. - contesto con sarcasmo.
- Tú lo quieres, él te quiere. Lo único es hacer que se dé cuenta de eso. Es tan tonto que no reconocería el amor aunque le mordiera. Y yo haré que se dé cuenta de lo que siente y listo.
- Te esfuerzas mucho para nada...
- ¡Me esfuerzo mucho porque ambos son mis amigos! Y me gustaría verlos felices... ¡pero no quiero que me cuenten de su vida como pareja fuera del instituto!
- juju, ¿y si lo hacemos dentro del instituto?
- ¡Sasuke! - el rostro de la chica se volvió rojo como un tomate.
- Era una broma, no compartiría ese tipo de cosas ni con mi madre.
- Entonces... ¿Es un trato? - La chica estiro su meñique al Uchiha para cerrar el trato. El chico lo miro un momento y tras un suspiro enlazo el propio.
- Bien, pero pronto veras que es una pérdida de tiempo...
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