Llevaban media hora discutiendo y ninguno quería dar su brazo a torcer ambos exponían muy buenos argumentos, ambos tenían la razón y a la vez no la tenían, los cuatro Digimon dejaron de prestar atención a al debate ya que dar algún argumento u opinión no era tomada en cuenta, era una lucha pareja pareciera que ambos estaban apunto de estallar en cólera. Cuando ya se cumplió la hora desde que se inicio el debate la conversación comenzó a carecer de sentido alguno y ambos llegaron al punto de contradecirse a ellos mismo. Hace una hora atrás todo había sido completamente diferente, después de que el peligro se esfumo por completo los Digimon de guantes blancos condijeron a los niños elegidos y a los otros dos fuera de la casa que fue su salvación, los cuatro les agradecieron haberles salvado la vida y comenzaron a relatar sus historias para conocerse un poco mas todo había sido de lo mas armonioso asta que el Digimon anaranjado hizo una pregunta que desato la gran pelea “ Deberíamos volver con los demás ¿No creen?”.
Eran una situación absurda ante sus ojos, trató de entenderlo al principio pero conforme avanzaban su discurso menos entendía su posición ¿regresar?, jamás, su confianza en aquellos dos sujetos se había perdido, pero no solo había perdido su confianza si no que ahora los aborrecía por igual, no quería volver a escuchar aquella odiosa y manipuladora voz, no quería mas peleas ya que había vuelto a obtener lo que había perdido, solo faltaba encontrar a su adorado hermano para completar aquella gran felicidad, pero aquel castaño al parecer no opinaba lo mismo que él.
Sabia que el de ojos azules tenia bastantes razones para no volver con los demás, de hecho podría decirse que asta le sobraban razones para mantenerse firme con su decisión, pero a pesar de todo se preocupaba por los otros, eran solo seis chicos perdidos en un extraño y nuevo mundo debían mantenerse juntos a pesar de todo tal vez le estaba pidiendo demasiado al otro pero era necesario, dentro de él sabia que algo se acercaba algo malo los acechaba en todo momento y era su deber advertirle a los demás el aura maligna de Devimon la sentía muy cerca, la vida de cada uno de los chicos peligraba y estando separados no significarían ningún peligro para el obscuro demonio.
Los Sorcerymon habían escuchado lo suficiente ya, la sabiduría y experiencia estaban de su parte y la opinión de ambos no sería rechazada, se levantaron del lugar donde se encontraban contemplando la situación, tomaron ambas manos y cerraron sus ojos para que luego una esfera de cristal transparente apareciera entre ellos. Bajo sus pies aparecieron unos extraños círculos y todo su entorno comenzó a brillar haciendo que tanto los chicos como los otros dos Digimon cerraran sus ojos por la fuerte luz blanca que los envolvía, los Sorcerymon aun seguían dentro de su trance mientras a su alrededor una escena se materializaba frente a la sorprendida y estupefacta mirada de los jóvenes, con una increíble sincronía ambos Sorcerymon comenzaron a hablar al mismo tiempo que la escena cobraba vida.
“No se asusten, lo que verán a continuación será un breve adelanto de lo que sucederá si continúan separados de los otros”, el castaño cayó sobre sus rodillas a ver la escena, el rubio apretó sus puños e inclinó su cabeza y los otros Digimon entristecían al ver la tétrica escena que les era presentada frente a sus ojos, vieron como uno a uno eran azotados por toda la furia de Devimon, sin rencor ni compasión el negro demonio daba fin a la existencia de los chicos y sus compañeros Digimon, a diestra y siniestra lanzaba golpes destruyendo toda partícula de vida que tenían, convirtiendo los cuerpos de Digimon en digihuevos que posteriormente eran triturados por sus fuertes manos eliminando con esto toda forma de que volviesen a reaparecer, los cuerpos mal heridos e inconscientes yacían en el piso en un silencio sepulcral esperando su muerte la cual tardo solo unos segundos cuando alza sus manos al aire creando una gran esfera de energía oscura. Reaparece la fuerte y brillante luz blanca y comienza a desaparecer todo rastro de la escena que fue recién observada.
“¿Todo esto fue real?” la vos de Matt era temblorosa no quería escuchar aquella respuesta sabia que solo tendría una afirmación a su pregunta, no quería volver a ver a ninguno de los dos manipuladores y deshonestos chicos en al vida pero no significaba que los quería ver morir de una manera tan cruel. Miro directamente a los Sorcerymon para ver su reacción y la respuesta afirmativa hizo que todas las palabras que utilizó hace una hora para no volver con los demás se las llevo el viento y su desplante cambio totalmente debía evitar a toda costa que aquello ocurriera y para eso debería dejar su orgullo y guardar su rabia y rencor dentro de su corazón al menos asta que pudiesen salir de aquel fantástico y peligroso mundo.
Con sus manos levanto el cuerpo del castaño que aun estaba de rodillas en el suelo y lo aprisionó contra el suyo por largos momentos en el que se dejaron llevar con el calor y el aroma del otro. Un sonido lejano los alertó acaso ¿Seria Devimon nuevamente?, Gabumon y Agumon se pusieron frente a los chicos de modo amenazante ara proteger a los dos, los Sorcerymon podían sentir una presencia maligna acercándose, pero esta era diferente era de menor intensidad y era diferente a la de algún Digimon maligno y no venia solo pero la presencia de los demás no eran malignas como emanaba este “algo”.
“Algo se acerca y sea lo que sea no viene solo”, los Sorcerymon tomaron posición junto a los costados de los chicos para protegerlos, lo minutos de esperar se hicieron eternos, se escuchaban el crujir de ramas con cada paso de los individuos que se acercaban, el corazón de todos los expectantes se comprimía y un mini infarto se apodero de sus cuerpos al ver una cabeza color añil salir de los arbustos, seguida de cabezas muy familiares y realmente conocidas. Pudieron volver a respirar fluidamente pero no quitaba el echo de que el rubio no se sintiera del todo contento de ver a los dos compañeros masculinos que venían en el grupo, las miradas del castaño y la pelirroja se cruzaron y pudieron ver el significativo cambio en la expresión de los ojos de ambos, el moreno mostraba una felicidad incontenible su temor no se había cumplido sus amigos estaban sanos y salvos pero la mirada de la pelirroja lo desconcertó por un instante, mas que alegría de verlos su mirada estaba llena de angustia y preocupación. El chico de cabellos azules alzó su vista y vio como león a su presa y se lanzo corriendo a al dirección donde estaba el castaño.
“Es él” los Sorcerymon no tuvieron duda alguna aquella maligna presencia que habían sentido unos minutos atrás no podía ser otro que ese chico de cabellos azules, apuntaron con sus báculos directo al individuo que se acercaba con toda rapidez y crearon una barrera de hielo ante ellos, el castaño al ver como se acercaba el individuo hacia a él, recordó lo que había pasado unos días atrás y se refugio entre los brazos del rubio, nuevamente a Joe comenzó a nublarse la vista y balbucear cosas era como si algo lo desgarrara por dentro pero intentase luchar con aquello, la pelirroja se puso junto a él y les mostro a los chicos y a los Digimon el sobresaliente engrane negro que yacía en al columna del peliazul.
“Necesita ayuda, ayúdenlo por favor” pedía la pelirroja ella no sabia que es lo que hacer ni nadie de los otros, Tai y Matt no sabían que los engranes negros también tenían efecto en las personas, la única forma de ayudarlo era rompiendo el engrane pero ¿Cómo?, por suerte no era la primera vez que aquellos bondadosos Sorcerymon veían algo parecido ya sabían como actuar, y para su magia no era nada difícil. Quitaron la barrera de hielo que los protegía y nuevamente tomaron sus manos y la copo de hielo que se encontraba en la punta del báculo comenzó a brillar y de el comenzó a caer una fina lluvia de nieve la cual cayó sobre la espalda del chico, poco a poco el engrane comenzó a congelarse asta que al final terminó rompiéndose en mil pedazos y abandonó la desnuda espalda del peliazul. Sintió como si hubiese vuelto a nacer nuevamente podía controlar su cuerpo en pocas palabras se sintió libre otra vez, dejó caer su cuerpo al piso ya que el cansancio y la lucha contra si mismo lo tenia completamente agotado.
En las siguientes horas en las que él de cabellera azulina quedo dormido los demás chicos se encargaron de relatar sus historias la del descubrimiento del negro engrane y el encuentro cercano con Devimon, se podía de decir que en parte los conflictos estaban momentáneamente solucionados pero no significaba que el rubio no bajaría la guardia, Izzy pidió las disculpas que debidas que fueron muy bien recibidas por el castaño que al ser menos rencoroso las acepto con una sonrisa y un estrechón de sus manos en son de paz, en el rubio aun había resentimientos pero al menos los pasaría por alto momentáneamente ,no quería seguir creando mas problemas ya tenia casi todo lo que deseaba para que seguir si todo se había acabado. El despertar de Joe fue algo incomodo para los presentes pero no para el chico de cabellera azul, había despertado no recordando nada de lo ocurrido lo único que tenia en su memoria era que después de la tormenta se encontraba ahí junto con ellos y nada más, los demás chicos se miraron un poco desconcertados pero prefirieron no tocar el tema y guardarlo en su memoria.
Ya restablecidos todo y arreglado todo los altercados y con un nuevo Joe iniciaron nuevamente su caminata en busca del séptimo niño elegido y los dos Digimon restantes, despidieron a los dos a los dos Sorcerymon a pesar de invitarlos a seguir con ellos quisieron quedarse en el pueblo de cristal restaurándolo y ayudar a mas Digimon que cayeran presos en las manos de Devimon, con gran angustia y suma gratitud despidieron a los magos de sombrero blanco y abandonaron las ahora ruinas del cristalino pueblo.
Al comenzar a nadie emitía ningún sonido, el ambiente estaba tenso entre ellos pero poco a poco conforme avanzaban la tensión comenzó a disminuir dejándose llevar por sonrisas y bromas. Caminaron durante un largo tiempo dejando atrás los frondosos bosques del Digimundo y el camino comenzó a hacerse más y más rocoso, su travesía los había llevado nuevamente a los pies de una alta montaña la cual debían atravesar si o si para avanzar, sus pasos eran lentos y cansados el calor del sol los estaba quemando no había sombra que cubriera sus cuerpos mientras mas alto llegaban por la montaña más sofocante eran los rayos del sol, el castaño puso su antebrazo en su frente para poder mirar mejor el camino y el horizonte por un momento creyó que era una ilusión óptica de esas que aparecen en el desierto detuvo su caminar y parpadeo reiterada veces para ver si sus ojos lo engañaban, pero al ver que el objeto seguía donde mismo dio un grito de felicidad y los demás chicos voltearon a ver al efusivo moreno con ojos de intriga.
“Allá arriba hay una casa, hay una casa, chicos significa que debe vivir alguien, ¡Nos salvamos!” las caras de los niños elegidos cambio confusión total y el tema del estado mental del castaño se hizo presente en la boca de los presentes, el moreno indignado por la burla de sus amigos hizo notar su furia y señalizo el punto donde se encontraba el objeto, la sorpresa se hizo presente en los rostros de todos, uno que otro casi derramó lagrimas de la emoción y felicidad seguidas de las disculpas al castaño, ya tenían donde pasar la noche pero e problemas se hallaba en que la casa se encontraba en la parte mas alta de la montaña y tardarían todo el día en llegar. El camino fue largo y pesado, habían sobrevivido al sol de la tarde pero ahora se acercaba el extremo frío que se avecinaba pero casi arrastrando su cuerpo por el sendero rocoso llegaron por fin los seis chicos y los cinco Digimon situarse frente a las dos grandes puertas de madera, se quedaron boquiabiertos observando lo que estaba frente a sus ojos era una enorme mansión con grandes puertas, grandes ventanas con pilares romanos en la entrada, de segundo piso y de color blanco.
La cas parecía estar ocupada ya que desde las ventanas se podía observar la luz que provenía desde dentro, con temor y cuidado abrieron las puerta y procedieron a adentrarse uno a uno para inspeccionar si es que habitaba alguien dentro al caminar unos pasos por el pasillo escucharon ruidos que provenían de una sala contigua e inmediatamente los chicos decidieron ver quien se encontraba, Matt se quedo por un momento estático y sorprendido por quien se encontraba frente a él luego de un momento a otro corrió para tomar al inconsciente niño entre sus brazos mientras los demás chicos auxiliaban a los otros Digimon que se veían golpeados.
La casa comenzó temblar y el techo comenzó a evaporarse, el pequeño rubio abrió sus ojos y se soltó de los brazos de Matt y dio unos pasos hacia atrás junto con los otros dos Digimon, pudieron notar que los ojos de los tres eran completamente blancos el suelo comenzó a moverse y el piso comenzó a partirse en dos, el castaño abrazo inmediatamente al rubio no quera perderlo otra vez y fueron separados nuevamente, el rubio correspondió el abrazo y apretó con fuerza el cuerpo del castaño presentía que todo aquello era obra de Devimon, los dos chicos quedaron separados de los demás, quedaron en un pequeño pedazo de roca muy cercana a la orilla tan endeble que con cualquier movimiento se derrumbaría.
“Esa risa” Tai y Matt la conocían muy bien aquella burlona risa, la sospechas del rubio habían sido acertada ante ellos comenzó a materializarse desde una sombra el figura del malvado y horrible Devimon, sin demora alguna los Digimon comenzaron a Digievolucionar frente a la latente amenaza comenzaron atacar uno a uno por separado con reiterados ataques, luego uno tras u otro e incluso combinando todos sus ataques pero no aquel Digimon parecía ser invencible nada le afectaba no tenia ni si quiera un rasguño, Devimon comenzó a crear la misma bola de energía negra que apareció en la ilusión de los Sorcerymon el castaño y el rubio temían lo peor no quería que el fuera el mismo desenlace de lo que vieron gritaban y le pedían a sus queridos Digimon que se levantaran y pelearan pero todo era inútil no podía realizar ningún movimiento.
Todo parecía perdido el Digimon con forma de Demonio se regocijaba con u victoria estaba apunto de cumplir lo que anhelaba destruir y pulverizar a esos metiches chicos pero cuando se propuso a dar su ultimo golpe el Digivice de T.K comenzó a dar una luz blanca desde la pantalla y tanto él como los dos Digimon comenzaron a brillar y perdieron el control total que tenia Devimon sobre ellos, Devimon se enfureció y en vez de dirigir su ataque contra los Digimon se volteó frente a los dos chicos que aun seguían abrazados el Digivice de T.K nuevamente brillo con intensidad pero esta vez hizo que Patamon se transformara en Angemon.
Angemon se puso frente a los chicos para protegerlos del ataque de Devimon la lucha por fin estuvo pareja los ataques del Digimon con forma de ángel estaban haciendo efecto contra Devimon, el Digimon alado sabia que estaban muy parejos en fuerza y solo tenia una sola opción para acabar con él en un ultimo golpe concentra todo su energía y poder en su puño lanzando un devastador “Golpe de Fé” el cual consiguió destruir al demonio sacrificándose a si mismo transformándolo en un Digihuevo. El poder del ataque fue poderoso que hizo que la tierra temblara nuevamente y aquel pedazo de roca en el cual se encontraban parados los chicos cedió rompiéndose en mil pedazos cayendo al vacío junto con Matt y Tai…