Na-Estas bien?...-pensando le dolía algo, sus compañeros le sugerían que le llevara al hospital, sin percatarse lo que realmente ocurría-.
ella no espero y le tomo de la mano rápidamente, asiendo de eso su respuesta silenciosa, indeciso el rubio decidió hacerles caso y marcho, estrujaba su mano con fuerza atraía mas su curiosidad, quien podría ser ella, al preguntar su nombre,-Umi... fue lo único que le contesto.
Así se le había educado, mientras sonreía con melancolía oyendo los pequeños murmullos de donde habían partido, era lastima, su mirada opaca sin brillo se empañaba queriendo retener el llanto, naruto a pesar de notar eso sonrió, la pequeña peli azul que recargaba en su brazo miraba interrogante a su acompañante, asiendo que ambas miraras se cruzaran, su mirada jade la contemplo momentáneamente, siendo atacada por ese sentimiento, ese pensamiento que nació en su mente y parecía crecer con rencor, “se lo había quitado”, esa emoción la deposito en su mirada y la dejo caer sobre la bebe, era una mirada cargada de furia y resentimiento, asiéndola llorar casi al instante, naruto confundido ante el repentino llanto soltó a Umi y arrullo a su pequeña hija mientras la besaba y arrullaba con amor para calmarla, la expresión recién soltada de la niña a su lado se obscureció al ver tal escena que jamás vivió en carne propia, recurrió al llanto en silencio, "porque le quería más que a ella", salió corriendo de ahí sin que el rubio lo percibiera o pudiera evitar.
Se escondió tras una barda calles de distancia viendo a la nada, sus ojos se movían e intentaban detener las lágrimas inútilmente, aquel brote sincero de su alma no podía ser calmado tan fácilmente, sollozo y prosiguió a esconder su sucio rostro con pena, instalándose en el frio suelo donde escondió su rostro entre sus raspadas rodillas, el hermoso día hacía invisible su presencia, burlándose de su desgracia hasta que alguien le hablo con tono preocupado. en el expresaba mucha amabilidad ante su situación, fijo su mirada en el levantando el rostro, logrando ver que el extendía una grata sonrisa y removía sus cabellos con la mano, cuando sus miradas se cruzaron ella pudo notar que su expresión anteriormente amable se borro de repente y una expresión triste apareció, sus miradas conllevaron un considerable lapso de tiempo conversando en silencio, hasta que él mayor se levanto para irse como si nada, siendo rápidamente detenido por el agarre a su pierna, colgándose de aquella sonrisa y lloro nuevamente en silencio.
Umi-no me dejes sola… -rogó no le dejara ahí para después desmoronarse-.
Lee- que tienes…-El mayor le cargo en brazos al ver como recaía de repente notando mejor sus raspaduras con preocupación, tenía una creciente fiebre que la pequeña apenas podía soportar, recargándosela en su hombro se la llevo a tratarla-.
cuando la pequeña despertó estaba reposando en una suave cama y envuelta en curtías, estaría sola en una habitación?, pensó, cuestionándose cuánto tiempo había pasado dormida, se tallo los ojos y abandono la cama con cuidado, tembló un poco al tocar el suelo frió y se acerco a la cerradura caminando de puntitas, la abrió y se asomo por esta verificando si estaba sola y así era, quien la había ayudado?, aun con su expresión pensante tan característica de su padre y la cual heredo, surco el lugar estudiándolo, era una casa amplia y bastante ordenada como la sulla, llego a la cocina buscando comida, abrió todos los cajones sin hallar nada, espero en el recibidor a su anfitrión meciendo sus pies esperando bastante tiempo hasta que le vio entrar, el mayor le interrogo con su expresión al verla fuera de la cama, para luego cargarla de vuelta al cuarto preocupado a lo que Umi no se reusó, en dos simples palabras le indico los motivos,-tenía hambre- pensó se enojaría con ella por su pequeño desastre pero no fue así, si no al contrario le sonrió. era un sujeto extraño pensaba, esas cejas y ojos eran los más grandes que ella había visto y sin duda le daban mucha curiosidad, sonrió apenas visiblemente al ver su almuerzo por fin servido, eran panqueques con miel, en casa raramente le alimentaban con cosas dulces, agradeció en silencio y comenzó a comer junto a él ensayando con los cubiertos al separar en trozos y de paso también observado al mayor a cada instante, haciendo que el sonriera muy seguido, entonces pensó, porque se había puesto triste anteriormente cundo se vieron.
Umi-porque estaba triste….-menciono con deje de inocencia y espontaneidad-.
el solo guardo silencio y dejo de comer, había dicho algo malo se pregunto apresando sus ojos con fuerza, temía recibir otra de aquellas mirada fría que le daban para corregirla en casa, ante hablar de algo personal, el pelinegro vio esta axón y revolvió de nuevo sus cabellos para tranquilizarle, estaba inconscientemente muy regida por ese buen” comportamiento que no aprobaba comentarios espontáneos e inapropiados, querían fuera ya un adulto como su padre, que siguiera sus pasos lo más temprano posible, el pregunto su nombre para cambiar de tema, -Umi…- una vez se lo comento el izo lo mismo, se llamaba lee, su expresión hacía ella era muy distinta a los demás, ellos le miraban con mucha lástima o inconformidad e incluso desprecio, su casi nula conversación fue interrumpida por unos golpes a la puerta de entrada, ambos acudieron aunque el mayor de frente, en esta había un guardia de suna, se estremeció, ya le habían localizado, no quería volver todavía, no sin hablar con su madre, el moreno pregunto al guardia el motivo de su visita” la cual de antemano sabia del porque pero fue ignorado, este se dirigió solamente a la pequeña con nota de molestia en silencio, era verdad que este no era su primera fuga, todo empezó a repetirse hacía unos meses.
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El kasekage o como a Umi se le permitía decirle, padre, atendía sus labores en silencio, la pequeña esperaba el momento para abordar su inquietante tema a tratar, a su corta edad de 4 años y medio, era lo suficientemente y raramente racional para entender algunas cosas, sin mencionar que desde los tres años era entrenada y supervisada con ahincó, por lo que no entendía porque los demás niños de su edad jugaban mientras ella entrenaba duro, llegando a la conclusión de que posiblemente su padre no quería verle en casa o quería fuera igual de fuerte que él, cuando el pelirrojo soltó el documento que leía y proseguía a leer el siguiente fue cuando lo asalto con su duda, primeramente saludo recibiendo un hola al igual aunque menos audible, ante su mirada analítica y fría prosiguió a hablar sobre aquella duda que había surcado su mente hacia semanas, gracias unos niños con los que entablo una rala conversación, siendo que nunca se le permitía salir, asiendo que el pelirrojo modificara dicha pregunta.
u-padre, quien es mi madre?…-la pequeña no pudo evitar mostrarse seria como su padre, nunca se había preguntado eso ella misma de no ser por su primo luuiz, ambos ojos similares se enfrentaron exigiendo una respuesta y al no tenerla por primera vez reclamo en silencio-.
g-…………no tienes……-solo la miro indiferente” para volver al trabajo notándose en él un deje extraño en su mirada-.
u-porque yo no tengo mama?, -menciono con más dudas -.
g- se la llevaron~….-susurro sin pensarlo dejando que lo ollera-.
u-…yo la traeré de vuelta,….-le contesto con un susurro dejándole
enseguida, ahora entendía porque le veía tan dispersado viendo aquella foto donde salían juntos y que jamás había sospechado había visto.
continuara.....
