¿Me querrías aunque cambie?
Capitulo 1
Ash Ketchump, conocido entrenador pokemón, luego de desafiar a las ligas de las 5 regiones regresó a su natal pueblo paleta, a la casa de su madre.
Un día cuando fue a visitar al profesor Oak:
-¿Una maquina que logre que pueda hablar con Pikachu?-preguntó el entrenador extrañado.
-Si, luego de años de investigación pude crear esta maquina, básicamente lo que hace es implantar en el ADN del pokemón, un pequeño tramo que le permita usar el lenguaje humano.
-¿Modificar el ADN del pokemón? Suena peligroso-Alegó Ash
-No, en realidad la modificación es mínima-aclaró el científico-además-continuó-aún no tengo claro si el cambio en el ADN sería permanente o temporal.
-Entonces si el riesgo es mínimo, estoy dispuesto a intentarlo, pero no depende de mi-¿Qué dices tu Pikachu?-dijo el entrenador mirando al pequeño pokemón amarillo que se encontraba a sus pies-Pika, pika-contestó el ratón amarillo, asintiendo con un movimiento de cabeza.
-Entonces no hay más que decir-dijo el Profesor, acercándose al gran aparato y abriendo la puerta de este.
Ash tomó al pequeño pokemón amarillo y lo introdujo dentro de la maquina, cerrando la maquina.
-Vamos a empezar-el científico se acercó al panel de control del aparato y comenzó a presionar botones. Pikachu se pegó a la puerta trasparente y pego una de sus patitas a ella, al ver esto Ash puso su mano sobre la pata a través del vidrio-3…2…1…ignición-Oak bajó una gran palanca y el interior de la maquina se llenó de vapor y en una pantalla se veía el porcentaje de termino de la operación.
El entrenador fijo su mirada en esta pantalla
15 %
Movía sus manos nervioso
30%
Una extraña sensación se apoderaba de su pecho
45%
La sensación se volvía cada vez mas fuerte
60 %
Ahora sentía un dolor punzante en su corazón, se vio obligado a presionar su pecho
75%
La maquina comenzó a agitarse con fuerza y en el panel de control apareció una palabra que dejó al entrenador helado
ERROR…ERROR
De la maquina comenzaron a salir cada vez mas chispas.
-¿Profesor Oak que pasa?-preguntó Ash
-No lo sé, algo no salió como estaba previsto, y no puedo detener el proceso a estas alturas.
La maquina seguía agitándose con vehemencia y cada vez mas chispas salían de esta.
-¡¡Cúbrete¡¡-gritó el profesor.
La maquina dejó de agitarse, dos rayos de luz salieron de ella y
BOOM
La maquina explotó en mil pedazos, la fuerza de la explosión lanzó al Joven y al anciano contra las paredes del laboratorio.
-Pi…Pikachu-dijo Ash, el cual se encontraba en el suelo, recuperándose del golpe recibido, como pudo se arrastró en dirección a los restos del aparato-¡¡PIKACHU¡¡ ¡¿Dónde estas?¡-grito desesperado. Arrastrándose logró llegar al lugar donde supuestamente debería estar Pikachu, pero lo que vio al llegar lo dejó paralizado.
Un muchachito de unos 9 años, vestido con una camiseta amarilla con rayas negras que le quedaba grande, con unos shorts del mismo color. Su pelo era rubio, pero el que se encontraba justo encima de sus orejas terminaba en negro, dando la impresión de unas orejas, su cara era infantil, tenía unos ojos completamente negros y las mejillas un poco sonrosadas por el calor que lo rodeaba.
-¿Pikachu?-preguntó el entrenador extrañado. Pero el pequeño cuerpo no se movía, al parecer estaba inconsciente-¡Profesor Oak! ¡Profesor!-gritó, caminando entre los escombros desperdigados por todo el laboratorio-Ash, estas bien, ayúdame a salir de aquí, dijo el científico, el que se encontraba debajo de un pesado tubo. Empleando toda sus fuerzas el veinteañero logró sacarlo de debajo del escombro-¿Qué sucede? ¿Pikachu está bien?-preguntó Oak, dirigiéndose a la maquina, al llegar vio al pequeño inconsciente y su semblante cambio a uno de seriedad absoluta-Llévatelo a tu casa, la gente del pueblo no va a tardar en darse cuenta de la explosión, sal por la puerta de atrás, mañana veremos que hacemos, por ahora deberemos ocultarlo-dijo el científico sin agitarse.
Ash procesó la información recibida y tomó al pequeño en sus brazos, por suerte la camiseta le llegaba a las rodillas, lo envolvió con ella y salió por la puerta trasera, tal como lo dijo Oak, toda la gente de pueblo Paleta se acercaba al laboratorio.
Entró a su casa y dio gracias a Dios que su madre se encontrara visitando a la mama de Dawn en pueblo hojas gemelas. Nada más entrar depositó al rubio en el sofá de la sala, se dirigió a la cocina y se sirvió un poco de comida, de vez en cuando daba una mirada al sofá, por si acaso el menor daba algún signo de despertar, pero este dormía profundamente.
Pasó el tiempo y se hizo de noche, su madre llegaría en una semana así que no tendría problema, tenía que inventar una historia pero ese no sería gran problema. Miró nuevamente el sofá y se preguntó si el niño debería dormir ahí, entonces, cuidando no despertarlo, lo tomó en brazos, lo llevó a su habitación y lo acostó en su cama, tomo algunos almohadones y una manta y se acostó a dormir en el sofá.
Pasada la media noche, el pequeño rubio se despertó sobresaltado, no recordaba nada , solo la cara de su entrenador detrás del cristal y luego su memoria estaba en blanco, miró a su alrededor, reconocía ese lugar, era la habitación de Ash, pero no comprendía porque las cosas se veían mas pequeñas, trató de ponerse a cuatro patas y caminar , pero se le hacia incomodo, notó que estar parado en dos era mas fácil, confundido y mareado, se dirigió al espejo del baño de Ash y lo que vio no le gustó para nada.
Mareado y desesperado bajó la escalera a tropezones, no podía permitir que su entrenador y amigo lo viera así, como pudo llegó a la puerta de salida, la abrió y se fue pegando un portazo, un vez afuera comenzó a correr desesperadamente. El cielo comenzaba a nublarse y amenazaba con llover.
Continuara