Hetalia le pertenece a Himaruya Hidekaz
Capitulo 1.- Aquí empieza el pachango.
En la bella ciudad Viena, un castaño de ojos violetas y piel blanca veía desde la ventana como sus amigos y ex novia auto proclamado se iban felices de vacaciones pero frunció el ceño cuando vio al rubio salir que a verle sonrió con burla para irse de ahí.
—Señorito (Austria), ya se va tus hermanos—entro como si nada un albino de ojos rojos.
—Obaka-san, toca antes de entra—hablo molesto, eso ya era el colmo, primero el idiota de su hermano, que lo hizo enojar a tal grado que lo golpeo y ahora el ególatra entraba como Pedro en su casa, no había peor día que ese.
—uh, perdóneme su magnificencia, pero si no sales ahora no los volverás a ver durante los últimos dos meses—grito molesto el chico, ya que tomo tiempo de su magnífica persona para avisarle a su patética existencia y así se lo agradecía ese cuatro ojos.
—Ósea, ustedes si no quieren salir ya su mundo pero, ya quiero irme despedir de Lit y así que vallasen a lo oscurito si no quieren estovar—hablo un rubio de ojos verdes que usaba el uniforme femenino de la escuela, pasado mientras empujaba al albino dentro de la habitación.
—maldito Feliks (Polonia), ni que estuvieras muy grande idiota travesti—grito el albino para seguirlo—como te atreves a empujar a mi grandiosa persona—y se fueron peleándose entre sí.
—Por fin se dieron esos tontos—hablo el castaño mientras tomaba su chaleco y salía de ahí con su andar lento que le caracterizaba, a bajar vio el portón donde estaba sus hermanos ya en el auto, como también a Ludwig y al oji rojo despedirse con una sonrisa a llegar ahí sus amigos, hermanos y demás se fueron.
—Oe, te lo dije señorito que no ibas a verlos partir con tu ridículo andar, debes de tener probidades por lo cual debes de romper al menos una vez tu rutina—le aconsejaba el awesome.
—Callarte Gilbert (Prusia), quedarte con tus consejos tonto—hablo frunciendo el ceño.
—hey tonto o se van por el sendero de la vida, o entran ósea, afuera hace frio se enfría la casa—dijo un rubio que estaba por cerrar la puerta principal del edificio.
—ya vamos Feliks—grito el peliblanco, mientras tomaba de la mano al castaño y corría.
—vaya, se lo tenían bien guardado—hablaba ilusionado el rubio— ¿y desde cuando son pareja?—hablo mientras ambos chicos se soltaban de la mano, uno sonrojado y el otro indiferente.
—Estarás ciego Feliks, mi awesome es mucha persona para este aristócrata—contesto para ir a su habitación, sin antes preguntar—han visto a Arthur (Inglaterra) o ya llegaron por él—pregunto a medio camino.
—al payaso de Arthur, no—a escuchar su repuesta el albino se fue ignorando al Polanco.
— ¿Arthur?—pregunto el austriaco.
—es que no sabes, Arthur es el hermano biológico de Gilbert ¬v¬—hablaba el rubio mientras veía sus uñas.
—no lo sabía—dijo bajamente, mientras también se iba a su habitación.
Algunos Horas Después…
—Oe buenas noches, hemos venido a asombrar sus patéticas vidas con nuestra presencia—dijo en alto el albino en compañía de un pequeño rubio de cabello largo en dos coletas que le daban un aire de conejo, este tenía de 6 años de ojos esmeraldas y piel blanca y cejas pobladas.
—vaya han entrado el par de los payasos—hablo el Polanco.
—nadie pidió tu opinión Feliks, porque es obvio que no eres tan súper como nosotros kesese—río el prusiano para sentarse en una de las muchas mesas vacías del lugar y ver a un castaño—Oe, Yao (China), Kiku (Japón) siéntese con nosotros—grito Gilbert, a un castaño oscuro de piel blanca y ojos del mismo color y un pelinegro de ojos negros de la misma edad que Arthur, ambos le viendo para ir con ellos.
—pensaba que te irías Gilbert aru—hablo el chino mientras depositaba cada uno de sus alimentos—digo siempre te quejas de esta cárcel aru—decía mientras ayudaba al menor con sus alimentos.
—no me gusta la escuela pero, primero es la familia Yao—le contesto sonriendo—y me lo cuidas un momento voy por algo para cenar—hablo el prusiano.
—Claro, pero no te tardes aru—finalizo para tomar su bebida.
El peliblanco se fue para irse a prepara algo digno para él y su hermanito.
—hora, Yao me puedo sentar aquí—hablo el castaño con un lunar pequeño bajo del labio.
—Claro, aru—hablo mientras le daba paso al muchacho—escuche que te peleaste eso es raro, aru.
—Ya ves, hay un momento donde la paciencia deja de ser virtud—hablo el austriaco.
—sí, pero mejor te digo lo que te iba a decir, tú no eres de los que necesitan consejos con él tiempo te darás cuenta—dijo el chino.
—Hermano Yao, ya viene Gilbert oní-sama—le aviso el azabache mientras seguía comiendo.
—Oe, ya veo que nos acompañas Roderich—hablo con una calma antinatural del prusiano.
—si Gilbert—contesto extrañado el castaño de ojos amatista.
— ¿ya me acorde quien eres? —exclamo el rubio un poco bajo que solamente lo escucho el japonés y el chino.
—Arthur-kun, no sabias quien era—pregunto el japonés.
—si es Ceniciento y sus nueve borregos—contesto feliz el niño, causando la risa de los mayores—y es novio de Gil—a decir eso todo se puso en silencio y las personas mayores se les puso un color azul en el rostro, como diciendo donde saco eso.
— ¿Quién te dijo una información tan inexacta?—casi grito el oji amatista, causando que todos los que estaban en la habitación voltearan, espantado al rubio de peinado de conejo.
—Señorito no le grites a Arthur—le dijo en tono serio el oji rojo—no es su culpa que el baboso de Alfred hiciera esa estupidez de obra—hablo mientras tranquilizaba a su hermano.
Momentos después todos se retiraron mientras la obra del año pasado.
Continuara…