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Te odio...amor por Rukkiaa

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Notas del capitulo:

Bueno, como dije aqui ya pasan cosas XD.

Lo que tanto deseo

La noche de la selección, todos estaban muy emocionados. Pero sucedió algo inesperado. El cáliz eligió para Durmstrang, a Viktor Krum; para Beauxbatons, a Fleur Delacour; y para Hogwarts, a Cedric Diggory. Y cuando la multitud pensaba festejar, otro nombre salió del cáliz y resultó ser Harry.

Todo el mundo se escandalizó, Harry se ganó muchos enemigos y encima Ron se enfadó con él como consecuencia. Sin contar con lo peor, y era que peligraba su vida al participar en el Torneo siendo tan joven. La primera prueba tendría lugar el veinticuatro de noviembre.

Los días siguientes, fueron una pesadilla para el moreno ojiverde, porque todos los alumnos decían cosas a sus espaldas o delante de él, y no contaba con ningún apoyo, solo Hermione estaba a su lado y creía la versión de que él no había metido su nombre en el cáliz de fuego.

En clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, Hagrid les había contado, que los escregutos, que ya medían más de un metro, se estaban matando entre ellos por un exceso de energía contenida, así que les ordenó sacarlos a pasear con una correa. Y por fortuna, Fobos seguía con vida, y era el más grande de todos, de los que quedaban unos dieciocho, entre los que no estaba ya Atenea. Y el aspecto de las criaturas había cambiado mucho, puesto que les había salido una especie de coraza de color gris brillante. Parecían un cruce entre escorpiones gigantes y cangrejos de río, pero seguían sin tener nada que pudiera identificarse como cabeza u ojos. Se habían vuelto vigorosos y difíciles de dominar.

Ataron la correa y se alejaron de la cabaña.

-¿Cómo metiste el nombre en el cáliz, Potter?¿alguien lo hizo por ti?- Draco parecía bastante interesado y hablaba en baja voz por si las moscas.

-Yo no lo puse- Harry estaba extrañado, normalmente, él empezaba las conversaciones con el rubio-y no sé quien lo hizo.

-Anda ya...-Fobos tiraba de él y aceleró el paso.

-Es cierto...vale que durante un momento me picó el gusanillo de participar, pero a la hora de la verdad no hice nada, es un suicidio, no sé lo suficiente de magia aún...y sólo Hermione, Hagrid y el director me creen- el moreno estaba resignado.

-Yo te creo Potter...-las verdes orbes se posaron sobre él a una rapidez alarmante-sé que te gusta ser el protagonista y todo eso...pero dudo que quieras estirar la pata- Harry sintió que podía volar en cualquier momento de la inmensa alegría que le invadió.

-Gracias Malfoy- el Gryffindor se dio cuenta de que si Draco le creía, no le importaba lo que pensaran los demás.

-Pero quiero que gane Diggory- el rubio se rió ante la mueca de disgusto del otro, así que cambió de tema-¿como pueden crecer tanto los escregutos si no han comido desde que nacieron?

-Pues...ni idea, será algo del aire- la verdad es que no tenía la más mínima comprensión.

-Espero que Fobos no muera, es el mejor de todos- la criatura cada vez iba más rápido y obligó a Draco a correr, y a Harry a seguirle. Pero lo pasaron mejor que nunca en esa asignatura, hasta la fecha.

Más días pasaban y la actitud de sus compañeros, para con Harry no había mejorado en absoluto, y le hacían rememorar los tiempos en los que pensaban que era el heredero de Slytherin, con la salvedad de que Ron, ahora no estaba a su lado, y según Hermione, era porque sentía celos de él. A diferencia de Cedric, que era el más popular de la escuela en esos momentos, popularidad que parecía compartir con Viktor, que sobretodo obtenía atención de las chicas.

Las clases seguían como de costumbre. La profesora Trelawney continuaba prediciendo su muerte, no sin razón, ya que se acercaba la primera prueba del Torneo.

Y en Pociones, cuando estaban a punto de realizar un antídoto y Snape dispuesto a envenenarle, Colin Creevey apareció interrumpiendo, ya que solicitaban a Harry para hacerle unas fotos destinadas a El Profeta.

Cuando el moreno llegó a la pequeña sala destinada para las fotografías, se percató de que Fleur, Viktor y Cedric ya estaban allí, y se fijó también en una bruja que llevaba una túnica de color fucsia, a la que él no conocía de nada. 

Por lo visto, allí se llevaría a cabo, además, la ceremonia de la comprobación de la varita, para ver que éstas se encontraban en perfectas condiciones. Y le presentaron a Rita Skeeter, la bruja de la llamativa túnica, que escribiría un artículo sobre el Torneo para El Profeta.

El encargado de revisar las varitas, fue Ollivander, que empezó por la de Fleur, y Harry descubrió que la chica era mitad veela. Continuó con la de Cedric, la de Viktor, y finalmente la del propio Harry. Todas, perfectas.

Se tomaron las fotos y cuando el Gryffindor pensaba que se podía marchar libremente, Rita Skeeter le detuvo- quisiera hablar con usted señor Potter- la mujer tenía mucha fuerza en el brazo que le sujetaba y temió negarse.

-Eh...-Harry vaciló.

-Estupendo- y la bruja de rizados cabellos arrastró al chico hasta el armario de la limpieza, que le pareció de lo más acogedor para realizar su ansiada entrevista. Hizo sentar al moreno sobre una caja de cartón y ella hizo lo propio sobre un cubo. Sacó de su bolso un rollo de pergamino y una pluma que automáticamente se colocó sobre el papel, esperando para escribir incansable-bien, Harry, ¿qué te decidió a entrar en el Torneo?

El ojiverde no podía quitar su vista de la pluma a vuelapluma, que escribía lo que le venía en gana, independientemente de lo que allí se dijera-yo no decidí participar-repuso Harry molesto-no sé cómo llegó mi nombre al cáliz de fuego, yo no lo puse.

-Vamos Harry, no tengas miedo de verte metido en problemas, ya sabemos todos que tú no deberías participar, pero no te preocupes por eso, a nuestros lectores les gustan los rebeldes- añadió Rita y le guiñó un ojo.

-Pero es que no fui yo, no sé quien...

-¿Qué te parecen las pruebas que tienes por delante?-interrumpió la bruja-¿estás emocionado?¿nervioso?

-No he pensado realmente...sí, supongo que estoy nervioso- y no mentía, se iba alterando por momentos.

-¿Piensas que el trauma de tu pasado puede haberte empujado a probarte a ti mismo, a intentar estar a la altura de tu nombre?¿crees que tal vez te sentiste tentado de presentarte al Torneo de los tres magos porque...?

-Yo no me presenté- Harry estaba muy furioso con esa supuesta periodista.

-¿Recuerdas algo de tus padres?- a la mujer no parecía afectarle la molestia de su entrevistado.

-No.

-¿Cómo crees que se sentirían ellos si supieran que vas a competir en el Torneo?¿orgullosos?¿preocupados?¿enfadados?

Esa era la gota que colmaba el vaso, y más al leer la sarta de mentiras que la pluma voladora escribía sobre él, así que sin responder, se levantó de un salto de aquella incómoda caja y salió del cuartucho sin mirar atrás, a toda prisa.

Sentía que la molesta mujer lo seguía incesante llamándolo por su nombre, y Harry sin quererlo, ya andaba por pasillos por los que no solía frecuentar jamás, así que temía acabar en un lugar sin salida y que Rita lo acorralase y le obligase a seguir con aquella tortura.

Como alma que lleva el diablo corrió y corrió, pero en sus oídos aún escuchaba los tacones de la periodista, que no se daba por vencida y le hacían poner muy nervioso y enfadado.

Hasta que, al adentrarse en uno de los pasillos, contempló un par de parejas de alumnos, apoyados en la pared de ambos lados, dándose efusivos besos, como ajenos al resto del mundo, y a Harry le pareció una buena idea para disimular y que la bruja no reparase en él. Así que se le ocurrió, buscar a una chica para besarla y que Skeeter ni se diera cuenta, ya que aquel sitio parecía un lugar para enamorados.

Decidido como estaba, aceleró el paso hasta el final del pasillo, donde había una intersección y rezó para que apareciese alguien, por suerte, oyó pasos y esperó un poco. Cuando la persona que se acercaba por allí estuvo a su lado, la agarró con fuerza de los brazos y le estampó un beso en los labios, mientras se pegaba en la pared, usando a la chica desconocida como escudo anti Rita.

La desconocida estaba muy rígida y no se movía. Harry llegó a temer que a quien estaba besando fuese un profesor, pero en ese momento, poco le importaba un castigo, siempre sería mejor que la entrevista. Continuaba con los ojos fuertemente cerrados y los labios en tensión. Hasta que escuchó como los conocidos tacones le pasaban de largo y se pudo permitir, por fin, separarse de la persona que le había prestado involuntaria ayuda, que obviamente, le agradecería.

Cuando Harry abrió los ojos, casi se desmaya.

Draco Malfoy, su Draco, lo miraba con los ojos extremadamente abiertos y la cara desencajada. Harry aún lo tenía sujeto por los brazos, su mente era en ese momento un hervidero de pensamientos. Por un momento, le había disgustado la idea de malgastar su primer beso con cualquiera, pero el destino había jugado a su favor y al parecer, ese honor lo había tenido el rubio. Ni que decir tiene, que Harry estaba muy contento, por el devenir de acontecimientos.

-Malfoy...esto...-Harry no sabía que decir, si hubiera sido una chica, le cabía la posibilidad de que a ésta él no le disgustase y todo quedase como mera anécdota, pero con Draco la cosa era muy distinta, porque éste le odiaba, menos que antes pareciera, pero así era. Se esperaba de un momento a otro un Avada hacia su persona.

-¿Qué coño fue eso Potter?- por lo visto, las palabras del moreno sacaron del shock al ojigris, que se apresuró a soltarse del agarre y con gesto de disgusto, pasó una de sus manos por su boca, en ademán de limpiarla-¿de qué vas?

-Perdona Malfoy...yo creí que eras una chica-las orbes del otro le miraron con más furia aún-solo estaba huyendo de una persona y quería pasar desapercibido- Harry no sabía donde meterse, a él le encantaba haber besado a Draco, pero lo que podía acarrear le aterraba.

-¡Pues haber usado tu capa para desaparecer Potter!¿es qué no tienes cerebro o qué te pa...?- la cara del Slytherin se puso de un color violáceo y se llevó las manos a la cabeza-¡joder Potter! ¡mi primer beso ha sido contigo!¡joder!¡joder!

El corazón de Harry saltó súbitamente. ¿Para Draco también había sido su primer beso?. Ardió en deseos de ponerse a bailar y gritar como un demente, pero se contuvo, pensando en lo que eso podría conllevar, así que disimuló- para mi también Malfoy, así que estamos igual-añadió como si estuviera molesto con la situación.

-¡No lo estamos!...¡para ti no supone una vergüenza haber besado a alguien como yo!-(egocentrismo)-¡como se te vuelva a ocurrir acercarte a mi Potter, no respondo!

-Descuida Malf...-Harry volvió a oír los aterradores pasos de la incansable bruja y sintió pánico, no había caído en que la periodista debía volver a pasar por allí para retornar a la sala de donde habían salido previamente, y sin pensarlo dos veces, volvió a agarrar a Draco y lo besó de nuevo.

El rubio inicialmente se resistió. Una de sus manos intentaba apartar al moreno empujándole en el pecho, pero el ojiverde lo tenía bien cogido de la nuca y la cintura, y el rechazo duró poco.

La situación había dado un giro de trescientos sesenta grados, ya que Harry, al saber que a quien besaba era al chico que tanto anhelaba, había perdido toda la tensión del primer beso con la supuesta desconocida y en este segundo, quería disfrutar todo lo que pudiese, y más cuando notó que Draco también se relajaba y le daba libre acceso a su cavidad. El moreno podía oler el dulce aroma que emanaba del cuerpo del rubio, la tibieza de su piel y lo agradablemente húmeda que era su boca. Lo mejor que había probado jamás. Recorrió cada rincón de la boca del rubio, no podía desaprovechar aquella maravilla, y el ojigris hacía lo mismo con la suya. Parecían librar una batalla en la que ninguno de los fuertes músculos se rendiría fácilmente, y la situación duró, incluso, cuando ya Rita Skeeter había desaparecido por completo de los alrededores.

Quizás, demasiado tiempo para Malfoy, que de pronto se separó molesto del chico de las gafas redondas y salió de allí a pasos apresurados sin decir una palabra.

Harry respiraba agitadamente. Los latidos de su corazón, volvían a resonar en sus oídos con fuerza, y tuvo que apoyar su cabeza en la pared para detenerse a analizar lo que acababa de pasar. Había hecho realidad lo que tanto deseaba, así, de pronto, sin planearlo. Comenzó a reírse y una de sus manos se posó en sus labios, alguien se había apiadado de él, y le había cumplido su más ferviente fantasía. Por una vez, los astros, estaban de su parte, y se sentía más feliz que en toda su vida. Al parecer, Rita, no era tan mala después de todo.

Continuará...

Notas finales:

Ahí queda eso.

Tengo una duda y me gustaría que me la aclarasen...es que soy muy insegura y ¿la parte del beso se entiende bien?¿lo del pasillo y tal?, porque en mi cabeza todo queda de lujo, pero a la hora de describir no se si lo hice adecuadamente....

Gracias por leer y hasta la próxima.


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