Canuto y Lunático
Cuando supieron que Arthur Weasley se recuperaría satisfactoriamente, les invadió un espíritu navideño que les obligó a decorar todos y cada uno de los rincones del número doce de Grimmauld Place. Hermione también quiso pasar las navidades con ellos, engañando a sus padres diciéndoles que tenía mucho que estudiar y se les unió.
Sirius estaba de mejor humor de lo que Harry le había visto nunca. Incluso cantaba villancicos a cada rato. El animago y Remus se estaban haciendo cargo de colocar un árbol de navidad en el salón, mientras Harry y Hermione buscaban los adornos en el desván. Una vez los hubieron encontrado, fueron a reunirse con ambos adultos, pero al cruzar por la puerta contemplaron estupefactos como Sirius besaba a Lupin apasionadamente en los labios, junto al abeto ya estabilizado, y sin darse cuenta de que los habían pillado.
El moreno no sabía cómo actuar después de aquello. Se había puesto muy nervioso al ver lo sucedido y recordó lo que su amiga le había dicho unos meses atrás en esa misma habitación. Hermione por su parte, estaba muy contenta, pues como siempre, acertaba de pleno. Colocaron los adornos los cuatro juntos, aunque al de las gafas se le habían caído algunos al suelo inevitablemente. Tenía un curioso sentimiento. Era como una especie de resentimiento hacia su padrino por no haberle contado algo tan importante como el hecho de estar enamorado del encantador Remus. Quizás pensase que se lo iba a tomar mal y por eso se lo había ocultado. Pero por otro lado, el que se sentía mal por no contarle lo de Draco era él. Ojo por ojo.
Esa noche, después de cenar, se armó de valor y tomó la decisión de hablar con Sirius. Lo entretuvo jugando al ajedrez, hasta que los demás se hubieron acostado. Salvo Hermione, que leía tranquila junto a la chimenea, ni Lupin, que dormitaba en una butaca cercana.
Harry llevaba las de perder en la partida porque no había estado demasiado atento. Cuando le pareció que ya era el momento que había estado esperando toda la tarde, habló.
-Sirius- el aludido levantó la mirada del tablero-quería hablar contigo de una cosa...
El otro le hizo un ademán con la cabeza para que continuara.
-¿Tú y el profesor Lupin...? quiero decir ¿tú y Remus...?-no sabía como enfocar la cuestión.
-Ey Remsie- al escuchar que le llamaban, éste abrió los ojos rápidamente, despertando-creo que Harry intenta preguntarme si tú y yo somos pareja- el pelicastaño sonrió, Hermione despegó la vista de su libro automáticamente y las carcajadas de Sirius resonaron por la habitación, al comprobar que su ahijado estaba colorado.
-¿Te molestaría si así fuera Harry?- la voz del licántropo sonó preocupada.
-¡Claro que no!- mientras respondía agitaba la cabeza negando, como para demostrar con más énfasis que era cierto lo que decía.
-Pues sí, somos pareja, pensé que lo sabías Harry, creo que de no ser por mis sentimientos hacia él, no hubiese aguantado en Azkaban cuerdo- ambos amantes se dirigieron una mirada cargada de amor.
La pelicastaña se llevó las manos a la boca, mientras los observaba emocionada.
-Me alegro por vosotros- se sinceró el ojiverde.
-Estupendo- Sirius alargó su mano y le revolvió el cabello, de manera juguetona.
-Porque yo...-Hermione miró a su amigo, no era posible que fuera a decir lo que creía-estoy enamorado de alguien también.
-¿De veras Harry?- Remus se levantó y se acercó a él, poniéndose de cuclillas a su lado-es un hermoso sentimiento ¿a que si?
-Harry, no tenía idea ¿de quién?¿la conocemos?¿es de Gryffindor?¿es Ginny Weasley?-su padrino le aturullaba a preguntas intrigado.
-No es una chica- se apresuró a decir el moreno más joven, silenciando a los demás en el acto y pudo apreciar sus ojos de sorpresa-es Slytherin y sí, le conocéis.
-¿Sly...the...rin?-Sirius parecía no haber recibido muy bien esa parte.
-No tiene importancia Harry ¿quién es?- Remus echó una ojeada al animago, que se asía a los brazos de su butaca con las manos, serio.
-Draco Malfoy- el moreno de largos cabellos abrió la boca para decir algo, pero él no le dejó-y le amo Sirius, con todo mi corazón- esto último hizo que su padrino abriera sus orbes grises en un ademán de incredulidad.
-Harry...-Lupin habló-¿no os llevabais mal?¿cómo es posible?
-Y así es de cara al público- Hermione habló sin querer, así que rápidamente volvió a ojear su libro.
-No nos llevamos tan mal, en realidad desde el curso pasado él y yo nos vemos a escondidas en una de las aulas que no se usan del colegio- esto hizo sonreír a su padrino, mientras el hombre lobo permanecía con la boca abierta de la impresión- al principio solo nos besábamos, pero...
-Un momento Harry- Sirius se levantó-¿os habéis besado?¿estáis juntos como pareja? porque no sabía nada y las cosas importantes que pasan en Hogwarts me gusta conocerlas, sobretodo cuando tienen que ver contigo y...
-En realidad-la pelicastaña volvió a participar, y esta vez continuó-a Harry le gustaba Malfoy desde que lo conoció el primer curso, solo que no quería reconocerlo-guiñó un ojo a su mejor amigo, que parecía aliviado de no tener que relatar él toda la historia-a mi también me sorprendió, porque nunca pensé que Harry pudiera sentir eso por quien había sido su enemigo nada más poner un pie en la escuela, pero entonces el año pasado...él besó a Malfoy y luego le pidió que lo repitieran, éste aceptó y se pasaron el resto del curso así.
-¿Le pediste repetir?¿así sin más?- el profesor Lupin estaba muy impactado.
-Ese es mi chico, Harry- y las manos de Sirius se volvieron a posar sobre su pelo, revolviéndolo más-con un par de...
-La cuestión-interrumpió Hermione de nuevo-es que desde el primer día de éste curso...Harry y Draco, pues...han estado teniendo...-bajó la voz y miró a ambos lados de la habitación-sexo...
El joven Potter se tapó la cara con las manos claramente avergonzado de haber escuchado eso delante de su padrino, lo más parecido a un padre que tenía en su vida.
-¡Pero si sólo tienes quince años Harry!- la voz de Remus sonaba más aguda de lo normal-no esperaba que fueras tan precoz...
-¡Estoy muy orgulloso de ti Harry!- Sirius lo abrazaba por detrás, lo máximo que podía con el respaldo de la butaca por medio-¿eso quiere decir que él te quiere también no?¿lo sabe Lucius?¿me dejas escribirle para contárselo?-su padrino se animó bastante.
-¡No! es un secreto Sirius no hagas nada-el moreno menor tuvo que volver a hablar ante el peligro inminente-nadie debe saberlo...bueno a parte de vosotros, Hermione y Dumbledore, que al parecer se enteró de todo el solito...y no...no me quiere, creo que para él, ésto es un juego, algo divertido que poder hacer a escondidas de los demás y para practicar...ya sabéis...para el futuro y eso...-sintió un nudo en la garganta, le dolía pensar siempre en sus sentimientos no correspondidos.
-Debe sentir algo por ti Harry- la paternal voz de Remus sonaba tranquilizadora, mientras le acariciaba el hombro-nadie hace una cosa así, durante tanto tiempo si le fueras indiferente.
Sirius se quedó callado. Él había estado con muchas chicas por las que no sentía absolutamente nada, pero aún así, se había divertido con ellas. Claro que todo había sido muy diferente cuando se dio cuenta de lo grande que era su amor por su amigo.
-Él es mi pensamiento feliz, cuando hago un patronus- el de cabellos trigueños sonrió ligeramente al escuchar esa confesión de su antiguo alumno.
Harry se desahogó completamente. Les contó desde el día que se conocieron en la tienda de túnicas, las peleas, el espejo de Oesed, la noche en el Bosque Prohibido, lo que ocurrió en navidad bajo el muérdago, como usó los escregutos para ponerse de pareja con Draco, como lo había besado por accidente en el pasillo, sus sentimientos cada vez que estaban juntos o separados, las cartas durante el verano y cómo había sido su primera vez y las que siguieron. Esto último, sólo por encima.
-Increíble Harry- Sirius y Remus habían vuelto a sentarse en los butacones donde habían estado previamente, y escucharon atentos toda la historia-ahora espero que os dejéis de tonterías y aceptéis lo que sentís-su padrino parecía conforme con que Draco Malfoy fuera el escogido por su corazón.
-Me gustaría saber cómo empezó lo vuestro-sugirió Hermione dirigiéndose a los dos adultos-porque ambos erais amigos ¿no?
Lupin asintió con la cabeza, parecía haber adquirido su rostro un halo melancólico de pronto y Black mostró una amplia y radiante sonrisa.
-No te quepa duda, eramos grandes amigos, y ahora lo seguimos siendo, solo que...nos pudo la pasión- Sirius carraspeó- pues verás, todo empezó...
Escucharon ruidos de pasos que venían desde la cocina, y de repente vieron aparecer a Ron con una bandeja repleta de galletas de jengibre, parecía medio adormilado, pero traía la boca llena.
-¡Ronald!-el grito de la chica lo sacó de su estado de sonambulismo.
El pelirrojo echó un vistazo a su alrededor-oh pegdodag ¿gegeis?-y extendió la bandeja a los presentes, que negaron con la cabeza-¿qué estáis haciendo?-continuó después de tragar y sentarse en la misma butaca que Hermione, junto al fuego.
-Iba a contarles a los chicos cómo fue que nos hicimos pareja Remus y yo-aclaró Sirius divertido, mientras se servía una copa de una de las botellas que había sobre una mesita del fondo, aprovechando el lapsus.
-¡Genial!, seguid, como si yo no estuviera-el ojiazul se colocó mejor la bandeja en el regazo dispuesto a seguir devorando las galletas de su madre-espera...¿qué?
-¿No lo sabías Ron? mi padrino y el profesor Lupin se aman ¿qué te parece?- parecía que la pregunta de Harry iba con segundas.
-Ni me lo imaginaba-añadió su amigo sorprendido y alzó los hombros mientras dijo-me da igual, si ellos son felices-y se zampó una galleta con forma de bastoncillo de caramelo.
-Es bueno saberlo-continuó el animago- bien, sigamos, todo empezó el primer día de séptimo curso...
-Para mí empezó mucho antes Sirius- apuntó el pelicastaño, silenciando al otro- a mi me gustó tu padrino desde que lo conocí el primer año Harry, él y tu padre fueron muy simpáticos conmigo en el tren y yo...
-Ya, pero desde primero hasta sexto yo era un mujeriego total, era tan popular que las chicas me llovían a raudales...
-¿Chicas?-se aventuró a preguntar el ojiverde.
-Ah si Harry, yo era un rompecorazones, el más codiciado de Hogwarts, yo y tu padre, aunque él solo tenía ojos para Evans...tu madre, pero yo tenía ojos para todas-rió-a lo que iba, el primer día de séptimo, después de la cena tradicional nos fuimos a la sala común, donde James y yo continuamos con la juerga, porque yo había metido en el baúl de contrabando un par de botellas de whisky de fuego, que a diferencia de Remus y Peter, nosotros sí probamos- Lupin le miró reprobatoriamente- nos cogimos una buena, tanto, que Colagusano y aquí, Lunático, nos tuvieron que llevar a rastras al dormitorio, ya te podrás imaginar la resaca al día siguiente...-Ron soltó una carcajada mientras que Hermione se mostraba seria- el encargado de llevarme a mi cama fue Remus, y claro yo estaba bastante contento por la bebida así que tardé un poco en dormirme, pero cuando ya estaba relajado y empezaba a caer en un soporífero sueño sentí la mano de Remsie que me acariciaba la mejilla y le escuché decir lo mucho que me amaba y que ojalá que yo sintiera lo mismo por él.
La chica ahogó un grito emocionado y el licántropo continuó la conversación.
-Se suponía que estabas dormido y no debiste haberlo escuchado-se justificó y siguió el relato-al día siguiente, claro, todo seguía como siempre, porque él había fingido que dormía...
-Error-aclaró Sirius- no siguió todo como siempre, porque empecé a ver a Remus de otro modo, como os lo explicaría...bueno, empecé a pensar en como me había tratado siempre, como se preocupaba por mi cuando me metía en líos, como me ayudaba cuando lo necesitaba...y entonces me di cuenta de que él también me gustaba-se miraron a los ojos, cómplices-me gustaba que él sintiera eso por mí y empecé a cambiar sin habérmelo propuesto, ya no me metía en tantos problemas, ni estaba con otras chicas, y cuando James y Lily se hicieron pareja, nos unimos más.
-Al principio me enfadé, claro está, porque sentía que estaba más conmigo porque había perdido a tu padre en cierta forma, pero un día en la biblioteca yo estaba haciendo los deberes de...mmm...no me acuerdo...bah da igual, la cuestión es que yo estaba solo en la biblioteca y era viernes, y normalmente los viernes, Sirius siempre tenía alguna conquista que le mantenía ocupado toda la noche, o al menos así había sido desde tercero...
-Pero ese viernes yo tenía otros planes, porque se me pasó una idea por la cabeza y cuando eso pasa, no hay quien me la quite...
-Yo estaba totalmente metido en uno de los libros y cuando me di cuenta, Sirius se había sentado en la silla frente a la mía y me empezó a decir sus habituales tonterías relacionadas con reírse de algún alumno o fastidiar al profesor de turno, así que decidí ignorarle y fui a uno de los estantes a coger un libro aún más gordo, a ver si así captaba la indirecta y me dejaba tranquilo...
-Claro que como os he dicho, yo tenía una idea, así que lo seguí y cuando cogió el libro y se dio la vuelta, lo acorralé contra el estante...
-¿Cuál era tu idea?-preguntó Ron intrigado.
-Besarle, pero de la impresión a Remsie se le cayó el libro gigante que tenía en la manos dándome de lleno en los pies...
Las carcajadas de Lupin resonaron en la habitación-el grito que pegó fue tan grande que todos los que estaban allí se acercaron a cotillear, incluso lloraste...
-¡Era un libro muy pesado!-dijo-el dolor fue insoportable y para colmo, había truncado mis planes, así que como acabé en la enfermería, ese día desistí...
-Hasta que llegó un sábado y fuimos a Hogsmeade, como Lily y James iban por su lado y Peter no es que pasara demasiado tiempo con nosotros...pues ambos fuimos solos a Las Tres Escobas y nos pedimos un par de cervezas de mantequilla...
-Y como quien no quiere la cosa, Remus se manchó el bigote de espuma, así que en vez de decírselo para que se lo limpiara, le besé-añadió Sirius orgulloso.
-¿Delante de todo el mundo?-preguntó Hermione emocionada a más no poder.
-Había muy poca gente, y me daba completamente igual la verdad-dijo el animago- además fue el mejor beso de mi vida...y el más sabroso también-completó sonriendo a Lupin que estaba algo ruborizado.
-¿Ahí empezó lo vuestro?-cuestionó Harry.
Y ambos asintieron y se besaron tiernamente.
Continuará...