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Almas Perdidas por nyu-nichan

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Notas del fanfic:

HOLA! se que no tengo derecho a publicar un nuevo fan fic sin ni si quiera haber actualizado el otro u.u' lo siento pero esta idea la traigo desde hace tiempo y no aguante mas tiempo para publicarla. Solo espero que les guste, este fic contendra drama, esenas tragicas, muchas angusitas, peleas, muertes, etc. asi que les pido y me den una oportundiad :D! gracias por leer

Notas del capitulo:

Hola! bueno, espero que esta nueva oportunidad sea para bien y este proyecto tambien. solo quiero darles las gracias por leer! si algun lector d algo cmo el destino (mi otra historia) esta leyendo esta, no crea que me he olvidado de la historia, la actualizacion sera el viernes ok'. bueno, espero que les agrade esta historia, asi como a mi me causa emocion escribirla. Gracias!



 

 

 



“acércate a él… gánate su confianza, enamóralo… y finalmente Naruto, destrúyelo“

 

 

 

 

 

 


Caminaba por el parque, con una soledad interminable marcada en sus finas facciones morenas. Aquella mañana cálida no hacia si no enfriarle el alma. Las cosas que estaba a punto de hacer, eran simplemente aberrantes. No quería, no podía… pero necesitaba hacerlo.

 

 

-sabes que puedo ayudarte Naruto, solo necesitas cumplir todo lo que yo te ordene al pie de la letra… y muy pronto conseguirás lo que tanto deseas –

 


Su rostro mostraba indiferencia ante la gente, ante el mundo, ante él mismo. Se sentó en una banca mientras sus piernas no respondían para seguir caminando. ¿Cansado? No, no estaba ni en la más mínima parte de su cuerpo cansado. Su apartamento quedaba a poca distancia de donde se encontraba en esos momentos.

 

 

-¿y según tu, que es lo que quiero, lo que deseo? –

 


Recordó su tono de voz desafiante, aquel que le caracterizaba desde pequeño. Su madre siempre le había dicho que ante personas desconocidas, jamás usase ese tono nuevamente sino quería ganarse una paliza. Pero a él no le interesaba, su actitud infantil y hosca lo había llevado a donde estaba… en situaciones comprometedoras.

 

 

-tu libertad –

 


Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, como cuando la muerte ronda por tus alrededores. Ese tono de voz siniestro, poco común, lleno de odio, destilando veneno puro. ¿Cómo había podido aceptar trabajar para alguien así?

 

 

-Lo sé Naruto. Te conozco perfectamente. Tú solo quieres ser libre, escapar de tus ataduras, de tus responsabilidades. Has cargado con el peso de cuidar a tu familia desde que tenías 15 años, y jamás se te fue otorgado el derecho a disfrutar tu juventud… yo puedo hacerlo. Si aceptas lo que te propongo…

 


Era irónico. Él, siempre catalogado como un alma buena, bondadosa, llena de vida, de energía; estaba a punto de cometer las peores bajezas, los peores males contra personas desconocidas. Jamás había pensado que quien destilaría veneno y mancharía familias sería el: Uzumaki Naruto. Un hombre emprendedor estaba convirtiéndose en miseria. En pura y destilada miseria.

 

 

-Él es un hombre fuerte, orgulloso, su ego transpira por cada poro de su pálida piel. Es ególatra, un completo bastardo a parecer de muchos; y sin embargo, enamora con una facilidad increíble que es imposible resistirse a sus encantos. Todo en el es misterio, simplicidad. Es un alma atormentada que vive, no a costillas de los demás, si no al contrario, es tan prudente con cada palabra, con cada acción, que con una sola sonrisa puede lograr que te conviertas en su esclavo… en su más fiel perro –

 


Acentuó una pequeña sonrisa al ver a un pequeño niño correr alegremente por el parque, volando un hermoso cometa lleno de coloridas y enérgicas tonalidades frescas. Recordaba su infancia, aquellos momentos en que su vida parecía ser perfecta, en que los problemas en casa no le afectaban, al contrario de ahora, que discutía a gritos y casi golpes con su hermano; en que enojarse consistía en encerrarse en el armario y no comer, no en salirse de casa y regresar hasta la noche siguiente sin contestar las llamadas de su madre; en que las lágrimas salían de sus ojos porque su figurilla preferida de acción se había roto, en vez de romper su corazón al terminar una relación de años, como estaba sucediéndole; en que las preocupaciones y tormentos se basaban cuando él rompía algún jarrón, o hacia alguna travesura; en que cuando estaba deprimido abrazaba fuerte su oso de peluche y se ocultaba debajo de las sabanas, ahora era inyectarse heroína en las venas para olvidarse de todo; y en que las tormentosas noches llenas de pesadillas y miedos por el monstruo del armario se aliviaban con un vaso de leche caliente y no con alcohol ahogando las peas y miedos en un bar.

 

 

-¿y qué quieres que haga yo? –

 


-joderle la vida –

 


La contestación de aquel ser fue sencilla, pero cargada de un sentimiento que no supo ni quiso distinguir

 

 

-pero si él es un bastardo como dices, no dejará que yo le joda la vida tan fácil –

 


-Ese es tu trabajo Naruto. Tú te encargaras de meterte en su vida, de acercártele, de seducirlo, de volverte su amante… y poco a poco enamorarlo, hasta que el no pueda más, hasta que tus migajas sean su alimento, hasta que se arrodille ante ti implorando por un beso, hasta que sea capaz de revolcarse en el lodo por una caricia tuya… hasta que el bastardo haga caer su muralla de ego, de poder. Hasta que lo controles, y por supuesto, hasta que él sea capaz de morir por ti –

 


Esas palabras marcadas a fuego vivo en su memoria. Los tormentos de sentirse el villano de la historia, de ser el chico malo por primera vez en su vida, de experimentar el trabajo de joder a alguien a quien no conoces, a un extraño jodido que no sabes ni quién es. Alguien que según dicen, es un bastardo sin sentimientos. Alguien a quien el fácilmente podría derrumbar.

 

 

-si aceptas tu familia saldrá de la pobreza, sacaré a tu hermano de la cárcel y tu hermana dejará de ser lo que es… una cualquiera –

 


Sus palabras acuchilladas en su pecho como puñales hirientes. La definición de su familia no había sido de su agrado y aun no asimilaba como es que le había permitido expresarse así de su hogar. Pero ahora eso no importaba. El prometió darle dinero, un apartamento, sacar a su madre enferma de trabajar, pagarle la universidad a su hermana menor, y por si fuera poco, pagar las deudas de juego de su hermano y meterlo a un centro de rehabilitación para drogadictos. Eso simplemente, era más de lo que él podía pedir.

 

 

-acepto… acepto el trato –

 


Fue su rápida respuesta. No lo pensó. Pues era una tentación enorme la que se ofrecía en bandeja de plata ante él. No pensó en las consecuencias, ni en los riesgos. Solo en el bienestar de su familia, de su madre, de sus hermanos, de él mismo. El egoísmo por tratar de liberar una carga  pesada de sus resquebrajados hombros, literalmente, lo hizo tomar esa decisión sin pensarlo.

 

 

Después de todo ¿Qué tan malo podría ser destruir a alguien que no conoces? ¿A alguien sin corazón que no tiene remordimientos? Porque él, haría lo que fuese por su familia.

 

 

-solo hay dos condiciones Naruto. La primera es que jamás debes desobedecerme ni intentar mentirse u ocultarme cosas, me daré cuenta y te hare serme fiel hasta de la peor manera. Y la segunda y más importante… tienes estrictamente prohibido, entiéndelo bien, prohibido enamorarte de él ¿me escuchas? Cualquier sentimiento profesado, ya sea amor o amistad, no solo causara su hundimiento ni el tuyo, también el de tu familia –

 


Una sonrisa cínica se poso en sus labios. Lo engatusó el ser maldito, el demonio pérfido, quien cuando lo vio convencido soltó la bomba de tiempo. El reglamento por seguir, las acciones por cumplir. Como mandamientos, como pecados capitales que nunca debes de llevar a cabo. Le dio una lista de cosas que debería hacer, las que podía cumplir, las que debía consultar, las que debía pasar por alto, las que debía de ignorar, de estudiar.

 

 

-¿y si me rehúso? ¿Y si me arrepiento de hacerle daño? –

 


Sabía que jamás debió haber formulado aquella pregunta, que anunciaba peligro la mirada que él le había dirigido al término de sus palabras destellantes y sus ojos expectativos, esperando un ataque de moral. Saco de su suéter unas cuantas galletas que había cogido de su mesa antes de salir y se las aventó a las palomas que se paseaban tranquilas por la fuente de aquel hermoso parque.

 

 

-Te mataré–

 


Y como si una corriente de aire helado hubiese pasado fugazmente a su lado, sintió miedo. Miedo de que aquel sujeto dijese la verdad sobre su incierto destino si incumplía las leyes, las normas, que como perro tenía que acatar sin rechistar.

 

 

Se levantó lentamente desde la banca volviendo sobre sus pasos, por donde había venido. La tarde estaba cayendo, las personas caminaban de un lado a otro yendo y viniendo, los autos transitaban meticulosos y apretujados por las avenidas, entre calles. El caminaba tranquilo a su destino: su nuevo hogar.

 


Miro al cielo cuando los últimos rayos anunciaban el colapso del sol en ese día para la llegada de la luna, el amor prohibido del sol. La luna y el sol, dos astros diferentes, llenos de energías contrarias, de vitalidades diferentes. Amarse era un pecado, quererse era una obsesión destructiva. Sin quererlo los separaron ya que el mundo se acabaría si seguían juntos. Sus deseos egoístas los llevaron a desobedecer las reglas y en una tarde, los dioses decidieron separarlos, enviando al sol en el día y a la luna en la noche. Jamás volvieron a verse, solo cuando el ocaso se anunciaba entre las montañas, solo ahí podían cruzar miradas, sentimientos; mientras el sol se escondía para llorarle amargamente a la luna, ésta alumbraba la vida de los desdichados esperando encontrar en las estrellas un consuelo para su amor imposible.

 

 

Una historia bastante trágica de amor, pero también falsa. Naruto sabia, a ciencia cierta, que aquellas historias no eran sino más bien una perezosa fantasía de la gente soñadora. Sabía que eso no existía, que la luna y el sol no existían, que dos polos opuestos jamás se juntarían.

 

 

Sin embargo, Naruto al subir al ascensor jamás pensó que un día después conocería a su luna, a su amor imposible, al ser que tendría que odiar, e inevitablemente amaría con cada una de sus fuerzas. Jamás pensó que su destino fue decidido desde su nacimiento, porque detrás de todo ese asunto, Naruto no se imagino jamás que no solo encontraría el amor ni la traición, sino también la autodestrucción, y un secreto de su pasado que ni el mismo llego a sentir o imaginar.

 

 

Porque su destino estaba marcado no solo en su vida, sino en su corazón. Al escuchar el nombre de su enemigo, Naruto jamás imagino que se marcaria a fuego vio en su piel, en su alma; jamás pensó que ese nombre lo oiría hasta la muerte.

 

 

Y con el pensamiento de que las leyendas no son más que inventos de la gente barca, Naruto saco las llaves de su apartamento y con un “click” se adentro en él, dejando el pasillo a oscuras penumbras.

 

 

 

 

 

 

 

 

Porque después de todo, Naruto no sabía que estaba haciendo un trato con el diablo.

 

 

 

 

 

 

-¿cuál es su nombre? –

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


-Sasuke…. Uchiha Sasuke –

 

 

 

 

++++++++++++++++++++++++++

 

 


 


Notas finales:

Bueno, se que fue corto, pero es la introduccion. tranquilos si no entendieron, cualquiero duda me la consultan, pero de todas formas, las cosas iran aclarandose conforme pasen los capitulos ok'.

SAYOOO!!!

:D!

nos vemos en *algo cmo el destino*


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