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Eternamente por yaoigirlxxx01

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Notas del capitulo:

Aqui les dejo la contunuacion de este fic, el cual esta empezando a ponerse bastante interesante.

 

Disfrutenlo.

 

Pasaron los dos días, durante ese tiempo Roderich no volvió a ver a Ivan, en parte porque debía convivir con su prometido Gilbert, conforme se conocían, menos se soportaban, eran totalmente opuestos.

El músico no pudo evitar hacer comparaciones entre Gilbert e Ivan, el primero tuvo todo lo que quiso e incluso más, en cambio el ruso tenía que trabajar para subsistir.

Hoy se verían de nuevo, Roderich se encontraba muy contento, Gilbert lo noto, el austriaco estaba practicando en el piano, una melodía de amor que no era dedicada precisamente al oji rojo.

 

-       Señorito, ¿Cómo se llama esa canción?-. Pregunto Gilbert, mientras el pianista seguía tocándola con dedicación y ahínco.

-       Se llama "Liebestraum No.3" es de un músico húngaro llamado Franz Liszt-. Le contesto Roderich concentrado en su piano.

-       Oh, qué bien. Oye señorito, deberíamos salir-. Comento desinteresadamente el peli plateado.

-       Mmm, no-. Contesto el músico muy secamente, deteniendo su práctica-. ¿Qué más se te ofrece?-. Pregunto al su prometido.

-       Nada, solo intento ser amable contigo, pero tú no cooperas, así nuestra unión no va a funcionar-. Le dijo Gilbert a Roderich.

-       Tú y yo no estamos muy de acuerdo con ese matrimonio, deja de fingir que te interesa-. Le reclamo el austriaco bastante molesto.

-       Estoy de acuerdo en eso, pero recuerda que debemos intentar llevarnos bien-. Comento el oji rojo.

-       Como sea, con permiso, tengo algunos pendientes que atender, estás en tu casa-. Dijo el austriaco muy tranquilo, antes de salir de su habitación.

 

Gilbert se quedo muy molesto, odiaba esa actitud que Roderich tomaba con él, entendía que no estuviera contento con la unión en matrimonio entre ellos, pero esa no es excusa para tratarlo mal, no fue su idea. Por lo que decidido decido dirigirse a un bar para ahogarse en alcohol y tal vez tener una aventura con alguna chica o chico, para él eso no es ningún inconveniente.

Cuando el prusiano se encontraba a punto de partir, nota como su prometido también se encuentra de salida cargando con su estuche de violín, decidió seguirlo, le entro la curiosidad saber más del austriaco y tal vez con ello chantajearlo.  

El músico no notaba que Gilbert lo seguía, después de recorrer algunas calles llego al parque alrededor de quince minutos antes de la hora marcada por Ivan, el pianista ansiaba ver al ruso.

Gilbert vio como Roderich se sentó en una banca y se dispuso a observarlo, conforme pasaban los minutos, este perdía la paciencia, el austriaco no se movía seguía ahí sentado, cuando estaba a punto de dejarlo por la paz, noto que alguien se acercaba al músico, se saludaban y partían juntos a las afueras del parque. Por lo que el prusiano decidió seguirlos, la curiosidad lo mataba.

Ivan al ver que el castaño se encontraba esperándolo con el estuche de su violín en las piernas, no puedo evitar sentir la emoción de escucharlo de nueva cuenta.

Ambos músicos se saludaron, Ivan le propuso ir a su casa para que pudieran platicar más a gusto.

Al llegar a la casita, la cual es muy humilde, no tenía muchos muebles pero Roderich no protesto por el aspecto de esta, se sentó y dejo que Ivan le sirviera una taza de té negro, la cual nunca cae mal, además la temperatura empezaba a descender.

-       Muchas gracias-. Agradeció Roderich al probar su te.-. El té negro es mi favorito-. Volvió a comentar y así entablar conversación con el ruso.

-       Gracias, me da gusto que te agrade el té, soy realmente muy malo preparando cualquier cosa-. Le sonrió el peli blanco mientras reía amistosamente, Roderich se sonrojaba.

Conforme avanzaban en su charla, ambos se daban cuenta que se sentían a gusto y eso que no platicaban de música, tenían mucho en común. Pero ninguno se dio cuenta que alguien lo veía desde afuera, era Gilbert, quien no extendía como un simplón como ese podía sacarle una sonrisa a Roderich, en cambio el solo recibía insultos y malas caras, lo que más le sorprendió fue ver el repentino beso entre ambos hombres, lo cual lo hizo rabiar y retirarse tragándose todo su orgullo.

Roderich e Ivan no sospechaban de que habían sido vistos, estaban enfrascados en el dulce beso que fundaban sus bocas, era de modo apasionado, entregado, ellos se entendían a la perfección, se enamoraron a primera vista, cuando se miraron a los ojos, lo entendieron, este beso es la confirmación.

Las ropas comenzaron a desaparecer, el ruso se encontraba de pie enfrente de la mesa y el austriaco se encontraba sentado en esta última, las manos de Ivan recorrían el cuerpo de Roderich, este solo se limitaba a dejarse hacer, su miembro comenzaba a endurecerse, el ruso chupaba, succionaba el pecho del castaño.

Sus cuerpos se fundaban en uno solo, Ivan succionaba el miembro del pianista, Roderich gemía el nombre de Ivan, cosa que solo hizo más que excitar al ruso, en pocos instantes el austriaco culmino en la boca del peli blanco, el castaño se sentía apenado por eso, pero este en vez de molestarse solo sonrió y compartió la esencia de Roderich con él en un profundo beso de amor verdadero.

El austriaco solo rodeo con sus brazos el cuello de Ivan para profundizar el beso, quería sentirlo en él.

El ruso comenzó a lamer uno de sus dedos para lubricarlo, al verlo listo; lo dirigió hacia la entrada del austriaco, quien emitió un leve quejido de molestia, el cual fue desapareciendo para dejar lugar a un sentimiento de placer, después de ese dedo, Ivan introdujo tres dedos de golpe.

Roderich solo un grito de placer, a pesar de que salía unas gotas de sangre de su entrada debido a la intromisión, el peli blanco saco sus dedos para dar lugar a su miembro el cual le dolía debido al nivel de excitación que sentía al ver al pianista ansioso de ser uno con él.

Ivan se introdujo de golpe en el castaño quien grito de placer al sentir unido con su músico, el ruso comenzó a embestirlo con fuerza y pasión, quien después de algunos minutos culminaron juntos, Roderich en su abdomen  e Ivan en su pianista.

 Ambos respiraban con dificultad, Ivan beso la frente de su austriaco.

 

-       Roderich, eres la persona más especial que he conocido-. Le dijo amorosamente.

-       Ivan, igualmente. Me enamore de ti desde el momento en que te vi tocando esa pieza de violín en aquella esquina-. Le confeso Roderich-. Pero debo decirte algo de suma importancia-. Le comunico preocupadamente el pianista al ruso.

-       ¿Qué ocurre?-. Le pregunto Ivan algo desconcertado.

-       Estoy comprometido-. Dijo tímidamente el austriaco, temiendo por la reacción del ruso.

 

 

Notas finales:

Aqui les dejo el capi, ojala les vaya gustando.

 

Se que no es una pareja muy comun, pero se ven muy lindos juntos.

 

Cuidense, Bye.


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