Ya estaba arto, no podía creer que lo interrumpieran a media reunión de gerentes en lo que iba del día, no entendía como dos simples y adorables niños sacaban de quicio a la última niñera del mes.
- Micaela solo trata de darle su medicina a tu hermano y en la tarde ya estaré en casa.
- Papa, sabes bien que no se cuales son… - del otro lado sonaba la voz de una chica
- No te agás la que no sabes, solo ve a la receta y …-
- Esta bien…- colgó enojada
El rubio miraba una agenda de su escritorio, con que pretexto hablaría ahora… ¿sufrió un accidente?, ¿su hijo necesitaba cuidados especiales? O que un perro le mordió la mano y necesitaba ayuda con sus hijos… en verdad que la última sonaba ridícula.
- Bueno, agencia de niñeras…- una voz femenina contesto del otro lado.
- Hola, soy Uzumaki Naruto…- se quedo con la palabra en el aparato, de inmediato le cortaron la llamada – lo sabia, ya no soy bien recibido en es lugar, demonios y ahora-
- Señor tiene una llamada en la línea 2- su secretaria le hablo de improviso
- Dámela… bueno, si… si… lo entiendo, si este bien- colgó un poco cansado de escuchar lo mismo una y otra vez, su adorada hija Micaela otra vez había armado un disturbio en su colegio.
Ya no sabia que hacer con ella.
La noche en casa el ambiente no era nada del otro mundo, el revisaba algunos papeles para adelantar su trabajo, Seichiro terminaba de poner los platos en mesa y su hija Micaela de 16 años cocinaba algo ligero: arroz y pollo frito con verduras.
- Papa, ven ya esta listo, hay también te para la cena-
No era que Naru no diera gracias por la cena, esta vez estaba algo furioso… al terminar, miro seriamente a sus pequeños retoños.
- Mañana pondré un anuncio en el periódico para una nueva niñera-
- ¡No!, otra ya no, son todo un problema y son unas inútiles en su trabajo…- la rubia hablo sin siquiera pensar en sus palabras
- Pues eso mismo debiste pensarlo hoy, me llamaron de nuevo del colegio y esta vez ya estas amenazada de ser expulsada… es la octava niñera en tan solo dos meses, la cuarta de que me llaman ala semana y sigues con tus caprichos de que tu madre vuelva…-
- Y ¿Por qué no volverá?- el pequeño Sei lo miro consternado
- Son cosas de mayores ya abra tiempo como explicártelo-
- El no entenderá pero yo si- Micaela estaba necia con esa misma duda desde que tenia memoria
- Dejen de insistir, ya abra momento para hablar de ello- no quería admitirlo pero ese tema era doloroso en su vida, en su corazón, se paro y salió rumbo a su habitación, dejando a sus pequeños mas consternado como nunca.
- Como siempre evadiendo el tema- Mica solo bufo – ven hermano ya es hora de dormir- la rubia cargo a su pequeño hermano entre brazos para llevárselo a su cuarto, le dio un baño y lo arropo para dejarlo dormido.
- Al enfilarse a su cuarto se capto que la puerta de su padre estaba entre abierta, al asomarse vio lo que todas las noches ya era común, Naruto veía las estrellas mientras estrechaba entre brazos una foto, o era lo que parecía, nunca vio quien era la persona que estaba en aquella foto de lo que si podía asegurar era que le profesaba un gran amor.
Una semana después, rondaba en el periódico la nota en trabajo:
“solicito niñera o un profesional en trato con niños. TIEMPO COMPLETO, PLANTA, atractivo sueldo, servicio medico incluido, bonos de trabajo.
Interesados presentarse con recomendaciones y curriculum a las oficinas de productores metálicos SEGMA, entrevista directa de 5 a 7 de la tarde ser puntuales”
- Para ser niñera es muy buena oferta, solo es cuestión de poner a los niños ocupados y lo demás será pan comido- una chica le servía café a uno de los clientes que veía el periódico buscando una oportunidad de trabajo formal.
- Eso es lo que espero, aunque con eso de los niños no es muy mi especialidad-
- Vamos no debe de darte miedo, ¿Qué tan difícil puede ser?
- Esta bien lo intentare, aunque no dice con quien debe ser la entrevista, solo la empresa, eso es raro-
- Vamos chico no te agás el miedoso ahora, además lo necesitas para las medicinas de tu hermano en el hospital-
Esto último le dio los bríos para armarse de valor, además si era tan atractivo como parecía entonces el trabajo no seria cosa del otro mundo – te veo más en la noche tía, probare suerte en esto de ser niñero
Eran ya casi las seis y media cuando arribo a las mencionadas oficinas, la recepcionista lo recibió con gusto.
- vengo por la entrevista de trabajo de niñero y no se con quien debo entrevistarme…- el chico mostraba su mejor sonrisa.
- Estas seguro a lo que vienes, muchos han venido por los mismo desde hace una semana y todos salen en menos de lo que canta un gallo-
Es que acaso eran tan complicados.
- Yo vine por una oportunidad y no me iré sin ella-
Al verlo lleno de seguridad y tenacidad le indico el despacho correspondiente: piso cinco, a la derecha puerta 167.
En el elevador sudaba frio, su mente se lleno de dudas pues con que clase de persona lideraría, acaso era un egocéntrico millonario que trataba de lo mas déspota a sus empleados o quizás un tipo sin carácter.
Llego a la puerta dicha, toco por cortesía ya que la secretaria no estaba en su puesto.
- Lo mas seguro debe de estar en platica con otras o haciendo un trabajo de ultimo momento… lo que sea primero. Yo a lo que vine-
- Pase, esta abierto-
Al entrar al despacho noto que todo estaba en una revoltura de papeles sobre el escritorio y las sillas, y la mesa de descanso, y era imposible no ver alrededor.
- Hola, vengo por la entrevista de trabajo de niñero…- el azabache le hablo a la nada ya que no vio a la persona que lo esperaba, este por su lado parecía estar metido en una pequeña bodega anexa en su despacho, buscando papeles.
- Fantástico, ¿cuantos años tienes?
- Mmm 23 – por su lado el azabache trato de mirarlo, solo que solo veía su espalda y una melena rubia asomándose
- Ya tienes trato con niños difíciles…- esta pregunta lo saco de sus casilla, el dijo niños difíciles, ¿de que clase?
- Bueno solo tengo referencias de cuidar a un par de gemelos un par de meses y más de trabajos simples…
- Bueno lo importante es que as tratado con niños en algún momento dado-
- Si- contesto el azabache anonado, en verdad era necesario que alguien cuidara a esos niños.
- Y bueno, digamos que hay uno enfermo, ¿Qué arias en caso de que le falte el aire?
- Sin duda darle su respirador y de ser posible llevarlo al medico lo mas pronto posible para que se establezca.
- Bien respondido… y siguiendo dime ¿Qué arias si mi hija te hiciera una mala broma o tratara de hacerte un accidente en casa?-
Que clase de entrevista de trabajo era esto, preguntas raras y un tipo que ni siquiera lo miraba y estaba metido entre tanto papel de su oficina.
- Los niños son malcriados no por gusto solo quieren atención de sus padres y suelen llamar la atención con travesuras y comportamientos no muy buenos, solo buscan amor… y lo que yo aria seria…- no termino de contestar su pregunta, ya que el otro dio un golpe en una de los estantes y dio por terminada la conversación con su silencio, el azabache dio por entendido que no era muy de su agrado ese tipo de lo mas malhumorado; se paro de la silla que tomo y salió si decir ni siquiera adiós.
- Tienes razón mis hijos son imposibles tratando con personas diferentes a mi, solo quiero lo mejor para ellos dos, son lo mas bello de mi vida y por nada del mundo quiero que estén solos, por eso tengo la sensación de que quizás tu…- al asomarse no vio a nadie, hablaba con el viento- Rayos ni siquiera se quien era- miro a su escritorio y vio una carpeta que no estaba entre sus pertenencias- lo mas seguro se trate de la persona que vino-
Salió de su oficina y le paso los papeles a su secretario.
- Quiero que lo contactes y mañana le des su tarea, de ser posible llévalo a que conozca a mis hijos y lo que tendrá que hacer durante mi ausencia, esta noche tengo que salir en un vuelo y no podre hacerlo yo mismo.
- Si jefe- la chica solo tomo los papeles y se llevo la mano a la cabeza, ¿Cuál era su preocupación?... de que al nuevo chico le iría mal en las semanas que su jefe no estaría o por que el pobre chico sufriría un infierno con esos dos, que par el caso era lo mismo.
Calles mas alejado del edificio Sasuke solo maldecía su mala suerte.
- Perdóname hermano pero soy un chico de mala suerte, no puedo hacer bien las cosas, si siquiera pude concretar esta entrevista y mucho menos pude hacer que mi amor se quedara a mi lado y por culpa de una mujerzuela de cuarta.