Seguía deborando mis labios, sin darme un segundo de respiro. Intentaba aparatarle con mis manos, pero me era totalemente imposible. De donde sacaba esa fuerza? Me sentía impotente, indefenso.... Clavé mis uñas en su pecho, rasgando la camisa.... y haciendo que sus manos se aferraron aun con más fuerza a mis muslos, provocando un grito de dolor que ni sus labios pudieron acallar. Paro durante unos segundos, como si por fin hubiera reaccionado.
-Zoro... por favor....
-No hables...
-Sueltame... esto no....
-Callate...
-Marimo... tu y yo...
-SILENCIO!!!!
Un golpe impactó de lleno en mi estomago, haciendome bajar la cabeza y empezar a toser en busca de algo de aire. Apenas habia recuperado un poco el resuello, cuando un golpe en la nuca terminó por acabar con mi consciencia....
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"Sé que no debo.. Sé que esta mal... Entonces por que no me detengo?" Cargué el cuerpo insconsciente del rubio hasta el baño, ocultando el delito que iba a cometer. Cerré la puerta con pestillo y encendí la ducha, dejando que el ruido lo inundara todo. Pase un par de minutos observanadolo tumbado sobre el suelo, mientras mis manos comenzaban a desnudarle, dejandome a mi mismo rozar su piel ligeramente.... Como había llegado a este punto? Apenas hace unas horas él y yo.... Sus pequeños movimientos me hicieron percatarme de que se me acababa el tiempo. Acabé con las últimas prendas que aun le cubrían, lo metí en bañera y lo amarré con su propia ropa al grifo. En ese momento noté como se revolvía y lo miré. Sus ojos comenzaban a abrirse lentamente, clavandose en los mios. Le costó unos segundos recordar lo que ocurría... los mismos que tardo en volver a mostrarme esa cara de pánico.... Ya ni siquiera intentaba llamarme, aunque tampoco podría. Sus propios calzoncillos le hacían de mordaza, evitandome tener que oir su voz suplicando de nuevo... Era incapaz de soportar lo que yo mismo estaba causando... "No quiero hacerte daño pero si no lo hago asi.... ambos sabemos que jamas te fijarías en mi cierto? No soy una de tus damas, soy el idiota del marimo..."
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Quería gritar pero de mis labios no saldría un solo sonido, incluso si ese trozo de tela no la cubriera. Podía verlo a unos centimetros de mí, observandome con una mirada extraña.... "Si me estas haciendo esto... Por que me miras asi maldito cabron? Por que soy yo quien se siente culpable?" Forcejeé con todas mis fuerzas, pataleando lo que tenía a mi alcance. La atadura de mis muñecas comenzaba a arañar mi piel, rasgandola hasta que noté un liquido espeso resbalar lentamente por mis brazos. Mi propia sangre comenzó a gotear lentamente, manchandolo todo a su paso, tiñiendo de rojo su pelo mientras lamía y mordía mi cuerpo. Pude sentir sus manos deslizandose por mi pecho hasta colarse entre mis piernas. Cerré las piernas con todas mis fuerzas, intentando frenar su paso... Pero lo único que conseguí fue un fuerte mordisco en mi pecho, desconcentrandome por unos segundos, los suficientes para que abirera mi entrada a la fuerza. Mi grito de dolor se ahogo en mi mordaza y mis lágrimas comenzaron a mezclarse el agua que seguía cayendo sobre mí. "Marimo... marimo... por favor.... no sigas... por favor..." Cerré los ojos y apreté mis puños con fuerza, intentando soportarlo. Aunque no lo viera podía oir sus jadeos, sentir sus manos y su cuerpo sobre él mío. Se separó de mi unos instantes, dandome esperanzas de que se había terminado, que esta maldita pesadilla había acabado por fin... hasta que note algo forzando de nuevo mi entrada. Ese trozo de carne grande y dura se introducía sin ningun tipo de reparo, destrozandome aun más por dentro. Sus manos se agarraban con fuerza a mis caderas, empalandome una y otra vez... cada vez mas fuerte y rápido... Sus jadeos cada vez subian más de volumen, colandose en mi odios por mucho que intentara ignorarlos.
-.....ahhh... San...ji...ahhh...
Cada vez me sentía mas debil, mi cuerpo comenzaba a temblar sin control.... me era cada vez mas dificil respirar, sentía que me iba a desmayar...
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No podía mirarlo, no quería ver su cara, sus gestos... Quería imaginar que era como en ese sueño, quería olvidar lo que realmente estaba sucediendo...
-.....ahhh... San...ji...ahhh...
Sentía como mi miembro se deslizaba cada vez con más facilidad en su interior, haciendo que aumentara mis estocadas. Toda mi mentira se habría mantenido en pie.... si no hubiera notado como su cuerpo temblaba sin control. Tube que mirar, no pude evitarlo y entonces la realidad me golpeo en la cara con toda su fuerza. Sus muñecas heridas tratando de escapar sangraban abundantemente, convirtiendo su antigua camisa blanca ahora en un trapo rojo. Segui los regeros de sangre por sus brazos, encontrandome con su cara. Sus ojos apenas estaban abiertos, pero sus pupilas se mantenían fijas en un punto...
-San...ji?
No esperaba respuesta... pero al menos un movimiento... algo!!! Salí de su interior, levantandome para acercarme y comprobar su estado... Fue entonces cuando ví mi propia carnicería. La sangre brotaba de su interior inlcuso más rápido que de sus muñecas. Su cuerpo palidecía por momentos... Volví a mirar sus ojos, pero ya no pude encontrarlos. Lo desaté lo más rápido que pude, dejandolo caer suavemente. Saqué la mordaza de su boca y me acerqué buscando su respiración...
-Reacciona... joder!!!
Busqué su pulso, mientras taponaba como podía sus heridas.
-No te mueras idiota!! Resiste!!!
Lo saqué de la bañera dejandolo en el suelo y cubriendolo como pude con una toalla. Apenas sabía nada de medicina, pero tenía que hacerlo respirar. Lo intente una y otra vez, mientras la rabia se apoderaba de mí. "Por que lo hice? Por que no pude controlarme?"
-DESPIERTA!!!!!!!!!
Continue con la reanimación, hasta que un golpe en la puerta me hizo volverme.
-Zoro? Que demonios...
-Llama a Chopper!!!!!
Oí como la pelirroja corría en busca del renito, mientras continuaba mirando su cuerpo tendido en el suelo.
-Soy un maldito animal.... Yo no quería esto... yo quería... que tu me vieras...
El sonido del agua me distrajo haciendo que girara mi rostro de nuevo, encontrandome con los rastros de mi brutalidad. Los blancos azulejos tenían mis manos marcadas con su sangre....
-Zoro!!!
La puerta salió volando, mientras el renito en su forma semihumana entraba como una exhalacion...
-Pero que...
-No respira... yo... yo...
Ni siquiera contesto a mis desvarios, se lo llevó en volandas a la enfermería mientras yo me quedaba de rodillas en el suelo, mirando mis manos manchadas.... "Tienes que salir de esta.... Tienes que hacermelo pagar..."
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