REPETIMOS!!!!!! por Ayume46

-SANJI!!!!
Ambos me agarraron alejandome de él. Intenté soltarme de su agarre, continuar con mi venganza... cuando sus palabras me hicieron ver la realidad tan claramente que me asuste de mi mismo.
-Soltad...le... yo... tengo que... pagar....
Acabó desmayandose, cerrando poco a poco los ojos. Me quedé en el sitio, sin poder mover un solo músculo. Los chicos corrieron a socorrerle, intentando reanimarle delante de mis ojos. "Él no sabe lo que hizo...  y aun asi él... Como puedes mostrar ese arrepentimiento por algo que no recuerdas? Creyendo en mí... sin importar nada mas...." Ví como Chopper lo cargaba sobre sus hombros, llevandolo con rapidez a la enfermería, mientras el capitán se quedaba de pie, de espaldas a mí.
-Sanji...
No conteste... Que iba a decirle? Ni siquiera yo comprendía bien todo....
-No me digas que fue Zoro...
De nuevo la sorpresa se instalo en mi cara, incapaz de entender como el pequeño sabía algo de lo sucedido. No pude hacer otra cosa que bajar la cabeza, escondiendo mi verguenza....
-Contestame!!!!
Apretaba sus puños con fuerza, intentando controlar sus emociones, aunque sin mucho exito. Después de unos interminables minutos de silencio volvió a hablar, esta vez más calmado aunque con esa voz rota.
-Estara encerrado hasta el proximo puerto.... Allí dejara la tripulación.
Comenzó a caminar hacia la salida, aun incapaz de mirarme a la cara.
-Lu...
-Zoro no es asi... No se que le ha ocurrido... Mi mejor amigo no es asi, Sanji....
Salió por fin de la habitación, dejandome unos segundos a solas. Realmente las palabras de Luffy me dolieron, y no por que protegieran a Zoro... si no por que tenía razón. El marimo podía ser un bruto y un estúpido.... pero era un hombre de honor, a veces hasta limites idiotas. Me senté de nuevo en aquella habitación, en el mismo rincón en el que minutos antes me escondía. Con el alboroto la tela que cubría la ventana había desaparecido, dejando paso a la luz del día. Me quedé con la mirada fija en una de las sombras que proyectaba sobre la habitación, intentando ordenar mi mente. Sabía que las amenazas del capitán no se cumplirian, que mañana volveríamos a ese bucle que solo yo conocía, pero aun asi... Continue durante horas perdido en mis pensamientos, completamente ajeno a lo que sucedía a mi alrededor. Varios de mis nakamas vinieron a visitarme, trayendome comida y bebida, intentando sacarme de mi estado... pero el único que lo consiguió fue el pequeño renito.
-Sanji-kun... Tengo que revisarte, por favor...
Le dejé hacer, intentando controlar los impulsos de alejarlo de mí como hice antes. Poco podía hacer por mí, lo sabía perfectamente. Todo iba mas o menos bien, hasta que menciono su nombre.
-Zoro esta bien, no fue mas que un desmayo.
Por fin levanté mi vista, encontrandome con la carita preocupada del pequeño.
-Se que no quieres hablar de ello, es normal, pero...
-Quiero hablar con él.
-No puedo dejarte hacer eso!!
-Chopper....
-Sois iguales!!!
-Eh?
-Por que os empeñais en empeorar las cosas? Por mucho que le dije que no viniera él...
-Marimo...
Me levanté del suelo, comenzando a caminar hacia la puerta. Todo encajaba ahora... Sabía lo que había sucedido, el  capitán me lo confirmo, y aun asi decidió venir... "Estabas preocupado por mi... Por que Zoro? Por que viniste aun sabiendolo? Por que dijiste eso? Tengo que saberlo...."
-Chopper? Que es lo que...
No pude decir una palabra más, solo volverme para ver al pequeño con una jeringuilla en la mano, mientras todo se oscurecía a mi alrededor.
-Lo siento Sanji... es por tu bien, creeme.

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Abrí lentamente mis ojos, intentando localizar donde me encontraba. Todo estaba oscuro pero aun asi... "La enfermería." Me levanté lentamente de la camilla, aun algo adolorido y entonces lo recordé. Tenía que ir a verle, tenía que explicarle... "Pero explicarle que? No recuerdo haber hecho nada de lo que dijo!" Aun así caminé hacía la puerta, pero cuando intenté abrirla...
-Cerrada.
Después de todo era lo normal, no debían fiarse de que volviera a atacarle.
-Maldita sea!!!
Golpeé con fuerza la puerta, mientras intentaba descargar la ira y la frustración que llevaba dentro. Después de unos cuantos golpes, mire la puerta, encontrandome con unas pequeñas manchas de sangre. Mi mano estaba rasguñada por la fuerza con la que dí contra la madera.
-Ni se acerca a lo que tubiste que pasar....
Caminé de nuevo hasta sentarme en la camilla. Alcé mi vista hacía la pequeña ventana, quedandome ensimismado en mis pensamientos. Llevaba un buen rato forzandome a recordar todo, a adivinar por que narices hice algo como eso, cuando un pequeño destello me hizo reaccionar.
-Lágrimas de San Lorenzo...
Me quedé admirandolas, parecían mucho más brillantes que de costumbre, como si me llamaran de alguna manera... "Que estupideces estoy pensando? Como si fuera como en los viejos cuentos que nos contaba el sensei a Kuina y a mi! Aunque..."
-Si tan solo pudiera saber la verdad... Comprender lo que esta ocurriendo...
Los destellos en el cielo desaparecieron, mientras yo me tumbaba de nuevo. Era inutil seguir torturandome, hiciera lo que hiciera el daño estaba hecho y no sabía hasta que punto. "Tan solo esperaré..."
-Mañana será otro día.....
Me dejé vencer por el sueño, aun con ese mal sabor de boca...

----------------------SUEÑO DE ZORO-----------------------------------------

"Que demonios?" Sentía la cabeza pesada, como si me acabara de recuperar de un fuerte golpe. Podía oir algo... "Agua?" Abrí mis ojos lentamente, encontrandome en el baño del barco. Quise hablar pero algo me lo impedía, dejandome totalmente mudo. Delante de mi había alguien, aunque era incapaz de ver su cara con claridad. Solo veía esos ojos, que parecían deborarme... "Tengo que salir de aqui ya!" Intenté levantarme pero me fue imposible. En cuanto alcé mi vista lo comprendí todo. Una tela blanca me tenía amarrado, imposibilitandome cualquier movmiento. Hice fuerza para intentar soltarme, pero lo úncio que conseguí fue ver mi propia sangre brotar de mis muñecas, mientras corría lentamente por mis brazos. El miedo comenzaba a invadirme, desesperado esperando el movimiento de ese desconocido. Pude notar sus manos y su lengua en mi cuerpo, mientras marcaba cada centimetro de mi cuerpo con sus mordiscos. Tube que cerrar los ojos, no quería verlo... "Maldito sueltame!!!! Encuanto me desates yo... AHHH!!!" Sus dedos se introdujeron en mi interior. No podía soportarlo por un segundo más, mis lagrimas comenzaban a brotar sin control, mientras mis gritos eran incapaces de salir de mi garganta. "Por favor... Por favor... No más..." Durante un segundo se detubo, consiguiendo que bajara la guardia... momento que aprovecho para embestirme con fuerza. Podía notar la sangre saliendo de mi interior, corriendo por mis muslos hasta diluirse en el agua. Aun mantenía mis ojos cerrados con fuerza, intentando escapar mentalmente de aquel infierno cuando sus jadeos se colaron en mi oido.
-.....ahhh... San...ji...ahhh...
"Mi voz? No me digas que...." Abrí los ojos, viendo por fin claramente al hombre que tenía sobre mí. Me encontre de frente con mi propia cara, completamente descajada por el placer. "Fuí yo... esto fue lo que paso... esto es lo que sentiste.... ese miedo..." No pude aguantar un segundo más, cayendo inconsciente mientras seguía embistiendo una y otra vez....

----------------FIN DEL SUEÑO DE ZORO-----------------------------------

-NOOOOOO!!!!
Intenté regular mis respiración... Aun tenía esa maldita pesadilla tan presente en la mente...
-No fue una pesadilla, fue tu infierno....
Coloqué mis manos sobre mi cara, intentando ocultarme de mi mismo y del mundo. No sabía que pensar, no sabía que hacer o que decir.... Si fuera yo jamas podría perdonar algo como eso... Seguía tan ensimismado que tarde un buen rato en reaccionar y darme cuenta...
-La habitación? Pero si yo estaba en la enfermería....