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Piñacienta por Chikori

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Notas del fanfic:

Katekyo Hitman Reborn no me pertenece sino a Akira Amano, el cuento de Cenicienta es propiedad de Disney... o al menos la pelicula jejeje.

Habra uso de "malas" palabras xP pero poquito.

Cuidado con el crack, manejelo con precaución.

Advertencias: travestismo >u< 

Fic 10069 que contiene X69, XS, BF... y más XP

Espero les guste, estara conformado por tres capitulos.

Notas del capitulo:

Nuevo cuentito nOn que seguro estará más crack que el de A-la´Dino jejeje.

Dedicado a Naomi Hazime que me ayudo con la busqueda de imagenes para inspirarme en este fic OwO. 

Un agradecimiento especial a Erza-chan, Mukuro Rokudo Kyumin, My Angel69, Debby Kyriuu, BianchixGokudera, Lizu Aguas... quienes esperan impacientemente mis fics *w*

Mencionando a mi sempai Sebieth dentro de la historia LoL

 

Hace algunos años en el reino de Namimori, en un pequeño pero famoso centro de entretenimiento conocido como Kokuyo Land vivía Lanchia, un padre muy amoroso que tenía como único hijo a un pequeño de 10 años llamado Rokudo Mukuro. Los dos eran muy felices, pero el padre creía que lo mejor que podía hacer por su pequeño era darle una mejor familia, y fue así que tomo la decisión de casarse, eligiendo a un hombre de buena familia y bastante reconocido; su nombre: Xanxus, el cual también tenía dos hijos casi de la misma edad que Mukuro, sus nombres: Squalo y Belphegor.

 

 Pero tras la terrible, (y extraña muerte del padre pues jamás se encontró su cuerpo más que solo cenizas), el cruel Xanxus demostró su verdadero ser con Mukuro, siendo alguien perverso y tan aterrador que no dudaría desgraciar a su hijastro para obtener beneficios tanto para él como para los inútiles de sus hijos... aunque más para él.

 

Y fue así, que aquel bello lugar de entretenimiento y diversión se volvió ruinas; mientras que Mukuro, en peligro de ser golpeado (y violado) por su padrastro, fue rebajado a ser el sirviente de la familia, trabajando más de 12 horas y los siete días a la semana sin una paga.

 

Y es aquí donde realmente empieza nuestra historia.

 

Era de madrugada, seis de la mañana exactamente, los gallos cantaban y el reloj del castillo sonaban con tal estruendo que el eco llegaba a todos los rincones del reino, nuestro protagonista cubierto completamente con las sabanas blancas, trataba de dormir pero los ruidos externos no le permitían; sin más opción, se levanto.

 

Aquel anterior niño inocente se había vuelto un joven de 25 años bastante atractivo, su cabello lacio y largo de color índigo, sus ojos bicolores, uno con el color del cielo nocturno y el otro como un rubí, labios tentadores, la piel blanca, los músculos bien formados, alto y delgado, sus piernas eran hermosas y bien torneadas.

 

-kufufufu ya es hora.

 

Tomando las cuidadosas prendas que usaba para trabajar, se lavo y vistió dentro de su cuarto, la ropa negra que usaba lo hacía lucir como un sexy mayordomo.

 

Salió de su habitación, fue abriendo y sacudiendo las largas cortinas tintas que encontraba a su paso; llego hasta la cocina donde preparo un buffet digno de un rey. Se dio cuenta de la hora y a través de unas bocinas se escucho la voz de un hombre.

 

 

 

-¡muévelas!, tenemos hambre.

 

-shishishi, no debes hacerme esperar, porque soy un príncipe.

 

-VOOOOOOIIIII- se había tapado las orejas cuando sintió que el hijo más escandaloso hablaría, años de experiencia le ayudaban para evitar que sus tímpanos reventaran. - ¡apúrate!

 

-cállense par de idiotas; Mukuro tráeme mi whisky y mi carne AHORA.

 

-entendido padrastro.- contesto a sus órdenes a través de un micrófono.- Sigh.

 

 

 

Y con las manos y cabeza llenas de bandejas con comida, subió hasta el comedor para atender a sus familiares.

 

 

 

Por otro lado, en el castillo del reino…

 

 

 

El palacio, un hermoso y majestuoso lugar de magnifica arquitectura lleno de habitaciones enormes, largas torres y preciosos jardines. Un  hogar que destilaba belleza…. Y también problemas.

 

 

 

-¡estoy harto!- tiraba flores y jarrones que encontraba a su paso, había llegado al punto de no retorno.

 

-paciencia mi rey, todo llega a su tiempo.- pedía clemencia el servicial subordinado.

 

 

 

Las dos personas que estaban hablando eran el rey y su duque: el primero parecía una niña, cabello negro y largo, ojos de zafiro, de piel y ropas blancas, un curioso tatuaje de flor cerca de su ojo izquierdo, enorme sombrero de champiñón y un coqueto pero varonil curvo mostacho. El último era un joven de ropas tan blancas como el rey, corto cabello de un color naranja similar al de las zanahorias, sus ojos estaban protegidos por unos gruesos anteojos.

 

 

 

-¡¿Qué no ves que ya me estoy haciendo viejo y que quiero al menos disfrutar de mis nietos!? O al menos que se largue el inútil de mi hijo.- veía tristemente las pinturas que simbolizaban el crecimiento de su único heredero.- Irie no comprendes ver a tu único hijo crecer, crecer y crecer mientras se roba la fortuna real.- tocaba acariciando levemente su bigote.

 

-pero mi señor, no puede obligar al príncipe Byakuran que se enamore de la noche a la mañana.

 

-¡claro que sí!- golpeo el escritorio más cercano.- no se trata nada más que de un chico que se encuentra a otra chica en un ambiente propicio, que se la folla y luego se case porque le salió con su domingo siete; es bastante simple.

 

-¡aun así eso es muy tardado! Y el príncipe podría sospechar.

 

-ja, ¿Qué sospechar?, sé que mi hijo piensa primero con la cabeza de abajo que con la de arriba.- movió su capa y se fue a su trono.- ahora que lo recuerdo… mi hijo va a regresar hoy de su viaje de negocios, ¿no crees que es natural organizar un baile festejando su regreso?

 

-que usted lo festeje… no es nada natural.

 

- solo hay que invitar a todas las damas casaderas que hay en el reino.- ignoro completamente el anterior comentario.- si, ya lo imagino todo: todo a media luz, unas cumbias para bailar, luego un paseo en el jardín y shalalala~ estoy seguro que mi hijo al menos se fijara al menos en una, jojojo.- reía cual viejito con plan en sus maquiavélicas manos.- muy bien, prepara las cosas para la fiesta, comida y postres, música, escenografía, las invitaciones personalizadas para cada familia, ¡todo debe ser perfecto; lo quiero para hoy!

 

-¡¡me está pidiendo demasiado mi señor!!, además, las cumbias no son románticas.

 

-¿no puedes con ello?, quizás debería permitirle al verdugo que te viole antes de cortarte la cabeza…

 

-no, ¡no Zakuro! Ay mi estómago….- se sujeto con fuerza el vientre.- está bien, tendrá la fiesta lista para la noche.

 

-así me gusta, esta noche mi hijo al fin se encadenara con el matrimonio jojojojo.

 

 

 

Regresando a Kokuyo…

 

 

 

La familia Varia al fin había devorado todo el desayuno que había cocinado su mayordomo, todos ahora descansaban de tan buen festín mientras Mukuro iba recogiendo los platos sucios.

 

 

 

-tú sí que sabes complacerme.- contesto Xanxus agarrando desfachatadamente la retaguardia de su hijastro que solo tembló del temor ante ello.- me pregunto si para ESO también, ven directo a mi cuarto esta noche para comprobarlo.

 

-oya, oya, t-tengo que lavar la ropa, darle un baño al perro y caballo, limpiar la chimenea y grabar el partido de futbol a esa hora.- invento la excusa, sabía que su padrastro era un salvaje en esa clase de cosas.

 

-VOOOOOOOOI, ¿miedito hermanastro?- se burlaba el hijo mayor.

 

-shishishishi, Squalo baka, nuestro querido Mukuro no es un masoquista como tu… comprenderás.

 

-¡ARGH! Yo no soy masoquista estúpido Bel.- golpeo la mesa el peli plateado.

 

-claro que lo eres estúpido tiburón.- rio con malicia el patriarca.- te encanta que te la meta duro por el…

 

-¡ajem!  Creo que iré a alimentar al cabello… digo, al caballo.- huyo de la escena el mayordomo.

 

-¡¡¡AAAH MALDITO PADRE INCESTUOSO!!!- Squalo movía frenéticamente sus brazos.

 

-shishishi, esa ni tú te la crees, sabes que eres adoptado, padre no se dio cuenta cuando la vieja que le vendía el cartón de cervezas le regalo también un mocoso.

 

-¿¡y tú que!? , fuiste regalado por una loca que decía que eras hijo de él, ¡una mujer que ni siquiera conocía!

 

-ustedes… -el padrastro ya estaba perdiendo la paciencia de la pelea entre los hermanos, saco sus pistolas y amenazo con ella a sus pequeños retoños.

 

 

 

Pasaron unas cuantas horas, Mukuro Rokudo había terminado de limpiar los corrales y ahora estaba dándole de comer a los animales del establo de la familia Varia, pero se le estaba complicando su tarea porque su querida mascota, un perro de nombre Ken, no dejaba de saltarle tratando de llamar su atención, además de que un pequeño sapo brincaba de un lado a otro para jugar con el chico de cabello llamativo.

 

 

 

-¡Ken siéntate!- trato de ordenar a su perro de raza “callejerus”- tengo que darle de comer a Chikusa.- el noble caballo negro poseedor de tal nombre parecía sentir pena por su amo.-¡me estas mareando!- le grito al sapo que no dejaba de brincar como un niño.

 

 

 

Su labor fue interrumpida esta vez por un mensajero real; Mukuro se acercó a él para recibir una carta proveniente del rey Uni.

 

Tenía que avisarle cuanto antes a su padrastro.

 

Entro a la casa, subiendo rápidamente las escaleras; encontró al líder dando una clase privada de canto a sus dos hijos.

 

 

 

-¿Qué quieres?, estas interrumpiendo.

 

-shishishi, en realidad es un alivio, es mejor que oír cantar al gorrión con voz de cuervo.

 

-VOOOOOIIIIIII, ¡¡ni que tú fueras un tenor!!

 

-kufufufu, detengan su pleito un momento.- entonces le entrego el sobre.- según eso, es muy importante leer este mensaje.

 

-mmmm.- empezó a leer rápido, casi con la misma velocidad que la sempai de la escritora del cuento.- según esto, habrá una gran baile, en honor al príncipe, deben venir todas las damas casaderas ya que se espera en esta noche encontrar una esposa; habrá comida, barra libre de bebidas y chocolates gratis. No podemos faltar.

 

-pero hay un inconveniente.- refuto Squalo, dijo todas las DAMAS. No tiene ninguna hija.

 

-ja, eso se puede arreglar.- cerro el sobre, su mirada destellaba malicia.- alcohol y la posibilidad de tomar el trono son ofertas tentadoras.

 

-oh, esto no es bueno.- una gotita descendía temerosamente de Belphegor.

 

-¿puedo… ir?- contesto dudoso el hijo sirviente, el amor al chocolate quizás le dio fuerzas de pedir tal favor.

 

-… quizás si terminas todos tus labores…- respondió el patriarca.

 

-¡lo prometo!- sonrió y salió de la habitación, no desaprovecharía la oferta.

 

-eso sí que fue raro.- se asombro el rubio.- usted sabe lo importante que es nuestra querida perra explotable… ¿se va a arriesgar a perderlo?

 

-he dicho: QUIZÁS… -Xanxus mostró los dientes, tenía un plan malvado y cruel.  

 

-ósea se que ya valió la piña.

 

 

 

Xanxus y sus dos hijos se quedaron riéndose de la desdicha de Mukuro; había entrado  a su cuarto para preparar su traje de fiesta, sin saber que solo le deparaba una trampa. 

Notas finales:

Pues listo al fin n.n 

Espero les haya gustado, dudas y sugerencias, cartas bomba y cualquier otra cosa en un review comestible juar XP

Hasta el siguiente cap!

Los veo en el especial del 14 de febrero.

PD: ¿por qué Uni es hombre y tiene bigote? XD no me imaginaba a alguien más como padre de Byakuran. (y es divertido ponerle mostacho) Podia haber sido Gamma pero es el uke de Uni ja!

 


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