Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Piñacienta por Chikori

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capitulo notoriamente dedicado a las lectoras más fieles que siempre se acuerdan de dejar su review 83 me gusta recompensar de esta forma (lo mismo hacia en la categoria de FMA) 

Va por ustedes niñas!

Y que cap tan largo juar!!!!

El guapo jovencito buscaba en sus baúles algún objeto especifico, curiosamente varias aves, ratones y otros animalitos salieron a investigar. El dichoso chico miro con brillos en los ojos el traje que había sacado: un hermoso vestido azul rey con charreteras que te hacía recordar los trajes militares.

Los animales y aves se alegraron al ver la dichosa prenda que causaba tanta felicidad al chico; él solo les sonrió diciendo:

 

-kufufu ¿verdad que es precioso? Era de mi madre.- entonces tomo una pintura donde su padre Lanchia estaba con una mujer (Ch: hombre en realidad je) con vestido negro, lucía bastante avergonzado y era muy idéntico a Mukuro si no fuera por el color y tipo de corte de cabello.- aunque esta pasado de moda, pero así era madre~- entonces coloco el vestido en un maniquí de torso.- de verdad que necesita arreglarse, bueno hay tiempo para ello.

 

Se sentía relajado, tendría todo el día para arreglarse para el baile y probar los deliciosos chocolates de la realeza.

 

-¡¡¡¡PIÑA BAJA EN ESTE INSTANTE!!!- la voz era de Xanxus, y por el tono de voz, le convenía bajar a Rokudo.

-sigh, el traje tendrá que esperar, ¡con una #$”#=?* que  ya lo oí!- salió instantáneamente del cuarto cerrando la puerta de paso.

 

Los animalitos se acercaron hasta el vestido, se cercioraron que de verdad el joven estuviera abajo y entonces empezaron a hablar…. Si, a hablar.

 

-pobre Mukuro-san, no lo dejan descansar un solo momento.- hablaba una tortuga de caparazón dorado cual sol y ojos castaños.- Piñacienta haz esto, Piñacienta haz lo otro~  sigh… que sigan así y usare el látigo.- tratando inútilmente de agarrar su cola.

-concordamos en algo Dinortuga.- hablaba una pequeña avecilla amarilla.- ¡hay que picotearlos hasta la muerte!

-calmados ambos kora.- el turno era de una ardilla con una banda militar en su cabeza.- mejor hagamos algo por nuestra piña favorita, ¡confeccionemos su traje!

 

Todos se quedaron asimilando la idea, no estaba mal, nada mal. Después de unos minutos todos gritaron que estaban de acuerdo y sacaron tela, aguja e hilo para empezar.

 

-esas son cosas de ukes.- respondía un camaleón desde la cabecera de la cama.- nosotros traeremos adornos.

-sí, sí, ¡lárgate Reborleon kora!, haces más ayuda sino estorbas.

-eso no dices cuando te agarro las nueces… y sabes a lo que me refiero.

-¡¡¡LARGATE!!!-lanzándole una nuez (de esas que se comen… bueno la semilla esa) que fácilmente evadió el Reborleon.

 

Entonces iniciaron aves, ratones y reptiles a coser a pesar de que no tenían pulgares. Esto tardaría bastante.

Mientras tanto con la Piñacienta…

 

-quiero que laves mis calzoncillos y calcetines, entrenes conmigo a las seis, limpies los dientes de mi piraña y que le des una sacudida a mi cuarto.- Squalo dejaba toda su ropa al sirviente.

-shishi, yo necesito que laves mis navajas (que eran más de 600), bañes y cepilles a mi visón,  limpies mi cuarto porque hay cadáveres nuevos, muevas los muebles y pulas mis coronas porque soy un príncipe shishishi.- cargándole más cosas a su hermanastro.

-a mi consígueme unos “globos” más grandes que largo porque me quedan pequeños, cose ese vestido rosa y rojo del sótano, lava la ropa sucia, consigue en el mercado unas zapatillas que combinen, peina la peluca negra del cuarto de Bel, lima las uñas de mi liger, dobla las cobijas, saca a los borrachos de la cochera. Cuando termines avísame que te tengo otros trabajitos. Y no olvides mi botella de whisky de las 5 pm.

-¿pero qué?- sintiendo ahora lo que Atlas tuvo que pasar al cargar al mundo entero.- sigh está bien.

 

Caminando como podía se alejo de su familia que tiraba viejas prendas y adornos que ya no querían o no les gustaban.

Cuando quedo la sala deshabitada y repleta de esa basura; Reborleon y Dinortuga se acercaban ninjasosamente a las cosas que captaban su atención. Después de terminar las compras volvieron al cuarto del protagonista para arreglar el vestido.

Unas largas y tediosas horas después.

El cochero tocaba con respeto a la puerta principal, el sirviente Mukuro escucho su mensaje de que ya era hora de partir a la fiesta; hastiado por el día, llamo a su padrastro para darle la noticia.

 

-el carruaje esta aquí.

-pero Mukuro.- Xanxus lucia serio.- todavía no te has arreglado.

-eso es porque no iré, tengo más cosas que hacer.- tronándose levemente el cuello.

-que lastima, quizás cuando regrese te de un masaje como recompensa.- tomando su coleta y mordiendo las delicadas hebras.

-haga lo que quiera, me retiro por el momento.- contesto con un notorio disgusto.

 

Termino en su cuarto descansando sobre su cama, miro frustrado hacia la ventana; la vista le permitía admirar lo hermoso y brillante que era hoy el castillo.

 

-qué más da, ni que fuera tanto un baile; han de ser tan aburridos, sin buena botana y sus chocolates… - sintiendo que ya no contendría la actuación.- de seguro son divinos…

 

Una pequeña luz de vela se presento, confundido por ello, miro con sorpresa la fuente que iluminaba un objeto en especial.

 

-mi vestido…

 

En la sala Xanxus esperaba a sus dos mocosos, caminaba de un lado a otro por el nervio de que ellos tardaran tanto. Pero entonces los hijos comenzaron a bajar por las escaleras de caracol.

 

-me siento tan… ridículo.- decía deprimido el tiburoncin.

-shishishi, soy príncipe, no princesa. ¿Por qué debo ponerme esto?

-para tener la riqueza del niño ese, así que cállense.

 

Los hijos de Xanxus se habían disfrazado de mujeres para entrar al baile y tener oportunidad de ligar al príncipe; el vestido de Squalo era largo, rojo y lleno de holanes blanco, aunque el escote era pronunciado sabía ocultar el pecho. En cuanto a Bel era un pomposo vestido rosa mucho más corto que el de su hermano, llevaba una peluca negra rizada que tapaba de nuevo su rostro.

 

-se presentaran como mis hijas Squa y Pantera, no se equivoquen que ya envié los papeles esta mañana. No olviden que cuando estén frente al príncipe…

-¡espérenme!-grito una voz que no estaba presente al inicio.

-Mukuro.- respondió sorprendido Squalo quien miraba a los escalones.

-shishishi, vaya.- viendo en la misma dirección.

 

En la cima de los escalones, Rokudo Mukuro bajaba con elegancia; vestía una hermosa gabardina negra tipo militar hecha con el vestido de su madre, una camisa blanca con detalles plateados en el cuello alto que lo hacía lucir como de la realeza y unos pantalones oscuros que quedaban perfectos a sus piernas y unas largas botas negras. Parecía un príncipe malvado.

 

-kufufu, llegaremos tarde… oya oya.- viendo de arriba hacia abajo a sus hermanastros.- kuhahaha, ahora resulta que tengo hermanastras.

-¡tú!- gritaron ambos hermanos.

 

La persecución comenzó porque el par de celosos estaban furiosos de tener que vestir algo tan femenino y su hermanastro  les saliera con un sublime traje varonil.

Xanxus detuvo la pelea y encerró a Mukuro en la cocina, les dio un golpe a sus hijos y se fue directo a la entrada.

 

-yo quería romperle el vestido como en el cuento original, ya que…

 

Mientras tanto; unos animalitos veían al desilusionado padrastro.

 

-hey, somos machos, nosotros no sabemos hacer vestidos de nena kora.- respondió la ardilla recibiendo una afirmación por parte de los demás.

 

Piñacienta aventaba todo lo que se encontrara, estaba furioso de que al final no iba a ir a la fiesta, refunfuñaba una y otra vez maldiciendo a su familia. Al fin admitió su derrota, se dejo caer al suelo viendo con fastidio la chimenea.

 

-todo es ilusión, no se puede creer en nada ni nadie.

-no digas eso.- contesto una inusual voz.

-¿quién anda ahí?

 

Y entonces ante sus incrédulos ojos, una lucecita salió por la chimenea y se transformo en una jovencita con alas de insecto.

 

-sino creyeras en nada yo no podría existir.- movió su varita mágica.- conoce a Haru Miura, tu hada madrina desu. Vengo a cumplirte tu deseo desu~

 

Mientras en el castillo…

Todos supuestamente celebraban la llegada del príncipe Byakuran, quien ahora tomaba el trono real solo por este día. Sentado la mayor parte del tiempo veía a las jovencitas pasar; solo cuando una era presentada él se levantaba y reverenciaba a la chica solo si la primera se inclinaba primero.

El joven príncipe era sumamente apuesto. Su traje blanco de saco largo con charreteras doradas e interior rojo que terminaba en una cola de dos picos, un broche de una natural flor de datura atada con un cordel de oro, pantalones del mismo blanco de su cabello y botas con cintillos negros

 

-hace acto de presencia la princesa Priffle.

-Uni-sama, esto no funcionara.- hablaba el duque a su rey.-  solo mire como se aburre su hijo.

-calla.- ambos estaban en un alto balcón sin que nadie más les mirase, en este momento no eran la realeza, sino dos complotistas.

-la duquesa Sasha Bianchi, de la casa Romanov.

-tsk, ese no coopera en nada, y mira que hay de donde escoger.- comía palomitas fastidiado de la actitud de su hijo.

-las condesas Kiryuu Debby y Natzune Linzu, hijas de mademouiselle Vallierre.- nombraba el sirviente real.

-nada de nada.- dijo con aburrimiento Shouichi.

-la baronesa Scarlet Erza.

 

Siempre era lo mismo, las chicas se presentaban pero ninguna parecía causarle una impresión al príncipe, después del saludo se iban a disfrutar tranquilamente de la fiesta.

 

-Oho, hace acto la marquesa Suzakuran Sebieth, hija del coronel de Rivacio.

-apuesto mi sueldo a que esta si le gustara a mi hijo, tiene un “yo que se, que se yo”- sonreía mientras peinaba su mostacho.

-¡usted es el rey! A usted no le pagan.

-ash, no sabes divertirte.

 

La misma reacción, bueno, quizás un poco más amigable porque parecía conocerla bastante. Byakuran se sentó nuevamente soltando un gran bostezo, a este paso sacaría su oso de felpa y una manta para dormirse.

 

-le dije que esto no funcionaria pero no me escucho. Le dije que quizás el príncipe era gay.

-ah ya cállate. Además yo quiero nietos.

-¿Qué esperaba?

-las hijas Squa y Pantera del caballero Xanxus, propietario de Kokuyo.

 

Byakuran y Uni abrieron completamente los ojos ante tales invitados, caray, se veían bien pero ver a dos “hermanas” jalarse de las greñas para ver quien primero se presentaba era algo que hacia reír a más de uno.

 

-jajaja, esto fue lo mejor.- se burlaba Irie.- yo sé que esperaba, que esto fuera como uno de esos doujinshis que lee antes de dormir, el cuadro completamente romántico: el joven príncipe que se inclina ante la nobleza. Más presto se queda estático y ante sus ojos descubre a la mujer de sus sueños. ¿Quién es ella? ¡Que importa! Su corazón le ha anunciado que es la dueña de su alma.

 

Uni no le prestaba atención a su duque, ya que parecía que realmente estaba narrando lo que pasaba. Apenas hace 5 segundos que Byakuran se quedo embelesado ante la grácil figura que tomaba elegantemente uno de los chocolates del stand; lo lamia levemente y con suma lentitud probaba del dulce, lo tragaba y sonreía como un ángel.

Se trataba de una diosa; largo y lacio cabello índigo que cubría su ojo derecho y que poseía un extraño corte de cabello en lo alto de su cabeza, piercings y collares de plata eran sus únicos adornos, vestía un largo vestido azul marino que delineaba lo delgado y sublime de su anatomía, rosas azuladas adornaban el comienzo de la caída de holanes, los  guantes de seda combinaban con el color de todo el conjunto y por ultimo dos zapatillas de cristal que brillaban como estrellas.

 

-¿me pasarías uno?- Byakuran sonreía traviesamente frente a aquel encanto.

-kufufu, seguro.- en cuanto tomo un malvavisco de chocolate, el albino le tomo de la muñeca y comió de la mano de su invitada.

-gracias, estuvo delicioso.- beso el dorso y le dedico una mirada candente a la chica.- ¿bailamos?

-mnm.- viendo hacia ambos lados, vio a su padrastro acercarse y tomo con delicadeza la mano del caballero de preciosos ojos violáceos.- kufufu ¿porque no?

-mnm, me parece conocida.- Xanxus ya se encontraba donde había estado el príncipe.- ah qué más da, este tequila se ve bueno.- entonces tomo la botella y la escondió en su saco.

 

Ambos ya se habían dirigido al salón principal, bajo la orden del rey, la orquesta comenzó a tocar.

 

-y esas son solo cosas que pasan en un dou o fic… -en eso recibió el golpe del rey.

-ja, pues besa mis zapatos entonces.- jalo al duque para que viera que “esas cosas fantasiosas” realmente estaba pasando.- ponte las pilas o a este paso te despediré kukuku; y bien, ¿Quién es ella?

-ni idea su majestad, ¿pero esta muy plana no?

-aun así le queda fabuloso el vestido.- sacando sus binoculares.- y quiero unas zapatillas iguales para mi esposa.

-a Gamma-sama no le gustara escuchar eso…

 

Dejando a un lado el pleito, la pareja danzaba perfectamente al ritmo de los violines, violonchelos, piano, flautas y otros instrumentos; por la forma en que bailaban parecía que se conocían y habían practicado con anterioridad.

Mejilla contra mejilla, la mano del príncipe que acariciaba la desnuda espalda, la cintura que era apresada por la mujer.

Algunos de los invitados miraban embobados la escena, otros sentían envidia y los más despiertos sacaban la cámara para grabar el espectáculo.

Se apagaron las luces y ahora solo una tenue luz turquesa giraba alrededor de los principales bailarines, poco después otras parejas se animaban a danzar.

 

-¿y esa? ¡Esta rebuena! Aunque le falta más “personalidad”.- preguntaba Xanxus a su hijo de cabello plateado.

-ni idea, jamás la había visto.- sintiéndose un poco celoso.- ¿y Bel?

 

En un instante vieron a la “hija” bailando con un jovencito de traje negro y coqueto, cabello aqua y con un curioso sombrero de rana.

Xanxus, que aun sentía conocer a esa chica, jalo del brazo a su hijo para bailar y ver mejor a la mujer que le arrebato la probabilidad de ser el padre de la reina.

 

-oya… -hablándo quedito. Se había dado cuenta de que su jefe estaba cerca.

-¿Qué pasa?

-vamos a un lugar más privado.- le abrazo del cuello y aprovecho para morderle la barbilla.

-fufufu, mejor para mi.- rozando su nariz contra la de su pareja.

 

Y en menos de lo que canto el gallo, los tortolitos desaparecieron para seguir bailando en el jardín del segundo piso del castillo.

 

-uhhh, este caldo ya se cosió.- movía sus manitas Uni como si sus planes salieran a la perfección.- ¡añade los toques extras!, ¡a darle más sazón!,  ¡inspíralos!, ¡que nada los interrumpan en lo que fabrican a mis nietos! Mientras tanto yo me iré a dormir, ahí te encargo Shou-chan~

-¿¡a mi!? P-p-pero…

-ha sí… una cosa más.- sonriéndole ampliamente.- si algo sale mal te castraré, te mandaré a mi verdugo para que te viole y luego te cortaré la cabeza…. La de arriba aclaro, je.

-gulp, entendido Uni-sama.

 

La pareja seguía danzando tan cerca uno del otro, ahora que ya nadie podía mirarlos, se acercaban para ofrecerse sútiles toques eróticos pero elegantes.

Al pasar por la fuente esta se activo soltando arcos de agua, mientras que decenas de luciérnagas  se liberaban para ofrecer un espectáculo luminoso y por demás encantador. Todo su recorrido fue aromatizado gracias a los rosales del jardín.

La música de la orquesta sonaba con un bello eco.

En un momento de la canción, Byakuran tomo asiento en una banca frente a la jaula de aves, jalo a su pareja y la sentó sobre sus piernas; la tomo de la espalda y nunca dejo de mirar ese ojo que parecía haber devorado la noche estrellada.

Le tomó de la mano y acerco su rostro al de ella, se quito la flor de datura que tenía en su traje y se la regaló. El gesto fue correspondido en cuanto ella olio su perfume y desprendió un pétalo con sus dientes.

Byakuran le quito momentáneamente la flor para colocarla en el lado derecho del escote; rodeo con sus manos el rostro endemoniadamente angelical y beso con demencia a la chica que correspondió su propuesta.

 

-ufff, al fin…- veía Irie con binoculares al príncipe, el duque estaba frente a varias maquinarias.- activar todo para que fuera perfecto el ambiente es muy difícil, pero ahora puedo descansar un poco en paz aaah.- se dejo caer por el cansancio.

 

Lástima que su esfuerzo no iba a valer por mucho tiempo

El tiempo es tan caprichoso como el destino, y en este caso no se quedo atrás, pues el reloj comenzó con la primera de las doce campanadas.

1…

Mukuro reacciono sorprendido ante el sonido, detuvo el beso y la mano que acariciaba su espalda; algo que disgusto al hijo del rey.

 

-ya es media noche.

-sí… mejor aun, ¡es hora de hacer cosas de adultos!- metiendo mano bajo el vestido, aunque se extraño de sentir algo entre las piernas… ESO no debía estar en una dama.

 

2…

Se quito la mano mañosa del príncipe y trato de levantarse inútilmente porque no le permitían.

 

-¡tengo que irme!

-¿por qué?- respondió con la misma inocencia que la niña de los animaniacs.

-porque… tengo que ver al príncipe, kufufu sí, eso es.- invento la primer excusa que se le ocurrió.

-fufufu, ¿el príncipe? Baka~- palpándole la cabeza… y el trasero. Se sintió feliz al saber que esa “chica” no le busco para ser una reina.- Realmente no sabías que yo…

3…

-debo irme ya.- tratándose de soltarse.

-¡no!- sujetándose fuertemente de la pierna.- ¡mío!

-¡arrivederci!- soltando una patada a la cara del albino para irse inmediatamente.

-¡no te vayas!- tratando de alcanzarla.- ¡no sé como contactarte!, ¿tienes facebook o twiter?, ¡¡espera!!- pero su enamorada era rápida. Lo único que consiguió fue la zapatilla del pie que le había golpeado.

 

4…

Piñacienta corría a todo lo que le daban las piernas, maldición, ¡la hada le dijo que algo terrible pasaría si no regresaba a su casa antes de las 12!

 

***Flash Back***

Extrañamente, Mukuro ya estaba fuera de su casa, con el vestido de gala y acompañado de sus amigos perro, caballo y rana.

Aunque no lucia muy contento de vestirse como una dama.

 

-un vestido, kufufu, ¿me viste cara de niña?- sacando un tridente de quien sabe dónde.

-¡hahi! No me acerques cosas peligrosas.- liberándose un momento la hadita Haru.- pero el guión dice “para evitar que su padrastro le reconociera, Piñacienta le pidió al hada un vestido que lucir en la fiesta real”

-¿eso dice? Bueno, me dio flojera leer esa parte.- levantando un poco el vestido.- aunque debo admitir que usar zapatos de tacón me hacen sentir más lind… alto.

-¡pero si son mis zapatillas de cristal!, devuél…- pero fue auto interrumpida por la mirada maliciosa de su “ahijada”.- te las presto entonces, pero recuerda: tacón, punta, tacón, punta.- asustándose más por el hecho de que a un hombre le quedara perfecto ese tipo de calzado.-¡ejem! Quiero decir que tengas cuidado que son zapatillas mágicas marca Nadeshiko desu.

-hai,hai, ya entendí.- pareció ignorar la advertencia, andaba feliz de acostumbrarse tan rápidamente a caminar con tacones.- aunque supongo que no me iré a la fiesta caminando.

-¡claro que no!- moviendo su varita hizo que una piña de la hortaliza se transformara en una carroza.- y eso no es todo.-  con su magia hizo que los animales se transformaran en humanos.

-¡Mukuro-sama!- el perro se transformo en un chico inquieto y amoroso con su amo.

-cálmate Ken…- contesto un hombre alto, serio y con gorrito de punta pomposa.

-yey, tengo pulgares.- miraba sus dedos el más jovencito de los tres.

-te he conseguido transporte, cochero y lacayo desu.

-¿y los caballos?- respondió dudoso Mukuro.

-para eso tenemos al animalejo ese.- señalo la anterior rana al que fue una vez perro.

-te escuche Fran, ¡byon!

-en realidad si estas para eso desu.- Haru soltaba una pequeña gotita, hasta que sudo realmente por el miedo que le causaba el hombre perro.- ¡hahi! busca en tu bolsillo y entenderás.

-¿calcomanías?- contesto extrañado.

-sí, ponte una  en tu mejilla y tendrás los poderes del animal que quieras; lo vi en un anime y se me hizo genial como para intentarlo. En fin, una última advertencia: deben de llegar antes de las 12 a su hogar, según mis fuentes, ese peligroso hombre y sus dos hijos llamarán a la casa a esa hora, sino escucha a Mukuro-chan… ¡todo será muy peligroso hahi! Una vez pasen las 12 campanas del reloj, ustedes volverán a la normalidad.

-entendido.- subiéndose al carruaje de forma frutal.

-espero que cuando regreses te pongas otros lindos trajes que hice.- presentando un disfraz de namahage y otro de titanic.

-¡acelera!- grito Mukuro a Ken.

-entendido, ¡¡SHITA CHANELL!!

 

Entonces arrebasando los límites de velocidad, a punto de atropellar ancianitas, Mukuro y compañía se dirigían al baile real.

*** Fin de Flash Back***

-sabes, me agrado estar contigo shishishi. –platicaba Bel con su acompañante.

-igual, eres muy entretenido Bel-sempai.

-oh, me reconociste.- contesto un poco sorprendido y quitándole levemente el sombrero de rana.- ¿por qué?

-verás, yo…

5…

Fran reacciono tarde, apenas escucho esa campanada y es que el sombrero le dejaba sordo. Alcanzo a ver a su amo corriendo hacia la entrada.

 

-tengo que irme, te volveré a ver pronto.- tomo su sombrero y se fue a alcanzar a la chica.

-¡espera!- sin alcanzar a ver con quien se iba a su nuevo amigo.

6…

Mukuro y Fran ya estaban a punto de salir cuando el primero cayó en una grieta hecha por un escalón débil.

 

-¡maldición!

-¡¡atrápenlos!!- gritaba Irie que al fin había despertado.

-¡shishou, quítese el zapato de inmediato!

 

Eso hizo, dejo la zapatilla en aquel agujero y corrió hasta el carruaje.

El carruaje rechino llanta para irse pronto de ahí.

7…

-cierren las puertas.- ordenaba el duque.

 

Pero no alcanzo a atrapar a los prófugos.

 

-con una****** ¡¡¡abran las puertas!!!!

8…

-acelérele chofer, acelérele chofer, que nos viene persiguiendo los judiciales del rey~- cantaba Fran en la parte de atrás del carruaje.

-¡muévelas Ken!- trataba Chikusa de incentivar a su compañero.

-nos pisan los talones~

9…

-esto servirá.- sacando un látigo.- kufufu~

-¿¡donde consiguió eso!?-chillaba Ken al recibir el golpe-

-del compartimento de atrás kufufu~

-¡¡duele!!

 

Pero eso les ayudo a dejar atrás a los guardias y perderse de su vista.

10…

Padre y hermano platicaban, Squalo había alcanzado a observar algo en esa mujer, algo que elevaba sus sospechas de quien realmente era.

-vi un peinado de piña en esa chica, ¿y si es Mukuro?

-si es él entonces no estará en casa. Lo mejor será hacer una llamada, voy al teléfono público, no tardo.

11…

Llegaron a su hogar. La carroza volvió a ser una piña en cuanto pasaron la puerta.

Corriendo con sus pies descalzos, Mukuro se esforzó en llegar hasta el lugar donde le habían aprisionado.

 

-fue divertido ser humano byon.

-lo fue.- respondió Chikusa.

-a mi me gustaría quedarme así para siempre.- confeso Fran al sentir lo triste que se sentiría no estar de nuevo tan cerca de Bel.

12…

El teléfono suena y Mukuro responde a la primera.

 

-kufufu, servicios funerarios express, ¿con quién hablo?

-jajaja, que gracioso Mukuro.- respondió Xanxus con sarcasmo.- que gracioso.

-¿Qué quería que le respondiera después de traicionarme de esa forma? Usted es un…

-sí, no me halagues, quédate ahí, si veo que trataste de salir te castigare por ello.

 

La llamada fue colgada, el vestido desapareció a la misma rapidez que la forma humana de aquellos compañeros; Mukuro tenía de nuevo sus ropas originales. De repente la hada Haru reapareció.

 

-misión cumplida desu. Quiero mi recompensa~- entonces recibió uno de los chocolates que alcanzo a robar junto a Fran.- excelente, ¿y mis zapatillas?

-kufufu, los perdí.

-¡hahi! Noooooou.- tratando de golpear a su ahijado.- ¡¡que malo!! Te castigare.- lanzándole un hechizo que pareció no afectarle.

 

Mukuro se quedo quieto tratando de arreglar la habitación. Vio que lo único que quedo aun intacto era la flor que le regalo su secreto enamorado, no sabía su nombre, pero de la forma en que miraba la flor sentía que podría quedarse con él si lo volviera a encontrar.

Mientras tanto en el castillo…

El rey perseguía con una lanza a su duque tratando ensartarle el arma en un lugar “oscurito”.

 

-¡quédate quieto traidor!

-¡¡¡déjeme explicarle señor!!!- huyendo lo más rápido que podía.- encontramos una zapatilla en las escaleras, quizás con ella podríamos dar con aquella chica.

 

Byakuran entro de improviso.

 

-o chico.- contesto con una amplia sonrisa.- después de todo creo que algunos invitados eran trasvestis , además de que toque “algo” que supuestamente una mujer no tendría. Propongo que busquemos en todas las doncellas y jovencitos a quien le calce esta zapatilla.

-¿lo juras?- Uni detuvo su persecución.- podría quedarle a  un sin número de personas. Y si resulta ser hombre…

-lo juro, fufufu, además tengo un plan que no puede fallar.

-eso me da mala espina…- Irie sudo una gotita al ver la cara malosa del príncipe.

Notas finales:

Ratadiccionario!

Ninjasosamente: sinonimo de sigilosamente

Ratadetalles

-La original Pantera del manga de KHR aparece en la saga de vida normal; un detalle es que su diseño inspiro al de Bel y por eso en una imagen se muestra que el Varia tiene su vestido en su cuarto.

-El vestido de Squalo es el mismo de Vallewida de los ovas "Enzai". Admitamoslo, se parecen XDDDDDD

-¿porqué Mukuro es tan amoroso? dos razones; zapatos marca NADESHIKO (mujer perfecta) y un regalo de FLOR DATURA (comunmente en mexico como el famoso toloache)

-Colonello pensaba ponerlo de halcón, pero si lo hacia podria cazar facilmente a Reborn XDDDD

-las invitadas a la fiesta son mis leales lectoras n3n (espero no les moleste su repentina aparición) los demás invitados ni idea quien sean (quizas más de uno penso al igual que Xanxus en llevar a sus hijos también jejeje)

-a mi sensei Sebi-sempai le di mayor prioridad por ser una de las escritoras con mayores fics 10069, obvio Byakuran la conocia, XDDD es relación actor-director juar. Es marquesa porque es como mi otro sensei Marqués de Sade juar.

-mención del poder real de Ken lol

-el vestido de Mukuro existe como fan art (eso inspiro este fic).

¡Y eso es todo! uff hasta el capi final o alguno de otro fic.

See ya!!!

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).