Era una mañana cálida, tranquila… Hasta que…
-¡¡Henachoko!!- Escuche esa suave, dulce y ronca voz gritar… ¿Por qué tan temprano?
-¿¿¿Qué???- Grite tratando de callarlo.
-¿Yuuri por qué?- dijo con un tono de preocupación en su voz que hizo que me preocupara… Que me preocupara mucho, no quería verlo llorar; la primera vez que lo vi llorar por mí, me sentí como un patán…
-¿Qué?- Mire a Wolf, intentando averiguar porque estaba así ahora.
-Gunter me dijo que estuviste con unas sirvientas.- Añadió con la cabeza baja.
Por el amor de Dios, porque tenía que volver a tomar el asunto del compromiso, a mi no me gusta Wolfram, es mi amigo, pero solo eso…
-Solo les pedí agua.- Dije intentando recordar lo que hice ese día, sin duda debía prohibirle a Gunter sacarle celos a ese mazoku.
-Si, lo sé.- Susurro aun sin mirarme a los ojos.- También dijo que besaste sus mejillas…- Dijo escondiendo su mirada entre esos lindos cabellos rubios.
-Solo fue como saludo, Wolf.
-¿Por qué?- pregunto algo fuera de si.
-¿Qué cosa?
-¿Por qué te es tan sencillo besarlas?- Lo mire aun sin comprender de lo que hablaba.- ¿Es porque son mujeres?- Lo mire con curiosidad, aunque sabia que algo malo iba a salir de ahí.- ¿Es eso cierto?
-No se de que me hablas, Wolfram.
-Estoy diciendo que… Te es más sencillo besar a una mujer, que a mí que soy tu prometido. Pero, es normal, porque solo somos amigos. Yuuri.
Ese tono melancólico en su voz me hizo estremecer, me hizo sentirme tan miserable de nuevo, porque yo, de alguna manera… Siempre lo hacia sentir mal.
¿Qué debería hacer? ¿Qué debería decirle? ¿Qué debería hacerle creer? Porque era verdad, prefería a una chica… Pero… No quería ver a Wolfram así por mi culpa. Porque bueno, es un chico hermoso, es todo lo que una chica quiere. ¿Por qué un chico así, se fija en mí? Y encima en un hombre.
-No se porque te amo.- dijo como leyendo mis pensamientos.- Me siento seguro contigo… Yuuri. Me haces sentir completo y cosas que no había sentido en mucho tiempo… Cosas que solo pude llegar a sentir… Cuando tenía una familia… Quizás seas solo un capricho de un niño egoísta, quizás seas una ilusión que nunca pude completar o quizás solo seas… Una persona que logro salvarme de la soledad y el dolor… Pero fuera de todo lo que tiene que ver conmigo, comprendo que prefieras una mujer porque yo también preferiría una.
-Wolfram.- Dije tomando su brazo evitando que se fuera.- Es que a esas mujeres, no las bese con todo el amor que pretendo hacerlo contigo.
Solo abrí la boca y esas palabras salieron… No se que fue, pero vi como los ojos de mi Wolf, espera ¿Qué? Quiero decir, los ojos de Wolf, brillaban…
-Gracias Yuuri…- Dijo acercando suavemente sus labios sonrosados a mi mejilla, chocando contra ella, cuando se alejo de mí, corrió rápido por los pasillos… Riendo con ternura.
-Me quema la frente, pero no es porque este sonrojado…
-¿Shibuya?
-¡No estoy sonrojado!- grite sonrojándome aun mas de lo que ya estaba.
-Y yo nunca dije que lo estuvieras.- Susurro el chico de lentes ajustándolos a su nariz…
-¡Pues no lo estoy!
-Solo tienes un leve sonrojo en tus mejillas, Shibuya, pero ahora que tocaste el tema… ¿Qué sucedió?
-¡Todo es culpa de Gunter! ¡Ya me voy!- Exclame asustado.- Tengo que trabajar.- No puedo creer que prefiera trabajar a encontrarme de nuevo con Wolfram.
-¿Paso algo con Bielefeld-kyou?- dijo ese estúpido Murata, mi cuerpo se tenso… Tengo que actuar normal.
-¿Qué te hace pensar que tiene que ver con Wolfram?
-Pues, se nota en toda tu cara Shibuya.- Dijo riendo.- Eres un libro abierto… Además, Bielefeld-kyou estaba muy triste en la mañana y ahora es un sol iluminando a todos con su sonrisa.
-Pues no tengo nada que ver…
Espera Yuuri, dijo “con su sonrisa”. Solo yo puedo ver a Wolfram sonreír… Su sonrisa es mía…
-¿Dónde esta Wolfram?
-En su oficina, dijo que no lo molestáramos. Al parecer esta pintando de nuevo.
-Oh, que bien.- Susurre, así podría evitarlo todo el día.
-¿Me dirás lo que sucedió contigo y Bielefeld-kyou?
-No sucedió nada Murata. Solo Wolfram, siendo él mismo y yo siendo yo… Tengo que irme, Gwendal dijo que tenia mucho trabajo.- Susurre creando una excusa para huir de ahí.- Y yo tengo que hacerlo… Adiós…