Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mudanza por Ricarda

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! NO me pertenece y no hago esto por fines de lucro o algo similar, sólo por entretención mía y de la gente que me leerá. 

Notas del capitulo:

Otro fic de esta pareja, sueve LIME, si quieran que escriba RxL con otra pareja de KHR no duden en decirlo.

Reborn, sexy mafioso que había ganado en el concurso de machos sólo levantando una ceja, Reborn, sujeto con traje los trecientos sesenta y cinco días del año, Reborn, macho entre machos, Reborn, hombre de hombres, Reborn, ser ambicioso de dudoso gusto sexual, Reborn, ser oculto de dichos de ser fiel amante de las vacas.

En fin, no era de él de quien debemos hablar en estos momentos.

En un mundo, en que los animales salen de cajas casi como a lo Pokemon…en un mundo, en que ser mafioso no significa sólo extorsionar gente, en un mundo, donde un chico llamado Gokudera dice cada cinco minutos “Décimo”, en fin, en aquel mundo donde el principal argumento de la historia era la mafia era donde vivía aquel joven, no, no el sexy asesino mencionado antes, aunque él también vivía en este mundo.

En ese mundo estaba el guardián del rayo viendo como su casa se hacía cenizas, un fuerte ruido parecido a un “Mueve tu maldito culo de aquí, la casa se incendia vaca estúpida”, de un total desconocido de traje, que aunque todos sepamos quién es haremos que no… lo hizo salir y estaba allí, los bomberos fueron notificados treinta minutos desde que se produjo un incendio en esa zona y aún no llegaban.

Pero llegaron, de que llegan, llegan, pero cuando está la cagada.

—¿Señor Lambo? —preguntaron mientras tiraban agua a una causa casi perdida.

—Sí, ese soy yo…

—¡Lamentamos llegar tarde, en serio! ¡pero misteriosamente alguien pinchó las ruedas de nuestro vehiculo!

—¿Quién sería capaz?

—No lo sé, algunos testigos dijeron que No vestía de negro y NO se llamaba Reborn y claro que NO tenía unas sensuales patillas... —aceptaron.

Lambo meditó un poco esas palabras ¿Quién podría ser el culpable? ¿Quién, quién maldita sea? ¡Las pistas eran casi como para un Sherlock Holmes, todas dispersas! Una R apareció en su mente… ¡Romeo!, a no, él está muerto…Re…Re… ¡Rene!, si, de seguro es ese Rene que nadie sabe quién es, Maldito Rene Juan Pérez Gonzáles.

En eso, Gokudera, Tsuna y Yamamoto fueron enseguida cuando se enteraron.

—¿Lambo estás bien? —preguntó angustiado Tsuna, la familia siempre tenía que permanecer unida, quizás fue un ataque de una familia enemiga, que importaba si eran las 3:00 de la mañana, que importaba si se tropezó con cinco piedras al correr, que importaba… bueno, los sacrificios son sacrificios y sí importan.

—Es-Estoy bien… sólo que bueno, se quema la casa…

—Claro, eso es trágico…

Lambo lo miró un poco, por alguna razón esperaba un “Lambo, no te preocupes querido amigo, eres casi como el hijo que nunca tuve, el hermano, el compadre, uña y mugre, puedes quedarte a dormir a mi casa sin problema alguno, gratis, ya sabes, el amor”

—Bueno, es que no tengo donde quedarme…

—Acerca de eso Lambo…yo…

Y fue allí cuando llegan los bomberos nuevamente para explicar lo obvio, todo estaba en llamas, Lambo tuvo que aguantar las lagrimas por su patito de baño llamado “Reboni”, oh, pobre Reboni, tantos lindos momentos espumosos no se volverían a repetir, aquel lindo apodo nada parecido al nombre de cierto asesino claro, cualquier similitud es PURA coincidencia.

—Tome, una nota…

El chico la abrió y miró lo que decía, las palabras textuales eran: Aquí no estuvo Reborn, cualquier afirmación en su contra es completamente errada, firma, NO Reborn.

—¡Dios, ese maldito Rene Juan Pérez Gonzáles!

—No han pensado que pudo ser… Reborn…—ese claro, era el líder de la mafia más importante de todas.

—¡Como crees, no sería tan obvio de dejar una carta así! —rió la mano derecha de aquel chico.

—¡Tal vez eso quiere que creamos! —intentó nuevamente el castaño, creía a Reborn capaz de esto y mucho más.

—Yo tampoco creo que haya sido Reborn, él hace trabajos perfectos y sin ser visto…—agregó Yamamoto.

Y el pobre Tsuna, era él único que seguía creyendo que sí fue el ex-Arcobaleno, pero como siempre, una voz maléfica se reía de él en la oscuridad. Y después de aquello, se discutió el lugar de residencia para Lambo, la base vongola estaba clausurada por cierto gas toxico que había sido arrojado por algún desconocido, accidentalmente en la casa de Gokudera tuvieron que hospedarse miembros de una familia importante que venía por trabajos, en la casa de Tsuna mágicamente se rompieron dos camas y sillones por termitas, Yamamoto…bueno, lo de él era casi irreal, en cuanto a pedirle el favor a Hibari…

Nadie… NADIE sabía donde vivía, cuando aquellos chicos tenía diez años menos creían que Hibari vivía en la escuela, que se acostaba en las mesas o cosas así. Fue una teoría muy bien fundada antiguamente, ya que estaba hasta los días libres allí.

—El único que queda es…—susurró Gokudera —Es reborn…—le puso una mano arriba del hombro de aquel chico de la camisa con manchas mirándolo como si fuera un enfermo de sida —Fue un gusto conocerte…

—¡No lo den por muerto! —gritó Tsuna —No te preocupes, no te matará…ya lo hemos conversado…

—Bueno, muchas gracias, los veré mañana…—no quería hacer el espectáculo de su vida por irse a dormir con el diablo hecho persona, luego lloraría en soledad en algún rincón de la calle.

Oh dios, estaba tan muerto, más que muerto.

Y entonces se dio cuenta que ese era el fin, la única casa que le quedaba por tocar por los extraños eventos desafortunados era la del mafioso a quién siempre prometió derrotar, al ser que movía gran parte de su existencia, aquel que lo ignoraba hasta por una hormiga cabezona, el ser más cruel hiriéndolo con palabras feas y groseras, ese era él, y aún así estaba apunto de tocar su puerta.

Y apenas hizo contacto con la puerta alguien abrió, se llevó el susto de su vida al ver una pistola en su cabeza cargada, sí, eso si que era amor del bueno.

—¿Qué haces aquí metiendo tanto ruido? —suspiró enojado Reborn llevándose su mano libre a la cabeza con cansancio, se había sacado su chaqueta y su gorro.

—Bueno…yo…

—Te daré una paliza si no respondes pronto…

—¿Pue-do quedarme en tu casa?

El asesino lo miró de arriba abajo, luego sonrió con una sonrisa sensual y lujuriosa fijándole en los típicos botones de la parte superior de la camisa de bovino desabrochados, las pistola que tenía empezó a jugar con los mechones de pelo del temeroso chico, no podía tener peor suerte, estar allí parado es como…a la mierda, sólo era muerte.

El asesino dejó de sonreír ignorándolo por completo nuevamente, el asesino bovino agachó la cabeza nuevamente hasta que siente un “Puedes entrar, no metas ruido”. Traía las pocas cosas que tenía ahora en una maleta de mano mirando la casa de Reborn, no era en exceso lujosa, alguien había dicho que era temporal. Mientras el asesino se recostaba pesadamente en el sillón grande el guardián del rayo trataba de no meter ruido ¡Demonios, piso una hormiga! ¿Qué dice?, eso es exagerar, no creía que Reborn lo haya notado.

—¿Podrías dejar de matar hormigas? es ruidoso…

Bien, definitivamente se fue a meter a la casa de un maniático, nunca había podido tratar con él… había veces en que quería hacerlo, se los podía jurar, en que incluso le gustaría que ese asesino a sueldo lo mirara con admiración o algo similar, pero ese día estaba lejos de llegar, nunca podía vencerlo, lo más cerca que estuvo de ello es en vencerlo comiendo y ni aún así.

Se sonrojó, le daba algo de impotencia que todo en su vida fuera aquel hitman y para él su persona no fuera nada. Bien, fuera momento emo, fuera.

En ese instante ya había revisado todo, sólo había una cama de dos plazas y el sillón, sólo esperó a que Reborn se parara para tratar de acomodar unas cuantas sabanas allí, pero en ese instante siente algo apretando su muñeca y una respiración acalorada en su cuello, se eriza y respinga un gemido involuntario, entrecierra los ojos, siente que se quema al sentir unos dedos en su camisa, en su abdomen, esos tibios dedos presionan más fuerte y van subiendo, quiere mirar hacia atrás, pero le da terror.

¿Qué estaba pasando? Él único que podía hacerle aquello de esa manera, con esa disimulación, con aquella técnica…

Su respiración se hace acalorada y siente que pierde el control cuando la mano traviesa va a dar con sus tetillas, aún encima de la camisa, pero empieza a movérselas con maldad mientras esa típica risa surca sus labios, pellizca y repite el acto con deseo, Lambo se remueve y jala la cabeza hacia atrás tiritando un poco, nunca había sentido aquel tacto tan caliente y erótico.

—¿Re-Reborn? —apenas murmura, siente que el sujeto atrás presiona sus caderas suavemente a las suyas, chocando, abrió los ojos, no, aquello no podía estar pasándole, sentía algo duro chocar contra su culo y una traviesa lengua apoderarse de su cuello, sus mejillas se sonrojan y sus piernas comienzan a ceder, pero se esfuerza para mantenerse en pie y no temblar ante aquellos espasmos.

—P-Para… por favor…

—“Para por favor”, que palabras más sugerentes…—lo presiona más, con sensualidad, Lambo arquea la espalda nuevamente cuando siente aquellas manos por debajo su camisa, tocándolo como nunca antes otro había hecho ¿Qué le sucedía a Reborn?

—¡N-No quieres h-acerme…ahh es-esto a mí! —su voz apenas sale, entrecierra los ojos y deja escapar leves sonidos que trata inútilmente de acallar con su labios, pero el asesino sabe perfectamente donde tocar para descontrolarlo.

—Hago lo que se me da la gana, es mi casa…además…

Lo tomó con fuerza y lo fue jalando, Lambo no sabe en que momento, pero su cuerpo queda recostado sobre la cama, el asesino mayor lo mira con sensualidad siguiéndole el paso, arrinconándolo mientras se saca la corbata para atar esas traviesas manos, es divertido ver como su suculenta presa mueve sus caderas y se acalora tratando de huir, sus gemidos también lo envuelven, es sublime, le sube la temperatura, quiere follarlo más fuerte que antes.

—Nadie está aquí… sin pagarme la renta…—susurra llevando su mano por arriba del cierre del miembro del muchacho, la vista del bovino se nubla y pega un gemido que enciende más al asesino, lo sabía, no tenía escapatoria alguna.

Y es allí, en ese momento cuando está siendo desnudado, saboreado y marcado por aquel caprichoso hombre mientras le rogaba que se detuviera que quizás entiende que Tsuna tenía razón, que Reborn sí era capaz de ser tan obvio para cumplir sus caprichos, él era Rene Juan Pérez Gonzáles, el que lo tocaba, el que lo estaba masturbando en esos momentos, aquel que colaba sus dedos dentro suyo y lo hacia temblar por las distintas y atrevidas sensaciones, todo eso sabía Lambo.

Pero…lo que no sabía Lambo es que Reborn no se toma esas molestias por simples “caprichos”, sólo lo hace cuando realmente desea o “ama” algo.

Notas finales:

Eso, otro fic de esta parejita, agradezco mucho los reviews del anterior fic, me animaron mucho :3, si quieren lemon de esta parejita sólo díganmelo, incluso puedo decirles que pasó después de esto. 

Que el yaoi ilumine sus vidas.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).