Nadie lo entendía ¿Qué porque le gustaba el yaoi? No lo sabía tal vez porque estaba prohibido… una relación entre hombres…
Pero ¿que sabían ellos? Encerrados en su mundo perfecto sin nada malo a su alrededor… no el savia que el mundo no podía ser así que sin los “errores” como los llamaban ellos el mundo no sería mundo y por ello mismo disfrutaba con esa temática, porque una relación “prohibida” por la sociedad era más difícil de llevar y por tanto el amor que se proferían los personajes era mucho más real que la triste época de apareamiento que llevaban a cabo sus “amigos” cada vez que podían con sus novias que por cierto cambiaban prácticamente una vez por mes.
Aun así no podía negar el morbo que le causaba cada escena le gustaban en especial las de tortura y sadomasoquismo pero ¿y qué? Eran sus gustos y nadie podía cambiarlo.
“Me gusta mucho el yaoi bueno por eso me uní a este foro”
“si a mí también pero que triste que AY no se habrá hoy”
“serán problemas del sistema”
“supongo”
Le agradaba claro en esa clase de foros podía encontrar a muchas personas con sus mismas inclinaciones pero él en especial le agrado y decidió agregarlo a su página social y no cavia en felicidad cuando el susodicho “Sai” lo acepto.
“hola”
“¿Qué tal?”
“bien ¿eres el chico del foro?”
“si”-No pudo evitar el rubor que se formaba en sus mejillas y agradeció mentalmente el que Sai no lo pudiera ver en esos momentos
Les gustaba hablaban de anime y yaoi especialmente de tortura y sadomasoquismo ya que ambos compartían ese extraño gusto y con el tiempo las conversaciones dejaron de centrarse en el anime y comenzaron a interesarse mas el uno por el otro.
“¿te gusta leer bueno además de yaoi?”
“si me gustan mucho los libros mi sueño es escribir uno”
“¿y qué clase de libros te gustan?”
“de terror ¿y a ti?”
“también aunque me gustan mucho los de misterio”
“que gracioso nos parecemos mucho”
Poco a poco descubrían lo mucho que tenían en común y lo agradable de hablar con el otro pero si habían grandes diferencias entre ellos…
“¿Cuántos años tienes?”
“22 ¿y tú?”
“15 soy muy pequeño”
“aahh ¿Dónde vives?”
“Sabaku ¿y tú?”
“Konoha”
“Que triste vivimos muy lejos”
“pero sé que algún día nos veremos”
“si”
Anhelaban verse quien sabe porque lo deseaban y poco a poco todo se fue dando.
“no he dormido nada me quede leyendo un fic muy largo hasta tarde”
“me ha pasado”
-Gaara a cenar- Odiaba con toda su alma cuando los separaban por algo tan ridículo
“espérame por favor me llaman para cenar”- Le daba tanta vergüenza decirle algo que para él era muy privado la verdad pese a todo aun tenía 15 años y habían muchas cosas que le avergonzaban de forma ridícula.
“claro”
No comía mucho por lo tanto tampoco demoro demasiado… su organismo se había acostumbrado al yaoi por decirlo de alguna forma era su vicio eso que de alguna forma destruye parte de tu cuerpo todos tienen uno para algunos es el alcohol, para otros la droga, el sexo, los videojuegos, la comida, el chat, la pornografía, el tabaco, la música, el maquillaje, los chicos, las chicas, la religión, el café, dibujar, pintar, trabajar, limpiar, coleccionar, odiar, amar… no importa de quien se trate todos tienen un vicio y el suyo era el yaoi y Sai…
“Ya volví”
“volviste rápido”
“no como mucho tal vez algún día me convierta en un ermitaño que morirá de hambre solo por olvidarse de comer”
“vivamos juntos yo te cuidaría”
“y yo te cocinaría”
“si”
Ninguno de los dos se dio cuenta de cómo eso los unió de forma permanente e irremediable...
“no he comido nada”
“entonces ve a comer”
“no tengo hambre”
“tienes que comer”
“pero no tengo hambre”
“es por tu bien si no comes hoy dormirás fuera”- Era definitivamente un juego muy divertido…
“oh no por favor”
“bueno entonces ve a comer”
“está bien U_U” – El gracioso emoticón en la pantalla demostraba la victoria del menor y la derrota del mayor. La única manera en que podían expresar sus sentimientos…
“¿sabes? parecemos una pareja de recién casados” – Alguno de los dos tenía que tomar la iniciativa… estaba nervioso aunque estuviera casi seguro de que ambos sintieran lo mismo quería saber la respuesta del otro…
“si parece que lo somos”
“entonces…”- Ninguno savia que decir el ambiente de alguna forma que ninguno supo descifrar se puso tenso en la habitación de uno y en el trabajo del otro… -“!genial tengo marido!”- Si no decía algo rápido “o más bien si no lo escribía” el momento se arruinaría.
Desde entonces las conversaciones se volvían más fluidas y los sentimientos que vienen junto con el amor no se hicieron esperar…
“grrrr mi jefe me está molestando”
“no sabes como me cae mal tu jefe”
“¿celoso?”
“claro te está acaparando”
“me gusta cuando te pones celoso”
“estas logrando que me sonroje”- Era cierto aun cuando no se veían y no podía escucharlo le avergonzaba de sobremanera…
“me gustaría poder verlo…”- Lo sabía lo sabía porque él sentía lo mismo –tristeza-.
“pero algún día nos veremos”- tratando de darse fuerzas el uno con el otro solo con la vaga esperanza de que algún día se encontrarían…
“si”
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No lo soportaba lo odiaba pasaron la navidad separados y el año nuevo también y ahora ¿pasarían la época más importante para las parejas de la misma forma? No lo aceptaría porque tenía 15 años y como tal era caprichoso –con eso en mente tomo la decisión-
“¿de qué parte del país del fuego eres?”
“de Konoha”
“¿podrías darme tu dirección?”
“claro pero ¿Por qué? O.o” –otro de sus emoticones le dio a conocer la sorpresa y tal vez las esperanza que guardaba el mayor… pero él quería darle la sorpresa seria su regalo de “San Valentín”.
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No quería levantarse ese día se suponía que era especial por lo menos para él y Gaara – San Valentín- que lastima que no pudiera pasarlo con la persona que amaba pero estaba decidido a no demostrar tristeza cuando hablara por chat con su Valentín…
-Levántate dormilón… - Una dulce voz lo saco de su sueño y cuál fue su sorpresa al encontrarse con el chico que tantas veces había visto en fotos.
-¡Gaara!- No podía creerlo simplemente no podía.
-¡qué bien no me equivoque de casa!- la sonrisa de satisfacción del chico no hiso más que enternecerlo definitivamente era un niño de la misma edad que su hermana pequeña Sakura pero él era diferente de alguna manera mucho más maduro…
El pelirrojo se lanzo a sus brazos todavía no podía creerlo ¿Qué hacia él en su casa? ¿Cómo había llegado? ¿Se habría escapado de su casa?
-¿C… como?-
-me emancipe de mis padres quería verte en San Valentín… ¿te gusto mi regalo?
-¡claro!- ¿Qué si le había gustado? ¡Le encantaba! ¿Qué mejor regalo? Lo había pedido en navidad y fue su meta de año nuevo
-que bueno- junto sus labios con los de su “marido” nunca se había sentido tan bien en verdad lo amaba…
Esa noche ambos se entregaron al cuerpo que tanto habían anhelado… acariciaron, besaron y probaron el cuerpo del contrario buscando memorizar cada parte de eso que antes solo parecía un sueño ridículo que se esfumaría con el tiempo cuando conocieran a otras personas que estuvieran realmente a su alcance… pero lo “prohibido” por la sociedad y más aun en su caso lo inalcanzable era lo que hacía que el amor que se profesaban los “personajes” fuera mucho más intenso y real que la ridícula época de apareamiento por la que pasaban sus amigos y que sus familia querían que ellos mismos vivieran pero no, ellos buscaban más que pasión, más que deseo carnal, aunque realmente eso no estaba del todo mal pero lo que ellos realmente querían era el amor que se habían expresado tantas veces con simples palabras ellos se amaban y nada mas importaba…
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Sintió los rayos del sol golpeándole la cara no quería levantarse no todavía se sentía cansado y además el calor arrullador que sentía por los brazos protectores de su novio no se lo permitía… pero el sol era inclemente y testarudo al fin con un claro gesto cansino en el rostro se despertó, encontrándose con el inmutable rostro de Sai su “marido” durmiendo plácidamente se embeleso un rato con sus finas facciones y lo dulce de su rostro cuando dormía pero tenía 15 años y era caprichoso por lo tanto nadie lo ignoraba lamio el lóbulo de la oreja de su amante y le ordeno en un susurro que se despertara … no hubo respuesta por lo que decidió atacar esta vez su cuello recibiendo al fin lo que quería los ojos negros de Sai que lo abraso mas asía si permitiendo que el pelirrojo lo besara en los labios.
-mmm si vas a despertarme así todas las mañanas creo que mejor me deshago de mi odioso despertador…- ese comentario no hiso más que entristecer el rostro del pequeño - ¿Qué pasa?
-la verdad pensaba en irme en una semana o dos…
-¿estás loco?-
-hay que ser realistas no podrías con los dos yo aun soy muy joven para… para todo apenas y podría encontrar un trabajo de medio tiempo ambos tenemos sueños y yo sería un estorbo…- dijo lo ultimo con amargura
-nos las arreglaremos- dijo en tono decidido
-pero-
-nada de peros ahora que te tengo no pienso dejarte ir- le sonrió de forma sincera y no como le comentaba que hacía para salir de situaciones difíciles y Gaara no pudo más que devolverle la sonrisa después de todo si Hiroki y Nowaki se las arreglaron para vivir juntos y bien ellos también podían hacerlo…
-porque el tenia 15 años y era caprichoso- o por lo menos podía darse el lujo de serlo siendo el menor de la casa y el dueño oficial de las llaves de la misma podía serlo porque si Sai no le obedecía dormía fuera como lo que parecían y eran una pareja recién casada por las webs sociales…
Aahh como podía reírse ahora de esos animales en celo que eran sus “amigos” porque el tenia placer y amor al mismo tiempo y todo por eso que tan raro según ellos, eso prohibido por la sociedad, la homosexualidad el yaoi.
“fin”