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The key that opens the cage and let out the beast The key that opens the cage and let out the beast por fantasma kum

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Notas del fanfic:

¿por que decidí escribirlo? fácil era un gusto que me quería dar. key es mi maldita obsesion y Dongwoon, ese chico si que sabe ser hot.

Notas del capitulo:

Solo una llave es capaz de abrir la jaula y soltar a la bestia... 

The key that opens the cage and let out the beast

 

 

Me mire al espejo, acomodando por cuarta vez las mechas caobas con algunas partes rojizas esparcidas sobre mi cabello. Aspire profundo sin quitar la vista de la imagen reflejada aun con la camisa a medio cerrar miraba mi abdomen trabajado, sabía que no era el mejor pero estaba bien. Otro suspiro se perdía conteniendo mis pensamientos

-¿me veo bien? – pregunte al aire a sabiendas que alguno de mis compañeros me contestarían

-estas inseguro porque lo veras ¿verdad? – Yoseob, sonrio con picardia

-¿a que sientes mariposas en el estomago? – Dunjun… jugaba mientras pasaba un brazo sobre mi hombro

-¿de qué demonios hablan? – refute molesto, cerrando la camisa, evitando mirar  a ese par en el espejo, por que vería en los ojos la burla preponderante.

-hablando de la diva…-Gikwang, murmuro aguantando la risa. Entonces pose mi vista en el plasma que teníamos en el camerino. Shinee brillaba en el escenario… las primeras notas de Ring Ding dong hicieron explotar al púbico presente. Pero para mí el resto perdió nitidez porque solo podía verlo a él, enfocaba mi vista en la llave maestra de ese grupo. La cámara amante de kibum lo enfocaba directo este en recompensa obsequiaba esa mirada de gato travieso mientras sonreía de lado como solo él podía hacerlo, de manera provocadora y condenadamente sensual, mientras su cuerpo se movía endemoniado enloqueciendo y enajenando a todos a su alrededor.

Recordé  la primera vez que lo habia conocido, me habia caído pésimo, con su miradita recargada de superioridad, con su voz elevada, egocéntrica, con su andar seductor, soberbio.…. Siempre a su lado  estaba Jonghyun quien parecía acapararlo y no soltarlo, siguiéndolo como si fuera su cachorro fiel, este tambien me habia dedicado unas miraditas poco amistosas, habia una amenaza marcada en aquellos ojos con un mensaje claro “no se te ocurra acercarte”. Kibum me habia caído tan mal   que esa noche mis compañeros de banda fueron testigos del desagrado causado ya que en ningún momento deje de criticarlo.

El tiempo paso y los conciertos en conjuntos habían logrado revertir esa imagen, el mismo key me decía que el jamás caía bien en primera instancia y que eso no era algo que lo afectara  “yo nunca caigo bien, la primera impresión nunca es buena, si me conoces recién y alguien pregunta te dirá… key no, no me cae bien” luego reía estruendosamente. Entonces me preguntaba cómo alguien como él podía caer mal, olvidándome que yo mismo habia pasado por ello.

Kibum era un ser especial, tenia ángel, carisma, talento. Kibum habia nacido para ser una estrella brillando cegadora en el firmamento. La estrella más brillante en mi cielo personal.  Estar con él era un lujo que solo en ocasiones me podía dar, solo cuando nuestras agendas concordaban.  El lujo de escuchar su risa encantadora una que burbujeante me contagiaba. El lujo de observar su mirada coqueta que me hacia olvidar por  un instante que no era apropiado mirarlo así. El lujo de escuchar  sus pensamientos únicos  e interesantes, un ser fiel a sí mismo, un muchacho que por su honestidad bruta fastidiaba a muchos. A mi todo el carácter y presencia de kim kibum me fascinaban.  Así solo escuchar su voz en una charla telefónica que duraba horas, es que jamás me cansaba de sus ocurrencias y del excelente sentido del humor.  Nunca te aburrirías al lado de una persona como key. Me encantaba su compañía,  aun que a veces egoístamente lo quería solo para mi, sin sus compañeros de banda de por medio, sin nuestros amigos en común interfiriendo. No era fácil, tenía que luchar feroz a capa y espada para lograr un segundo con él ya que sus compañeros eran bastante egoístas si de key se trataba. Onew era amable pero siempre insistía que se quedara con su grupo y que no se alejara ya que después lo perdían de vista para el saludo final. Taemin era un muchacho dulce y tierno pero  extremadamente posesivo de su “umma”  y en su miradita tierna veía un “que tanto tienes con mi umma” y bien marcado en grande la palabra “MI”. Por no decir lo avaro que era Jongh del cariño de su rapero favorito, solo cuando andaba alguna niña cerca se alejaba solo unos centímetros y era donde aprovechaba para alejarlo y levarlo con migo, y por ultimo Minho que con su porte y presencia imponía a cualquiera que se alejara de kibum si él estaba cerca rodeándolo de la estrecha cintura, algo que hacía que lo mirara directo a los grandes ojos, pidiendo que por favor soltara la delicada cintura que tomaba como propia pero que en verdad no lo era. Claro que nada le decía ya que no quería terminar golpeado por un mutante mescla de jirafa y rana.

Eso era solo si se tratara de los compañeros de su propia banda… luego estaban las otras aves de rapiñas… Mir a quien adoraba pero se ponía insoportable con kibum a su lado, saltándole jugándole… otro que parecía cachorro. Jinwoon a quien tambien apreciaba pero con su fuerza bruta me empujaba para abalanzarse sobre la tierna llave en una acción protectora aunque a mí me parecía más acaparadora… y ahora una nueva avecilla rapaz sobrevolaba  mi cielo perfecto… Woohyun ese chico que key habia adoptado como su hermano… “Como si fuera otro yo” expuso un día por radio, ese mismo día en que pensé si asesinar a alguien perjudicaría mucho mi carrera.

- si lo perdimos… pronto Junghyun, trae algodón que le saldrá sangre por la nariz – Hyunseung grito ensordeciéndome prácticamente despertándome de manera brusca de mi ensoñación, pero más justo imposible. Kibum empezaba su solo en RDD ese que parecía break dance haciendo que key fingiera espasmos gimiendo enloquecedoramente… ese chico habia nacido para ser el hombre más ardiente del palmeta. Ese chico habia nacido para trastornarme los sentidos.

-me fastidian – fingí enojo saliendo del camerino, la oportunidad perfecta para verlo en directo.

Ahora de manera increíble el grupo bailaba Señorita, amaba esa coreografía más la parte donde el muchacho delicado tomaba su entrepierna sin dejar de mover sus hermosas caderas. ¿Acaso quiere que muera de un infarto cerebro vascular? ¿Acaso no se da cuenta que bailando de esa manera ínsita a la violencia? La violencia asesina que me nace si veo cuanto hombre mirarlo se queda embobado… supongo que tan embobado como yo en este momento.

Para cuando efectuó Lucifer el resto de Beast me rodeaba mirándome ridículamente, calculaba por la cara de estúpido que habia tenido al admirarlo. Por otro lado tenerlos a mi lado tambien me  decía que pronto saldríamos a escena. 

Las luces se apagaron y Shinee salía del escenario que ahora copaban los presentadores.

-woonie – sonrio jadeante, recuperándose de la movida presentación.

-key… fantástico como siempre- musite mirándolo directo, sonriéndole, embrujado por su rostro, acaricie la mejilla traspirada logrando que se sonrojaba, amaba tener ese efecto sobre el todopoderoso. No sabía si era mi exclusiva esa linda reacción, pero me encantaba pensar que solo yo podía sonrojarlo con un toque.

-bestia – la voz  y el empujoncito sobre mi hombro del vocalista de Shinee no hizo que dejara de mirarlo, no, de devorarlo con mi mirada, así con el delineado azul sobre sus felinos ojos, el rostro perlado por la traspiración y el pelo ahora no tan claro algo revuelto por el baile, todo en el era extremadamente perfecto.

-kibum… debemos irnos – ahora el alto susurraba al oído de la diva, rompiendo el contacto visual que teníamos ya que los ojos felinos se desviaron para los inmensos del rapero principal – Dongwoon – Minho saludo con la cabeza cortes, plástico sin embargo mirandome sonrio para tomar a key de la cintura y sutil mente alejarlo de mi.

-te veo en el cierre – grito mientras se dejaba llevar por el alto mirandome sobre su hombro y agitando su mano.

- te buscare… - prometí – y juro que te raptare – susurre  adentrándome al escenario porque habíamos sido llamados.

¿Cómo y porque me gustaba tanto?  Hacía tiempo habia superado el conflicto de que era hombre, de que no debía, de que se yo y que se mas. El me gustaba y punto. Pero la pregunta real era  ¿Por qué tanto? ¿Seria por su belleza única? ¿Por sus ojos rasgados y seductores? ¿Su boca tentadora? ¿Su cuerpo frágil y deseable? Por todo eso y más, por la energía que irradiaba, por la personalidad abrumadora, esa que lo hacía un ser increíble… a veces tan difícil de asimilar. Kibum podía ser el ser más dulce y a la vez el más odioso. El más atento y el más frio. El chico más apacible y tierno y a la vez el más arisco y esquivo. Pero para mí era solamente perfecto

Las tonadas de nuestra canción sonando eran el indicio que ya debería dejar de pensar en él y enfocarme en el espectáculo.

-yo creo que deberías dejar de pensar y hacer algo – señalo Yoseob mientras nos colocábamos en  nuestras respectivas posiciones. Lo mire arqueando una ceja confuso, reflejando incomprensión – eso te pasa por que te quedas tan tonto admirándolo que no vez como te ve – no pude refutar nada la canción comenzaba y los gritos de las fans copaban el lugar y yo iba a dar lo mejor de mí, porque tal vez el lo vería y si lo hacía no deseaba defraudarlo.

 

 

El final como siempre marcaba la salida de todas las bandas presentes, una a una, iban saliendo a medida que el orador de turno los llamaba.

Lo vi  saludando con las dos manos a los aficionados, sonriendo amplio, jugueteando tontamente con un grupo de chicas, bailando exagerado con alguna que se prestaba a su juego.

 Sonreí ante su tontera, ante esa manía de hacerse el bobo que le queda apetecible ante los ojos de cualquiera. Mis  pies se movieron rápido en dirección a él, antes de que Mir apareciera, antes de que el estúpido ese de infinito se adosara como garrapata. Me acerque por detrás abrazándolo de la cintura colocando mi cara en su hombro. El se tenso un momento. Odiaba ser asaltado de golpe, cuando me vio por el rabillo del ojo sonrio pícaro. Al aparecer mi presencia no lo molestaba.

-woonie me asustaste, pensé que era algún loco que deseaba secuestrarme – rio mientras me pinchaba con su dedo la mejilla y yo lo estrechaba mas a mi pecho sintiendo el calor de su espalda.

- si tienes miedo de que alguien te secuestre, es porque lo sabes –mirándolo fijo alzando una ceja riendo maravillado.

-¿darme cuenta? ¿De qué? – Inclino su rostro para verme mejor, yo solo aumente mi risa – esa risa tuya… es tan diabólica… me encanta. Pero ¿de qué me tendría que dar cuenta?

-de que cuando bailas provocas, incentivas, proclamas…. Violación –lo voltee guiñando un ojo – provocas que te secuestren para ser violado –

-oye… eso… - rio alto – como te atreves… ¿donde está mi woonie?, chico malo- con su palma golpeaba mi hombro.

 – Es que tú eres la llave que abre la jaula y deja escapar a la bestia –

-eres realmente tonto – rio, su risa notaba nervios, los nervios que yo provocaba, el rojo de sus mejillas, su labio mordiéndoselo impulsivo… estaba sacándolo de su eje y eso era fascinante

-te prometo algo – susurre encantado de este ímpetu nuevo que estaba adquiriendo, de esta valentía loca que me estaba dominando. El solo me miro curioso – te prometo que si me dejas… seré la persona que te haga sudar de placer -

Su rostro fue el poema más hermoso que habia visto. Sus ojos me miraron ampliándose, su boca imitaba la acción abriéndose sin emitir sonido alguno.

- key… key – sentí una voz cerca, no sabía si se trataba de algunos de los brillosos, de Mir, de Jinwoon o de la rata apestosa de woohyun… no me interesaba. Lo tome de la muñeca llevándolo entre la gente, alejándolo del tumulto de ídolos que se aglomeraban a lo largo y ancho del imponente escenario. Me metí tras bastidores con él como mi presa, sin sentido alguno solo guiado por mi instinto recorrí los pasillos vacios y oscuro del gran estadio, caminaba rápido veloz, el seguia mis pasos absorto torpe por mi ímpetu. Divise una puerta que se encontraba abierta y vacía.  Regalo de los dioses, sin más lo metí de un empujón entrando tras él, cerrando la puerta tras nosotros.

-ya que tienes… me has jalado del escenario y me tienes corriendo y ahora me encierras ¿quieres que nos maten? – key grito tomando una bocanada de aire. Me gire viéndolo, aun cogido de la muñeca con la otra mano sobre su pecho aspirando fuerte para calmar supuse yo su ritmo cardiaco – Dongwoon sabes que nos mataran si se dan cuenta que faltamos, mi manager no me lo perdonara…-

- entre las tres largas canciones que cantan en el cierre, mas la charla que siempre tienen antes y los agradecimientos y el saludo… te prometo que no sufrirás ningún reto – la verdad no lo habia planeado pero ahora que se lo exponía parecía un plan perfecto

- Dongwoon ya suéltame ¿Qué tienes hoy?

Lo mire a los ojos, esos hermosos rasgados y atrapantes ojos, sus mejillas rosadas por la carrera, su pelo sedoso alborotado y su boca hermosa entreabierta.

-solo he decidido cumplir mi promesa… kibum- de la muñeca que tenia aferrada, la que no habia soltado en ningún momento. La levante llevándola sobre su cabeza acorralándolo sobre la pared.

-¿Qué- que ha-ces? – me miro directo asombrado, se diría que por primera vez la hermosa diva sonaba sorprendida.

- cumplir mi promesa… de hacerte sudar de placer – sin esperar respuesta, sabía que objetaría.

Mi boca tomo la suya, mis labios se hundieron si permiso alguno con apremio urgente, la necesidad desesperada por miedo de que me quitara. Mi cuerpo se apego al suyo presionándolo paralizándolo. Mi pierna se posiciono en su entrepierna. Debía controlar todo el cuerpo del increíble todopoderoso, si lo dejaba reaccionar me golpearía.

La boca suave rosada, se dejo saborear entera, por momentos torpe, por momentos tensa, por momentos apasionada- me gustas Kibum… me gustas desde la primera vez que te vi…- mi voz gruño sobre su oreja, mi mano que no son tenía su mano en alto recorrió el torso suave bajo su remera, el pezón erguido quedo atrapado en mis yemas apretándolo suave dejándolo retorcerse de placer. El me besa aun sin moverse de su posición la mano que yo no aferraba la tenia pegada a la pared con el puño cerrado.

-Dongwoon- susurro retorciéndose por mis toques, por mi rose con mi rodilla en su entrepierna

-ese es mi nombre… Dongwoon y te doy a ti, te lo regalo como toda mi persona para que hagas con él lo que quieras – me separe viéndolo a los ojos, el me miraba asombrado, sus pupilas viajaban en mi rostro buscando rastro de burla o de broma. No lo habia, era sincero.

-yo… Dongwoon-

-shhh… no hace falta que digas nada… - solté su mano para posar un dedo sobre los delicados labios, evitando la respuesta – es un regalo… tómalo y has con él lo que desees – volvía a besarlo, bajando mi mano hasta el bulto que se asomaba de sus apretados pantalones – me derrito cuando estoy a tu lado, porque a tu lado solo puedo volverme estúpidamente adicto a ti…- mi mano bajo la cremallera traspasando el bóxer de seda tomando entre mis dedos su pene erecto.

-ahss…no – jadeo sonrojado

- eres el culpable de que actué de esta manera… solo tú eres el culpable… soltaste a la bestia de la jaula… key tu soltaste a la bestia – gruñía sobre su cuello terso, lamiéndolo.

Su mano se entrelazo en mis cabellos, la otra viajaba sorprendiéndome hasta mi miembro tambien erecto.

Los dos con solo la bragueta abierta dejando nuestros penes fuera nos masturbamos, uno al otro, sintiendo nuestras respiraciones volverse roncas fatigadas. El aliento chocando en nuestros oídos, mandíbulas y bocas. Mordiéndonos suaves los labios. Lo habría hecho mío, lo habría volteado y penetrado, lo habia hecho gritar hasta que olvidara su propio nombre por nombrar el mío… pero no lo quería así. Lo quería perfecto, quería que nuestra primera vez fuera algo que le recordara con amor y una habitación desabrida oscura y fría no era lo que mi hermosa diva se merecía para algo tan especial, sin embargo ese lugar para mí se volvió de ensueño, se volvió mi lugar favorito donde pude sentir los dulces gemidos y el sonido acústico de nuestros labios al succionarse.

- ashhh woonie… mmm- gimió descontrolándome los sentidos, descontrolando los pensamientos y replanteando si deseaba verdaderamente esperar esa ocasión y lugar especial. Su mano apuro el pulso, mi mano acelero imitando la acción, un gemido amortiguado por mi boca, su espalda separándose brusca para contorsionarse y mi mano empapada de su liquido fue el regalo más preciado por la espera de desearlo desde la primera vez. Viéndolo gozar, con solo ver su bonito rostro atestado de lujuria fue suficiente para que mi esperma se liberara. Mi cuerpo se convulsionara y mi voz lograra una nota tan alta que jamás habia imaginado poder alcanzar.

- kibumbum… eres hermoso – pose mis labios sobre los de él,  besándolo tierno. Saque un pañuelo entregándoselo. Por suerte no se habia manchado, yo no habia corrido con esa suerte agradecí que mi atuendo fuera oscuro.

Me regalo una mirada cómplice besándome nuevamente antes de salir, saco su linda cabecita comprobando que no hubiera nadie. Tontos corrimos en dirección del escenario.

Los aplausos y vítores marcaban el cierre final. Se alejo guiñándome un ojo para unirse con su banda.

La mirada del alto clavada en mi y la del enano frunciendo el seño, me aleje antes de que sus miradas me acribillaban, yo me unía con mi grupo. Pude ver como parte de su banda lo reprimía por haberse perdido.

-donde te habías metido… habíamos encontrado un lindo lugar para salir en cámara y te lo perdiste – mi líder me regañaba yo solo sonreía… ni todas las cámaras del mundo podían suplantar lo que habia vivido hacia minutos.

Cansado exhausto sonriente, me senté en la camioneta, dispuesto a regresar a nuestra vivienda.

Mi teléfono vibrando me saco de la somnolencia en la que habia caído

 

Key cat

El regalo me lo quedo… (Dongwoon) no se qué hare con él, pero por ahora es mío… y todavía debes cumplir tu promesa… ya que sudar… no sude.

 

Observe mi celular sonriendo.

 

Te beast loose

 Ya te lo dije eres la llave que soltó a la bestia… te tendrás que hacer cargo… y si es tuyo, todo tuyo (Dongwoon)… prometo cumplir mi promesa, como la hermosa diva se merece. Soy un hombre de palabra.

 

Mi gran carcajada resonó despertando al resto

-cuando ríes así das miedo… es diabólica ¿lo sabías? – Yoseob se acomodaba para seguir durmiendo

- si algo ya me habían dicho – cerré los ojos aspirando profundo. Con mi estúpida sonrisa tatuada, una que seguro ya no me abandonaría.

 

                                 fin?

Notas finales:

Este es un gusto propio, un mimo personal. ellos dos juntos se me hacen... ashh tan lindos. El titulo en ingles fue por que me pareció mas impactante, tal vez me equivoque pero me gusto así. A quien lea y comente mis agradecimientos mas profundos, por que se que no es una pareja habitual. Nos leemos pronto.


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