CAPITULO I
OSCURIDAD TEMPRANA
Cada año de los últimos 645 años, un grupo de jóvenes y una persona adulta cuya edad es de 40 años aproximadamente bajan del la colina para hacer un concurso en el colegio L’agonieet, los más calificados son elegidos para que al terminar el año escolar se vayan con ellos para formar parte de su legión, de todos los que deciden concursar solo uno y muy excepcionalmente dos son elegidos para entrar.
Este colegio es para “educar” a los vampiros, porque todo el que llegue aquí es un vampiro recién convertido, ¿Qué como sé todo esto? Pues yo soy parte de aquel grupo.
Me uní a ellos hace aproximadamente 286 años. Aquel día, el día en que me convertí lo recuerdo perfectamente, incluso aún suelo soñar con esa vez.
Cuando entramos al colegio, había más multitud que de costumbre, no es que especialmente cada año se convirtiera más gente, sino que solo eran aquellas personas que pueden tener un futuro brillante, solo entraban como dos o tres al concurso de selección, pero esta vez eran alrededor de seis, unos tenían meses convertidos, otros días y uno en particular tenia horas de su transformación.
Me llamo mucho la atención el caso de este ultimo, el informe decía que estuvo en medio de un ataque “terrorista” en medio de una ciudad de Rusia y que era hija de un comerciante muy poderoso; la pregunta aquí era ¿Qué pudo ver en ella para transformarla y sobre todo a unas horas, cuando la inscripción estaba cerrada?
Solo tres "sujetos" tiene el permiso de transformar a los humanos en vampiros, solo los supremos pueden hacerlo, sin embargo ha ocurrido muchas veces pero han sido castigados incluso con la muerte, pudiendo salvarse dependiendo el tipo de persona que se haya mordido y la razón de ello, pero se ha educado al nuevo "integrante".
Quien la mordió fue el maestro Dago, ese poderoso que todos temen, el ser mas antiguo, podría decirse que el fue nuestro origen y que también me mordió a mí, aquel que en toda su existencia milenaria ha mordido a cinco personas, que han sido tres de ellas las más brillantes de las cuales dos se han vuelto supremos, la otra magnificencia desapareció hace 700 años volviéndose un rumor y las dos restantes somos la nueva y yo.
Filippa la líder del grupo se poso delante de nosotros cinco (no es que fuéramos los únicos de la asociación, sino que solo pocos podían ser los candidatos para elegir a los próximos integrantes, los demás debían quedarse a cuidar las instalaciones y el trabajo que se estaba realizando); para guiarnos hacia los nuevos jóvenes, entonces a lo lejos observe por detrás un cabello largo lacio, negro, muy hermoso, la gabardina hacía notar su esbelta y perfecta figura, me cautivo esa persona a pesar de que la observe por detrás y cuando llegamos para posarnos enfrente, mire directamente sus ojos, su negro era intenso, era increíble que a pesar de ser nueva en esto, su sed de sangre parecía transpirarla, sin embargo eran bellas esas pequeñas esferas negras que me dejaron ver su enorme tristeza, su confusión, su ira, eran tantos sentimientos que me confundían con facilidad, pero eran hipnotizantes.
Perdí la noción del tiempo y cuando me percate Filippa y los demás ya no estaban, me quede parada en medio del patio, busque a esa chica y cuando la encontré estaba siendo molestada por alumnos de grados más altos.
El motivo era porque fue admitida al colegio una vez terminada la selección y sobre todo por haber sido mordida por Dago, me acerque y por instinto la defendí, Fazio (era un alumno de ultimo grado y sentía cierta ira hacia mí por no darle mi consentimiento para pertenecer al grupo) se acerco a pedirme que dejara a sus pequeños compañeros, lo mire directo a los ojos y le dije muy firme...
-Que ellos no se vuelvan a meter con ella si no quieres que yo me meta con ellos, entendido Fazio- se dio la vuelta y se alejo, cuando gire la cabeza para verla y preguntarle si estaba bien, se encontraba sentada debajo de un árbol en la sombra viendo las flores, me acerque y me senté a su lado.
-¿Estás bien?- le pregunte mientras intentaba buscar su dulces ojos...
-sí, estoy bien gracias por defenderme, ni siquiera se porque me molestan, yo no pedí esto, debería estar muerta- agacho la cabeza e inmediatamente cambio su estado de ánimo, fue tan predecible, pero tuve la sensación de defenderla y cuidarla, no sé si para siempre, pero si por mucho tiempo.
-Lo siento, fui descortés; mi nombre es Yulia, tengo 16 años, mucho gusto- me miro sonriente y me estiro su mano para estrechar la mía...
-El mío es Lena y tengo 22 años, el gusto es todo mío- le dije de una manera muy tierna, eso era lo que me provocaba y estreche su mano.
Filippa llamo a los nuevos para comenzar con las pruebas, a pesar de lo que comencé a sentir por Yulia no podía decirle nada, solo la vi levantarse e irse, le desee suerte y le dije que la esperaría al final de la prueba.
Su figura se desvaneció y aquellos chicos que la comenzaron a molestar estaban tramando algo para perjudicar su prueba, así que me acerque para persuadirlos; Fazio camino hacia nosotros mientras hablaba con ellos y decidí hablar con el claramente y termino sentenciando a su compañeros, me aleje para reunirme con los demás y comencé a buscarlos.
Los rayos del sol eran soportables hasta cierto punto, siempre y cuando no fueran directos y mucho menos con su máxima intensidad.
El sol estaba por llegar a su punto más alto y la alarma del colegio comenzó a sonar para alertarnos y nos ocultáramos en un lugar con sombra, todo era parte del entrenamiento.
Comencé a voltear para todos lados, solo tenía cinco minutos para encontrarlos y ocultarme, entonces mi mente proyecto la imagen de Yulia y una desesperación comenzó a succionarme, así que corrí a buscarla, ella aunque supiera el daño de los rayos del sol, no sabía las verdaderas consecuencias y las precauciones, así que comencé a correr para encontrarla, todo se volvía lento y no podía dar con ella, sentía como si mis ojos se nublaran, como si mi mente se bloqueara y mi desesperación por encontrarla aumentaba.
Todos los que estaban caminando hacia la sombra cubiertos con sus gabardinas sentía que me bloqueaban el paso, de la desesperación comencé a gritar...
-¡Yulia! ¡Yulia!- mientras corría como loca; no podía encontrarla.
Los demás desaparecieron. De pronto me detuve; cuando gire la cabeza, estaba en medio del jardín, lejos de los edificios, la luz del sol me quemaba con tal intensidad que sentí como si me estuviera evaporando, me puse la capucha de la gabardina para protegerme un poco más mientras encontraba a Yulia, pero sentí que era inútil, seguí corriendo hasta que llegue al lago que estaba en el lado oeste como a unos 500 metros de los edificios y estaba ahí, su figura por detrás no podía olvidarla, era ella, tirada a la orilla del lago y el sol, si me quemaba a mi cuando era un ser más avanzado no quería imaginarme lo que le había pasado, incluso; incluso ella podía haber…
Camine hacia ella, sentí como si mis pies fueran de plomo, mis pasos eran lentos, estaba temblando, no sé exactamente si era por el tremendo sol o por los nervios y miedo que tenia de ver lo que le había pasado, cuando por fin llegue con ella caí de rodillas, la tome entre mis brazos y tome su rostro para mirar los daños.
Su rostro estaba intacto, lo que empezaba a evaporarse eran sus orejas, era sorprendente su resistencia, ni siquiera yo podía soportar tanto tiempo, pero estaba desmayada, no entendí la razón en ese momento, además que no podía pensarlo, así que como pude la lleve debajo del agua para refrescarnos y sobre todo cubrirnos del sol.
Nade hasta el fondo del lago, estaba diseñado precisamente para estos casos así que estaba profundo. Dentro del agua intente que reaccionara, despertó y sus ojos ya no eran negros, se habían vuelto dorados, de la impresión intento salir del agua pero la detuve le tome el rostro y pose mis labios en los suyos para pasarle oxigeno, ella se quedo pasmada pero lo recibió.
Me quede observándola y pensando en la razón de su resistencia, no entendía la razón y ella solo evitaba mi mirada...
CONTINUARA...