¿Te acuerdas Yutaka? Recuerdas esos momentos que pasábamos juntos? Aun…lo recuerdas? Porque yo sí...
Yutaka y yo eramos buenos amigos, mejores amigos para ser exactos, en toda la secundaria no había mejores amigos que nosotros, íbamos juntos a donde fuera, los trabajos los hacíamos juntos, incluso los maestros ya se la sabían y siempre decían:
“Señor Suzuki…su trabajo será con…Ah déjeme adivinar…con el señor Yutaka” Incluso era bastante divertido cuando los hacían…Si me lo preguntaran nuestra amistad no tenía límites…Es más no los tuvo…y por eso ahora mismo, sólo puedo verte sonreír a su lado…pero te conozco, y sé que aunque es algo que deseabas desde lo más profundo…no eres feliz…
¿Sabes? A veces he llegado a sentir ese odio por ti…y maldigo el estúpido día en que te atreviste a besarme…¿Te acuerdas? Era tarde, justo un miércoles, acabábamos de terminar un trabajo de…no recuerdo que materia…tenías miedo de que me fuera solo…me llevaste hasta mi casa, justo cuando me iba a despedir de ti…te acercaste a mi, lo suficiente para mirarme como ya era costumbre por lo que no demostraste alguna actitud extraña…demo…esa noche hiciste algo diferente…Me miraste y luego cerraste tus ojos para besarme en los labios, no tengo idea de cuanto tiempo fue…pero supongo no fue mucho pues yo no cerré los míos, enseguida me abrazaste y lo único que pude decir fue “E-es m-mi pr-primer beso y-yaoi”. Entonces te separaste y me sonreíste, con esa bella sonrisa tuya terminé de sonrojarme por completo y entonces dijiste lo “lindo” que me veía así según tú…Al final solo me abrazaste muy fuerte, y yo aun no hacía nada…te despediste y diste la vuelta para marchar regreso a tu casa…no me quedó otra más que entrar a casa tocándome los labios y temblando, pues no creía lo que hiciste…esa noche no pude dormir, la sensación que me dejaste fue agradable y confusa…todo parecía “bien”, ¿alguna vez podría creer en una sorpresa tan perfecta? era demasiado perfecto para ser verdad…yo era novio de Byou…por lo que yo le había cometido una traición, no había nada peor…yo no sabía que hacer…Lo que habías hecho ahora me daba vueltas por toda la cabeza
Al día siguiente actuaste normal, como si nada hubiese pasado, y eso me hizo dudar aun más de mi capacidad de memorización, pero…creo que no era así, en cuanto te cuestioné lo antes ocurrido…me abrazaste e intentaste llorar, aún lo recuerdo, pediste disculpas, a mí, a Byou, que según tu, le prometiste cuidarme….tú tan gentil y amable como siempre, pero no pude decirte que no lo volvieras a hacer, porque quería que lo repitieras, así que sólo te abracé en todo el mundo eramos sólo tu y yo para mí…no había nada más, entonces te me declaraste, fue el momento más hermoso de todos los que había pasado contigo, no sabía ni que decir, no sabía como reaccionar, pero no pude…y nuestra vida siguió, yo con Byou y tu viendo a lo lejos…
Pronto ya era el 14 de febrero, yo esperaba pasarla con Byou, pero…las cosas cambiaron, por alguna razón se desapareció para hacer un viaje porque su carrera se lo pedía…si yo andando con un creativo universitario…ese día en el colegio hubo un festival del “Día de San Valentín” horas extra, horas libres…dedicatorias y cosas por el estilo…recuerdo llegaste con muchos regalos…yo sé lo importante que es para ti ese día…Sí te hubiese gustado nacer en algún día en específico sería el 14 de febrero, y con mucha razón eres un amor. Regalos, tarjetas, globos, todo de colores rojo, rosa y blanco, estabas feliz, y yo no podía dejar que no pasaras ese día como querías, llegaste y me diste un enorme abrazo, diciéndome que era tu mejor amigo, me diste una paleta de caramelo en forma de mariposa, sabiendo de antemano que me gustan mucho por la libertad que disfrutan, la misma libertad que se me ha negado durante los 14 años de mi corta vida…la tomé con mucho gusto, junto con una carta con tu bizarra letra…fue graciosa pero muy linda agradeciéndome la amistad que teníamos. Yo te regresé el regalo, te dí una tarjeta y unas paletas de chocolate y caramelo, te agradecía tantos momentos lindos…pero tenía otra…una tarjeta en donde te decía lo mucho que me gustabas y todo lo que sentía por ti…lo que descubrí que sentía por ti a partir de ese beso. Como a medio día te di la carta, la leíste y casi te desmayas…en ese momento te volví a besar en presencia de dios sabe quien.
Pasaron días, no se cuantos…Byou y yo seguíamos nuestra relación, pese a lo que te dije, yo seguía amando a Byou más que a mi propia vida, pero tu te sentías mal…porque en nosotros sólo había besos y ya, sin ser nada, entonces…se me ocurrió la idea más inmoral que había tenido…te pedí que fueras mi amante, palabra que no te gustaba, pero que te comenzó a gustar cuando te dije lo importante de un amante “Le da lo que no puede darle el otro” y tu me dabas lo que Byou no…esa felicidad cuando estaba contigo y cuando tus labios se posaban sobre los míos, Byou jamás estaba conmigo, lo sé…¿Cómo pudimos comenzar a salir si jamás nos veíamos? Todo fue a larga distancia, y ¡Oh! Estúpida distancia! Que te he hecho yo a ti para que me hagas sufrir así!. Al poco tiempo lo de Byou y mío no fue del todo bueno, al final nos separamos y yo sin poder superarlo traté de amarte, y con tu hermosa sonrisa me demostraste que podía amarte y olvidarlo…aun no estaba preparado, pero deseaba estar contigo…entonces te pedí una relación formal…relación que fue muy hermosa…tus besos eran lo mejor que me había pasado…
Con el tiempo, nuestro amor creció más y más, estaba por completo enamorado de ti, y entonces llegó la oportunidad, ese momento inexperto y lleno de vergüenza, no dejabamos de ser chicos de 14 años…y en tu casa nos hicimos uno…no con morbo, con cariño, cada caricia, cada embestida, cada beso…era con amor…Después, debo aceptar, mis ganas aumentaron, y prácticamente cada que había oportunidad lo hacíamos…pero nuestro amor siempre perduro…
Recuerdo cuando ambos dijimos “No nos atraparán”, y ¿Por qué esa frase? ¿A que le teníamos miedo? A la sociedad, la cruel sociedad en la que hoy vivimos…y aunque en el colegio de abrazos no pasaban, la gente ya comenzaba a murmurarse cosas, en ese momento no nos dimos cuenta…pero así fue; incluso nuestros propios amigos decían cosas aunque sigan negando ese estúpido hecho: lo hacían. El único que se enteró por ti fue Yuuki, ese chico tan sonriente y de mente abierta, nos felicitó a ambos, y nos dijo que hacíamos linda pareja, aunque nosotros no lo creíamos al parecer así era…
Pasaron los días tu y yo traíamos en la muñeca un listón rojo, como prueba de nuestra relación, muchos entonces, seguro ya lo sabían o lo dudaban, pero a nosotros nada nos importó; entre peleas estúpidas, como que a mí me gustaba espantarte y hacerte enojar, que me gustaba ponerte celoso, porque me encantaba que me celaras, eran los celos más lindos del mundo…y claro disculpas, risas, besos…nuestra relación siguió…hasta que un día…todo acabo.
Yo sabía perfectamente que estabas tras Takamasa desde los dos años de secundaria que habíamos estado ahí, ¿qué tenía el que no tuviera yo? Esta bien, sí tal vez era más abierto, y yo era más serio, seguro eso te gustaba de el, su seguridad y la manera en que se expresaba, al poco tiempo ustedes comenzaron a hablarse, y al mismo tiempo venías golpeado, mordido e incluso rasguñado, pero siempre sonriente…yo no sabía que te pasaba, hasta que me desesperé porque no me decías nada, y fue cuando me lo dijiste triste, casi llorando: “E-esque a Takamasa le gustas tú…y yo…yo solo soy un escalón más para alcanzarte, m-me ha amenazado con que algún día serás suyo…” Ese día, tus palabras me congelaron, como diablos le podía gustar yo a Takamasa? Era imposible, pero tus palabras eran las únicas que creía y por las que vivía, entonces te creí y te juré amor eterno en ese momento, desde ese día te protegí mas que a mi vida, si ibas con Takamasa me veía en la necesidad de acompañarte y aunque sea vigilarte de lejos, pero jamás te dejé solo, y así terminó el ciclo escolar.
Durante las vacaciones de octavo a noveno grado, todos los días nos veíamos, pero me molestaba que solo hablaras de Takamasa…¿acaso era una venganza por lo mucho que yo hablé de Byou en su momento? No me importó, a diario iba a tu casa, e incluso teníamos planeado un futuro como familia, tu serías la madre, aunque no querías…ya pensábamos en nuestros hijos, y sabíamos como se iban a llamar…nuestra pequeña se llamaría Sayumi, porque sería nuestra princesa eterna…lo recuerdo como si hubiese pasado apenas ayer.
Pero agh, maldita sociedad…un día en tu casa nos descubrieron, y fue el acabose total. Se hizo un completo escándalo…y aunque luchamos por nuestro amor, todo se fue a la basura. Al final terminaste rindiéndote, me dejaste llorando como un estúpido enamorado, pues lo estaba de ti, pero no había mas crueldad que esa, me dejaste, no te volví a ver durante semanas…Al entrar al colegio de nuevo, yo de nuevo solo era “Suzuki” para ti, como si todo hubiera sido un estúpido espejismo…Takamasa y tu cada vez eran más amigos, yo no sabía que diablos pasaba, mis únicos apoyos fueron Takashima y Yuu, fueron los únicos que me apoyaron…Yuu al poco tiempo me dijo muchas cosas que eran ciertas, lo mucho que me celabas estúpidamente y que talvez eso también te afecto para no luchar por nuestro amor, fue entonces cuando me enteré que andabas con Takamasa, en ese momento se me partió el corazón ¿Por qué el? Al final ambos lograron su cometido: hacerme sufrir.
Después de 7 meses me has dirigido la palabra, de nuevo el 14 de febrero….pensar en lo que pasó hace un año me hace sentir melancolía. Tu amor por ese día no tuvo límites, y me abrazaste por última vez; te puedo decir que no te pude corresponder porque me congelaste, pero era un abrazo que necesitaba. Hoy te puedo decir, que no estás feliz, porque Takamasa y tu a veces no se hablan, a veces seguro se pelean porque me doy cuenta, y tu mirada, no es de felicidad. Ahora seguro sigues con Takamasa, y yo encontré al amor en Takanori...Sé de tantas cosas que ya no se si son reales o no...Pero aún con Takanori conmigo nunca le podré decir las mismas palabras que a tí: "No nos atraparán"