Ahí estábamos en mi cama, las sabanas bañadas en sudo. El besa mi cuello con su lengua calida y húmeda a la vez. Su mano desciende hasta mi hombría haciendo presión entre mis testículos y miembro en estado de semi erección. No veo su rostro, solo puedo apreciar su bien trabajado pecho el cual manoseo con mis manos a mi antojo, puedo notar como suda y eso me pone demasiado caliente. De un momento a otro me cambia de posición dejándome arriba de el, siento como su pene va entrando en mis paredes carnales abriendo camino a poco.
-Fuck.- Despierto sudando en mi cama.- No puede ser, cuatro veces en la semana.
Levanto cuidadosamente la tapa descubriendo mi cuerpo en pijama, mojado al máximo por mi transpiración. Siento el líquido caliente entre mi boxer y miembro. No hay que ser tan inteligente para darse cuenta que había tenido un sueño húmedo y termine corrido sin siquiera un roce de mi mano.
-Maldito pulgoso eres el culpable de toda mi calentura.
Miro a mi compañero de cuarto, ese podidamente sexy llamado Kim Jonghyun. Lo conocía hace años desde que debutamos. Recuerdo aquel día que nos asignaron habitación junta, no pude evitar ponerme duro con el solo hecho de imaginarlo en pocas prendas tan cerca de mí. Era una realidad que me encantaba, lo amaba, lo deseaba y quería tenerlo en mi cama.
Pero como era posible que yo el gran Kim Kibum, la llave de SHINee no pudiera conseguir aunque sea un polvo de una noche con el hermoso de Jonghyun. Pensaba dos posibles cosas, o el era un tonto o yo un cobarde. Aun así me era imposible no excitarme con el.
Acaso ya lo han visto, tiene el cuerpo perfecto. No es necesario mencionar que su altura no es la de un atleta pero aun así para mi es perfecto. Sus brazos, perdón corregiré eso, sus brazotes. Si dios hay que exagerarlo por que son unos geniales y hermosos brazos, cuando hace fuerza y las venas se le marcan y GOD! Mi hombría despierta hasta el extremo de doler entre mi ropa interior. A eso agreguémosle que cuando ensaya suda, eso es lo más caliente del mundo.
-Bummie.- Deja salir de sus labios mientras despierta.
Se levanta tallando sus ojos mientras camina hasta mi cama. Corre la tapa y se mete a mi lado. Siento su brazo aferrarse a mi cintura. Si se que pensaran que eso no es normal, pero para nuestra relación si, la mayoría del tiempo el se la pasaba pegado a mi.
-Tengo hambre.- Musita aun algo adormilado.
Abre su boca y apunta con su dedo esperan a que le de algo de comida. Tan típico en el, siempre me acaricia un poco para conseguir algo de mi.
-Y acaso soy tu nana.- Le pregunto levantando una de mis cejas.
-No.- Responde bajito.- Pero soy tu Puppy, deberías cuidarme y no dejar que me desnutra.- Hace un gran puchero.
-Esta bien, yo te preparare algo.
Me intento parar recordando que ese día estaríamos solo ya que los demás habían ido a una sesión de foto. Levanto un poco mi cintura haciendo presión con mis rodillas quedan hincado muy cerca de su rostro.
-Espera un poco.- Algo malo pensé en ese momento.
Se aferro fuertemente a mi cintura. Pude notar como empezaba a olfatear como un verdadero cachorro. Maldición, pensé en el gran error que había cometido, de seguro ya se había dado cuenta de algo.
-Oh pero si mi diva rosa tiene húmeda la entrepierna.- Su voz era de total graciosidad.
-Calla perro loco que dices.- Intente zafarme de el pero sus jodidos brazos fuertes no me dejaron.
-Tu delicado pene como una flor de campo a derramado semen de hombre.- Que cosas se le ocurrían decir.
-Eso no fue semen, es transpiración.- Solo eso atine a decir.
-No me engañas Bummie, conozco muy bien el olor del semen, mi manita y yo lo conoceos, y de aquí sale olor a sal.- Bendito Jonghyun me excitas tanto.
-Si es semen, y que.- Dije levantando el tono de mi voz.- Acaso pensabas que no produzco semen.- Quienes en el mundo tienen una conversación de semen, creo que solo el y yo.
-Oh Te escuchas sexy Key.- Que estaba diciendo, acaso se había calentado.- Tu semen será rosa como tu.- Pregunto estúpidamente.
-No baboo es blanco caliente y espeso como lo debe ser el tuyo.- Dije por fin soltándome del.
Camine rápidamente hasta la puerta para poder respirar, ese momento me había causado gran calor interna.
Ese día le di desayuno, almuerzo y aun así la calentura no podía irse de mi mente. Me recosté un momento en mi cama y volví a soñar con es hombre al cual nunca podía verle el rostro. La única diferencia fue que esta vez no me corrí.
Camine hasta la sala, ahí estaba el. Por que era tan perfecto. Estaba solo con un jeans negro. Su pecho totalmente desnudo. Jugaba con Roo. Su voz de ternura al jugar con su perro me causaba tanta gracia. Era un niño aun, mi sexy niño.
-Vamos Roo, gira así gira.
Su vocecita tan emocionada y sus risas al divertirse tanto con su mascota. Camine mas hacia el y sentí el deseo de auto penetrarme al ver sus pies tan excitantes. Me van a perdonar pero tengo el jodido fetiche de excitarme con los pies, siento como si me pusiera ardiente con solo verlos. Los de mi Jonghyun no eran la excepción. Sentí como si las piernas me flaquearan al solo verlo.
Bendito Roo ahí estaba lamiéndole los pies, juro que a veces sentía tanta envidia de ese animal. Las veces que Jonghyun dejaba que lo lamiera, entre mi decía quiero lamerte yo y no el pulgoso de tu perro.
-Tienes mucha suerte Roo.- Dije sentándome en el sofá de la sala.
Jonghyun se me quedo viendo con cara de curiosidad. Camino lentamente hasta mí sentándose a mi lado.
-Por que dijiste eso Bummie.- Sus ojitos me miraban.
-Ese animal puede besar tus pies, me da envidia.- Ya no lo callaría mas, estaba dispuesto a contarle todo.
-Estas celoso de Roo.- Inflo sus cachetitos sin entender mucho.
-Si estoy celoso.- Me crucé de brazos.
Le di un poco la espalda, de un momento a otro se cambio de posición quedando al frente mío en el sofá. Sin decir nada levanto su pie hasta la altura de mi rostro, giro un poco su rostro para verme a los ojos.
-Chupalo Mi diva rosa.- Dijo moviendo sus deditos.
No dude en hacerlo, saque la punta de mi lengua y comencé a lamer su exquisito pie, no me di cuenta cuando fue pero mi pene estaba erectado al máximo.
-Bummie quiero conocer tu semen.- Dejo salir de sus hermosos labios.
-Vamos a la recamara Puppy.- Me agache hasta la altura de Roo e hice algo infantil.- Este Perrito es mío y te lo gane.
Lo tome de la mano y lleve rápidamente hasta la habitación. El me tiro contra la cama y comenzó a desnudarme totalmente, me quito los boxer con la boca muy sensualmente. Con sus ojitos miraba mi pene, no se que buscaba, quizás quería saber si tenia ojos o algo así.
-Es tuerto, solo tiene un ojito.- Dije como bebe.
-El mío igual es tuerto amor.- Que había dicho, me llamo amor.
-Jonghyun eres conciente de que acabas de decir.-Pregunte desesperadamente.
-Soy tonto Kibum, siempre me has encantado.- Comenzaba a mover su lengua y comprendí que mi primera opción era correcta, el era tonto.
-Baboo a mi también, no sabes los deseos que tenia de que me hicieras el amor.-Mi voz era agitada.
-Me encargare de eso mi diva rosa.
Soltó una pequeña risa y metió mi miembro duro en su boca. Jodidamente me encantaba sentir mi palpitante pene en su cavidad bucal, era húmeda y tibia a la vez. Sentir su lengua recorrer cada parte de mi trozo de carne vivo me ponía a mil. Subía y bajaba desde el glande hasta el tronco. Lamia cada parte de mi hombría. Juntaba mucha saliva en la punta y luego la succionaba con mucha fuerza haciéndome estremecer de puro placer.
-Tu pene es delicioso, como siempre lo imagine es exquisito.
Comento mientras soltaba mi arma por unos segundos. Continúo chupando por unos minutos mas, de un momento a otro comenzó a masturbarme con gran presión. Alejo su rostro unos centímetros. Fue ahí que comprendí que esperaba que me corriera en su rostro.
-Vamos Bummiecito, muéstrame su elixir.
Hablaba lamiéndose los labios. Cogio mis testículos para masturbar a gran presión. Sentí una electricidad en todo mi cuerpo, me corrí a gran presión. Note como mi semen salto por varias partes, el primer chorro le llego en sus ojos. Acomodo su boca mientras la abría, llegando así todo el resto hasta su cavidad bucal.
-Tal y como lo pensé, tu semen es delicioso.- Parecía disfrutar tanto tragando mi espeso liquido.
-Así.- Lo tome de la mano acostándolo en la cama.- Pues ahora quiero sentir tu jongcito abriéndome las carnes.
-No dudes eso amor, no pienso dejarte ir sin penebalearte con pasión.- Que había dicho.
-Que Pene... que dijiste.- Pregunte Confuso.
-Penebalearte, ósea mi pene te disparara.- Que infantil es mi hombre.
-Oh entonces penebaleame mucho amor.
Descendí desde sus labios pasando por su cuello. Quería recorrer todo su cuerpo con mi lengua. Me detuve jugando en su axila derecha, la bese con mucho antojo, era belicosa, me excitaban tanto sus pelitos debajo de sus brazos. Mientras con mi mano acariciaba su miembro. Era grueso y largo, debo reconocer que en un momento sentí miedo de que me partiera con ese pene.
-Que culito mas rico.- Digo con su voz cortada de agitado.
Sentí sus dedos invadiendo mi orificio. Gemí un poco de placer mientras comencé a chupar sus tetillas, note como se endurecían col roce de mi lengua. Las succione tanto como si esperara que de estas saliera leche.
-Lo siento amor pero ellas aun no pueden producir leche.- Soltó tras una risita tierna e inocente.
-Calla y mete mas dedos.- Le ordene.
Pude sentir como de dos dedos paso a meter tres y cuatro. Sentí que me invadía a todo su gusto, eso me encantaba demasiado. Comenzó a sobar mis nalgas con sus manos, estaba gimiendo de placer absoluto. Note como acercaba la cabeza de su miembro a mi entrada, jugaba como si lo metiera y a la vez no.
-Si vas a entrar hazlo ya Jonghyun.- Mi tono era de suplica máxima.
-Te arrepentirás de eso Diva rosa.
Maldición si que tenía razón, metió su pene de un golpe. Mis ojos se abrieron como del porte de Júpiter. Mi boca gritaba y re contra gritaba de dolor, sentí como si partiera en dos, como si me desgarrara mi ser.
-Duele, Me duele.- Una lagrimita se posiciono en mis ojos felino.
-Tranquilo amor ya pasara. Me beso la mirada.
Tenia razón luego de unos minutos paso, se quedo sin moverse con todo tu trozo de carne dentro mío. Al terminar el periodo de dolor comenzó a moverse lentamente, de lento paso a rápido y luego a desenfrenado.
Sus testículos chocaban en mis nalgas de la agilidez con que me penetraba. Podía sentir cu miembro caliento embistiéndome con lujuria. No dejaba de besarme la boca, era como si me la comiese. Mis manos pasaron hasta su espalda, creo que lo arañe bastante fuerte ya que grito de dolor, aun así no paro de entrar y salir muchas de mí con mucha precisión.
-Eres un gatito me que araño.- Musito con sus dientes apretados.
-Soy un gatito neko.- Gritaba entre gemidos de placer.
-Te llenare l interior de leche gatito neko.
Grito como loco corriéndose dentro de mí. Era caliente, si su semen caliente recorría mis carnes.
Caímos tendido en la cama, en ese momento pudo notar que el hombre de mis sueños era el, ahora que lo tenia para mi ya no soñaría, haría la realidad mil y una vez junto a mi amor.
-Te amo gatito neko.- Me dijo entre un beso.
-Mas que a Roo.- Pregunte como bebe.
-Obvio amor, con Roo no hago estas cosas.- Me beso dulcemente.
-Lo se Puppy, tu solo eres mio.
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