Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Corre por Chris Yagami

[Reviews - 48]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ahora si, capítulo final.

Espero les agrade.

Capitulo 8.- Llegar a la meta.

De vuelta en casa los tres juntos. Después de casi dos semanas en el hospital yo fui dado de alta pero mi hijito tenia que permanecer allí por mas tiempo hasta que estuviera lo suficientemente fuerte para soportar venir con nosotros en casa. Yo pasé todos los días con él, la mayoría de mis noches solo descontando aquellas que por insistencia de mi esposo vine a dormir a nuestra cómoda cama mientras él se quedaba a hacer guardia. Y ahora después de siete semanas al fin podemos cruzar las puertas los tres juntos.

Es tan agradable estar de vuelta aquí cargando a mi durmiente bebé, abrazado de mi amado esposo y olvidando todo aquel miedo de perderlo de nuevo. Poco a poco nos acercamos a casa, quiero recostarme en mi cama con Budha, con Shaka y permanecer así en un largo momento de paz.

Cuando estoy en las puertas Shaka abre usando su llave, empuja la puerta y se aparta para darme pase pero antes de que pueda darme cuenta estoy en sus brazos y me lleva adentro con mi hijo en mi pecho.

-¿Qué haces?- pregunto divertido.

-Te protejo a ti a mi hijo de las malas intenciones de este umbral- aludió a aquella creencia la cual me contó cuando iniciamos nuestra vida de recién casados al entrar juntos a nuestra nueva vida.

-No es necesario que lo hagas- reclamo acurrucándome en su pecho escondiendo mi rostro en el ángulo de su cuello. En realidad es agradable estar así.

Sigue caminando después de besar mi frente, así llegamos hasta nuestra cama donde me deposita con cuidado para no despertar a nuestro bebé. Se siente tan bien decir que es nuestro, una parte de ambos que a la vez lo es todo combinado en ese precioso ser que ahora duerme mientras se muerde el puñito. Lo he cubierto demasiado, mi hermano se rio de mi cuando vio el pequeño bulto de ropita en el que convertí a Budha, pero no quiero que resfríe. Ahora que estamos en casa quito poco a poco las prendas para dejarlo cómodo con tan solo un pequeño pañal y una playerita.

Shaka deja la pañalera en el suelo cerca de la puerta y comienza a desvestirse para colocarse un pijama, yo mientras tanto sigo recostado de lado sobre las sabanas contemplando la inocencia de mi hijo que respira de manera tranquila. Shaka llega a la cama y se recuesta detrás de mí colocando su cabeza sobre mi hombro izquierdo para contemplar a nuestro bebé.

-Hiciste un gran trabajo- me dice al oído para después besar mi mejilla- es perfecto.

-No lo hice yo solo- sigo su juego sonrojándome levemente.

-Yo solo cooperé un poquito- ríe despacio al momento que me giro para besarlo.

Me recosté sobre su brazo que sirvió de almohada a mi cabeza. Con mi hijo frente a mi juguetee con sus piecitos unos minutos antes de quedarme dormido. No era muy tarde pero aun así estaba cansado.

Cuando abrí los ojos me encontraba arropado y mi bebé no estaba al igual que Shaka, me incorporé y desperecé los músculos un poco antes de ponerme en pie y buscarlos. Tal vez estaban en el cuartito del bebé. Miré el reloj de pared frente a la cama donde veía que era pasada la media noche. Caminé con precaución por el pasillo oscuro hasta donde veía una luz encendida donde supuse que estarían. Me acerqué sin hacer ruido escuchando como Budha gemía despacio quejándose y al fondo a mi esposo cantando en voz baja, curioso me asomé descubriendo a Shaka caminando por la habitación mientras mecía a Budha dando golpecitos en su espalda.

-¿Qué sucede?- pregunto aun adormilado acercándome.

-Despertó hace un par de horas- explica extendiéndolo a mi y ni tardo ni perezoso comienzo a mecerlo cuando su llanto se vuelve peor- creo que tiene cólicos.

-¿Está enfermo?- indago apartándolo un poco para mirarlo.

-No creo, es normal, algo debió caerle mal- explica sacando de la pañalera un chupete que me da en las manos, lo coloco en la boquita desdentada de Budha que comienza a succionar aunque sus quejas siguen presentes aunque cada vez mas leves- No se porque no se me ocurrió antes- sonríe cansado al ver que la idea estaba funcionando, su rostro ojeroso me causa pena y me enternece.

-¿Por qué no me levantaste?

-Te veías cansado, tenias que descansar- explica dando cuerda a la cajita musical que Afrodita nos regaló.

-Pero mañana tienes oficina, no debiste…

-Vamos, no me regañes, lo hago con gusto.

Poco a poco Budha se queda dormido con mi baile. Después de saberlo tranquilo lo deposito con calma en la cunita donde sigue respirando tranquilo. Es muy pequeño, no tiene el peso que debería para sus edad pero el medico dice que es normal por su condición de sietemesino, lentamente irá ganando peso y esto no será un problema para él.

Mirando el rostro sereno de nuestro hijo recuerdo su nacimiento, aquella sensación en el pecho cuando Hyoga me hizo creer que se suicidaba por mi culpa. No lo odio pero ya no lo amo, me es completamente indiferente y eso es todo pero no deseo que ninguno termine así, por eso me asusté, Hyoga es joven y si recibe ayuda puede rehacer su vida así como yo.

-Shaka- llamó en un susurro y él contesta con un murmullo cansado- mañana quiero ver a Hyoga- digo sin verlo a los ojos.

Su juicio ya fue dado, fue difícil probar el intento de violación pero al final le fue dada una condena de siete años dado su historial. Shaka dice que es poco y yo no quiero opinar al respecto. Solo lo he visto en el momento en el que declaré frente al juez y su mirada me dolió.

-Está bien- contesta después de pocos minutos.

-¿Podrías mover tus influencias y hacer que me vea en privado?- suplico esta vez mirando sus ojos azules que escudriñan los míos, no se en lo que piensa, de seguro en negarse debido al riesgo de estar con él a solas dados sus antecedentes pero necesito hablar con él en privado- Si quieres estar presente no importa, pero no quiero que un guardia escuche lo que voy a decir- me sonrojo. Finalmente suspira y pasa un brazo sobre mis hombros.

-Está bien, mañana hablaré con mi tío para que arregle las cosas- dice apesadumbrado. Aun su sombra le duele, pero después de esa visita espero que eso se arregle.

Esa mañana hice el aseo en casa como siempre, atendí a mi hijo que se portó de maravilla. No lloró en la mañana sino para que le diera de comer lo cual hago con gusto. Estaba haciendo la comida cuando recibí una llamada de la oficina de mi esposo, como cuando estaba embarazado lo hace cada cierto tiempo para saber de nosotros.

-Hola, amor- contesto con una sonrisa mirando a mi hijo dormir en el corralito que colocamos en la sala.

-Buenas tardes, Shun- me contesta otra voz a la que sonrío con gusto.

-Buenas tardes, señor Bumhika- contesto feliz al reconocer a mi casi suegro, tío de Shaka, aquel que cuidó de él cuando su padre murió- que alegría recibir su llamada.

-Shaka me ha contado sobre tu petición- la sonrisa se borra de mi rostro al entenderlo, espero que mi capricho pueda ser cumplido- solo llamo para avisarte que todo ya está hecho, puedes ir a los separos esta tarde. Espero que Shaka este presente, no quiero que te expongas ¿De acuerdo?

-Descuide, esa era la idea.

-Muy bien, entonces te deseo suerte- después de la despedida cuelgo el teléfono para mirar fijamente a Budha. Suspiro para continuar con la comida pensando en esta tarde. El final de mi pesadilla pues así lo quiero creer.

Llegada la tarde Shaka llega acompañado de Ikki. De inmediato noto sus semblantes preocupados, Shaka ya debió contarle lo que voy a hacer pero no deben temer o al menos yo no tengo miedo. Nos vamos juntos mientras Ikki se quedó con Budha.

Cuando llegamos a las instalaciones llegamos a una habitación gris con un espejo colocado del otro lado de la puerta. Los guardias nos dejaron a solas para esperar a Hyoga. Pasamos ese tiempo en silencio, verdaderamente tensos hasta que la puerta de metal se abrió dejando pasar a un inexpresivo hombre que fue sentado frente a nosotros. No iba esposado, dado su crimen no lo consideraron peligroso.

-Hyoga…- intenté hablar con él, pero de inmediato el me interrumpió.

-¿Qué quieres?- pregunta mirándome fijamente a los ojos, no puedo evitar intimidarme- ¿Vienes a restregarme tu nuevo idiota en la cara?

-Cierra la boca- sisea Shaka, pero yo aprieto su mano cuando veo que se inclina hacia adelante, no quiero una confrontación. Esta es la ultima oportunidad para arreglar las cosas con Hyoga de manera pacifica.

-Por favor- suplico mirándolo- cuando nos encontramos aquel día me dijiste que querías estar en paz- Hyoga me miró frio como siempre lo hacia cuando estábamos casados.

-Si, eso era lo que quería, recuperarte pero me largaste de tu vida- me dice a modo de reclamo, no puedo creer que pensara que podíamos volver a tener algo, menos ahora que estoy casado de nuevo.

-Yo no puedo volver contigo, Hyoga- bajo la mirada jugueteando con mis manos- yo ya no te amo y…

-Nunca has necesitado de amor para atrapar a quien sea entre tus piernas- ofende tocando un punto en mi, me duele que a pesar de todo siga creyéndome un traidor de esa naturaleza, siempre le fui fiel pero creo que al corresponder el beso que me dio le he dado pie a esa paranoia. Shaka ha apretado mi mano y sé que ha rechinado los dientes. Es muy pacifico la mayoría de las veces, noble y diplomático, pero todo hombre tiene su punto limite- Ten cuidado Shaka- se dirige a él con una sonrisa burlona- lo he visto con el tal Milo, ha ido seguido a ver a Shiryu ¿Eso no te hace sospechar?

-Yo confío en él- dice en un furioso susurro. Hyoga sonríe de lado.

-¿Estás seguro de que ese engendro es tuyo?- Shaka abre sus ojos mirándolo y yo hago lo mismo- puede ser de tantos, así como aquel que de seguro esperaba engancharme, afortunadamente no tuvo tiempo- mis ojos se llenan de lagrimas al escucharlo, recordar como el mató a mi primer hijo después de esa paliza y saber que no se arrepiente de ello, que muy al contrario cree que me lo merecía, que mi hijo merecía morir porque lo creía el hijo de otro y aunque lo hubiera sido no tenia ningún derecho a quitármelo.

-¡¿Cómo puedes decir eso?!- grito golpeando la mesa- ¡Él era tu hijo, tu lo engendraste en mi a la fuerza y me lo arrebataste de la misma manera!- mis lágrimas caen copiosas por mis mejillas, pero él no parece hacer caso a mis palabras, no le importa, no siente remordimientos. ¿De qué clase de monstruo estaba enamorado?

-Pudo haber sido mio tanto como de Shiryu- me paralizo por sus palabras, sencillamente no puedo creerlo. Shaka parece tan incrédulo como yo.

-Eres…- digo en un susurró con una sonrisa burlona en mi cara, una dirigida hacia mi, hacia esa persona que lo amó demasiado- eres… una mierda- termino apretando los puños de frustración, no puedo creer que pensara que esto funcionaria.

Él se levanta de la silla y lo miro. Fue una fracción de segundo, de pronto sentí su puño en mi mejilla con tanta fuerza que me hizo caer de la silla. Escuché ruido seguido de eso, pero el golpe me había dejado algo aturdido y no puedo percatarme de que Shaka ha reaccionado como no quería sino hasta que me giro limpiando el rastro de sangre que corría por mi mejilla.

-¡Shaka!- llamo asustado levantándome para tratar de acercarme, pero por el forcejeo me es imposible.

Los guardias entran después de segundos y los separan. Acorralan a Hyoga contra la pared y sostienen a Shaka que mantiene una expresión que jamás había visto. Me coloco frente a mi esposo y coloco mis manos en su pecho para intentar detenerlo también.

-¡No vuelvas a tocarlo!- grita furioso sin ponerme atención. Hyoga parece complacido con su reacción, sonríe a pesar de que es esposado.

-No solo yo lo he tocado- continua ofendiéndome, tratando que Shaka dude de mi- ¿Qué se siente que te vea la cara de idiota?

-¡Ya cállate!- grito enfrentando su mirada- yo te amaba, Hyoga- le digo con lágrimas en los ojos- te di todo de mi, estuve a punto de darte mi vida pero nunca fui suficiente.

-Nunca me amaste- dice con resentimiento- ¡Yo te amaba pero a ti solo te interesaba la seguridad financiera que tenias conmigo, te burlabas de mi, menospreciaste mi amor y después de que dijiste que me amarías toda la vida regreso seis años después para darme cuenta de que estas casado con otro! ¡¿Eso es amor?!

-¡Tu mataste todo el amor que llegué a sentir!- grito desesperado- ¡Cada golpe, cada patada y violación la llevaba profundo en mi corazón, me ibas matando lentamente y no te importó! ¡Es tu culpa que Shaka tuviera la oportunidad que esperaba, es tu culpa que yo ya no te ame, todo lo que está pasando es tu culpa!- de pronto me quedo callado, ya no es necesario seguir con esto, no lo va a entender nunca, mis lagrimas no lo van a convencer mucho menos mis palabras, simplemente jamás confiará en mi- Te amaba- sigo un poco mas tranquilo- pero ya no me importa.

-¡No es cierto, jamás dejaras de amarme!- reclama tratando de llegar a mi, pero yo solo niego con la cabeza mirando el suelo.

-No- una pequeña risa burlona nace de mi garganta- lo que hagas o dejes de hacer ya no me importa, eres libre de hacer lo que sea, Hyoga, yo también lo voy a hacer y lo primero es dejar de recordar lo que viví a tu lado, ya no serás esa sombra que opaca mi nueva vida. Ya no soy nada tuyo- Camino con la mirada en el suelo, lento, turbado. No sé que es lo que pasa conmigo. Shaka se queda dentro y yo lo espero tras la puerta.

-No puedes acercarte a él menos de quinientos metros- lo escucho decir con ira contenida- No puedes llamarlo, no puedes enviar ninguna nota, cualquier intento de comunicarte con él es infringir la orden de restricción y no solo te será penado por el juez sino por mi también- su tono frio me asusta, jamás lo escuché hablar así.

-No me asustas- reto, puedo ver su sonrisa aun en mi mente.

-Apuesto  a que el poder si te asusta- Hyoga no ha dicho nada- Todo puede pasar en prisión, cualquiera puede ser comprado y te aseguro que si intentas dañarlo de nuevo no sales vivo de estos siete años.

Escucho pasos acercándose, Shaka sale a toda prisa, me toma de la mano y me apura hasta casi correr. Llegamos hasta el auto al cual subo después de que él abre la puerta para mi. Noto como le cuesta estar tranquilo, pero no sé que decirle. Cuando entra al auto se queda mirando el parabrisas apretando el volante con sus manos.

-Shaka- susurro acariciando su brazo, lo siento temblar.

-Vamos a mudarnos- dice de pronto y yo abro mis ojos sorprendido.

-¿Qué?- no quiero irme, he vivido aquí toda mi vida y aquí lo tengo todo- ¿A dónde?- pregunto aun así.

-No lo se, cualquier parte, el conoce el teléfono y dirección de esa casa, no podemos seguir allí.

-No quiero irme de la ciudad- pido con un nudo en la garganta, no quiero que esto sea un problema. Shaka se gira y me mira a los ojos, veo como su ira ha bajado un poco pero sigue molesto.

-No, Shun- me atrae a su pecho y yo hiperventilo- jamás te haría eso, solo que no quiero seguir en esa casa ¿Qué tal si nos instalamos un poco mas cerca de Ikki?- sus palabras me sorprenden, no sé que decir- si seguimos allí él te molestara, y aunque digas que ya no te importa sé que un día de estos intentará algo.

-¿Solo nos cambiaremos de calle?- pregunto un poco mas tranquilo.

-Claro, no te apartaría de tu familia por más que quiera alejarte de esto- acarica mis mejillas con sus palabras y yo sonrío complacido.

-Te amo- Me besa de nuevo, ya está un poco mas tranquilo y correspondo su beso con delicadeza. Después de unos minutos conduce a casa donde encontramos a mi hermano durmiendo en el sofá con Budha en sus brazos. Sonreí enternecido por esto, mi hermano será un tío excelente.

Tiempo después nos mudamos, somos casi vecinos de Ikki y eso me hace feliz, paso mi tiempo con mi cuñada mientras mi hijo convive con su pequeña prima. Mi rutina no cambió mucho solo se aumenta ahora el ver a mi hijo, atenderle y alimentarlo. Shaka sigue llamando cada cinco minutos como cuando estaba embarazado y recibo las visitas de mis amigos. Los gemelos de Seiya se han encariñado con mi bebé y pasan el tiempo jugando con el moviendo sus piecitos o manitas. De seguro les encantará tener un hermanito pues Seiya me ha contado que esta de nuevo a la espera. El tercer hijo de su matrimonio. La verdad yo espero tener más hijos a su debido tiempo, pero si Shaka no lo quiere así, tengo métodos para convencerlo.

De Hyoga no hemos sabido nada mas, no se si Shaka lo sepa y la verdad no quiero saberlo, decidi aquel día que ya no me preocuparía mas por lo que hiciera o dejara de hacer y lo estoy haciendo bien. Veo a mi hijo crecer en el núcleo de una familia en la que es feliz al igual que los somos Shaka y yo.

Sigo compartiendo mi vida con él, sigo caminando a su lado. Toma mi mano y él no me obliga a correr, caminamos, va a un paso seguro conmigo y es paciente. Lo mejor de todo es que en este camino de la vida ya no estamos solo nosotros dos, hay un par de manitas que cada uno sostiene, le enseñamos lentamente a caminar por un camino lleno de piedras en ocasiones y repleto de flores en otras. Ya no quiero correr, quiero simplemente caminar.

Notas finales:

Conozcan a la bella familia Madoka :D

Happy Family

Con cabello original

Me encantó hacer ese fanart *0* y lo hice muy rapido xD entonces no es tan... no es lo mejor que he hecho, pero me gusta :D

Bueno, espero que les haya gustado mi art y el final... sobre todo el final xD (mi beta me dijo que soy incapaz de hacer un "felices para siempre" y es cierto... Hyoga sigue por ahi ._. ... ¬x¬, dejenme, por lo menos no maté a nadie ;_;) xDDDD

Bueno, ojalá les haya gustado, lo siento por los malos ratos xD pero ya saben que me encantan (y los que no ya lo saben :P)

Muchisimas gracias por leer y comentar.

Saludos.

P.D. cuando dicen que no se le considera a Hyoga peligroso es porque no hubo golpes cuando agredió a Shun, asi es en mi pais (viva, viva mi pais ._.)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).