Llovía. El cielo estaba nublado, por nubes oscuras.
Cientos de gotas claras y frías se precipitaban contra la superficie del suelo y lagos.
Una figura oscura se tambaleaba por el camino. Caminaba con dificultad, ya que el suelo estaba mojado por la lluvia y sus pies se hundían en el lodo. Sus ropas además de rotas, estaban teñidas de una sustancia liquida y brillante de un tono carmesí. En sus manos aun se encontraba el arma que horas antes había estado usando para eliminar a los shinobis que se interponían en su camino. Un camino oscuro y sangriento. Como su alma.
La misteriosa figura se detuvo delante de la entrada de una cueva. Dirigió su vista al cielo, su cara y su pelo estaban empapados y sucios. Las gotas de lluvia se mezclaban con lo que podían ser lágrimas. Solo diferenciables por el tono roja de las lagrimas, y el claro y pura de las gotas de lluvia.
Hacia tiempo que no miraba el cielo mientras llovía, la ultima vez que lo hizo fue cuando a sus pies se encontraba el cuerpo de su ser mas querido.
A su mente (corroída y destrozada) le vino la conversación que una vez tubo con un ser muy querido, justamente en un día como este “
Se encontraba un joven, de no más 13 años sentado en el suelo con las rodillas flexionadas, y pegadas a su pecho. Tenía un cabello negro como el plumaje de un cuervo, liso y largo amarrado a una coleta. Su cuerpo de aspecto frágil y femenino era claramente el de un hombre; de piernas largas i esbeltas, cintura fina, brazos largos i manos delicadas con dedos largos.
Cara de rasgos finos como los de una muñeca de porcelana creada por las manos de el mejor artesano. Piel blanca, ojos negros, pestañas largas y unos labios finos carnosos.
Su ropa, manchada en su totalidad de sangre, que al parecer no era suya.
Este se dedicaba a observar la lluvia caer, mientras el estaba a resguardo de bajo de un árbol. No se encontraba solo. Un hombre de cabellos negros, ojos rojos como la sangre, de rasgos maduros pero hermosos. Cuerpo musculoso pero sin sobre pasarse, tapado pon una ropa negra y una capa oscura con unas nubes rojas. Este ultimo también observaba las gotas de lluvia, pero de vez en cuando desviaba su vista para observar el menor.
Se encontraba absorto, era tan hermoso su querido alumno. Esa mirada tan melancólica, su ropa mojada por la lluvia, hacia que esta se pegara a su cuerpo. Desde que lo vio por primera vez se obsesiono perdidamente de el. No había momento en la que sus pensamientos no estuvieran repletos de imágenes de ese hermoso ser.
El mayor seguía perdido en su pensamientos, hasta que una dulce voz le saco de sus pensamientos
-Dime sensei, usted de donde cree que viene la lluvia?- pregunto el menor aun si despegar sus ojos de las gotas de lluvia.
El mas mayor se quedo un momento absorto. Que clase de pregunta era esa? Es que acaso su pupilo no savia de donde proviene la lluvia?
-Itachi, acaso me tomas por estúpido? Como que de donde viene la lluvia, de el cielo de donde mas si no?- le replico de manera un poco brusca.
-Sensei , usted tiene una forma de pensar demasiado cerrada. La vida no son solo peleas y estrategias.
-A si, pues si tan “abierto de mente eres” porque no me dices tu de donde viene la lluvia?
-La lluvia, viene de los ojos- dijo con la voz serena.
El mayor no pudo oprimir la mirada de extrañeza que cruzo su cara. Que quería decir en que la lluvia viene de los ojos. La lluvia viene del agua evaporada de los ríos i mares que luego se condensa en el cielo y cae en forma de precipitación. Esa era la procedencia de la lluvia.
-Que quieres, decir?
-Desde pequeños siempre nos enseñan que si eres bueno vas al cielo, en cambio si eres malo vas al infierno. Pero y si el lugar al que vamos no fuera separado. Y si ese lugar fuera el mismo para todos. Un lugar en el que criminales y mártires se encontraran unidos, donde héroes y villanos se encontraran juntos. Un lugar en el que todas las lamas se unen para llorar por su alma muerta, por la vida que han perdido. Y porque a lo mejor con ellos se encuentra su asesino, o su pareja que también a muerto con ella.
-Itachi adonde quieres llegar?- pregunto totalmente incrédulo.
-Lo que quiero decir es que la lluvia no son más que las lágrimas derramadas por las almas de los difuntos. Que lloran por pena o tristeza. Y que alomejor ahora mismo ahí arriba se encuentran las almas de mis familiares. Llorando por la traición sufrida.
-Quieres decir que esta lluvia, son las lagrimas de los miembros del clan Uchiha?
-Puede que suene estúpido pero- se levanto del suelo y dejo que la lluvia cayera sobre el. Se giro, y miro directamente a los ojos de su sensei.-para mi es algo que me ayudara durante toda mi vida, para recordar el pecado que he cometido esta noche- y unas lagrimas salían de sus ojos ( las ultimas que derramaría) siendo confundidas por las gotas de lluvia-Si lo que me queda de vida la tengo que pasar debajo de estas lagrimas , con tal de expiar mi pecado que asi sea. Y si cuando muera mi cadáver acaba hundido en las aguas de estas lagrim..-
Antes de que pudiera acabar de hablar , el mayor lo había empujado al suelo y se encontraba encima suyo, mirándolo con una expresión de enojo y lastima.
No podía aguantarlo, el ver a su querido alumno, a su querido ITACHI, ablando ya de su muerte, con una voz lastimera, en un paisaje en el que parecía que en cualquier momento iba a caer desplomado al suelo. Estaban haciendo que su mente se nublara y su cuerpo actuara de manera propia.
-NO LO DIGAS¡¡¡ Te prohíbo que sigas hablando.- i sin saber porque unas lagrimas amenazaban con caer de sus ojos. El alguien que nunca lloraba.
De repente unas manos se dirigieron a su rostro. Secando las lagrimas y dándole una dulce caricia.
-Sensei…Madara, sabes que algún día, moriré a manos de mi hermano ese es mi destino, no hay nada que se pueda hacer para evitarlo.
-NO ES CIERTO¡¡¡ ESO NUNCA LO PERMITIRE YO SOY TU MAETRO Y SOY EL UNICO QUE PUEDE MATARTE¡¡¡ SI YO TE ORDENO QUE VIVAS TU VIVIRAS ME HAS ENTENDIDO?¡- y de un manotazo aparto las delicadas monos del joven de su rostro y clavo en el suelo con un Kunai.
En ese paisaje, en el que la lluvia caía, los arboles bailaban con el aire. Dos figuras estaban en el suelo. La de encima sometiendo al de abajo. La sangre mezclada con el agua de la lluvia y las lagrimas teñía el suelo de un tétrico color.
Y misteriosamente, las lagrimas no eran del que se encontraba debajo, es mas no derramo n una sola lágrima y de su rostro no desaparecía una sonrisa amable. Las lagrimas eran del mayor, el de arriba, que sin saber porque no dejo de llorar en toda la noche , mientras marcaba el cuerpo de el mas joven como suyo”
Sacudió su cabeza para olvidar esos amargos recuerdos y se adentro en la cueva. Camino en su interior hasta que llego al frente de un pequeño lago y en el centro de este una pequeña “ isla” con una lapida en ella. Se adentro al algo i camino hasta estar al frente de la lapida. Se dejo caer como un cuerpo muerto frente ella sus heridas empezaban a abrirse y a sangrar profusamente. No le importaba, total ya había echo todo lo que tenia que hacer.
-Itachi, mi querido estudiante, mi amado pupilo. La persona que mas e amado. Ya todo acabo, la guerra a terminado por fin como tu querías. Todo a acabado por fin, ahora ya puedo ir contigo. Lo único que se que nunca me podrás perdonar será que haya terminado con la vida de tu querido ototo, pero no podía hacer otra cosa el termino con la vida de algo que era mio. Con tu vida, y yo como tu dueño no podía permitirlo, tu vida me pertenecía era MIA¡¡ y tu me desobedeciste y dejaste que otro que no era yo acabara contigo. Eso nunca podre perdonártelo. Pero estoy tranquilo porque tengo toda la eternidad para castigarte por ello.
Después de ese discurso su cuerpo cayo murto al suelo de delante de la lapida. Con una sonrisa en se cara, una Katana en su mano, su cuerpo conoció el descanso eterno .
Y fuera seguía lloviendo.
Las aldeas trabajaban para intentar traer de vuelta la normalidad a ellas.
Dentro de poco serian los días de luto para recordar a los muertos en esa guerra. A los héroes que dieron su vida por sus seres queridos.
Pero al que nadie iba a recordar seria al gran héroe, que no solo dio su vida por su única familia sino también de su aldea. Mártir hasta el final.
Itachi Uchiha, su cuerpo descansara en el lago donde las lagrimas de sus victimas se han ido acumulando. Donde el cuerpo de su maestro, el gran Uchiha Madara, descansa para la eternidad junto a su querido alumno. Junto a su obsesion