Sasuke yacía sentado mirando a la nada, mientras esperaba que las horas pasasen más rápido. Maldita la hora en la que había aceptado hacerle caso, por una vez, a esa panda de idiotas a las que llamaba amigos.
Juugo y Suigetsu tomaban cerveza, ron, wisky y quién sabe que más como si sus vidas dependiesen de ello. Karin le miraba con ojos enternecidos y pestañeaba de forma coqueta -según ella- lo que al Uchiha le parecía el intento más ridículo de flirteo que había visto en su jodida existencia.
Recargó su espalda contra el asiento, posando su vista en el techo. Tal vez las intermitentes luces de la discoteca estarían más interesantes que ver a Karin sucumbir a la completa idiotez.
¿Cómo demonios había acabado allí?
Ah.. claro. Por sus amigotes. Le insistieron por tanto tiempo, todo el día con frases, oraciones, notitas y mensajes de texto, acompañados de llamadas y mensajes en el buzón de voz, que termino por hartarse, insultar, gritar y aceptar. Porque sino, así seguirían hasta el fin del mundo, que esperaba llegase rápido.
Se suponía que aquel era un club de temática diversa. Rockeros, góticos, punks, lolitas. Gente diversamente 'diferente'. Estilos diversos, géneros diversos. Porque más de uno había intentado tocarle el culo, llevándose un buen puñetazo antes de que se atreviesen si quiera a poner un dedo cerca.
Los chicos le hablaban maravillas del lugar. Un sitio fresco y actual en el cual se podía bailar, tomar, fumar, entablar conversación o simplemente pasar el rato. Karin le dio un especial enfoque a un grupo punk que tocaba en algunas oportunidades, casi babeando cuando describía al rubio vocalista-bajista de la banda.
El Uchiha tomo un sorbo de su cerveza, despegando así la vista del techo por unos instantes solo por ver que hacían sus camaradas. Todo seguía igual, excepto por Karin que veía hacia la tarima con expectación.
La música que sumía el lugar, fue cortada con sutileza, para dar paso a una voz anunciando por micrófono que pronto entraría en acción un grupo llamado Konoha's Trick. Enseguida el público comenzó a vitorear y gritar expectante.
Desde una habitación que daba a la tarima, salió un chico de cabello marrón, vistiendo un pantalón negro y una camiseta del mismo color. Tenía el cabello revuelto y dos tatuajes alargados de color rojo en las mejillas, dándole un aspecto salvaje. 'Kiba' había dicho Karin con emoción contenida. El joven se acercó a la batería comenzando a tocar, haciendo impresionantes movimientos con las baquetas de madera que sostenía entre sus manos.
En seguida comenzó a escucharse una guitarra, acompañando el estridente sonido, con una melodía oscura, bastante metal. Una chica de cabello negro con mechones azul eléctrico salió del escondrijo. Vestía una falda a cuadros negra hasta la rodilla, con un corsé negro con rojo y un look ahumado bastante dark.
La voz del rubio irrumpió entre aquél sonido, de una manera casi mística. La parsimonia de su voz, aunado a lo sutilmente ronca que se tornaba en ciertas notas, hacían que los vellos de la nuca de Sasuke se erizaran.
El tal Naruto no le parecía tan mal prospecto después de todo, incluso podía agregar que caía dentro del concepto de apetecible.
Observó con detenimiento su figura. Alto, delgado, de cuerpo fornido. Los jeans negros no eran demasiado pegados, a diferencia de otros chicos que había visto por allí. La camiseta se ceñía a su figura dejando siquiera imaginar los definidos músculos que esta escondía. Sus brazos estaban descubiertos, permitiendo que el mundo viese un tatuaje en la parte superior del brazo, casi a la altura del hombro. Discreto y llamativo a la vez. Un piercing en la ceja y nada más. Si caminase por la calle, nadie podría decir que era un punk. Justo como lo estaba demostrando en ese momento mientras descargaba la letra de la canción en aquel micrófono y tocaba el bajo con maestría.
En varias oportunidades el protagonismo de la música lo tenía Hinata. Su voz fina resultaba agradable al oído crítico de Sasuke, cambiando intermitentemente su protagonismo con Naruto y a veces cantando a dúo haciendo un acompañamiento perfecto por la diferencia de tonalidades acompañada por su guitarra.
La chica parecía tener personalidad. Aunque no más que Naruto, eso estaba claro. El rubio era, más original, más autóctono. Como si no necesitase más que su propia voz para cautivar al publico. Y vaya que lo tenia cautivado, y a él también.
Al culminar la última canción, la gente pedía a gritos una más. El rubio sacó la lengua haciendo un gracioso mohín y bajando del escenario de un salto. Le extendió su mano a Hinata, quien no dudó en tomarla y bajar a tomarse un trago con él.
Se acercaron a la barra, muy cerca de la mesa donde Sasuke y Karin yacían sentados. Una botella y dos vasos les fueron dados de inmediato, y entre conversaciones se acercaban a paso lento hasta su mesa. El brazo del rubio rodeaba el hombro de Hinata. Probablemente fuesen pareja. Lástima. Con lo bueno que estaba aquel rubio de ojos azules.
La pareja cuchicheaba cerca de la mesa de Sasuke. Tratando de apartar la imagen del rubio de su mente, Sasuke optó por ver el techo y tomarse un trago del wisky que llevaba rato fusionándose con el hielo. ¡Demonios! Aquello le había restado bastante sabor. Tomó la botella sirviéndose un trago sin hielo y lo bebió sin contemplaciones.
Al volver la mirada, Hinata le observaba con curiosidad. Estaba justo frente a él. En cuanto se percato de que Sasuke la observaba se hizo a un lado con el rostro sonrojado. Aquella chica era un poco... extraña.
El rubio le susurró algo al oído y la muchacha se fue de allí rápidamente. Entonces el ojiazul se acercó a la mesa de Sasuke, sentándose en la mesa como si tal cosa.
-Me gustas- pronunció el chico con voz ronca, quitándole de las manos un trago recién servido y bebiéndolo de golpe- Argh- Se quejó- Lo bebes puro
-¿Qué demonios se supone que haces?- Nadie. Absolutamente nadie por muy guapo e irresistible que pudiese verse tenia el derecho de interrumpir a Uchiha Sasuke y su irradiante soledad incorrupta. Nadie
-¡Qué carácter!- pronunció el rubio ignorando sutilmente su comentario
Naruto se levanto paseando la vista por el lugar. Apenas se percataba de la brillante mirada que le proveía Karin. Ese tipo de gente le espantaba y bastante.
-¡Hinata nos vamos!- pronuncio al hallar a la chica recostada contra una columna
-¿Es tu novia?- pregunto Karin celosa, quitándole a Sasuke las palabras de los labios
-Algo así- murmuro el rubio alejándose de allí mientras abrazaba a la pelinegra por la cintura
El Uchiha no pudo seguir soportando todo aquello. No conocía a ese tipo. Pero una calentura en la boca del estómago le hacia sentirse furioso de ver como abrazaba a aquella chica. Comenzó a seguirlos sigilosamente, sin que pudiese controlarlo realmente. Karin y los otros no le prestaron demasiada atención. Completamente enfrascados en una naciente discusión.
El rubio y la chica recorrieron varios metros del local, hasta perderse por un pasillo estrecho y oscuro. Sin pensarlo, el Uchiha se encamino por aquel pasadizo llegando a un pequeño bar mas intimo en el que no habían demasiadas personas. Apostaba a que era un sitio bastante exclusivo dentro de aquel pub.
Vio al rubio beber unas copas con la chica. Se escondió tras una escultura lo suficientemente gruesa como para que no se notase que estaba allí. Estaban sentados uno junto al otro y el chico le hablaba al oído en algunas oportunidades, haciendo que ella se sonrojase.
Naruto río por dentro. El pelinegro no podía ser hetero, o al menos tenía inclinaciones por ambos lados. Aquello le pareció gracioso. Mira que seguirle hasta allí a pesar de ver que andaba con una chica y lo que probablemente pasaría si seguía espiándoles. La cosa es que no le iban las tías, y Hinata era una de sus mejores amigas, pero nada más. Claro que eso el azabache no lo sabia. Se preguntaba que había causado tanto interés de su persona como para proceder a perseguirle a pesar de todos los pronósticos. Lo tenia decidido. Jugaría un poco con él. Solo para ver que grado de interés tenia.
Se acerco al oído de Hinata susurrándole un plan que a ella le pareció de lo mas infantil, sin embargo accedió. Podría llegar a a ser divertido si todo daba resultado. Simplemente esperaba que Kiba no se enterase.
Naruto tomo la mano de la chica , por lo que Sasuke frunció el ceño. Se levanto y comenzó a caminar halándola un poco hacia un pasillo a pocos metros de la escultura tras la que estaba escondido.
Sin saber porqué, sus pies comenzaron a moverse tras ellos, de forma suave pero rápida.
Pasaron tras una puerta que milagrosamente no tenia seguro. Mierda. Uchiha Sasuke jamas había sido tan curioso. Ni siquiera era plenamente consciente de lo que hacia. Solo sabia que sus celos se enarcaban por cada segundo que pasaba.
Había una serie de puertas cerradas. Algunas de ellas tenían un cartel de no molestar en el pomo, como si aquello fuese... un puñetero hotel de cuarta. Incluso se escuchaban gemidos y todo el recinto olía a sexo. Mierda. Ahora comenzaba a ser consciente del lugar al que se había metido y la razón de sus celos por un hombre que simplemente no conocía.
Les vio ingresar a una de aquellas habitaciones hacía rato, justo antes de pararse a pensar en sus locas acciones. Pero ya había caminado hasta allí, y obtendría una recompensa por su esfuerzo, aunque tuviese que noquear a aquella pelinegra idiota.
Giro el pomo suavemente, tratando de no advertir a sus ocupantes. Un estante estaba frente a la puerta. Perfecto para ocultarse. Vio un poco incrédulo las cajas de condones, afrodisiacos y juguetes sexuales que adornaban los compartimientos de aquel pedazo de madera. ¿Acaso aquel lugar era un prostíbulo?
Escucho unos suaves gemidos. Víctima de la curiosidad, se asomo sigilosamente desde su lugar, viendo el cuerpo de aquella chica afortunada tiritar de placer al ser besada por lo suculentos labios del rubio. Naruto lamia su cuello con delectación y la chica no paraba de jadear envolviendo sus piernas en la cintura del chico. El rubio procedió a quitarse la camisa dejando ver su escultural espalda sutilmente marcada y broncínea. Joder. No podía soportarlo mas.
-¿Y cuanto piensas que se va a quedar viendo?- pregunto Hinata entre gemidos cada vez que el rubio abandonaba sus labios.
-Ya lo veremos- dijo él, quitando su camisa y arrojándola a un lado
Sasuke agarro al rubio por el cuello, tras ver como este comenzaba a lamer la piel descubierta del pecho de aquella pequeña afortunada. Comenzó a besar sus labios con fiereza, sin importar que la chica aun estuviese en la cama bajo el rubio. A Hinata aquello le parecía la cosa mas erótica del mundo. Sin embargo, y por respeto a su pareja salio de allí, no sin lamentar el no ser testigo del espectáculo que se avecinaba. Aseguró el pestillo de la puerta y siguió su camino.
El Uchiha comenzó a tocar aquel pecho levemente perlado de sudor. Su cuerpo no era excesivamente musculoso, pero si lo suficiente marcado como para ser atractivo a la vista. Lamió uno de sus pezones y chupo haciendo que se endurecieran rápidamente. Para ser hetero, el rubio no estaba oponiendo resistencia y jadeaba a un ritmo enloquecedor. Tanto que su amigo ya comenzaba a erguirse bajo los pantalones.
Vio curioso un tatuaje rodeando su ombligo. Se veían sexy e irreverentes aquel montón de signos con la espiral en el centro. El diseño se perdía bajo el pantalón y el solo quería saber hasta donde llegaban.
Hizo su camisa a un lado dejando a Naruto ver su pálido y musculoso abdomen. El rubio se relamió los labios al ver esa piel blanca y atrajo a Sasuke propinándole un beso. Fue allí cuando Sasuke sintió algo raro chocando contra su lengua. Un piercing. ¡Qué objeto tan malditamente adictivo!
-Mi nombre es Sasuke- Advirtió el pelinegro, haciéndole partícipe del nombre que debía gemir el rubio cuando estuviese en la cúspide del placer.
-Naruto- Soltó el ojiazul en un gemido
El rubio se sentó por un momento, dejando a Sasuke sorprendido. Hasta ahora había sido tan dócil. Apostaba que había estado drogado y apenas estaba siendo consciente de lo que estaba sucediendo. Pero lo tendría le gustase o no. Aunque tuviese que maniatarlo a los parales de aquella cama.
Pero sucedió algo que sinceramente no se esperaba.
El rubio se sentó a horcajadas sobre él, lamiendo su cuello y tocando su pecho, para luego bajar hasta el bulto bajo su ropa. El ojiazul bajo un poco su pantalón y luego el boxer, lo suficiente como para que el miembro de Sasuke saltase a la vista. Rodeo aquel órgano con su mano y comenzó a masajearlo de arriba a abajo mientras besaba su bajo vientre con calma. De un momento a otro comenzó a repartir besos sin parar de masturbarle, para luego sustituir la mano por su húmeda lengua. Lamió cada milímetro de piel haciendo que le diese un leve escalofrío. Jamas, en su vida le habían hecho una mamada como aquella. Además el jodido piercing le daba una sensación fascinante. El rubio engullo su miembro comenzando un vaivén que provocaba que Sasuke cerrase los ojos y gimiese como poseso. Ya estaba cerca. Era demasiado placer para una sola persona. Fue cuando explotó, y el rubio trago cada gota dejando un hilillo de semen recorrer su comisura. Sin decir nada, el ojiazul se limpio con el dedo índice lamiéndolo y luego metiéndolo a su boca mientras le lanzaba a Sasuke la mirada mas perversa que había visto hasta ahora.
-Mételo- le susurró Naruto al oído mientras quitaba su pantalón con una lentitud pasmosa que comenzó a desesperar a Sasuke.
El moreno haló al rubio hacia sí, quitando su pantalón y luego el bóxer, mirando finalmente como el tatuaje acaba justo sobre el comienzo de su erguido miembro. Mierda. ¿Acaso podía haber algo mas sexy? Su sangre corría furiosa por sus venas y su miembro comenzaba a erguirse de nuevo por semejante vista. Aquel chico estaba demasiado bueno. No podía dejar de ver aquella piel, aquellos muslos y aquel culo de infarto que le esperaba ansioso.
-No te andes con preeliminares- susurro el rubio con las mejillas rosadas- mételo de una vez- pidió con voz ronca
Le gustaba el sexo duro, eso se notaba. Le hizo caso. Le penetro violentamente y paro al ver la expresión adolorida que mostraba su rostro.
-Sigue, joder- Protesto el rubio algo molesto
-¿Acaso eres alguna especie de masoquista?- pregunto Sasuke incrédulo. ¿De que maldito agujero había salido aquel rubio loco?
-Piensa lo que quieras. Duro y hasta el fondo- pronunció el chico con firmeza
Había soñado muchas veces en acostarse con alguien que le gustase hacer todo eso y más. Le ilusionaba el sexo duro, pero era difícil encontrar a alguien que le gustase aquello. De hecho nunca había encontrado a alguien de ese calibre. Además Naruto tenia todo lo que le gustaba.
Lo metió hasta el fondo y comenzó a embestirlo lentamente, sin embargo aquel estrecho pedazo de piel le presionaba tanto que le urgía aumentar la velocidad. Y eso hizo. Rápido, mas rápido. Los jadeos y el calor aumentaban a cada segundo. Apresó las manos del rubio contra las suyas sin parar de embestirle, para evitar que se moviese. Su vista estaba un poco nublada, cosa del infinito placer. Y este aumento en cuanto escuchó su nombre salir entre jadeos y gemidos de la boca del rubio.
Naruto luchó con el moreno para que le soltase. No era del tipo pasivo que esperaba solo recibir y no dar. Finalmente se libró de las manos que le aprisionaban y empujo a Sasuke sin sacarlo de su cuerpo, hasta lograr que se sentase con él encima. El rubio comenzó a cabalgarlo violentamente haciendo que su miembro chocase con el vientre de Sasuke una y otra vez. Al reparar en esto, el azabache opto por tomarlo con una de sus manos y masturbarle a aquel ritmo, sin embargo no pudo por mucho tiempo ya que el placer que le brindaba el rubio estaba llevándole al limite, tanto que ya no podía pensar, solo sentir.
-No te vengas aún- susurró el rubio en su oído
¿Que no se viniera? Mierda. Era de locos. Le pedía demasiado. Sin embargo trataría de soportar lo mejor posible. Empujo al rubio tratando de retomar el control de la situación y le cargo el brazos, penetrándole mientras yacía de pie sobre el colchón. Le pego contra la pared sin parar de embestir al chico profundamente. Le enloquecían aquellos gemidos roncos. Incluso sus piernas comenzaba a temblar levemente por todo el placer que estaba experimentando. Tras un largo vaivén de caderas se vino finalmente, acompañado del sexy rubio entre sus brazos, quien respiraba entrecortado al igual que él.
Se acostó en la cama durmiéndose de inmediato, abrazando al rubio y respirando su aroma y con una sutil sonrisa de satisfacción adornando su rostro.
-¿Qué?- Preguntó el Uchiha con ira en los ojos, mientras abrazaba al rubio
-Soy gay hasta la medula. No me hubiese acostado con Hinata
-Eres... gay... fue todo un... teatro- soltó Sasuke de apoco, intentando digerir la información -Puto y maldito rubio idiota- Expreso entrecerrando los ojos
-Sasuke-teme- soltó Naruto ignorando aquel cargado insulto
-Usuratonkashi- respondió el pelinegro con el mismo tono- ¿Dónde demonios aprendiste todo eso?- pregunto Sasuke , solo por curiosidad, aunque en el fondo no deseaba enterarse de la verdad
-Mi madre era prostituta mi padre un stripper. Fue una buena escuela de recomendaciones y consejos. Créeme cuando te digo que no te he enseñado mucho de mi arsenal. Mi padrino es dueño de una de las tiendas sexuales mas grandes y productivas del país. Por supuesto con todo este ambiente pues... he sido stripper y chapero. Una vez lo intente con una chica y sinceramente no me gusto. Desde ese día supe que lo mio eran los tíos. Tíos de cabello azabache y piel pálida, como tu. Dijo el rubio con una sonrisa idiota
-Claro- pronuncio el Uchiha con incredulidad. Sus padres no aceptaban que fuera gay y podría darles un infarto si se enteraban de la clase de tipo de la que se había enamorado. Porque si. Se había enamorado locamente de un usuratonkashi rubio.
-Eres un Uchiha- dictaminó Naruto de repente
-Si. ¿Y eso qué?
-Voy a morir sino me cuido- susurro el rubio con una sonrisa traviesa
-¿A donde quieres llegar?
-La policía, S.W.A.T y quien sabe que otra fuerza militar han de estar buscándote sin imaginar que estas metido en este antro teniendo sexo con un ex-chapero. Van a degollarme- dijo el rubio agarrando su cuello graciosamente
-Sobre mi cadáver- susurro el Uchiha con aire sombrío
-¿Sabes cuanto tiempo ha pasado desde que estamos aquí?
-No
-Ya es de mañana. Y el pequeño Uchiha no llego a dormir a casa. Mas vale que te vayas antes de que suceda algo malo.- dijo el chico mirando el techo- Fue un placer conocer finalmente a mi amor platónico- dijo el rubio en un leve susurro
-¿Amor platónico? ¿Qué demonios estas diciendo?
-¿Tienes oídos supersónicos? - preguntó el rubio con sorna- -Parezco una colegiala. Y no vayas a burlarle. Mereces saberlo. He estado enamorado de ti desde la primera vez que vi tu imagen en el periódico. Tendrías unos 10 años. Yo tenía 8.
-Usuratonkashi
-Luego te vi siendo seguido por tus escoltas hacia la corporacion Uchiha. Queda cerca de una de las sucursales de Icha-icha Paradise, la tienda de mi padrino. Incluso podía oler tu perfume a través del camino que seguiste
-Eres demasiado idiota para ser real- dijo Sasuke, sorprendido por todo aquel relato
-Entonces te vi allí sentado, en una de las mesas del bar junto a ese montón de gente escandalosa sin guardaespaldas. No podía creerlo. Me acerque a ti diciéndote aquello y tu me rechazaste o algo así. Pensé que no te iban los tíos, por eso me fui con Hinata a beberme unas copas para pasar el despecho mas rápido de la historia. Pero me seguiste, paso esto y aquello y estas frente a mi ahora. ¿No es increíble?
-Parece un maldito cuento de hadas
-Eres un energúmeno. Eso me gusta. Si tan solo...
-Solo nada. Eres mio y eso es todo. No te atrevas a irte con otros o lamentaras haber nacido
-Vale- Susurro el rubio con una gran sonrisa- Soy bastante fiel cuando tengo pareja
-Mantén tu palabra entonces. Comenzaste a ser mio desde el primer momento en que mis ojos se posaron sobre ti.
-Wow ¿En serio?
-Ya no preguntes idioteces. Lo dicho, dicho está.
-¿A donde vas?- preguntó el rubio al ver que Sasuke comenzaba a vestirse
-A preparar el terreno para presentar a mi novio frente a mi familia
-No hablarás enserio
-Ja. ¿Tú que crees?
-¡Sasuke! Van a asesinarme
-Yo los matare primero, puedo asegurártelo
Sasuke salio de allí dejándole solo. Una sonrisa se dibujo en el rostro del rubio. ¿Quién dijo que los sueños no se volvían realidad? Una sonrisa perversa modificó su expresión. Si el conocía a los Uchiha a Sasuke le tocaría conocer a su familia en algún momento. Se preguntaba que expresión pondría al conocerles.